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Surfin' Bichos en el FIB. "Nuestras canciones siguen vigentes porque hablan de un mundo loco"

El regreso de Surfín’ Bichos para interpretar de manera íntegra el disco ‘Hermanos carnales’ con motivo de los 25 años de su publicación ha sido acogido con ganas por los seguidores de este grupo referencia del rock alternativo en España. Su líder, Fernando Alfaro, está convencido de la vigencia de los temas que sonarán el 15 de julio en Benicàssim.
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Surfin' Bichos 2017. Desde la izquierda: Joaquín Pascual, Fernando Alfaro, Carlos Cuevas y José Manuel Mora. Foto: Toni Villar.

De una ciudad tan tradicionalista como Albacete surgió a finales de los 80 un grupo rompedor. Surfin' Bichos se convirtió en el eslabón entre la post-Movida y una forma alternativa de hacer rock, inédita hasta entonces en la escena española. Sorprendían sus registros instrumentales y unas letras crudas que retrataban vidas al límite. Drogas, sexo, violencia y religión marcaban los rastros de "Gente abollada" surgida de la mente del cantante y guitarrista Fernando Alfaro pero con base en historias vividas o recibidas por otros transmisores. En su camino dejaron cuatro discos: La luz en tus entrañas (La Fábrica Magnética, 1989), Fotógrafo del cielo (Virus-RCA, 1991), Hermanos carnales (Virus-RCA, 1992) y El amigo de las tormentas (Virus-RCA, 1993), con canciones que llegaron a funcionar incluso en radiofórmulas. Tras su disolución, se dividieron en varias ramas. Fernando liderando Chucho, en principio al lado de Isabel León, quien en la actualidad conduce Is; Fernando Alfaro y Los Alienistas; además de su carrera en solitario. Joaquín Pascual al frente de Mercromina con el resto de Surfin' Bichos, salvo Fernando, y también en solitario; Travolta, con Joaquín y Carlos Cuevas, quien en la actualidad coincide con José Manuel Mora en Burrito Panza. En este 2017, cuando han transcurrido 25 años de la publicación de Hermanos Carnales han vuelto a unirse para una gira con ese leitmotiv que el sábado 15 de julio hará parada en el FIB.

Un momento antes de volver al estudio para seguir grabando su nuevo disco en solitario, Fernando Alfaro atiende vía telefónica a Nomepierdoniuna y responde -de manera muy amable- especialmente sobre Hermanos carnales y la vida del grupo. Algunas cuestiones ya las ha contestado en otras entrevistas durante esta promoción de regreso de Surfin' Bichos y las solventa casi de carrerilla, pero en la mayoría se toma su tiempo para responder de manera pausada e incluso hace alguna parada en medio de la respuesta para introducir algún giro.

Tiene claro que es una reunión de una sola gira -festivales y salas- junto a Joaquín Pascual (guitarra y teclados), José Manuel Mora (bajo) y Carlos Cuevas (batería), tan puntual como el retorno de 2006 en festivales o la muy especial de 2015. Este regreso sirve, además, para que Sony publique el integral El mundo por sus pies, con seis CDs y DVD, incluido aquel proyecto de segundo disco de Hermanos Carnales que en su día no obtuvo el visto bueno de la discográfica RCA y que inspirado por la película Inseparables de David Cronenberg, iba a tener la más optimista cara "Elliot" y la más intimista "Beverly", que fue la que no vio la luz.

>Rastreando por internet aparecen unas cuantas entrevistas recientes sobre Surfin' Bichos, todas ellas realizadas después del anuncio de que volvíais para celebrar los 25 años del disco Hermanos carnales. Es un buen indicativo del interés que ha despertado este regreso a nivel de medios de comunicación.
Sí. Está siendo un proceso extendido durante bastantes días, lo que es mejor que hacerlo en una sola jornada, porque así te va dando tiempo de descubrir cosas nuevas, porque las preguntas tampoco coinciden y eso te hace pensar en diferentes cuestiones. E intento aprender de las entrevistas.

>O sea, te atrae someterte a entrevistas.
Hum... No especialmente (risas). Es mi trabajo e intento aprender cosas con ellas y encontrar porqués.

>Estáis comenzando todavía la gira por festivales de Hermanos carnales. ¿Cómo ha funcionado hasta el momento?
Muy bien, aunque solo hemos realizado dos actuaciones. El primer concierto siempre resulta especial, como el de la reunión de 2006 de Surfin' Bichos o cuando volvimos con Chucho. En ese primer concierto me siento como un niño que va a jugar un partido de fútbol y lo quiere hacer tan bien que está tenso. Así nos ocurrió en el concierto en San Isidro. Por mucho que hayas ensayado no es lo mismo. El segundo, en el Primavera Sound, ya fue diferente. Y el tercero, que será en el FIB, irá rodado, seguro. Es como encontrar la ola adecuada. Tenemos la ventaja de la compenetración, a pesar del tiempo que no hemos tocado juntos y de que nos separan 600 kilómetros (Fernando hace años que dejó Albacete y vive ahora en Barcelona). Sigue existiendo una compenetración personal y musical entre nosotros a pesar del paso de los años.

Portada del disco 'Hermanos carnales'.

>Surfin' Bichos forma parte de esa singular clase de grupos que mientras están en activo tienen sus fans, un buen número en vuestro caso, pero que cuando se separan ven aparecer todavía más fans, que están esperando el regreso.
Eso ya lo sabía en su día, cuando estábamos en activo. Porque veía que no trascendíamos no ya tanto como nosotros esperábamos, sino lo que la gente de nuestro alrededor aseguraba. Fue el momento en el que grupos como Nirvana y muchos otros rompieron el dique y la música alternativa se convirtió en masiva. La gente de nuestro entorno nos aseguraba que íbamos a tener un enorme éxito. Pero en nuestro fuero interno, éramos bastante descreídos, yo sobre todo. Soy una persona optimista pero descreída a la vez. Además, mi grupo totem, la Velvet Underground, había vivido lo mismo: en su vida real era un grupo de culto y una vez se disolvió pasó a ser leyenda, convirtiéndose en referencia para todo Dios. Yo pensaba que con nosotros iba a pasar lo mismo, y así fue.. salvando las distancias, claro.

>Ahora que has nombrado a Nirvana... Creo que fueron esos conciertos anunciados, pero que nunca llegasteis a hacer, con Nirvana y Teenage Fanclub (1992) los que marcaron el principio del fin de Surfin' Bichos. A partir de ahí nació como un desinterés hacia vosotros por parte de la discográfica (RCA).
Más que perder interés... A ver... Lo que ocurrió fue que el equipo que estaba en el sello RCA, por ésta y otras más cosas terminó marchándose, y en su lugar entró otro equipo que no estaba dispuesto a poner tanto la carne en el asador por nosotros. Ahí habría que investigar a quién favoreció ese fiasco de la gira, que en realidad se produjo por un malentendido... pero no voy a seguir. Ese fiasco provocó que se derrumbase la base angular de la promoción para la que se había realizado una inversión importante de trabajo y dinero. Quedarnos fuera de la gira y el cambio del equipo de dirección del sello, más esto que lo primero, fue lo que hizo que todo se torciera. No fue por una decepción entre nosotros por quedarnos fuera; porque dentro del grupo había mucha fe.

“El fiasco de la gira con Nirvana y Teenage Fanclub provocó que se derrumbase la base angular de la promoción, aunque fue más el cambio de equipo de dirección del sello lo que hizo que todo se torciera”

>Esos conciertos que no hicisteis con Nirvana y Teenage Fanclub os han servido para crear una leyenda (a lo Ricky Martin, el perro y la mermelada), ya que hay gente que dice haberos visto tocar en esa gira. ¿Con los años han sido muchos los que se han acercado para comentaros lo bien que estuvisteis en esas actuaciones?
No ha sido mucha, pero algunas personas sí que nos han comentado que nos vieron en aquellos conciertos, incluso más de una vez... "Os vi en la plaza de toros de Valencia y también en Bilbao. Y estuvisteis muy bien". Y eso nos ha dado para pensar que "¿a ver si será verdad que sí tocamos y es a nosotros a quienes nos falla la percepción de la realidad?". (risas)

>Donde sí estaréis es en el FIB el sábado 15 de julio. Será vuestro tercer concierto de la gira, aunque creo que fue la primera fecha que cerrasteis una vez decidido el regreso de Surfin' Bichos.
Así es. Lo anunciamos en enero o febrero. Poco después salió lo del Primavera Sound, pero como era en el Hidden Stage de Heineken, que lleva su propia política de anunciar los conciertos, no podíamos decir nada, y no se dijo hasta un par de semanas antes. Después del FIB tendremos alguno más en A Coruña y en Albacete. Ahora estamos organizando la gira de otoño por salas de ciudades importantes. Hace unos pocos días la sala Moon de Valencia ya anunció que actuaremos allí en noviembre y ahora estamos tratando de cerrar toda la gira para después anunciarla.

>El motivo del regreso es la celebración en directo de los 25 años de Hermanos carnales, pero a la vez puede sorprender que hayáis decidido esta vuelta al pasado en un momento en el que todos estáis involucrados en otros proyectos muy vivos. ¿Hay algún motivo más allá del aniversario para esta vuelta de Surfin' Bichos a los escenarios?
Era ahora o nunca. Bueno, igual hubiésemos podido esperar a los 30 años para reunirnos, pero... ¿y si no llegamos? En 2014 ya hubo una gira por los 25 años de La luz en tus entrañas, pero la hice yo solo, en acústico. En aquel momento tenía a la vista mi disco Saint-Malo, y lo que hice fue mezclar en directo el disco entero de La luz en tus entrañas con las nuevas canciones, porque a mí me gusta probarlas en vivo antes de grabarlas. Me resultó muy gratificante esa experiencia. Siempre he incluido en los directos canciones de todas mis etapas (Surfin' Bichos, Chucho, con mi nombre), pero lo que hice en aquella gira fue más exigente y además comprobé que aquellas diez canciones seguían funcionando hoy en día, no se habían quedado obsoletas. Entonces pensé que hacer lo mismo con los temas de Hermanos carnales, y con el grupo todavía sería mejor. Y hay otro motivo: el concierto que vi de Patti Smith en el Primera Sound en la celebración de los 40 años del disco Horses. Para mí fue bastante hito. Como dicen mis compatriotas de La hora chanante, "me dejó con el culo torcido". Pensé que si yo conseguía algo parecido a lo que vi, es decir, que mis canciones siguiesen teniendo vida después de todo ese tiempo, sería la hostia. Por otra parte, también me atraía tocar canciones que ya no hacía, e incluso algunas que ni en su día hacíamos, porque en aquellos momentos ya acumulábamos tres discos y no interpretábamos todas las nuevas.

>Ahí también vas a contracorriente, como siempre, porque lo más habitual es que músicos que ya llevan años se nieguen a tocar canciones suyas de décadas atrás, al considerar que no se identifican con ellas hoy en día.
Creo que siguen vigentes porque hablan de un mundo loco (risas). Son creaciones atemporales de una mente loca, por eso siguen funcionando. Además, no he cambiado tanto. Incluso descubro ahora cosas en aquellas canciones que no recordaba o no apreciaba. Para mí, más que un lastre, son como salvavidas. Por ese motivo me mola tanto tocarlas, tanto por la música como por la letra.

>Tus canciones eran bastante distintas a las de la época. Hablaban de una manera de vivir fuera de lo comunmente bien aceptado... Peligrosa, con referencias constantes a drogas, el deseo sexual, seres que no serían considerados precisamente modélicos socialmente.
Sí, bueno... Yo estaba muy metido en el rollo de vivir experiencias para contarlas. Por ese motivo tenían mucho de enganche con la realidad callejera. Eso, mezclado con un mundo interior literalizado, con personajes de universo común, daba lugar a una especie de Ying y Yang, contrastes fuertes. Siempre he funcionado así. Era como una mezcla de religión inventada con la carne, la sangre. Y la violencia, los delitos por la pasión eran como una parte del cuadro.

>Lo que no quiero pensar es qué imagen tendríais en aquellos momentos con unas canciones así en una sociedad como la de Albacete, a la que imagino muy tradicionalista, como otras muchas, como la de Castellón, por ejemplo.
Albacete es más provinciano que Castellón, te lo aseguro (risas). En aquella época lo era más todavía. Éramos como bichos rarísimos (risas). De ahí lo adecuado del nombre del grupo. En la época punk habíamos sido de los pocos punks, alguno era mod... Destacábamos en la grisura general, y mucho. Desde el principio hacíamos cosas poco habituales. Nuestro primer paso importante dentro de la música fue presentarnos al concurso Villa de Madrid  -en 1988, quedaron terceros-, un evento que estaba reservado a músicos de Madrid, pero hicimos una pequeña pirula y dimos la dirección de un amigo nuestro que vivía allí. A pesar de que nunca dejamos Albacete como casa (los otros miembros del grupo siguen allí y yo he vivido muchos años), sí que teníamos claro que nuestro centro de operaciones debía estar fuera de esa frontera de la provincia, y así lo hicimos desde antes de grabar el primer disco, con la suerte de obtener respuesta desde las grandes capitales hasta los sitios más recónditos del país. Tuvimos que hacer muchos kilómetros, pero este trabajo es así.

>Y lo más curioso es que conseguisteis buenas respuestas sin pertenecer realmente a ningún movimiento musical consolidado. Llegasteis en los estertores de la Movida y, aunque teníais elementos propios del rock clásico, por otro lado erais como algo alternativo todavía no desarrollado en España y al que luego se incorporaron otros grupos que fueron etiquetados como indie rock. ¿En qué lugar del mapa musical os veíais en aquellos años de finales de los 80 e inicios de los 90?
Yo no tenía conciencia de ser una banda de indie rock, sobre todo en nuestros primeros tiempos. Mis puntos de referencia eran grupos proto-indies, como Gun Club, Violent Femmes, Hüsker Dü... también post hardcore, los Cramps, Robyn Hitchcock, Tom Waits... influencias muy diferentes que no eran el listado canónico de un oyente de indie rock. Luego, cuando surgieron nombres que formaban parte del denominado indie rock internacional, sí que nos sentimos identificados, como los Pixies, que cuando aparecieron ya existíamos, pero que pasaron a influirnos ya en el segundo o tercer disco, lo mismo que Sonic Youth. Pero precisamente por haber llegado como sobrevenido, nunca me he sentido demasiado identificado con la etiqueta de indie rock. Y estaríamos más cerca del indie rock norteamericano...más libre, más loco... que del británico. A lo mejor también influía el hecho de ser de Albacete, que equivaldría a ser como de la América profunda.

<Y a continuación ha ocurrido lo contrario: se ha ubicado a Surfin' Bichos como referentes de otros grupos, y se suele apuntar a Triángulo de Amor Bizarro. ¿En qué grupos posteriores observas influencias vuestras?
Me lo han preguntado más de una vez... y no lo sé. No sé hacer esa identificación. Es más normal que me digan "esto tiene cosas de Surfin' Bichos", pero no sé. Soy el menos indicado para decirlo.

“Nunca me he sentido demasiado identificado con la etiqueta de indie rock; aunque estaríamos más cerca del norteamericano... más libre, más loco... que del británico”

>Elige entre hijos: ¿Hermanos carnales es tu disco preferido de Surfin' Bichos?
Bueno... (lo pronuncia arrastrado mientras piensa). En algún sentido, sí. El fotógrafo del cielo le andaría muy cerca, y el primero y el último también. En el primero aún estaban por concretar ciertas historias, pero me sigue flipando a nivel de textos y de la intensidad hirviente que tiene. En algunos sentidos el primero es el mejor. En otro sentido, Fotógrafo del cielo es el mejor, porque refleja mucho el sentido de la banda y me parece muy completo. Y Hermanos carnales es el más extremo, aunque por producción es el más asequible, con canciones muy brillantes o muy pop, pero en realidad es el más extremo, muy terminal; aun siendo así pasa por la bossa nova, pero también por canciones que parece que se vayan a quebrar, y hablo del disco doble, que es como yo quería  que saliese en su momento, como "Canción mínima" o alguna punk, como "Hey, Lázaro". El último disco es muy sobrio y se nota la mayor pericia de la banda, aunque tiene un carácter de desesperanza que en principio me parecía que era un problema, pero con el tiempo le he dado valor.

>El problema de ese cuarto disco, El amigo de las tormentas, es que tenías claro que era el disco de tu adiós a Surfin' Bichos, incluso antes de publicarlo, y tus compañeros no quisieron seguir sin ti.
Sí, sí. Teníamos hablado el final del grupo, pero lo callamos porque sabíamos que la discográfica no lo hubiese publicado al no haber un grupo para hacer entrevistas y directos.

>Vuestro primer disco me parece muy bueno, pero creo que os impusieron en la producción esos sintetizadores tan "chan, chan" y que tan de moda se pusieron en grabaciones de finales de los 90 y que poco después comenzaron a ser tan criticados.
Tuvimos problemas por eso. Queríamos un sonido más orgánico, más punk rock, que creo que lo es el disco, pero sí tenía elementos tan propios de la época, como el sonido de la caja. Esto, que para mí lastraba el disco, con el tiempo he descubierto que lo hace especial, porque no hay otro que suene así. Tiene como un carácter marciano y todavía le da más fuerza a ese sentido loco de las letras, lo subraya. Al final me ha terminado gustando esa producción, por el choque que provoca.

>He visto que en los dos primeros conciertos no habéis tocado Hermanos carnales en el mismo orden que en el disco. ¿Es porque se ajusta mejor al directo o porque queríais en su momento que tuviese ese orden en la grabación y no lo hicisteis?
No es el mismo orden, no. Hay algún guiño al orden original, pero no lo seguimos. No es lo mismo un disco que un directo, aunque algunos tramos sí que los conservamos, y en el guiño final también. Queremos que tenga el mismo sentido, pero que a la vez tenga el de un directo.

>Te vuelvo a hacer escoger entre hijos. Creo que si se hiciese una encuesta entre gente que conoce vuestra música, "Fuerte!" y "Gente abollada" serían las canciones más famosas, y es posible que también las preferidas. Si te pido que elijas tú...
Las dos me gustan mucho y las toco casi siempre en mis conciertos en solitario. Me siguen pareciendo vigentes y con la misma fuerza de siempre. Luego hay canciones que casi ni conocen los fans más acérrimos que tienen el mismo valor emocional y musical, como "Harto de tu amor", "El último día que me verás" del disco B de Hermanos carnales, el que yo quería denominar Beverly y que en su día se quedó fuera del disco triunfador. El hecho de que aquellas dos canciones tuvieran éxito masivo, a nivel personal no juegan ni a favor ni en contra para mí. Pero en directo eres un entertainer, alguien que debe responder a la gente que ha pagado una entrada, y con mucho gusto toco para ellos "Fuerte!" y "Gente abollada", canciones que además a mí me gusta interpretar, igual que otras que son tienen peso y validez emocional.

>En algunas de las canciones me sorprende la parte final, como es el caso del bonito trozo silbado de "La estación de las lluvias", cierre de Hermanos carnales.
Mi intención era que el disco fuese doble, y "La estación de las lluvias" iba a ser el cierre del segundo, pero al no conseguirlo insistí en que esta canción fuese la coda del disco que salió. Es uno de los temas que nunca tocábamos en directo, pero ahora sí.

>Y en ese segundo disco que ahora sí aparece hay también un final que me llama la atención, el de "Algo en mí ha hecho ¡Click!", con ese eurovisivo "La la la" de Massiel.
Esa canción está compuesta por Juan Carlos Rodríguez, que es el bajista y guitarrista actual de Chucho y que era el cantante, guitarrista y líder de Los Buenos, grupo mod de Albacete, coetáneos y muy amigos de Surfin' Bichos. Joaquín (Pascual) estuvo tocando con ellos el órgano y fue miembro oficial de ambos grupos en sus inicios. Juan Carlos tocó con nosotros la guitarra en directos y discos, y firmaba las canciones como Richard Kimble. Esa canción era un hit de Los Buenos, que la tocaban a ritmo beat y a mí me encantaba. Quise hacerla mía, en acústico, y con un "La la la" que en directo era aún más largo. En la grabación es un guiño más corto, pero me parecía necesario.

>En la música empezaste tarde, con unos 24 años, pero a cambio se notaba que llevabas acumulado un buen bagaje musical y también literario. No sé qué pesaba más en ti si las escuchas de discos o las lecturas de libros.
Por igual. Ya en su momento lo decía: no es que tengan el mismo peso la letra y la música, sino que para mí son la misma cosa. Y me daba, y me sigue dando, mucha rabia que me llamasen "el letrista". Yo no hago letras, salvo alguna vez que se la he hecho a otro, y en total no será ni el 3% de lo que he hecho. Concibo la música como algo orgánico, en que letra y música van juntas. Dicho esto, el primer impulso que me llevó a hacer canciones fue musical, y hoy en día también empiezo con la guitarra y luego la letra va tomando forma literaria. Lo que he leído me puede influir en las formas, pero sobre todo me influyen las experiencias, tanto propias directas como a través de libros, películas o lo que sea.

>Siempre ha llamado la atención la abundancia de la iconografía y las referencias bíblicas, religiosas... que aparecen en tus canciones.
Es que literariamente la Biblia es un libro muy potente, en su forma y sobre todo en su fondo. Yo, que era muy punk rock, en mi raíz tenía tanto la de mi tierra como la de las raíces del rock, como el gospel, el blues, el country... músicas en las que el diálogo con Dios está super presente, y a veces de formas muy extremas, casi de misa negra. El mismo Robert Johnson... Son formas que en la sociedad americana están muy presentes. Y a nivel personal también tuve una educación religiosa muy fuerte, como muchos compatriotas, y eso marca. Era como un cóctel que en mis canciones salió disparado en todas las direcciones.

>Ya que desde finales de los 80 hasta la actualidad nunca te has apartado de la música y de sus recovecos, te pediría que hiciésemos una comparativa sobre el antes y el ahora en diferentes apartados. La aparición y multiplicación de festivales...
Surfin' Bichos surgió en una época en la que la música ya estaba cambiando radicalmente. En aquellos momentos de Movida, y post-Movida, muchos grupos estaban creciendo con algo no tan diferente a lo que ahora son los festivales, como eran los contratos y patrocinios de Ayuntamientos para fiestas mayores, llevando a los grupos que más gente joven atraían. Esas prácticas desaparecieron. Hoy en día están las marcas. En aquellos momentos no había festivales como tal, aunque sí carteles con varios grupos. Luego, por inspiración de festivales europeos como Reading, se generaron los festivales de aquí y todo lo que ha venido después. Recuerdo que a aquella gira que íbamos a hacer con Nirvana y Teenage Fanclub la llamábamos "festival itinerante", porque era algo así. Nuestro batería, Carlos, decía entonces, de coña: "Vuelven los festivales", recordando el de Canet Rock, por ejemplo, algo que en la post-Movida se había sustituido por la fiesta mayor.

“Literariamente la Biblia es un libro muy potente, en su forma y sobre todo en su fondo. En mi raíz tenía tanto la de mi tierra como las del rock, como el gospel, el blues, el country... músicas en las que el diálogo con Dios está super presente”

>Los sellos, la industria discográfica.
En aquellos momentos la industria tenía músculo, invertía en nuevos artistas, porque se generaba suficiente dinero con la música que se vendía. Con la crisis discográfica, todo eso se perdió. Siguen invirtiendo, pero de otra manera, ya sin aquel músculo financiero. Lo que ha ocurrido es que quien ha entrado a tomar ese tema de inversión han sido las marcas e incluso los festivales. Hoy en día los grandes festivales tienen gran poder, incluso a la hora de tomar decisiones y que se lleven a cabo. Ahora marcas, festivales e incluso dinero público, menos que antes, son los que han tomado el relevo.

>Internet.
Ha sido otro gran elemento del cambio. Hoy en día es mucho más fácil darte a conocer, lo que a la vez es bueno y malo, ya que hay demasiada información. En realidad, no creo que ahora haya más chavales que cogen una guitarra o se montan un grupo, pero sí nos llega más. Pero por aquel entonces también tenías posibilidades. Grabar una maqueta se hacía entonces y ahora, y no era especialmente caro, con un cuatro pistas o un amigo que lo dejaba. Te buscabas la vida, grababas y las enviabas a sellos, radios,... las vendías en los bares, en la calle... En este sentido no ha cambiado tanto la música, sí en cómo está montado el show business.

>Salas de conciertos.
Al circuito de salas sigue faltándole muchísimo, por muchas razones que no son achacables en muchos casos a las propias salas, como legislación, voluntad política,... y también autoorganización, que ya está empezando a haber. En Cataluña hay una asociación de salas que está funcionando muy bien para formar circuito, alimentarse y crecer todos juntos. Pero ya no me voy a Japón o Inglaterra, Francia mismo va muy por delante en cuanto a condiciones en salas. Ahora bien, si lo comparas con nuestra etapa, la diferencia es grande. En aquellos momentos era como la prehistoria, tocabas en cualquier lado, en discotecas para cuñados allá en el quinto coño o en salas que estaban medianamente bien, con historia. Era una cosa muy loca.

>Promotores.
Se ha ido profesionalizando un poco más. Creo que hemos ido creciendo todos juntos.

>Hablando de salas... Cuando acabéis las fechas en festivales volveréis a tocar en salas. ¿Qué prefieres: una sala en buenas condiciones o un gran festival?
La sala. Los festivales en España suelen estar bien organizados y es una buena experiencia. Mis experiencias han sido buenas, con mis diferentes grupos. Pero prefiero la sala. Ahí la gente va a verte a ti, no a un paquete de grupos entre los que estás tú. Tienes menos restricciones en cuanto a tiempo. Es un entorno más apropiado, en el que te puedes expresar mejor.

>Habéis comentado que no tenéis intención de volver a grabar como Surfin' Bichos, pero si las giras por festivales y por salas funcionan, ¿esa intención podría cambiar?
Sinceramente, lo veo muy difícil. En el caso de Chucho sí fue "vamos a volver, tocaremos y a ver hasta dónde llegamos, dejando la puerta abierta". Vimos que tenía sentido y grabamos el disco, a pesar de que cada uno tenía sus proyectos. Ahora es una celebración de los 25 años de Hermanos carnales. Durará lo que dure la gira... un año, un año y pico. Pero más allá lo veo muy complicado. Sigo con mi carrera en solitario, con Chucho también; Joaquín va a grabar ahora, Carlos y José Manuel están con Burrito Panza y dentro de unas semanas van a grabar también. No me gusta cerrar puertas, pero desde dentro veo muy difícil que volvamos a grabar como Surfin' Bichos.

>Por Castellón no te has prodigado en exceso a pesar de los muchos años que llevas en la música.
Creo recordar que con Surfin' Bichos tocamos una vez, en sala relativamente grande, en las afueras, creo que se llamaba Fraguel Rock; con Chucho al menos dos veces, como en el FIB, pero es cierto que no me he prodigado demasiado por Castellón, y tengo ganas de hacerlo, aunque sea en solitario. Aunque no la conozco personalmente, me han hablado bien de una sala, Four Seasons, con buena pinta para tocar. A ver si lo puedo hacer aunque sea en solitario.

>¿Qué se encontrará quien acuda a veros al FIB, con su limitación horaria: una interpretación estricta de Hermanos carnales o incluiréis algún tema de otro disco?
Aunque todavía no lo sabemos, supongo que tendremos una hora, que es justo lo que dura Hermanos carnales. Hablo de los 15 temas que había en el CD, porque en el vinilo había 13, pero esos dos más son también fundamentales para mí. Y duran justo 60 minutos. Si nos diesen más tiempo sí que entraría alguna canción de otro disco, lo que sí haremos en la gira por salas, donde hay más libertad de horarios. Puede sonar marciano que no toquemos hits de otros discos, pero la gira se llama Surfin' Bichos tocan 'Hermanos Carnales' y es lo que hemos prometido. Es una exigencia complicada para el grupo y también para nuestro público. Está guay.

>Para acabar, una pregunta común: ¿qué discos has estado escuchando recientemente y que te atrevas a aconsejar? Da igual clásicos que novedades.
Los clásicos los sigo escuchando de vez en cuando: Dylan, Bowie, Johnny Cash, al que estoy escuchando últimamente con fruición, ya que estoy embarcado en la grabación de un disco o una serie acústica con temas de mi repertorio de todas las épocas y algunas nuevas, que va a salir en noviembre. De grupos nuevos me gustan mucho Unknown Mortal Orchestra, el último de Angel Olsen (My woman), Kevin Morby, que es el bajista de Woods, muy Velvet Underground.

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