Jenny tiene 23 años. Llegó a Benicàssim el domingo de madrugada porque el vuelo le salía más barato, así que ha tenido que dormir en la playa hasta que ayer lunes abrieron el camping. Viene de Glasgow, una de las ciudades con mejor cantera pop del mundo: The Jesus & Mary Chain, Teenage Fanclub, Primal Scream, Belle & Sebastian, Travis, Camera Obscura, Mogwai, The Delgados... La lista es casi interminable. Y, en efecto, Franz Ferdinand y Glasvegas. Tiene ganas de ir a los conciertos de los grupos de su ciudad, pero también de otros británicos y norteamericanos que todavía no ha visto en directo y de los que le han hablado muy bien, como TV On The Radio, The Wave Pictures, White Lies, The Walkman... Todavía no se ha dejado abrasar por el sol, pero su principal preocupación es si va a estar más por la música, si se deja llevar por el ritmo frenético que llevan sus amigos desde que han llegado o todo a la vez. Es el eterno reto del fiber. Que el buen rollo y la fiesta te sirva para disfrutar aún más de los conciertos y no para perderte en el invento. En el Festival Internacional de Benicàssim cabe todo. Esa es su gracia.

El jueves empieza un maratón de conciertos que no terminará hasta el domingo. Hay que coger carrerilla. Desde el lunes los asistentes ya pueden disfrutar del sol, de la playa, de la ruta de instalaciones de arte contemporáneo FIB Art, de las proyecciones del Festival de Cortos, mañana miércoles de la Cita con la Danza y, sobre todo, de la buena onda que le da el FIB a Benicàssim. Por decimoquinto año consecutivo, siempre creciendo, siempre avanzando. El festival llega esta semana a esa cifra redonda más británico que nunca, por fuera y por dentro: el público, el cartel y la dirección, ya que los hermanos Morán están pasando definitivamente el testigo a Vince Power. Respondiendo a la crisis con una salud de hierro: agotó las entradas con mayor antelación que nunca. Hace dos meses ya se sabía que 45.000 personas iban a llenar todos los días el recinto de la N-340.

Y lo ha logrado apostando por valores seguros, con muy pocos riesgos en los rótulos más grandes del cartel (Oasis, Franz Ferdinand, The Killers), aprovechando la baja temporal de los festivales de la productora Sinnamon a causa de la debacle económica, especialmente el Summercase, y explotando su principal sello de identidad: el FIB Heineken como experiencia. No hay más que ver en la cartelería de este año esos bocadillos puestos en boca de hipotéticos fibers: "Hoy he visto amanecer en el recinto"; "Tengo 18 llamadas perdidas".

A Benicàssim se viene a disfrutar de ver conciertos y de todas las actividades extramusicales que los rodean. Como el festival se ha ganado una excelente reputación durante catorce ediciones, el público se fía y cada año se asegura la entrada sabiendo menos nombres del cartel. Y los británicos para eso son muy previsores. Los hoteles de la localidad ya recibían peticiones de reservas desde las islas en Navidad, cuando solamente se sabía que iban a venir Franz Ferdinand, Kings of Leon y Paul Weller. Efectivamente, el FIB Heineken hace años que es una marca con prestigio que vende por sí sola.

Como todo quinceañero, el festival está en plena transición. En cuanto a la definición del cartel, la organización interna y el modelo de negocio frente a las movimientos sísmicos que está provocando la recesión económica. Pero va tan sobrado que, en plena transición, se permite batir récords de venta de entradas, mejorar y ampliar las instalaciones del recinto de conciertos (la carpa Fiberfib.com se convierte en un escenario al aire libre con mayor aforo) y programar conciertos con indudable tirón. Por contra, se ha hecho tan grande que en algunos detalles, cada vez más relevantes, parece olvidarse de sus orígenes independientes, alternativos, cuando era un festival emergente que rompía esquemas y no tenía nada que conservar. ¿Ejemplos? La cancelación del periódico gratuito Fiber, la venta de un librillo informativo por 6 euros o el hecho de que todavía no hayan colgado una parrilla con los horarios de los conciertos por escenarios, como era habitual, por lo que se rumorea que igual la cobran también. Aunque ya hay blogs que se han adelantado a resumir los que aparecen en la ficha de cada grupo en la web oficial, como ésta.

Esas cosillas, en las que el festival se hace distante y pierde un poco la sintonía con su público, todavía no son preocupantes, pero alguien debería de tomar nota. Porque el FIB parece que lleve toda la vida, que siempre haya estado ahí, y que sea inexpugnable. Pero lo cierto es que cuando se incluye, como se suele hacer, entre las citas de referencia a nivel europeo hay que recordar que el Reading lleva en pie desde 1961, Glastonbury y Pinkpop desde 1970, Haldern Pop desde 1981 o T in the Park desde 1994. Sí, el FIB está hoy perfectamente sano, no es un brote verde, sino un Gigante Verde. Y ya suma tres lustros de andadura, pero nunca dejará de ser un reto anual que depende directamente de la fidelidad del público, de su respuesta ante su forma de actuar. A este respecto, no perderse las reflexiones de distintos periodistas en un post sobre el cierre del Fiber que ha publicado Elena Cabrera en su blog, que ella dirigió durante siete años y con en el que tuve el privilegio de colaborar de 1998 a 2004.

El cartel por dentro

Si pinchas en el icono de arriba puedes escuchar una lista de reproducción de canciones de la mayoría de grupos que actúan en el FIB 2009, seleccionadas por nomepierdoniuna entre los que aparecen en Spotify, que son la gran mayoría (solamente faltan unos pocos españoles y algunos DJ's). Si tienes instalado el software de Spotify, al pinchar te aparecerá automáticamente la lista de reproducción en el menú de la izquierda. Más de cuatro horas de música para ir haciendo ganas. Si quieres conocer más detalles sobre cada grupo, puedes encontrar los enlaces de sus webs y MySpace en la web del FIB, aunque estos días anda un poco colapsada, por lo que puedes encontrar la misma información resumida en otros sitios como éste.

El cartel de este año tiene cuatro grandes reclamos reconocibles a primera vista: Oasis, Kings of Leon, Franz Ferdinand y The Killers. Caballos ganadores de indudable acento británico. Tres de ellos ya han actuado en el festival en dos ocasiones: Oasis en 2000 y 2005, Kings of Leon en 2004 y 2007 y Franz Ferdinand en 2004 y 2006. El grupo de Alex Kapranos tiene uno de los directos más divertidos y efectivos de la actualidad, como volvieron a demostrar este invierno en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia presentando su tercer disco, Tonight: Franz Ferdinand. El estado de salud de Oasis en concierto ya suscita más dudas, aunque si tiran de grandes éxitos volverán a poner a reventar el Escenario Verde. No hay fiber que no se los sepa. Por su parte, The Killers, uno de los grupos norteamericanos con sonido más británico, se estrenan en Benicàssim con su rock macarra y centelleante al que tanto rendimiento le han sacado en Day and Age.

httpv://www.youtube.com/watch?v=31sZ9xZr_Ew

Tradicionalmente, esa parte noble del cartel del FIB se ha caracterizado por el riesgo y por pillar a los grupos en su punto. ¿Un ejemplo? Franz Ferdinand en 2004 sin ir más lejos, pero hay un montón, empezando por los Chemical Brothers del Velódromo. En esta edición, la apuesta se hace con un poker de mano, sin aspirar a la escalera de color. Si salimos de los cuatro cabezas de cartel, Peter Doherty, Mäximo Park, Elbow o Lily Allen también inciden en ese marcado acento británico, tan del gusto de más de la mitad del público del festival, llegado precisamente desde las islas.

El apartado de recuperación de grupos legendarios, que enriquece el cartel del festival desde hace ya algunos años, es otro cantar. Paul Weller (que regresa después de siete años al Escenario Verde), Magazine, Gang of Four, The Psychedelic Furs, Television Personalities, Tom Tom Club (ex Talking Heads) y Giant Sand (con Howe Gelb) son una garantía de actuaciones especiales. Sobre todo en el caso de Magazine, uno de los regresos más esperados de la temporada. No en vano, tras la estela de Buzzcocks -cuya gira de retorno pasó este invierno por Castellón- los británicos dieron los primeros pasos del post-punk con himnos como "Shot By Both Sides" hace nada menos que 30 años.

Nombres que se suman a la, de nuevo, extensa lista de totems que han pasado por Benicàssim: Brian Wilson, Lou Reed, Morrisey, Leonard Cohen, Robert Smith, Thom Yorke, J Mascis, Lou Barlow, Matthew Sweet, Black Francis, PJ Harvey, James Murphy, Jeff Tweedy, Jarvis Cocker, Ian Brown, Boby Gillespie, Stuart Murdock, Fatboy Slim, Björk, Matt Bellamy, Michel Houellebecq, Jason Pierce, Robert del Naja, Matt Bellamy... La mayoría de ellos rememorados en el documental 15 años de Festival, realizado por el FIB con motivo de la décimo quinta edición, y que en nomepierdoniuna.net hemos ido enlazando por capítulos. En la sexta y última entrega, la de aquí abajo, los organizadores y periodistas repasan las seis últimas ediciones del festival, las de su consagración y consolidación como cita europea, y algunos de sus mejores momentos, incluidoala chispa que saltó al confluir en el mismo escenario Leonard Cohen y Enrique Morente el año pasado.

httpv://www.youtube.com/watch?v=2WAdtjX8n_0&feature=player_embedded

El tercer bloque diferenciado de grupos de este año son los de segunda posición en la parrilla de salida pero que, a la postre, quizás dejen los conciertos más recordados de esta edición por llegar en su mejor momento: los escoceses Glasvegas con su particular revisión del post-punk, los neoyorquinos TV On The Radio y The Walkmen con su distinta lectura del rock de hoy y tres grupos londinenses con directos a prueba de bomba: The Wave Pictures (vídeo de abajo) y su pop multidisciplinar, The Horrors, que regresan tras liarla hace dos años en Benicàssim, y los sonidos sesenteros e inmediatos de The Bishops. Actuaciones de esas que conviene no esperar a que alguien te recuerde que no deberías haberte perdido.

Y un cuarto apartado en el que entrarían bandas que han generado mucha expectación con sus primeros trabajos, como es el caso de las neoyorquinas Telepathe, los ingleses White Lies y Foals o el irlandés David Kitt, sin olvidar directos infalibles, léase el de la veterana banda francesa Rinôçérôse o Calexico, siempre en forma, y el extenso cartel de música electrónica, con Laurent Gariner, Kevin Saundreson o 2 Many DJ's, entre otros.

httpv://www.youtube.com/watch?v=YlXVmH0EWG8&feature=channel_page

Los de aquí. Muchos y buenos

En esos dos últimos bloques de bandas podrían entrar cualquiera de los representantes de la escena estatal, que este año merecen capítulo aparte por cantidad y calidad. Aprovechando su extraordinario estado de salud, el FIB parece haber decidido reconciliarse definitivamente con los grupos de aquí después de tres lustros de tiras y aflojas. No están todos los que son, pero lo cierto es que no se recordaba un cartel con más de 20 grupos españoles, cuatro de ellos en el Escenario Verde: los bilbaínos We Are Standard el jueves, los leoneses Cooper el viernes y los barceloneses The Unfinished Sympathy el sábado y CatPeople el domingo.

El FIB Heineken 2009 ha programado a una representación de los nuevos nombres femeninos que han encontrado en el pop y del folk un brillante vehículo de expresión, que se han pateado decenas de escenarios por todo el país esta temporada y que ahora están siendo reconocidas en todos los festivales de verano: Russian Red, Anni B Sweet y La Bien Querida. Pero también a algunos de los que siempre han estado en el festival para presentar cada disco: Nacho Vegas, Fangoria y, en exclusiva este verano, Los Planetas. Y a nuevos valores emergentes con propuestas estimulantes: Klaus & Kinski, L.A. o Ratolines, el grupo de Alcàsser que ha ganado este año el Proyecto Demo con todo merecimiento.

httpv://www.youtube.com/watch?v=dsvprYjqbGU&feature=player_embedded

Por otra parte, la programación de Josele Santiago (ex líder de Los Enemigos), Javier Corcobado, Los Coronas (vídeo de arriba, con miembros de Sex Museum) y Christina Rosenvinge tiene unas connotaciones muy especiales. Músicos con carreras sólidas y de largo recorrido, curtidos en escenarios grandes y pequeños de todo el país y parte del extranjero desde los años 80, a los que el FIB por fin abre sus escenarios. Una especie de acto de justicia histórica.

El Goma, por su parte, será el único representante castellonense al tomar los platos de la Pista Pop el jueves, donde podrá exhibir el bagaje rock, soul y pop que ya conocen los habituales de las salas Spoonful, Shangri-La o la ya desaparecida Ricoamor.

Si todavía andas buscando entrada, en taquilla sólo se van a poner a la venta las de día (día por día), a 90 € a partir de las 15.00. Para seguir en directo las evoluciones del festival, con fotografías y comentarios constantemente actualizado, el FIB ha abierto este año una web específica, live.fiberfib.com. Aunque cuando la música empieza a sonar, la mejor forma de estar conectado, para mi gusto, es danzar de un escenario a otro buscando los grupos que te gustan con una birra fresquita en la mano. Nos vemos en el FIB, amigos.

(Las fotos de esta entrada, tanto la de la portada como las de dentro, son de Pau Bellido -habitual colaborador de nomepierdoniuna- para live.fiberfib.com y se pueden encontrar en su cuenta de Flickr)