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Martí Perarnau (Mucho): "Parece que todos los grupos tienen éxito y llenan salas, y no es real"

Llamamos a Martí Perarnau. Está en el estudio, escribiendo y produciendo. Hablamos con él para saber qué hay tras la crudeza de las canciones de Mucho, banda de la que es compositor y vocalista, cabeza de cartel del feCStival (7 de octubre).
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Entrevistamos a Martí Perarnau, compositor y cantante de Mucho, antes de su concierto en el feCStival.

>Te pillo en el estudio… Y el 7 de octubre te pillaremos en el FeCStival*. No es la primera vez que aterrizáis por Castellón, ¿hay amor por la terreta?
Sí, sí. Tengo la sensación de que, como hemos tocado en Castellón muchas veces, tanto en festivales, fiestas o en el mítico forsi, y también con Sunday Drivers, hay como una relación establecida. Aunque no tengo muy claro si realmente gustamos (risas).

>¿Por qué?
No lo sé, no lo sé. Estas cosas nunca las sabes –ríe-. Pero el FeCStival va a ser una buena oportunidad para averiguarlo.

>Se suele decir que el público de Castellón es muy exigente…
Sí, sí. Además es que lo he notado. Castellón tiene una tradición musical muy cañón. Ahora se ha perdido un poco, pero hubo una época gloriosa de Castellón con el Ricoamor y todo aquello, es como que hay una gran tradición de power pop y de sabiduría popular de la música. Sí que hay un público entendido, y da un poco de respeto. Pero os vamos a convencer –ríe-.

"Castellón tiene una tradición muy cañón de power pop y de sabiduría popular de la música"

>No sé si conocéis la historia del FeCStival, pero nació con el objetivo de impulsar la escena local. Empezó siendo únicamente de bandas locales y poco a poco ha dado forma un cartel en el que se combinan las bandas nacionales y locales. ¿Conoces algunas de las bandas con las que compartís cartel?
Sé que tocamos con Smile, que son viejos conocidos, amigos de toda la vida. Cala Vento también los conocemos y con deBigote hemos tocado, igual que con Los Amantes. ¡Qué guay!

>Hemos visto a Mucho en varios carteles de festivales, ¿cómo se vive la experiencia festival frente a la de la sala?
Es una maravilla tocar en los festivales, sobre todo porque es como una gran fiesta, una gran congregación de público, tocas poco rato y es más una gran celebración. Hay menos sensación de concierto y más de fiesta. Hemos tocado en casi todos y nos lo gozamos de la vida, la verdad. Es verdad que hay un poco de peligro en el tema de los festivales, en el sentido de que se descuide el circuito de salas y que, de alguna manera, sea más difícil para las bandas que están empezando darse a conocer si no intentamos trabajar un poco que la gente vaya a las salas. Si no hay una labor pedagógica que diga: “Los festivales están bien, pero no olvidéis que en las salas es donde empiezan las bandas y donde hay que ir a apoyar”. Porque da la sensación de que el público solo va a los festivales y se ha olvidado de ir a las salas. Es un poco esa dicotomía de que habría que hacer labor pedagógica entre todos, los medios, los grupos e incluso los propios festivales a la hora de que las salas están abiertas y van grupos a tocar, hay que ir a apoyarlos y no es ningún sufrimiento pagar 10 euros de entrada.

>También es otra forma de consumir a un mismo grupo…
Y muy diferente. Cuando un grupo hace un concierto él solo ofrece una visión artística mucho más profunda y más extendida, tanto en el tiempo como en lo artístico; y en un festival al final es un concierto de una hora como mucho y es una versión festiva del grupo. Y a veces la música no es solo fiesta, también es un poco de reflexión y de… patata –ríe-.

>Además en los festivales te enfrentas a un público que le puedes gustar o no, e incluso que le guste otro estilo, porque los carteles de los festivales cada vez son más eclécticos. ¿Percibís esta tendencia?
Sí. A mí me da la sensación de que vamos hacia un sitio más variado, y es una gran ventaja. Por ejemplo, yo soy un gran fan del rap y no entiendo que de repente parece que hacemos pequeñas minorías, cuando la música es algo muy amplio. No tiene sentido que hagamos festivales de rap o de indie, cuando los guiris, por ejemplo, tienen una mente mucho más abierta y no les importa que Kenrick Lamar o Interpol estén en el mismo cartel. Sería muy sano que fuésemos hacia ese modelo, que un mismo festival tuviera a Bunbury, Kase.O y nosotros, por ejemplo. Que pudiese haber esa versatilidad y apertura de miras en la música. La música es música, y da igual de qué género sea.

"Mis mayores influencias en la música son gente que siempre ha ido hacia sitios nuevos y han querido cambiar, abrazar todos los géneros posibles"

>¿Y esto ha tenido algo que ver con el giro sonoro que se puede apreciar en Pidiendo en las Puertas del Infierno (2016)? Parece que os alejáis de la etiqueta que ya os habían puesto de indie pop-rock.
Nos encasquillaron allí porque realmente es verdad que veníamos de eso, pero es que mis mayores influencias en la música son gente que siempre ha ido hacia sitios nuevos y han querido cambiar, abrazar todos los géneros posibles. No es que de repente vayamos a abrazar la polka tirolesa –ríe-, pero que seguro que hay algo que aprender de la polka tirolesa. Todos los géneros aportan cosas nuevas a la música, y la música me parece que es algo muy bonito y muy grande como para encerrarse en ideas concretas. Hay que ser abierto y no tener prejuicios. A nosotros nos influyen muchas cosas, yo ahora por ejemplo estoy loca con la electrónica y el techno; mientras que en el disco anterior estaba loco con el rap. Todo va sumando y te lleva a algún sitio especial que al final es la búsqueda de tu propio sonido, pero con influencias muy variadas.

>Cada disco responde a una necesidad…
Por supuesto. No hay otra explicación. Yo soy un poco obsesivo y voy por fases en mi vida. No lo he estudiado todavía –ríe-, pero cada tiempo me vuelvo loco por un estilo y unos artistas en concreto, y se trata de ir explorando esos nuevos caminos que te llevan a descubrirte un poco más a ti mismo. La música es un río muy grande y a medida que vas abriendo influencias, el caudal de ese río es todavía más grande. Y es flipante, es donde se mantiene la excitación por la música. En la repetición y en el aburrimiento no hay nada.

>El Apocalipsis Según Mucho (2013), ahora Pidiendo en las Puertas del Infierno. ¿Todo un poco diabólico, no?
Lo que tenemos es un gran problema con el país en el que vivimos y como hacen las cosas los políticos.

>Con un buen guiño en la portada…
Claro –ríe-. No podemos evitar hablar de los temas que nos tocan de cerca y si parece un poco negativo o apocalíptico es porque realmente son ellos los que nos llevan a ese sitio.

Portada del disco 'Pidiendo en las Puertas del Infierno' (2016) de Mucho. ¿Quién será?

>¿Le da a veces miedo a la música indie-pop mojarse en estos temas?
No quieren enfadar a su discográfica ni a su público, no quieren enfadar a nadie. Y el hecho de no querer enfadar a nadie ya es censurarte a ti mismo. Creo que este es uno de los problemas que tiene el pop español, y que creo que deberíamos ir solventando. No pasa nada por empezar a decir las cosas como son. Si tenemos un presidente que es corrupto y que tiene miedo a los idiomas, no pasa nada por decirlo. Una de las cosas que tiene la música es que tienes que expresar lo que llevas dentro, y lo que llevamos dentro es lo que nos pasa día a día. Y lo que te pasa  día a día es lo que están haciendo estos. Es una cuestión de sinceridad y de honestidad y de que tus letras hablen de lo que te afecta, y lo que nos afecta está clarísimo –ríe-.

"Si tenemos un presidente que es corrupto y que tiene miedo a los idiomas, no pasa nada por decirlo. Una de las cosas que tiene la música es que tienes que expresar lo que llevas dentro, y lo que llevamos dentro es lo que nos pasa día a día. Y lo que te pasa  día a día es lo que están haciendo estos."

>Así lo hacéis vosotros. Pero no solo sois críticos en vuestras letras, en las redes sociales también; solo hay que ver vuestra página de Facebook
Soy un poco bocazas, pero a la vez es la manera que tengo de ser. Y creo que cuanto más honesto sea, más honesta será mi música y si hay alguien que se enfada por nuestra honestidad… Que escuche grupos que no dicen nada.

>No puede ser, ¡pero si estamos en la era de la felicidad en redes sociales! Hay que ser feliz, viajar a lugares paradisiacos,…
-Ríe- y hacerse fotos de lo que desayunas todos los días. Yo es que tengo una relación muy negativa con las redes, es más, estoy abandonándolas. Solo las mantengo por el grupo. Y lo estoy haciendo para vivir la vida real y no fiarme mucho de lo que pone Facebook o de lo que se dice ahí, porque realmente… Es la opinión de mierda de alguien –ríe-. Y creo que nadie merece leer mi opinión de mierda ni los demás merecemos leer las opiniones de mierda de nadie. Estoy en un momento de hastío total con las redes sociales, y cuando escribo algo para el público es simplemente contar lo que pienso, sin ningún tipo de tabú.

>Se acaba creando una balsa…
Es frío y no es real. Parece que todos los grupos tienen éxito y llenan salas, cuando no es la realidad. La realidad es otra. La realidad es que solo Vetusta Morla y Lori Meyers triunfan en este país. Realmente nos hacemos daño a nosotros mismo con toda esa mandanga de que todos llenamos salas, porque no es la realidad. Habría que empezar a afrontar las cosas, y no entiendo por qué todos vendemos una  realidad que no es y ponemos desayunos que no tomamos en Instagram –ríe-. No aporta nada, lo interesante sería mejorar la realidad que tenemos desde la realidad y no en la red.

"Realmente nos hacemos daño a nosotros mismo con toda esa mandanga de que todos llenamos salas, porque no es la realidad"  

>Y la forma de hacerlo de Mucho es descargando la rabia con la música…
Descargando rabia o las cosas que pensamos. A veces no es rabia y es desolación, tristeza, rabia enfocada a la alegría, porque aunque no lo parezca yo soy muy optimista –ríe-. Simplemente es mostrarte tal y como eres en las letras, no tiene más misterio.

>¿Tenéis algún método de trabajo?
Básicamente yo hago las canciones en casa y, por ejemplo en Pidiendo en las Puertas del Infierno, lo que hicimos fue que el grupo solo entrara a tocar en el estudio, sin saberse las canciones para tener algo más fresco, con incertidumbre y sensación de precipicio. Les hice la putada de que llegaran al estudio y se encontraran con el percal.

>¿Te siguen hablando?
Sí, sí, se lo tomaron bien. Al final fue un disfrute –ríe-. Es como un ejercicio artístico. Pero en el próximo lo haré diferente, ya no les haré más putadas. A ver qué pasa…

>Hablando del próximo… Cuando te he llamado me has dicho que estás en el estudio, ¿preparando cosas nuevas?
Estoy haciendo canciones nuevas y, también me dedico a la producción, y justo esta semana estoy grabando un disco.

>Y mientras piensas en esas canciones nuevas, ¿qué balance hacéis de Pidiendo en las Puertas del Infierno?
No nos han dejado entrar todavía al infierno –ríe-. El balance es muy positivo porque hemos hecho un disco en el que hemos encontrado muchas cosas, hemos avanzado artísticamente y nos pone en un sitio muy excitante para hacer otro disco. Estamos muy felices. Hay que seguir haciendo discos e intentar que la situación de la música en España sea un poco menos precaria para los que hacemos canciones desde la visión puramente artística de las cosas.

"Hemos hecho un disco en el que hemos encontrado muchas cosas, hemos avanzado artísticamente y nos pone en un sitio muy excitante para hacer otro"

>Habrá mucho Mucho aún…
Sí –ríe-. Aún nos quedan muchas cosas por decir.

>Por cierto, ¿por qué Mucho?
Es una expresión que teníamos entre nosotros. Es una expresión que se usa en Euskadi, en pelota vasca, aunque también se grita en los conciertos. Es una expresión de ánimo y de fuerza y que usamos entre nosotros cuando alguien se hacía un solo guay. Lo usábamos para reír y decidimos llamar al grupo así, y ahora es un auténtico drama –ríe-.

>#SaveMucho…
-Ríe- lo usamos para explicar realmente cuál es la situación musical en España y que la gente vea que a un grupo que le va bien como a nosotros, no puede vivir de su propia música. Es una forma de vocear la realidad, cómo son las cosas y justo lo que hablábamos antes de que los grupos muestran una falsa realidad de éxito.

*El feCStival celebra su quinta edición el 7 de octubre en el Parque Rafalafena. Consulta toda la información aquí.

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