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La Mostra lo peta con 'Pagagnini'

Parecía un sábado de las fiestas de la Magdalena, pero era una jornada de la Mostra d’Arts Escèniques de Castellón. ‘Pagagnini’ de la compañía Yllana puso hasta los topes la plaza Mayor y su radio de influencia también ambientó las propuestas de música y teatro de los alrededores.
  
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El 'Pagagnini' de Yllana consiguió llenar por completo la plaza Major de Castellón. Foto: Carme Ripollès.

El reclamo del Pagagnini de Yllana provocó una respuesta masiva de público en la tarde del sábado 15 de octubre. Una respuesta que no sólo llenó por completo la plaza Mayor de Castellón, sino que provocó que las calles del centro de la ciudad presentasen un ambiente similar al de un sábado de las fiestas de la Magdalena, observándose una gran cantidad de público en el resto de actuaciones musicales. Fue una gran guinda -aunque el domingo hubo una jam session en Santa Clara y dos obras teatrales- a la II Mostra d'Arts Escèniques de Castellón, celebrada entre el 13 y el 16 de octubre, quedando de nuevo claro que las dos partes que la componen -música y teatro- son como dos entes independientes que se han visto obligados a compartir cita, pero poco más. El teatro obtuvo muy buenas acogidas en unos espacios más alejados del centro, funcionando tanto los espectáculos vespertinos como nocturnos. Aunque con algunas variaciones, pocas dudas parecen existir de que el Ayuntamiento seguirá apostando por esta Mostra, en la que este año ha invertido 63.000 euros, más 18.000 de la Diputación Provincial. Pablo Sebastiá se ha encargado de la organización global, con la colaboración de producción musical de Metrònom, mientras que Avetid, la Asociación Valenciana de Empresas de Teatro y Circo, se ha ocupado de la teatral, con la coordinación de Joan Raga.

Los más jóvenes han tenido la oportunidad de sacar su arte a las plazas. Foto: Carme Ripollès.

La dinámica de desarrollo de la Mostra ha sido similar a la del pasado año. Jueves y viernes son días laborables y aunque los peatones ven a los músicos en las calles y plazas, pocos son los que se detienen para escucharles con atención. Conforme avanza el día aumenta el interés (siempre en cifras modestas), observándose que buena parte de los espectadores que se paran son habituales en el circuito de salas en vivo. La ubicación de un escenario en un rincón de la Muestra de Tapas ha congregado buenas asistencias, aunque el principal acierto en cuanto a atracción ha sido programar en los dos primeros días actividades con escuelas de música -profesores y alumnos- y danza en la plaza Mayor, asegurando así la asistencia de público familiar.

Por contra, los conciertos del viernes de la plaza Pescadería obtuvieron menos respuesta de la de la pasada edición con la Mostra o la del anterior con Mare Nostrum. Luis Prado y Tórtel (que estrenó en directo algunas canciones de su nuevo disco) atrajeron a un público habitual de salas de este tipo de sonidos, pero faltó la aglomeración de pasados años. El espacio, aunque céntrico, resulta un tanto incómodo para la escucha, debido al elevado número de personas que lo utilizan con lugar de paso, por lo que por momentos se hace complicada la atención.

Tórtel presentó sus nuevas canciones en la plaza de la Pescaderia. Foto: Carme Ripollès.

La valoración general de los participantes ha sido positiva, sirva como representación de las opiniones escuchadas las palabras como las de Jordi Moliner, miembro del dúo Torpe II junto a Ángel Belinchón:  "Lo de la Mostra de Arts Esceniques de Castellón ha sido un exitazo total. A parte de la calidad de los artistas participantes, y el gran trabajo de producción, se consiguió que el sábado Castellón pareciera más viva que nunca y con la música en cada esquina se respiraba una atmósfera distinta y especial. Una buena muestra de cómo la cultura puede ser una herramienta de cohesión ciudadana, dinamización económica y atractivo turístico, y no sólo un mero entretenimiento".

Los Coringas arrastraron buenas cantidades de público a sus directos. Foto: Carme Ripollès.

Los protagonistas musicales han sido algunos de los habituales en el circuito castellonense, como los hermanos Vidal, Iván Pitarch, LeClerc (el jueves), Ferran Bosch (formando equipo con Eloy Alcaide y Armando Jáuregui bajo el nombre de B-Sharp), Desiguales, o Torpe II, quienes fueron turnándose el viernes y el sábado por un Pentàgon (Hernán Cortés, Alloza, Rei en Jaume, Quatre Cantons y Santa Clara) en el que han compartido ruta con músicos mayoritariamente valencianos. Dentro de ellos ha sorprendido muy positivamente la voz de la brasileña Thaïs Morell, el chocante espectáculo de rock cabaretero de Sapos Trucios, el flamenco de A-Coplados y el más clásico de Tomás de los Cariños, o el rockabilly acústico de Los Coringas, dejando para Sotos el papel de cantautor rockero y las versiones para Los Walkers. La puntual actuación de los castellonenses Laton Brass el sábado en Les Aules y de la Banda Municipal de Castelló en ese mismo espacio han completado el apartado musical.

Los 'brokers' de La Fam tomaron el Passadís de les Arts. Foto: Carme Ripollès.

En la parte teatral existía cierta inquietud por las ubicaciones. Sin espacios en las zonas más céntricas, su programación se desarrolló en la plaza Hort dels Corders, Passadís de les Arts del paseo Ribalta -con la presentación de Conino Gurillo- y el parque de la Panderola de Grao (en la avenida Sant Pere también tuvieron lugar dos conciertos). Sin embargo, de viernes a domingo la respuesta fue muy satisfactoria en cada una de las funciones, sobre todo en la primera noche en Hort dels Corders y en los dos días siguientes. Fueron muestras de varios tipos de teatro, desde el más experimental de La Fam con The wolves y ScuraSplats con Satsuma 3.0 al más clásico del Teatro de la Resistencia con Don Quijote. Teatro y circo con La Finestra Nou Circ, Purpurina Circus y La Circular Producciones (con protagonistas repetidos en estas dos últimas). El teatro para los más jóvenes tuvo dos aportaciones, las de Xarop Teatre, con Monstruos, y El Ball de Sant Vito, sin olvidar a Els Rockin' Xics de Splai Teatre, con su animación musical. La danza contemporánea de Pepa Cases (A Tempo Dansa) trasladó el drama de quienes se ven obligados a dejar sus hogares por la amenaza de la guerra.

En el teatro interactivo, la respuesta del espectador condiciona en buena parte el resultado final. Y así ocurrió de manera muy positiva el sábado por la noche en Hort dels Corders, donde los Nàufrags de La Industrial Teatrera y la clase de teatro de Valentí Piñot en su papel de Don Abili contaron con activas participaciones de espectadores, aumentando el efecto del planteamiento inicial de las obras.

La Finestra Nou Circ actuó con 'L'engranatge'. Foto: Carme Ripollès.

 

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