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Trasnochando con la X Nit de l'Art

De una icónica Llotja del Cànem hasta el color de Las Aulas; Castellón en el Museo de Etnología, bailando en Santa Clara y colapsada en La Bohemia. Una forma de recorrer la Nit de l’Art.
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Fotografías de Jürgen Schadeberg en la Llotja del Cànem. Foto: Carme Ripollès & Ángel Sánchez.

Su fotografía de Nelson Mandela en su celda es ya icónica, como otras de las piezas que dan forma a la Retrospectiva del veterano fotógrafo Jürgen Schadeberg en la Llotja del Cànem, sede también del festival de fotografía Imaginària 2016. Una interesante recopilación de algunas de las fotografías más representativas del trabajo de Schadeberg, conocido por retratar la época del apartheid en Sudáfrica, con la que comienza nuestro recorrido por la décima edición de la Nit de l’Art de Castellón el pasado 13 de mayo, una jornada que empezó con un poco de lluvia pero que finalmente se pudo disfrutar sin problemas.

Pero la programación de esta décima edición escondía muchas otras cosas, inabarcables en una única jornada. Algunas aún se pueden visitar, como es el caso de El paisaje encontrado de Geles Mit en la Galeria Cànem o la fascinante exposición que alberga el Museo de Etnología de Castellón con Dos miradas para una ciudad, fotografías 1947-1960.

Asistentes analizando la plaza Pescadería de los años 50/60, en el Museo de Etnología de Castellón. Foto: Carme Ripollès & Ángel Sánchez.

Un repaso a la historia de la ciudad esos años del franquismo recuperando la mirada de los fotógrafos Nicolás Sánchez Calvo y Gerano Compañ Labán; una exposición en la que sorprende comparar el Castellón de entonces con el de ahora y que revive la feria del Parque Ribalta, una avenida Hermanos Bou sin asfaltar, la antigua estación de trenes, la plaza de la Paz con La Panderola, la ermita de la Magdalena… ¡La nieve!

Justo enfrente del Museo Etnológico se encuentra una de las fontanas de Maya-Marja Jankovic dentro de su instalación La fontana della fortuna. Un total de cinco piscinas, incluida la que albergaba la Sala Zona 3, quedaban repartidas por distintos puntos del centro de la ciudad. El fondo de cada una de esas piscinas llenas de agua lo ocupaban fotografías de refugiados sirios sobre las que reposaban las monedas que arrojaba el público durante la jornada. Como si de una Fontana de Trevi se tratase, sólo que en estas, además de deseos, también se habla de miedo, dolor, desesperación y esperanza. Todo el dinero recaudado en cada una de esas fontanas se destinará a ACNUR.

Una de las piscinas de "La fontana della Fortuna" de Maya-Marja Jankovic, ubicada en la plaza de la Hierba. Foto: Carme Ripollès & Ángel Sánchez.

El espacio que se estrenaba en esta edición de la Nit de l’Art era La Bohemia, que ofrecía un gran número de propuestas artísticas -quizás demasiadas-, con una gran variedad y que conseguían llegar a un público heterogéneo. Entre ellas, la presencia de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo Marte hasta el particular photocall que habían montado Laura Avinent (Ulalalau) y Piluka Art, las propuestas dentro de Castelló Negre con la colección de Menuda Galería, María Griñó, la literatura convertida en arte con Unaria Ediciones, o la reflexión que despertaba una llamativa Hogares de Raquel Alonso. Lo que, precisamente, entre el gran número de personas que se encontraban en el espacio y la cantidad de piezas expuestas, provocó cierta saturación y ruido, que no permitía que se pudiese disfrutar cada propuesta en su totalidad.

La Bohemia, nuevo espacio de la Nit de l'Art. Foto: Carme Ripollès & Ángel Sánchez.

Cerca de La Bohemia, el Museu de Belles Arts de Castellón albergaba en su sótano la exposición Nueva fotografía internacional en el siglo XXI. Una recopilación de algunos trabajos de treinta fotógrafos nacionales e internacionales, una propuesta a la que probablemente le faltaba un hilo conector, una historia que contar; sobre todo recordando la anterior Nit de l’Art con las intensas Maidan, Casa Ucrania de Sergej Antonov y Sex and Revolution in Cuba de Núria López.

La entrada al Museu la ocupaban los Haiku de Robert Lengua con Pisculi Argenti, una asociación de imágenes a través de la creación de ambrotipos con los que el autor da forma su personal poesía.

Nástio Mosquito y sus diez mandamientos, en 'Metanoeo' en el EACC. Foto: Carme Ripollès & Ángel Sánchez.

Otros de los espacios que no podían faltar a esta cita nocturna fue el Espai d’Art Contemporani de Castellón (EACC), que aún alberga en su interior la inquietante exposición Metanoeo de Nástio Mosquito, con la que el artista angoleño retrata y denuncia su mundo a través de instalaciones multimedia en las que impera la fuerza de la imagen y del sonido. Mientras, en el exterior, el EACC sonaba al ritmo de las propuestas musicales que acompañaron la Nit de l’Art. Una música que llegaba hasta la Escola d’Art i Superior de Disseny de Castellón (EASD), que proponía para la noche del 13 de mayo una exposición con los trabajos de sus alumnos, actividades como un photocall y un taller de cerámica Rakú que fue todo un éxito.

Durante el taller de Rakú en la EASD. Foto: Carme Ripollès & Ángel Sánchez.

Una de las particularidades que tiene la Nit de l’Art, además de que añade un ambiente distinto a galerías y espacios culturales abriendo sus puertas de 20.00 a 01.00, es que no es necesario acercarse a éstos, ya que incluso las calles y plazas se acaban convirtiendo en el espacio idóneo. Que si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Y no únicamente porque la calle San Vicente, de la mano de la Librería Argot, se despertó con sus papeleras y alcantarillas adornadas de arte urbano, por las calaveras de Hans Holbein el Joven (anamorfosis que aparece en su obra Los embajadores y que despertó significativamente la curiosidad) en Holbein anamorfismo de Paco Rangel, y que aún pueblan algunas de las fachadas de Castellón, o por las gigantescas lámparas con cartón que iluminaban la entrada al Colegio Territorial de Arquitectos de Castellón (CTRC). Sino que la Nit de l’Art también llegó al Passadís de les Arts (Parque Ribalta) con Arte sonámbulo, propuesta en la que los artistas José Ferrer, Juan Poré y Nacho Puerto rindieron homenaje a la figura del pintor Francisco Ribalta a través de distintas técnicas.

Pero no sólo de arte y fotografía latió la Nit de l’Art, sino también del teatro, la danza y la música. Como en la plaza Santa Clara, por donde pasaron un buen número de compañías y escuelas de baile que ofrecieron actuaciones durante toda la noche representando distintos estilos dentro de la Nit en Dansa. En esa misma plaza, y convertida en la zona de ensayo y que entorpecía un poco, la pared del Mercado Central de Castellón albergaba la exposición de Laura Avinent (Ulalalau), a quien se podía ver en acción en La Bohemía, Fotografías, una serie de retratos que dotan a sus protagonistas de un cierto enigma y fantasía, sin alejarse de su realidad.

Y música también en el Espai Cultural Obert Les Aules, concretamente en su patio, que sonaba a jazz y blues mientras, en su interior, era posible conocer la visión de Ouka Leele a través de Ciberchrome, que une la pintura y la fotografía dando forma a piezas muy llamativas y características.

Exposición de Ouka Leele en el Espai Cultural Obert Les Aules. Foto: Carme Ripollès & Ángel Sánchez.


  1. Muchas gracias por el artículo y los comentarios sobre las exposiciones fotográficas que hacen Ángel Sanchez y Carmen Ripolles, todas ellas dentro del marco del Imaginaria 2016. Gracias por el apoyo y la difusión. UN saludo

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