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Alsina Mandarina, Amparo Saera, Artinwreck, Austerity Photo Club, Begun, Burriana, Carles Chiner, Celeste Ciafarone, Centre Municipal de Cultura La Mercé, Cristian Lorente, Cristina Checa, deBigote, Desert, Eloi Caballé, emac, Enrique Ara ‘El Pantera’, Gener, Heatwaves, Jana Valouchova, Jéssica Montero, José Carlos de la Torre, José Gas, La Plata, Laura Castelló, Marcel Bagés, Maria Arnal, María Rodilla, Mònica Llop, Navvier, nometoquesloscopys, Paula Zorite, Ruth Muñoz, Sara Bellés, Tversky, Vicent Granel, Vicent Tormo, Víctor Ballester, Vini & Kim Dj'sEl domingo por la tarde había en La Mercè algo muy especial flotando en el ambiente. La electricidad de las grandes ocasiones. De cuando tienes la suerte de pillar en su punto a una gran artista, justo cuando tiene en plenitud eso inexplicable, inaprensible y puro que te emociona de forma irracional sobrepasando géneros, modas, prejuicios. El patio de butacas lleno a rebosar. Decenas de personas asomadas en el claustro fijando la mirada en el escenario revestido de madera. Un preludio enorme, a la altura de la ocasión, el del conciertazo de Gener. Y ese momento imborrable ya en nuestro recuerdo: el de Maria Arnal llena de luz, marcando con las manos las sílabas de su voz limpia para cantar con valentía y decisión, acompañada por la rugosa guitarra de Marcel Bagés. El entusiasmo. Y la mujer, siempre apostando por el valor de la mujer para consolidar definitivamente al Emac en su tercera edición. Un festival bien planteado desde el primer día y que trata de pulir defectos de año en año. Edificado con convicción, cariño y buen gusto en todas sus vertientes. Y que merecía este estallido en el corazón de Burriana.
Sin la duda que siempre provoca una primera edición y sin la competencia -a nivel de público local potencial- del Día de las Paellas, este evento que combina música y artes plásticas ha alcanzado sus mejores cifras en este tercer año. La tarde del sábado, con sus conciertos en el jardín interior de La Mercè, presentó la mayor presencia de espectadores de estos tres años, aunque la cifra resulta complicada de calcular al tratarse de un espacio con dos áreas y entrada gratuita (sin control), aunque en la tarde del domingo, en el interior del recinto, la organización -con Vicent Tormo y Jessica Montero al frente, más el apoyo de la concejalía de Cultura que encabeza Vicent Granel- estimó en unos 900 los asistentes. La música sigue ganando la partida al apartado expositivo, por lo que uno de los puntos de mejora es conseguir que el público entre más en la zona interior, planteándose ya desde la organización algunas iniciativas para lograrlo en 2019.
UN GRAN COLOFÓN
Maria Arnal i Marcel Bagés empezaron a labrar su extraordinario concierto yendo al grano, abriendo con "45 cerebros y un corazón", la canción que da título a su segundo y celebrado disco, inspirada en el sobrecogedor hallazgo de una fosa común con personas asesinadas por las fuerzas franquistas en La Pedraja (Burgos), que les llevó a recordar el pasado del antiguo convento de La Mercè como cárcel en la dictadura tras la Guerra Civil. La cantante de Badalona contextualiza cada canción con la misma brillantez y claridad con la que canta; mirando al frente, con una sonrisa en la boca y brillo en los ojos. Cantando con las manos, con los brazos, desde las entrañas. Cantando con todo. Sin guardarse nada. Al lado, Marcel Bagés, con la cabeza gacha, enfrascado en su guitarra y su pedalera para afilar con maestría el talento de su compañera. Y las canciones, enraizadas en los cantos populares, descarnadas, con letras que se lanzan como dardos para que escuezan, pero también para darnos cobijo, a través de hipnóticos himnos como ese mantra construido con loops de "La gent no s'adona del poder que té", la fuerza de "No he desitjat mai cap cos com el teu" o la celebración colectiva de la mágica "Tú que vienes a rondarme". Imparable, al galope, sobre una voz descomunal.
El camino del dúo barcelonés había terminado de ser desbrozado antes por Gener, que sorprendieron a gran parte del público con la potencia de las canciones de Oh, germanes!, el disco que les ha consolidado como una de las bandas valencianas llamadas a hacer grandes cosas. Canciones, de nuevo en el Emac, con la mujer como hilo conductor, a través de temones como "Qui t'estima", que lanzaron la gran voz de un pletórico Carles Chiner cuajando a la perfección con la acústica de La Mercè, gracias también a la impecable labor -una vez más- de Enrique Ara, El Pantera, a los mandos técnicos.
COMO ES HABITUAL, DE MENOS A MÁS
La jornada del viernes de esta tercera edición fue como una especie de preámbulo, con la actividad musical -sesiones pinchadas por djs- concentrada en la plaza, dejando para el interior del edificio de La Mercè la actividad de exposiciones plásticas, con protagonismo especial para Laura Castelló, cuyos dibujos -mayoritariamente femeninos- copaban uno de los pasillos laterales. Junto al resto de ilustradores ocupaban tres de los cuatro corredores del claustro, dejando para el fondo el apartado fotográfico -con muestras de Mónica Llop, Cristian Lorente, Austerity Photo Club y Ruth Muñoz-, un espacio para el que se plantea introducir alguna atracción la próxima edición y, así, arrastrar más al público hacia esa zona.
Varias de las expositoras han participado ya en ediciones anteriores, contando con la novedad del estreno como dibujante de José Gas, miembro también del grupo musical castellonense deBigote. Junto a sus piezas, el llamativo colorido de Jana Valouchova, los retratos femeninos de Paula Zorite y de Sara Bellés, las estampas de Amparo Saera, el negro sobre blanco de Alsina Mandarina, los dibujos humanos de la habitual Celeste Ciafarone, la reivindicación del peso de la mujer a cargo de María Rodilla, la misma temática de nometoquesloscopys. Una novedad en este tercer año ha sido la convocatoria por parte de los organizadores hacia comisarios de arte, rompiendo así la frontera de la compra en el lugar de la exposición y buscando acuerdos para plasmar en el futuro de estos creadores plásticos.
La matinal del sábado -y la del domingo- estuvo dominada por los talleres de creación plástica o sonora. Pero ese día era especial para alguien: deBigote. Era la despedida del grupo pop castellonense y se les notaba la emoción, a pesar de que su cantante, Víctor Ballester, insistía en que es un adiós "sin dramas". Pese a la temprana hora (15:30), reunieron a un centenar de espectadores sabedores de que era un día especial. Repasaron temas de sus dos Lps y agradecieron el apoyo de quienes les han seguido en estos más de siete años.
La música sixties de girl group de Heatwaves aceleró el ritmo y las armonías vocales mientras repasaban los temas de su primer Ep y otros nuevos que irán incluidos en el segundo. A pesar de no haber podido realizar prueba de sonido previa, solventaron su actuación con holgura. El horario se iba demorando por los cambios entre grupos en el escenario, cuando salió el joven quinteto valenciano La Plata, que pese a contar con solo una grabación están sacando la cabeza entre los grupos emergentes, gracias sobre todo a su single "Un atasco", efecto que puede incrementarse con su inminente Lp Desorden. New wave y punk para ir introduciéndose cada vez más en la electrónica.
El dúo barcelonés Tversky hizo bailar a un jardín todavía muy repleto con un sonido relajante en que los teclados se entremezclaban con instrumentos de viento como el saxo o la flauta. Más electrónica con instrumentos clásicos (guitarras y batería) a cargo del cuarteto valenciano Navvier y los temas de su Pentathlon, con un regusto por instantes a clásica. Ya más tarde de lo previsto, la electrónica de beGun y cierre en La Mercè con Vini & Kim dj.
En la tarde del domingo, antes de Gener y de Maria Arnal i Marcel Bagés, el escenario interior de La Mercè -con fondo de madera realizado por José Carlos de la Torre, artinwreck, al igual que el exterior- acogió al joven cuarteto mixto valenciano M.A.R., con una curiosa puesta en escena en la que batería y guitarra se intercambiaban instrumentos y voces para interpretar piezas tranquilas de indiepop. La electrónica entró en el recinto con el dúo barcelonés Desert, integrado por los productores Cristina Checa y Eloi Caballé. Programaciones y temas oníricos, melancólicos, hechos para ser bailados con suaves movimientos.
VALORACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN (VICENT TORMO)
"Más que positiva. La respuesta del público durante las semanas previas se ha materializado en una gran asistencia a los conciertos del sábado tarde en el jardín arqueológico y, sobre todo, el domingo para los dos conciertos de cierre del evento. Y no únicamente conciertos, los talleres y la zona del Emac.art han tenido gran afluencia de público durante los tres días del emac. Queda para futuras ediciones perfilar algunas mejoras, pero la estructura del Emac creemos que es la correcta y ya tenemos un camino marcado para seguirlo de cara a nuevas ediciones de este pequeño (gran) evento. No nos podemos aventurar a dar nombres, pero todas las peticiones que hemos tenido este fin de semana de grupos y artistas de cara a un nuevo Emac intentaremos que sean cubiertas con un cartel que esperamos esté a una altura igual o superior a la de este. Agradecer a toda la gente que ha ayudado para que Emac.2018 sea un éxito".
ENHORABUENA por el artículo que r4efleja muy bien a las claras lo que fue este festival. Inmejorable enclave y propuestas musicales de alto calado, Mis felicitaciones para la ORGANIZACIÓN del mismo y el deseo de un futuro prometedor. GRACIAS.
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