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Volumen resurge cuatro décadas después

Volumen es uno de los nombres míticos de la música castellonense del pasado siglo, en especial dentro del heavy metal. Sin embargo, entre 1980 y 1990 no dejó ningún disco oficial. Ahora, cuatro décadas, Ángel Galera, Valen Díaz y Paco Robles regresan a la actividad. Su intención es regrabar los temas guardados en maquetas.
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Volumen, hoy en día (desde la izquierda): Valen Dìaz, Ángel Galera y Paco Robles.

El 2020 ha sido un año de retorno de algunos grupos históricos de la música castellonense, con peso en la escena provincial en la penúltima década del pasado siglo. Uno de ellos es Volumen, un nombre mítico dentro del sector heavy, recordado por quienes compartían juventud entre los años 80 y 90, pero ajeno para franjas de edad más recientes, ya que no dejó grabado ningún disco oficial. A finales de 2020, tres de sus componentes originales han decidido regresar. Y el primero de los pasos a dar por parte de Ángel Galera (voz y guitarra), Valen Díaz (guitarra) y Paco Robles (bajista) -el cuarto era el batería Pascual Balaguer- va a ser regrabar algunas de las canciones solo registradas hasta la fecha en maquetas. Los tres hablan de este regreso, por ahora en el estudio, más adelante... ya se verá si reaparece el unicornio blanco sobre un escenario.

>Empecemos hablando de este regreso de Volumen. ¿Por qué habéis decidido revivir justo ahora el grupo?
Hace más de 15 años que la idea está sobre la mesa. La insistencia de los hijos ha sido lo que más ha influido.

>La intención inicial es regrabar algunos de los temas de Volumen de aquellos diez años: 80-90. Creo que sois uno de los pocos grupos importantes de Castelló de aquellos años que no tenéis material a disposición de quien desee oírlo. De hecho, yo recuerdo más a Volumen por su mito que por sus canciones. Supongo que esos temas los tendréis grabados en casetes, pero solo a vuestra disposición y de algún muy fan de la época. ¿Por qué Volumen no llegó a grabar nada, más allá de alguna maqueta?
Grabamos varias maquetas, pero en aquel entonces era muy difícil hacer un disco si no firmabas con alguna discográfica.

>¿Cuáles son esos temas a regrabar ahora?
Pensamos en canciones como "Unicornio blanco", "Tiempos de guerra", "Sigue, no te detengas", "Tras la tormenta", "Trágica noche", "Secuencias", "Viajaré en el tiempo" y "Tierra sin nombre", que ya se puede escuchar en el documental o en plataformas como Spotify.

>A mí me faltó Volumen en el mítico disco recopilatorio castellonense N-340 (Diputació Provincial, 1984). ¿Estabais demasiado alejados de la línea general del disco?
La razón no la sabemos, pero posiblemente fue que éramos heavies, y no era la línea de ese disco.

>Además de regrabar ahora esos temas, ¿hay intención de llevarlo a escenarios - cuando se pueda - y también de componer canciones nuevas?
En principio queremos rescatar los temas que más gustaban a la gente. Lo de los directos ya se verá, pero no descartamos nada.

>¿Dónde y con quién los grabáis ahora?
Estamos trabajando y puliendo en casa. La mezcla y masterización las hace Alberto Sales de estudios Rocketes. Nos gusta cómo trabaja y lo hará el.

>¿Estáis los tres como núcleo oficial, más algún colaborador?
Sí, tenemos varios colaboradores. Entre ellos, El Nano a la batería (Killus), Fernando Cuevas a los teclados, Rafael Mayé en los coros, y no descartamos llamar a algún compañero más.

>Creo que rondabais los 14 años de edad cuando pusisteis en marcha el grupo. ¿Cuál fue su origen exacto?
Recién empezada la Formación Profesional coincidimos varios entusiastas de la música y simplemente surgió.

¿Por qué escogisteis el unicornio blanco como símbolo del grupo?
No se hizo con ningún propósito. Fue porque ese tema conectaba especialmente bien con el público en los directos, La canción tenía una parte donde interactuaban con nosotros cantando unos coros, y aquello dio pie a plantearnos un logo con el unicornio, dándole especial protagonismo e incluyéndolo en la portada de la última grabación.

>En el documental que ha grabado Sergi González (Dionisia Films) sobre el regreso hacéis algunas referencias a aquellos años. Por ejemplo: había más ilusión que medios para hacer música, así que la imaginación y buscarse la vida era el auténtico motor para superar todos los obstáculos.
Sí, claro. Nuestra ilusión era llegar y tocar lo que fuese e incluso enchufando tres personas en el mismo amplificador.

>Destacáis también el ambiente de aquel entonces, cuando fácilmente reuníais 100 personas en conciertos, fletándose incluso autobuses para ir a veros…. Una magia que ahora parece haberse diluido.
Hay que tener en cuenta que no existían las plataformas digitales; si querías disfrutar de algún grupo tenías que acudir al directo.

>Compartisteis escenarios con grupos punteros a nivel nacional de aquella década en la que el heavy metal tenía mucho peso en el mercado e incluso en medios de comunicación generalistas, como Obús, Pánzer… ¿Qué concierto de todos los que hicisteis recordáis de manera más positiva?
Sin duda, el que más nos marcó fue en el Grau de Castelló con Seguridad Social y retransmitido en directo por la Cadena Ser 40 Principales, aunque en general en todos los conciertos los disfrutamos.

>¿Alguna anécdota especial?
¡Uf! Para escribir un libro, por citar algún: una mini gira por la Comunidad Valenciana, seis chavales en un Land Rover de la época, más batería, amplificadores… durante una semana, imagínate.

>¿Por qué decidisteis poner fin a Volumen?
Oficialmente no hubo una separación. Fueron obligaciones de la edad, familia, trabajo… y sin darnos cuenta el proyecto se fue diluyendo.

>En realidad, no os habéis desligado de la música desde aquel momento. Recuerdo a Ángel en Stigma, Firestorm y Metalterráneo; Paco Robles también en Stigma, Nuevo Paraíso, D-Raízes y Metalterráneo; Valen Díaz, en Stigma, Nuevo Paraíso y D-Raízes. Eso os sirve para hacer más fácil el regreso, ya que mantenéis la práctica con vuestros instrumentos. Pero ahora arranca una etapa nueva. ¿Os sentís con las ilusiones renovadas?
Aparte de ser participantes de varias orquestas... Sí, claro, seguimos manteniendo ilusión y ganas para que este proyecto se lleve a cabo.

“Oficialmente no hubo una separación. Fueron obligaciones de la edad, familia, trabajo… y sin darnos cuenta el proyecto se fue diluyendo”


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