Obra de Roberto López de la valenciana Galeríacuatro, ayer. Fotos: Pau Bellido (ACF Fotografía).

Dice el duodécimo –y último- principio del Manifiesto Marciano: “Todo el mundo merece y puede comprender y disfrutar del arte”.  El Palau de la Festa de Castellón es un buen lugar y la Feria Internacional de Arte Contemporáneo Marte el evento adecuado para contemplar y entender –o intentarlo- la intención del artista a la hora de crear una obra que busca despertar el interior del espectador. “La praxis artística no puede dejar de ser en principio polémica y crítica, como ejemplo de superación del modo de pensar”, reza el séptimo. El arte como provocación, y en la primera edición de Marte hay mucho de provocación de pensamientos y sentimientos. Cualquiera de los 27 stands del denominado Base Space lo demuestra. Además, como cualquier feria de estas características, cumple con la función de establecer contactos entre salas, gestores y artistas, junto con la posibilidad de realizar operaciones de compra-venta de las obras expuestas. Hasta el domingo 14, entre las 11:00-14:30 y las 17:00-20:45 y con entrada libre a todo el público, se puede comprobar.

Un paseo por el proyecto Entre Mares que comparte Coll Blanc, de Culla –en representación del “luminoso y racional Mediterráneo”-  con la gallega Fundación Laxeiro –“reflejo de la oscuridad y la irracionalidad del Atlántico”- te sitúa ante un cuadro rojo, anodino a primera vista, pero que en realidad se trata de un juego de percepción que propone el artista vigués Din Matamoro a un espectador que con sólo unos segundos que mantenga su mirada fija comenzará a percibir distintas tonalidades e incluso verá difuminados los límites físicos de la obra. Eso sí, se hace aconsejable que el comisario de este apartado de la muestra, Javier Pérez Buján, explique al inquieto curioso el contenido de ese espacio, en el que se puede ver crear en vivo al artista Eduardo Alonso: “El trabajo que normalmente realiza a solas lo comparte ahora con quien quiera ver su labor e incluso comentarla con él. El artista disfruta más durante el proceso de elaboración que con el resultado final, que en realidad le crea tensión. Lo que busca es hacer público ese momento de disfrute”. El argentino-castellonense Pepe Beas forma parte de este espacio mediterráneo-atlántico.

Casi al lado de ese estand se puede observar una de las instalaciones más llamativas y barrocas. El color azul introduce en el Océano plástico que Javier Ayarza Haro (Castro Urdiales, 1968) ha creado para la galería de arte segoviana Fontanar. A su entrada, creaciones de seres marinos que añaden un tono mitológico a la escena. Un canto a la naturaleza que choca con su explotación por el afán capitalista del ser humano.

Estand de Cervantes 6 tendencias con obras de Natividad Navalón y Laura Medina.

Entre las fotografías, dibujos, pinturas y esculturas del ovetense espacio de arte Cervantes 6 aparece modestamente –por ahora- representada una muestra de la obra de Laura Medina (Ciudad Real, 1984), una de las jóvenes artistas españolas consideradas con un mayor potencial de futuro por creatividad y recursos. Un hombre con una casa en la cabeza resalta su parte escultórica, con la que refleja su deseo de que el ser humano consiga en la calle alcanzar la misma comodidad que siente en el interior de su hogar. El apunte de “por ahora” se debe a que en los próximos días exhibirá dos esculturas de la misma serie de mayor tamaño, que captarán pronto la atención del visitante.

Otro de los juegos visuales más atractivos lo aporta el madrileño Espacio Valverde, dirigido por Jacobo Fitz-James Stuart -nieto de la duquesa de Alba-, con unas piezas de metacrilato del artista valenciano Robert Ferrer, en cuyo interior parecen flotar pequeños trozos de papel en realidad sujetos con hilos. La luz artificial y el movimiento del espectador mientras observa estas obras consiguen crear distintos efectos a cada momento.

La furgoneta de No Tomorrow, 'trashformada'.

Aunque en realidad, casi en cualquier rincón aparece un elemento llamativo, incluso en la misma entrada, donde se puede observar una escultura de una mujer rebuscando en un bolso y siendo prácticamente absorbida por él –creación de Natividad Navalón a través de la galería Cervantes 6-. Unos metros antes de llegar al edificio resulta (casi) imposible no toparse con el monolito de chatarra que en el exterior del Palau de la Festa ha instalado el colectivo castellonense Trashformaciones, quien en su espacio interior exhibe entre otras piezas el pequeño cubo de metal en que ha quedado convertida la furgoneta utilizada años atrás por el grupo punk Shock Treatment. Una instalación de coloridos hinchables de Idear Ideas, fotografías de la naturaleza de Irene Cruz –expuestas por el centro Meca (Almería)-, los cuadros cosmopolitas y de aire cinematográfico del valldeuxense Miguel Carlos Montesinos –en la madrileña galería Montsequi-, el arte pop de Toni Sánchez –galería Isabel Bilbao-, el imaginario extraído del cómic que dibuja el argentino Martín Vitaliti –etHall de Barcelona-, el inquietante y opresivo proyecto pictórico  Hardcore de Antonio Barroso –Galeríacuatro-, la mezcla plástica de jóvenes creadores que propone la valenciana O+O…

El apartado castellonense se completa  con el Viario de la ondense Ana Sansano y del Zooilógico del peñiscolano Sergi Cambrils, aunque sus cuadros hay que buscarlos en la parte posterior del ágora que forman los estands y el escenarios, la galería Cànem y las piezas de Mar Arza, trabajos del Hàbitat Artístic del ayuntamiento, el trabajo de reconstrucción de IVC+R de la Generalitat y la Diputación, el Premio Internacional de Arte Contemporáneo de la Diputación y la Galería Octubre de la UJI, que expone los trabajos de la castellonense Rosanna Zaera, en los que a partir de las hendiduras de los árboles ha creado un alfabeto de grafías; y las piezas escultóricas de la valenciana Fany Galera, con piezas creadas con material reciclado bañado en níquel o plata.

Cuadro del valldeuxense Miguel Carlos Montesinos (derecha) en la madrileña galería Montsequi. Foto: Pau Bellido (ACF Fotografía).

América Latina expone una muestra de sus nuevos autores dentro del denominado Curiosity Space a través de videoproyecciones de diferentes centros culturales, en paralelo a propuestas de chat show, sesiones musicales, acciones de pintura en vivo, danza o diversas performances, como la prevista para el sábado (19:00) en la denominada Tattoo Box, con la autoría de Pere Ribera y Mocete, en la que se proyectarán obras del valldeuxense Ribera sobre los cuerpos desnudos de dos modelos y de cualquier espectador que acepte ver tatuada su piel… eso sí, sin ropa.

Sobre el mismo escenario que se celebrarán esas acciones tuvo lugar el jueves el espectacular concierto inaugural del Laboratori de Música ß en Marte, con una formación y una composición creada ex profeso para la ocasión, integrada por nueve pianos, sección de viento y de cuerda bajo la dirección de José Luis Miralles Bono, quien introdujo las distintas piezas relacionándolas con la estética contemporánea. Frente al escenario, un grupo de alumnos de la Escola d’Art i Superior de Disseny de Castellón se inspiró en los sonidos para esculpir tablas de yeso. Entre todos generaron la atmósfera perfecta para que echara a andar la feria de arte contemporáneo.

Marte es un intento, con ganas de continuidad en los años venideros, de acercar el arte contemporáneo a la población en general, gran parte de ella ajena a las tendencias que en estos momentos dominan los espacios culturales españoles e internacionales. Sus organizadores, Joan Feliu y Enrique González Jiménez, Bocángelus, han buscado apostar sobre seguro: “Hemos traído obras que hemos visto en estos dos últimos años en diferentes salas de arte y ferias y que han despertado nuestro interés. Todo lo que ha venido a Castellón sabemos que tiene capacidad para gustar a quien lo contemple por primera vez”.

La programación se multiplicará en cuanto a actividades a partir del viernes y se puede consultar en este enlace.

Concierto del Laboratori de Música ß, ayer inaugurando la primera edición de la Feria Marte en el Palau de la Festa. Fotos: Carme Ripollès (ACF Fotografía).

José Luis Miralles Bono, compuso y dirigió el concierto.

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Alumnos de la Escola d’Art i Superior de Disseny de Castellón, esculpiendo durante la actuación.