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Valentí Piñot se olvida de su jubilación con 'Masovers': "El veneno del teatro es terrible"

A finales de 2016, el actor Valentí Piñot anunció su jubilación. Pero el veneno del teatro le hace volver cinco años después. Lo hace con 'Masovers. Entre l'espasa i la paret', una obra ideada en 2008 que ahora ve la luz bajo la dirección de Joan Font. Su estreno oficial: el miércoles 10 de noviembre en el Paranimf de l'UJI.
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Valentí Piñot, durante un ensayo de 'Masovers. Entre l'espasa i la paret'.

"Cuando estás jubilado, para algunas Administraciones has desaparecido. Solo eres una cifra. Lo que has hecho durante tu vida no cuenta".

"Compañeros a quienes he pedido su ayuda para realizar este proyecto me la han brindado sin condiciones. Eso es muy bonito".

Dos frases que corresponden a Valentí Piñot (Olesa de Montserrat, 27 de octubre de 1951). Un nombre clásico dentro de la escena teatral castellonense. Uno de sus activistas desde el escenario y la organización, pero también desde alguna butaca de platea, donde a sus 70 años -cinco como jubilado- se le puede encontrar cada semana, "El veneno del teatro es terrible". Una frase que en parte justifica la sorpresa del anuncio de su regreso en este 2021, con motivo de la producción Masovers. Entre l'espasa i la paret, que ya se ha podido ver dentro de la actual programación de la Mostra Reclam en Sant Mateu y Orpesa, y cuyo estreno oficial tendrá lugar en el Paranimf de l'UJI de Castelló el miércoles 10 de noviembre, a las 19:30 (6/8 euros).

Cinco años atrás

En octubre de 2016, Valentí Piñot se despidió del público con su personaje más conocido, el mestre Don Abili, dentro de la Mostra d'Arts Escèniques de Castelló (aunque su última acción pública llegó en noviembre de ese mismo año, cuando se encargó de la performance Els sorolls del silenci, en la Fundació Caixa Castelló). Sus últimos años como profesional no había sido fáciles. La crisis del 2008 le alcanzó de pleno. Tanto es así que en diciembre de 2015 protagonizó en la plaza Mayor de Castelló la acción Crisi. L'espectacle no desitjat. El teléfono había dejado de sonarle, las ofertas ya no le llegaban. Con esta performance expuso su situación en público. Un año después anunció su retirada por jubilación.

Cinco años después

Pero si está jubilado de la profesión actoral, ¿cómo y por qué decide a poner en marcha ahora Masovers. Entre l'espasa i la paret? Su respuesta deja claro que es un proyecto -en cierto modo- recuperado, y apunta de nuevo al año de la crisis para explicarlo: "Lo quería llevar a cabo en 2008, un año con muy buenas expectativas para mí, pero gente del mundo empresarial me avisó de que se avecinaba un periodo complicado. Y sí, llegó esa crisis económica y con ella la crisis para el mundo cultural. Por ese motivo se quedó en el aire. Hasta ahora".

¿Qué ha ocurrido para que ese "ahora" se materialice en este 2021?  Valentí vuelve al pasado y se remonta a sus años jóvenes para explicar el por qué de esta historia de masovers y de maquis (guerrilleros opositores al régimen franquista). "El tema de los maquis siempre me ha llamado la atención y siempre ha estado presente en mí. Cuando era joven, estuve una temporada en el Montseny, en Girona. Allí oí hablar por primera vez de maquis. Después me vine a vivir a Forcall, zona de maquis, y seguí escuchando historias".

Valentí Piñot fundó en Forcall la compañía de teatro Pimpinelles en 1978, cinco años después de haberse introducido en el mundo del espectáculo como actor en la compañía Comediants, aunque como amateur empezó en 1967. Entre 1993 codirigió la Mostra de Teatre Reclam. En 2010 creó Factoria d'Històries. Y en medio de esas fechas, una larga retahíla de producciones y tareas pedagógicas. "No soy un artista. Artistas hay cuatro o cinco. Yo soy un artesano del mundo del espectáculo".

 

La chispa

El modesto decorado que acompaña a Valentí en esta producción de Factoria d'Històries.

"Se encendió en el Aplec del Ports de Herbers de 2019. Estuve en una conferencia y me surgió la idea. Le dije a mi pareja, Marisol Renau, que ya tenía claro cómo explicar la historia. Sería a través de un masover, quien estaría en el centro de todas las escenas que se cuentan. La idea era ponerlo en práctica en el Aplec del siguiente año, en Forcall, con un mini espectáculo dentro de un mas, de una media hora y para pocas personas". Pero llegó otra crisis... la covid.

No renunció. "Siempre tengo la buena costumbre de buscar la ayuda de amigos, como Tian Gombau, Toni Valesa, Joan Font... Le conté la historia a Joan, y le pareció muy chula. Le pregunté si la quería dirigir, pero le avisé de que soy un jubilado, con una situación económica condicionada. Él me preguntó si solo quería hacer algo puntual, como entretenimiento, y le respondí que pensaba en ir más allá, en preparar bien un espectáculo y darle recorrido. En septiembre de 2020 empezamos a rehacer la historia, que ahora dura el doble. El pasado verano comenzamos a trabajarla en un local de Forcall, aprovechando que Joan veranea en Cinctorres. Estamos trabajando como unos locos en Masovers. Entre l'espasa i la paret".

Antes hubo un trabajo de campo que realizó el propio Valentí. "Cuando me vine a vivir a Forcall, un vecino me contaba historias de maquis, siempre en voz baja. Ahora mi amigo Paco Roca me ha llevado de visita al asilo y me han contado otras historias. Lo común es que muchos de quienes lo vivieron, no lo entienden como una cuestión política, sino que se encontraron en medio de una situación que en realidad no habían empezado ellos".

Joan Font, el culpable

La casualidad quiso que Valentí Piñot i Joan Font naciesen en el mismo pueblo, Olesa de Montserrat, y fuesen vecinos y amigos desde la niñez. Joan nació el 3 de mayo de 1949. "Vivíamos a cien metros el uno del otro. Y es Joan el culpable de que yo haga teatro. Es mi maestro. Es un sabio. Por él entré en la compañía Comediants y de él sigo aprendiendo, y con esta obra aún más".

Joan Font i Pujol es un actor, director teatral y de ópera. Tras formarse en el Institut de Teatre de Barcelona y la Escuela Jacques Lecoq de París, fundó en 1971 la compañía Comediants (galardonada por la Creu de Sant Jordi en 1996). Aunque además del teatro, ha trabajado en cine y televisión, su principal campo de acción ha sido la dirección de óperas.

Valentí no duda al afirmar que se trata de la obra más ambiciosa de su carrera. "Nunca quise hacer producciones que necesitasen más de un coche para moverlas y ahora necesito una furgoneta". Se ríe. Acto seguido, apunta que "a veces le tengo que decir a Joan que se frene. Él está acostumbrado a dirigir grandes producciones y yo solo soy un actor jubilado. Pero su exigencia me ha quitado óxido, aunque es un proceso que cuesta".

¿Cómo se quita el óxido? "Con paciencia, no desmoralizándote, encontrando el tono de las palabras y, sobre todo, mucha ayuda externa por parte del equipo. Es uno el que sube al escenario, pero sin el trabajo del equipo no sería posible. Personas como Panchi Vivó, Joan Raga, Anna Dobon y Marisol Renau son indispensable. Es muy bonita su predisposición desde el primer momento. Y eso me llena de responsabilidad".

Contando la obra, evitando spoilers

"Es una obra diferente a lo que he hecho antes de 2008. Siempre me he encargado de interpretar un solo personaje. Ahora son varios. Y eso es nuevo para mí", prologa Valentí. Su resumen apunta a "un masover que se ha quedado viudo y solo. Como muchos, se ve obligado a dejar la vida que siempre ha llevado. Pone en venta su vivienda y cuando se le presentan posibles compradores, mientras les enseña el mas, recuerda historias de su vida, a lo largo de todas sus etapas. Hago de niño, adulto, mayor y también de otros personajes, como el padre del protagonista. En total, son seis historias, basadas en hechos reales, readaptadas, sin dar nombres. Se me ha hecho complicado representar diferentes períodos de la vida de una persona".

"Joan Font ha insistido en no hacer una tragedia. La tragedia es lo que se cuenta, no cómo se cuenta. El masover es una buena persona, amable, incapaz de insultar. Hay algún momento durante los ensayos en que se me saltan las lágrimas, se me disparan las emociones, ya que cuenta historias muy fuertes". Entonces, ¿qué etiqueta se le puede aplicar? "Neorrealismo mágico".



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