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Rauelsson conversa con Sánchez

Comparten banda de directo, Grup d’Autoajuda, y como demuestra esta conversación, muchos puntos de vista sobre la música y el proceso de creación. Desde la costa de Oregon donde ahora reside, Rauelsson (Raúl Pastor) -uno de los compositores de música pop más internacionales de Castellón- entrevista al vila-realense Sánchez (Fèlix Gimeno) -autor de uno de los discos más sorprendentes del año en la escena local- a propósito de su estreno en directo el viernes 7 de noviembre en el Auditori de Via-real con motivo de la Fiesta Nomepierdoniuna. El sello Hall of Fame lanza el CD de Sánchez el lunes 3 de noviembre. Que disfrutes del disco, de este interesante diálogo y, por supuesto, del concierto con entrada libre.
  
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Sánchez (Fèlix Gimeno), sol, caballo, sombrero y zanahoria.

Rauelsson (Raúl Pastor): Hola Félix, ¿cómo estás? Te escribo a propósito del lanzamiento de tu nuevo disco con tu nuevo proyecto, Sánchez, y de vuestro concierto, el cual me perderé ya que estoy lejos.
Sánchez (Fèlix Gimeno): Hola Raúl, muy bien, un placer saber de ti. En los ensayos [los miembros del Grup d’Autoajuda, la banda de directo que comparten ambos músicos] te nombran muy a menudo; sé que te echan de menos. Todos tenemos ganas de volverte a ver por aquí.

R: Desde Nomepierdoniuna me escribieron para ver si quería escribir algo sobre el disco. La verdad es que me encantaría saber escribir una buena reseña, pero he pensado que una conversación a distancia podría ser más divertido y más interesante para mí, ya que tengo cierta curiosidad por conocer un poco más sobre el proyecto, y por qué no decirlo, por conocer un poco más sobre ti. Para hacer una buena reseña, además, hay que utilizar un lenguaje, el de las palabras, que no sé si es el más apropiado para describir lo que realmente me gusta de la música en general. Tal vez sí, tal vez no, pero últimamente cuanto más pienso sobre qué decir sobre la música, incluso sobre la que más me gusta, a menos conclusiones llego más allá de poder decir precisamente eso, que hay cosas que me gustan mucho y otras que no, y eso cambia con el tiempo; las cosas que son honestas y personales suelen ser las que más duran. Decir que algo nos gusta mucho, en sí mismo, debería ser suficiente, ¿no crees? Tu disco me parece estupendo, me gusta mucho. Mi más sincera enhorabuena. Espero que lo hayas disfrutado y que estés disfrutando de estas canciones y de su segunda vida, la de compartirlas con otros músicos y con la gente que os va a ver en directo.
S: Pienso exactamente lo mismo, no es necesario buscar más explicaciones; creo que es mejor dejarse sentir, o algo te gusta o no. Y coincido contigo también en que las propuestas honestas y auténticas aguantan mejor o incluso mejoran con el paso del tiempo. Me hace muy feliz saber que el disco te gusta mucho. Lo cierto es que lo estoy disfrutando, con sus momentos de euforia y frustración habituale,s pero con una especie de serenidad que me tiene algo sorprendido, aunque he de admitir que me gusta el cambio.

R: Te escribo desde una ciudad que se llama Pacific City, en la costa de Oregón, justo al lado de un cabo que se llama Cape Kiwanda, muy bonito, la verdad. Estoy aprovechando que el bueno de Peter Broderick está de gira en Europa para trabajar en algunas músicas nuevas en su estudio casero, regar sus plantas y poner de comer a los gatos. De camino hasta aquí venía escuchando tu disco, y pensaba en los lugares de los que hablas y también en los lugares donde físicamente has compuesto y grabado este disco. Pensaba en todo eso porque yo siempre me he sentido muy vulnerable al lugar en el que estoy; algunos lugares me ayudan mucho a encontrar una especie de ritmo o intuición y otros no tanto. Los dos nacimos en 1974. Crecimos en la España de los 80 y 90, en lugares un tanto difíciles para estas labores artísticas ¿Cómo y dónde empezaste tú a componer canciones propias? ¿Cómo crees que todo eso de los lugares te ha afectado o te afecta? Por cierto, ¿tú donde estas?,  ¿qué haces?
S: En mi caso tuve mucha suerte, me crié en una familia y en un entorno donde la música era y sigue siendo algo muy importante. Creo que lo raro allí era no tocar un instrumento, o cantar, o componer, o hacer algo… A mí me encantaba todo aquello,  así que empecé muy pronto. En cuanto a los lugares, creo que moverse de lugar lleva implícito un componente de incertidumbre, contraste y reflexión que personalmente me active; afloran cosas que contar. Pero si hablamos de componer y tengo elección prefiero hacerlo en un lugar tranquilo y controlado. Actualmente vivo con mi familia en Almassora [Castellón]. Por resumir, diría que trato de llevar una vida digna e independiente.

R: El otro día hablaba con un amigo que es músico y productor, y que tiene un estudio en Portland que se llama Type Foundry. Me decía como broma, pero convencido, que el mundo no necesita más música, ni más libros, ni más películas, ni más fotos, etc. Deberíamos contenernos todos unas décadas para, simplemente, escuchar, ver y leer lo que ya ha sido publicado, y hacer eso durante unos veinte o treinta años para retomar la agenda después de ese periodo de gracia, puesto que sólo así habría margen para cambios artísticos importantes. Bromas aparte, cierto es que la única explicación que yo le encuentro a hacer música o cualquier otra cosa artística es puramente personal. Tal vez el mundo no necesite más música, pero yo claramente sí necesito el proceso de crear la mía. En tu caso, ¿por qué hacer más música? ¿Por qué compartirla?
S: También para mí el proceso de creación es un acto de necesidad personal y, mientras pueda y tenga ganas, querría seguir ejerciendo mi derecho a crear y, al mismo tiempo, asumir mi obligación de hacer de este planeta un lugar más agradable.

R: Recuerdo escuchar tu primer grupo (no sé si fue el primer proyecto, la verdad), Freses, y quedarme gratamente sorprendido. Todavía más con Les Deesses Mortes y ahora con Sánchez. Tres proyectos diferentes, tres idiomas [inglés, valenciano y castellano]. Para mí, cantar en esos idiomas es una experiencia muy diferente, sobre todo por como las palabras suenan cuando las cantas; parece que te obligan a cantar de una manera diferente. El castellano puede ser especialmente difícil pero muy gratificante si logras acertar con la sonoridad de las palabras, ¿no crees? Simplemente por curiosidad, ¿por qué castellano? Si lo he entendido bien, en este disco las letras las firmas tú, ¿verdad? Imagino que cantar tus propias letras tiene otro significado, ¿no?
S: Estoy totalmente de acuerdo. El castellano es un idioma maravilloso pero suena un poco tosco si lo comparamos con otros como el valenciano, que es muy dulce. No es fácil conseguir que el castellano suene natural y hermoso, pero hay gente que lo hace y hacía muy bien; Antonio Vega, por ejemplo. El hecho de hacerlo en castellano surgió así y decidí no intervener. De todas formas, mi lenguaje materno es el castellano y para mí es algo natural. Para las letras he contado con la ayuda de mi amigo Pascual Arnal, productor del disco y letrista entre otras muchas cosas de Les Deesses Mortes. Él me daba su opinión, me sugería cambios, palabras, frases, acababa estrofas…  hay alguna letra como la de “Monterrey” que ha acabado siendo más suya que mía y otras que podríamos decir que son a medias, como “París”, “Madrid” o “Albacete”. También he contado con la colaboración de Marta Negre y Jordi Colonques, quienes me han abierto puertas en canciones como “Montañita”, “San José” o “Amberes”. Ha sido un proceso interesante y muy satisfactorio ver cómo otras personas aportaban nuevas voces a unas historias en principio muy personales. En cualquier caso, cantar tus propios textos añade un punto más de exhibición; te permite y te obliga a arriesgar más, a decir más y desperdiciar menos, lo que desde mi punto de vista es algo siempre bueno.

Raúl Pastor (segundo por la izquierda sujetándose el bigote de cartón) y Fèlix Gimeno (centro de la imagen), que coge a Pascual Arnal con su mano derecha junto a Víctor Pesudo, a su izquierda con los brazos en alto, durante el concierto homenaje a Les Deesses Mortes. Foto: Carme Ripollès (ACF).

R: Has vuelto a colaborar con los talentosos Pascual Arnal, Víctor Pesudo y Juanjo Ballester. ¿En qué ha sido diferente hacer este disco con ellos respecto a los anteriores, aparte de que éste parece ser un proyecto más personal? Por ahí corren rumores de que grabas tus guitarras en el cuarto de baño, con la puerta cerrada, mientras en tu casa están todos durmiendo y luego un año más tarde vas un día o dos al estudio a grabar voces y, unos meses más tarde, tienes un disco terminado por tu equipo de talentos. ¿Es eso cierto? Hablando de familias durmiendo mientras trabajas y horarios coronarios, ¿como compaginas el espacio que ocupa crear algo como un disco con el resto de tus actividades cotidianas? A mí me parece la tarea más compleja de todas, con diferencia.
S: En el proceso de hacer el disco no ha habido diferencias significativas. Con los tres llevo trabajando ya mucho tiempo y creo que nos conocemos bien. Las cosas son más sencillas así, todos nos sentimos libres para aportar aunque cada cual conoce bien su papel y de esta forma acabamos por centrarnos en lo importante, que en este caso son las canciones. En cuanto al proceso, leído así suena muy extraño, pero preocupantemente se aproxima bastante a la realidad. Grabo muchas veces en el cuarto de baño por las noches; es algo que llevo haciendo hace muchos años. Esas pistas son el bruto con el que se trabaja en el estudio. Allí, Pascual y Juanjo lo producen, hacen, rehacen, regraban, ajustan, cambian… con esto quiero decir que ellos producen el disco en el sentido más estricto que yo pueda fantasear, con total libertad. En el proceso, me llaman cuando me necesitan, normalmente, para grabar algún instrumento y sobre todo para las voces finales. He de decir que trabajar con ellos es un regalo, son artistas con un talento incalculable y personas con las que vale la pena estar bajo cualquier circunstancia. Acometer este tipo de proyectos y compaginarlos con el resto de actividades cotidianas no es nada fácil. En mi caso trabajo desde casa, de forma que puedo organizar de forma algo más flexible mis horarios. No obstante, algo así no se logra sin el apoyo y el amor incondicional de tu círculo más cercano.

R: Si hubiera alguna manera de estar seguro sobre algo, tal vez diría que pocas cosas son más satisfactorias que ver cantar a alguien sus propias historias, simplemente con una guitarra o un piano. Cuando eso funciona, nada me impacta más. A veces, sin embargo, la tecnología adquiere un valor protagonista que determina cómo la gente compone y crea, lo cual puede ampliar mucho nuestras posibilidades creativas. La radio, la posibilidad de grabar y prensar música en un medio como el vinilo, la guitarra eléctrica, la digitalización, internet, etc. Todos esos avances han tenido un impacto importante sobre cómo los artistas nos relacionamos con nuestras ideas, e incluso diría sobre las propias ideas. En tu caso, ¿te interesa todo ese mundo de la relación entre tecnología y arte?, ¿crees que tiene algún efecto en tu manera de hacer canciones?
S: En general me interesa todo aquello que permita ampliar las posibilidades expresivas. Normalmente utilizo una vieja guitarra clásica para empezar las canciones, pero tras este primer paso las acabo montando en un secuenciador y en el proceso suelen surgir giros o sonoridades no previstas que funcionan y que acaban por afectarles en mayor o menor medida.

R: Esta semana pasada recibí un correo de una persona, imagino que española, que para mi sorpresa me criticaba de manera rotunda, pero anónima, por no tomar partido social o político con mi música. Copio una parte de su mensaje: “(…) Y claro, si todo el mundo se dedicase a cantar sobre los bosques y los mares y sobre paseos por la playa, nada cambiaría. Que tu música sea bonita hoy en día no tiene ningún valor. Lo bonito ahora no ayuda. Distrae, y no estamos para distracciones. Distraer a la gente es precisamente lo que nos ha llevado hasta aquí, les hemos pagado para que nos distraigan (…)”. La verdad es que el chico o chica escribe estupendamente y me hizo pensar. Le contesté que me había gustado su mensaje, pero también le dije que lo bonito hace bien, y eso es necesariamente político. Obviamente tengo mis opiniones políticas, y estoy tan perplejo como muchos de mis amigos en España al ver cómo, convocatoria tras convocatoria electoral, la mayoría de la gente sigue votando lo que sigue votando. Es muy frustrante. Sin embargo, nunca he encontrado la manera de canalizar eso a través de mi música, y la idea de intentarlo no me parece en absoluto atractiva. Es como contaminar algo, aunque no debería ser así. Creo que es un problema tan grande, especialmente en España, y tan alejado de las razones por la que hago música que no lo entiendo como compatible. En tu caso, ¿qué piensas?
S: Obviamente, me preocupa y me frustra la situación que vivimos en este país. Es lamentable, pero no creo que por ello todos nos tengamos que poner a hacer canción protesta. Más bien me gustaría pensar que la música es un valor en sí mismo.

R: Hablando de gente políticamente impecable, honesta, fiable y, además, excelentes músicos, estás preparando el formato en directo con Víctor Pesudo, Vicente Ordóñez, Toni Falomir y Luis Martínez Chafer. No me dejo a nadie, ¿no? En mi caso, trabajar con ellos ha sido una experiencia estupenda y asombrosa. Todavía sigue siendo un misterio mágico, imposible de entender, cómo se han podido juntar estas personas, con sus talentos y sus egos/anti-egos, su disciplina y buen humor, no es normal.. ¿Cómo ha sido/es trabajar con ellos?
S: No, no es normal. Es una banda que lo tiene absolutamente todo. En lo personal, como comentas, es gente maravillosa. En lo musical, tienen mucho talento. Solo hay que recordar lo que hicisteis juntos con las canciones de Les Deesses Mortes [en el concierto homenaje organizado por Nomepierdoniuna en el Paranimf de la UJI en 2013, video de arriba]. Cuando empecé en serio con el proyecto hablé con Víctor porque sabía que quería hacerlo con el Grup d’Autoajuda y la verdad, pasado el tiempo, sé que fue la mejor decisión posible.

R: Bueno Félix, un saludo y un abrazo. Y, por favor, sal a tocar con el sombrero que tiene la zanahoria colgando, y dale un abrazo grande a Tórtel, otro iluminado con un corazón enorme en la carrera de fondo. Nos vemos el próximo verano.
S: Muchas gracias por esta charla, Raúl. Y también a David Hernández por hacerla posible. Abrazo a Tórtel apuntado, sombrero preparado. ¡Un abrazo!

_Sánchez se estrena en directo el viernes 7 de noviembre a partir de las 20:00 en el Auditori Municipal de Vila-real dentro de la Fiesta Nomepierdoniuna 2014, con el Grup d’Autoajuda como banda de directo y compartinedo cartel con Modelo de Respuesta Polar, Tórtel y Los Chicos de la Lluvia. La entrada es gratuita. 


  1. Una entrevista donde el entrevistado habla menos que el entrevistador.

    Las preguntas son más largas que las respuestas.

    Buena.


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