Juande Morenilla, ante los restos del picnic y los cuchillos clavados en las paredes. Foto: Carme Ripollès.

Emac.ex-hibition ya ha avanzado la quinta edición del festival musical-plástico emac. que cada segundo mes del año se celebra en Burriana. Desde el pasado 23 de enero y hasta el 16 de febrero se puede contemplar en el Centre Municipal de Cultura La Mercè una exposición colectiva de ocho jóvenes artistas en plena formación residentes en la actualidad en la ciudad de València (o alrededores). Han sido reunidos por la comisaria Bárbara Ferri, quien en este 2020 se incorpora a la organización, encargándose también de coordinar la imagen general del evento que tendrá a Rocío Márquez como nombre principal, así como la muestra que en el claustro se podrá contemplar desde el viernes 14 de febrero, primero de los tres días de este evento que dirige Vicent Tormo con el respaldo de la concejalía de Cultura liderada por Vicent Granel.

Como exposición colectiva de artistas en formación y estilos diversos, el resultado es dispar en cuanto a materiales y resultados, notándose la mayor experiencia de un artista como Juande Morenilla -expuso en la pasada edición de la Feria Marte-, quien da la bienvenida a la sala con un palo y una bola de golf en reposo cerca de un cuadro en el que aparece un cristal roto por el impacto del esférico objeto.

Público interactuando con la obra de Juande Morenilla. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Al fondo de la sala se acumulan un par de coloristas pinturas firmadas por este artista de Caravaca de la Cruz que representan realidades físicas improbables, como unas manos allí reunidas con imaginario cercano al cartoon ("mi idea surgió a partir del libro Las manos de Orlac, de Maurice Renard)", cerca de unos cuchillos clavados en las paredes y un picnic con objetos hechos con cerámica que transmiten la sensación de que ha sido abandonado con prisas, tal vez por una situación de peligrosidad transmitida por esos cuchillos.

En el suelo se puede apreciar una tira de esculturas hechas con cera de vela, una acumulación de material sin demasiado nexo común de modo individual, pero que alineados responden a un objetivo de construir un preciosismo a partir de materiales precarios que parecen haber servido para realizar rituales u ofrendas. Es la revisión de Marina G. Guerreiro del imaginario iconográfico en torno a la idea de felicidad.

Marina G. Guerreiro, junto a su hilera de objetos hechos con cera y propios de un ritual. Foto: Carme Ripollès.

Julián Villalba hace uso de materiales que ha encontrado en lugares de extrarradio. Es la base de su Landscape playing. Su propuesta consiste en un juego paisajístico en el que más que exponer una realidad, provoca sensaciones interiores, dejándolas al valor sentimental e interpretación que se le quiera asignar.

Las telas son el material principal de las tres muestras que aporta Blanca Santos reunidas bajo el título de Sigo aprendiendo. Telas en el suelo que cubren o sirven de soporte a objetos, invitando a un juego entre lo visto y lo intuido. En la pared cuelgan dos cortinas, con una apertura en el centro que deja ver una tabla con adjetivos calificativos. Es su propio test de personalidad.

La exposición forma parte de la programación artística del festival emac. de Burriana. Foro: Carme Ripollès (ACF).

El video-arte es el medio de transmisión de Iñaki Gover. Unas cintas de VHS flanquean un aparato de televisión. En pantalla, imágenes correspondientes a lo que él denomina Evkaristia, correspondientes a su primera comunión, a manera de un contenedor de lo que ha sido su vida hasta el momento, dentro de una reflexión sobre le memoria personal. También la iconografía religiosa tiene su peso en el montaje.

Bajo el nombre de Antonio, en homenaje a su abuelo (su primera y más cercana influencia), Alberto Sánchez refleja los vestigios que en las paredes de las ciudades deja el paso el tiempo. Sus combinados de negros y blancos colgados de las paredes llaman de inmediato la atención del espectador.

Al fondo de la sala se puede contemplar las aportaciones de Carlos Correcher. Foto: Carme Ripollès.

En Horatio Cane, Carlos Correcher apuesta por el humor dentro del caos, por la espontaneidad, a través de unos cuadros de mediano y gran tamaño en los que el negro domina para tapar la imagen que guarda o deja que las siluetas tomen su creación.

El más minimalista de los trabajos lo firma Raúl Lorenzo, con trazos finos que buscan mostrar los usos expositivos que puede tener el patrimonio artístico. La ingeniería es su tema, con una mezcla entre el trabajo robótico y el manual a través del uso de un lápiz.

Esta exposición es la primera comisariada por la joven valenciana Bárbara Ferri (Bellas Artes, diseñadora gráfica y moda) dentro de un proceso que ha ido sumando. Partió de idea de la organización del emac. de que fuese ella la encargada de realizar el cartel de este 2020. Poco después se sumó la petición de que coordinase el emac.art (la muestra que se podrá ver del 14 al 16 de febrero en el corazón del edificio), surgiendo a continuación la posibilidad de añadir este apartado exhibition como actividad previa, realizando una selección a partir de 15 dossiers, "con el único nexo común de ser artistas contemporáneos que están empezando. El emac. es para ellos una forma de darse a conocer o al menos de crear curiosidad".

Bárbara Ferri (a la izquierda), al lado de Vicent Tormo. Foto: Carme Ripollès.