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Núria Espert imparte su magisterio en el Paranimf

Su presencia, su voz y sus gestos. Suficiente para que Núria Espert responda a las expectativas en el repleto Paranimf de la UJI con el 'Romancero gitano' de Lorca. Uno de los puntos álgidos de la Mostra de Teatre Reclam, desarrollada durante el mes de noviembre en los escenarios castellonenses.
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Núria Espert, en el escenario del Paranimf. Foto: Àlex Pérez.

'Romancero gitano', de Federico García Lorca. Intérprete: Núria Espert. Director: Lluís Pasqual. Jueves 28 de noviembre de 2019. Paranimf de la UJI de Castelló. Lleno total, con 632 espectadores. Duración: 20:05-21:05. Espectáculo incluido en la XXVII Mostra de Teatre Reclam.

Asoma Núria Espert por el fondo del escenario y en su ligero caminar hasta la frontal se gana el aplauso del público que con semanas de antelación ha agotado las entradas del Paranimf de la UJI. Luce de discreto negro, a tono con el rectángulo donde únicamente le acompañan siete butacas que podrían ser de un teatro. No necesita más para desarrollar durante una hora el espectáculo Romancero gitano. El resto lo pone su memoria -prodigiosa a sus 84 años-, sus gestos y su nítida voz, modulada a cualquiera de los registros interiores que aflorarán en su diálogo con los presentes, cuya respuesta es la concentrada atención. Y también está allí Federico García Lorca, claro. El poeta granadino siempre le ha acompañado. Cuando fue fusilado, Núria tenía 14 meses de vida. Lógicamente, no le conoció en vida, pero sus versos están muy dentro de la actriz. Romancero gitano es el particular homenaje -uno más en su carrera de 69 años de teatro- que al lado de otro de sus habituales, el director Lluís Pasqual, le brinda al universal escritor con motivo del 120º aniversario de su nacimiento. Con tan pocos -pero enormes- ingredientes, Núria Espert sabe transmitir su propia emoción y la emoción del literato. Un mérito solo al alcance de los grandes.

En este Romancero gitano, Núria Espert no se limita a recitar algunos de los 18 romances de la insigne obra que la misma actriz rebautiza como Poema de Andalucía. Entre uno y el siguiente va intercalando sus propias experiencias con la poesía lorquiana, así como los pensamientos del tímido escritor que necesitaba cogerse del brazo de alguien para cruzar una calle. Se pasa al catalán para recordar cómo, siendo una niña, su padre le escribió a mano los versos de "Romance de la luna, luna" antes de devolver el libro a la biblioteca. La luna, protagonista de estos textos, "y el viento", añade la actriz... como también lo son la noche o la muerte en este retrato que huye del folclorismo andaluz, asentado en el mundo de los gitanos, símbolo de choque con el sistema imperante.

Imagen del espacio cultural universitario momentos antes de arrancar 'Romancero gitano'. Foto: Àlex Pérez.

Cuando Núria va más allá del Romancero gitano y deja una pincelada de Poeta en Nueva York, asegura que con haber escrito un solo poema, Lorca ya hubiese sido objeto de represalia. Pone voz, gestos y sentimiento para demostrarlo en ese final "Grito hacia Roma", una especie de coda para una noche que se puso íntima, a la manera en que el poeta gustaba de leer sus escritos a amigos y público. Bien engarzado el texto, abandona por momentos el Romancero para dar vida durante unos instantes a cuatro mujeres (las grandes protagonistas en el legado del granadino): Mariana Pineda, Yerma, la madre del novio de Bodas de Sangre y Doña Rosita La Soltera. Emociones vocales y gestuales distintas para cada una de ellas. Una mención especial para otra mujer, la actriz Margarita Xirgu, musa lorquiana y referente confesa para Núria Espert.

También aparece el recuerdo a Rafael Alberti, rememorando sus giras conjuntas recitando poemas de Lorca y señalando que en noche de insomnio el poeta se dirigía a Lorca para preguntarle qué es lo que ocurre en "Romance sonámbulo", obteniendo por respuesta un conformista "Eso no lo sabe nadie, Rafael". Paco Muñoz suena de fondo cantando "Canción del jinete". Núria la escucha atenta, relajada, tarareándola. Es uno de los pocos recursos extra que utiliza esta producción, sin obviar la tenue luz, que ayuda a reforzar la sensación de intimidad. Los "pájaros en su garganta" que revolotean en "Thamar y Amnón" cerca de la conclusión han convencido a un público atento a cada sílaba, a cada movimiento de rostro y cuerpo.

Núria Espert hace amago de retirarse. Repite varias veces su paseíllo desde el fondo del escenario hasta el frontal para responder a los dos minutos de aplausos de un público ganado con anterioridad y que se encontró lo que esperaba: una lección de teatro por parte de una actriz que más que actuar imparte magisterio.

Un libreto y unas butacas, única compañía física en escena para Núria Espert. Foto: Àlex Pérez.

BALANCE DE LA XXVII MOSTRA DE TEATRE RECLAM

Romancero gitano ha sido uno de los puntos álgidos de la XXVII Mostra de Teatre Reclam, un escaparate de artes escénicas que durante el mes de noviembre ha repartido espectáculos de variado contenido por diez localidades de las comarcas castellonenses. Almassora, Benicarló, Benicàssim, Burriana, Castelló, Orpesa, Vilafranca, Vila-real y Vinaròs se han unido a este proyecto que desde la Universitat Jaume I coordina Antoni Valesa y que cuenta también con las colaboraciones de la Diputació Provincial, Fundació Caixa Castelló, Institut Valencià de Cultura y el programa Danza a Escena. Una cartelera global integrada por cerca de sesenta espectáculos interpretados por medio centenar de compañías.

Según los cálculos aproximados transmitidos desde la organización, han sido más de 11.000 los espectadores que han asistido durante este mes a la programación de Reclam, apreciándose una mayoría de público femenino y un notable aumento de presencia de público joven en relación a pasadas ediciones.

Una programación de teatro, danza, circo, música, nuevas dramaturgias e incluso ópera (Les mamelles de Tirésias), con espacios para la diversión, pero sobre todo para la reflexión, incluso ante casos reales contados en primera persona, como Claudia o Celebraré mi muerte, o a través de transmisión familiar (Mauthausen. La voz de mi abuelo), con atención a la cada vez más presente reivindicación social feminista. No han faltado tributos a la memoria y legado del rompedor creador vinarocense Carles Santos y, especialmente, Carles Pons, en el 20º aniversario de su fallecimiento. Un espectáculo en el que participaron colaboradores y amigos del actor, director y dramaturgo de Vilafranca en un domingo electoral que provocó que algunos de los protagonistas votasen a primera hora en lugares como Alcoi o Barcelona para a continuación desplazarse hasta el Teatre del Raval de Castelló.

En la edición de este 2020 se ha producido una mayor presencia de compañías castellonenses, como lo atestiguan La Troupe Malabó, Xarop Teatre, Bullanga Teatre, La Zafirina (ambas finalistas en los Premios Max 2019, con El pacte y Chucho, respectivamente), Teatre de l'Home Dibuixat y el preestreno de Maletes de terra, a cargo de La Medusa y Visitants. Junto a ellas, nombres importantes de la escena española e internacional, como Eduard Farelo (Una Ilíada), Olga Pericet (La espina que quiso ser flor, o la flor que soñó con ser bailaora) o María Pagés y el estreno absoluto de Fronteras, sin olvidar a la mencionada Núria Espert y Romancero gitano. Además de espectáculos dirigidos especialmente al público escolar (Bullying 3.0, una historia diferente y Mariana Pineda. Federico García Lorca).

Como es tradición, el Teatre Municipal Francesc Tárrega de Benicàssim acogió el cierre oficial de Reclam, esta vez con la circense 'Ovvio', a cargo de Koletiv Lapso Cirk. Foto: Antonio Pradas.

 

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