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Festival Fotográfico Imaginària. 20 ediciones con perspectiva humana

El Festival Fotográfico Imaginària cumple 20 primaveras del 12 de mayo al 18 de junio. Para celebrarlo, casi 40 exposiciones repartidas por toda la provincia en una edición que pone el objetivo en los espacios vitales, el carácter humano, la perspectiva femenina y el contraste entre lo tradicional y lo moderno.
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De mayo a julio, Imaginària ofrece tres meses de fotografía en varios espacios expositivos de Castelló y provincia. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

El liminal space es una corriente estética de internet que se compone de fotografías de espacios cotidianos que acostumbramos a ver repletos de gente en nuestro día a día, como por ejemplo podría ser un centro comercial o un instituto. Sin embargo, su peculiaridad radica en que los espacios fotografiados se presentan siempre vacíos, sin ningún ser humano reconocible que los ocupe. Visualizar una imagen ausente de personajes que pueblen una composición, a priori aglomerada en nuestra normalidad, provoca en el espectador una reacción turbia, induciéndole a la inseguridad, la tensión o, incluso, el miedo. Es por ello que el liminal space, además de corriente estética, cobra fuerza entre los nuevos modelos de terror virtual, como el analógico.

En Lo que no se ve de Jesús Montañana, obra expuesta en el Espai Cultural Les Aules en el marco del Festival Fotográfico Imaginària de 2021, el autor fotografiaba lugares en los que se había producido un asesinato de violencia machista. En cambio, en sus imágenes no había nada que indujese al maltrato: solo estancias de hogares vacías en las que, pese a su aparente cotidianeidad, no había espacio para la vida.

Exposiciones como la de Montaña -y otras muchas de aquella edición- nos invitaban a reflexionar a través de la fotografía sobre la vinculación de con nuestros espacios vitales. Y si este fue el punto que marco el Imaginària de 2021, su edición de 2022 (del 12 de mayo al 18 de junio) ofrece una perspectiva más humana y transparente, cercana, con la gente que aparece inmortalizada en sus imágenes. Prueba de ello es Historias de una pandemia de la barcelonesa Nuria Prieto (en el Museu de Belles Arts hasta el 29 de mayo), en la que los códigos visuales fotoperiodísticos más comunes de la pandemia (como los sanitarios vestidos con EPIs atendiendo a pacientes) se unen a miradas alternativas sobre el coronavirus.

Nuria Prieto nos cuenta la pandemia de coronavirus desde sectores vulnerables, como los ancianos aislados o los trabajadores temporeros. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Una nueva manera más cercana de contar lo vivido en los últimos años, dando protagonismo a colectivos afectados como los trabajadores temporeros, los ancianos aislados sin ayuda ni contacto familiar o la colaboración vecinal para ayudar a pasar el mal trago. Las fotografías del padre de la autora en el metro de Barcelona serán un testimonio de cómo hemos convivido con todo esto.

El duelo maternal toma forma en 'Mater' de Ana Álvarez-Errecalde. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

La mirada femenina está muy representada una vez más en el festival fotográfico. Mater de la fotógrafa argentina Ana Álvarez-Errecalde (en el Espai Cultural Obert Les Aules hasta el 12 de junio) reflexiona sobre la maternidad deteniéndose en dos puntos: los cuatro procesos de la concepción, desde la aceptación hasta la simbiosis total con la descendencia, y el proceso de duelo tras la muerte de un hijo. Un vínculo ineludible e imperecedero que la propia autora define con palabras: “Hay algo muy sagrado y bello en presenciar el tránsito de una vida plena”.

Fotografías, poemas y elementos naturales conviven en 'Renasence' de Rocío Bueno. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Y de las ataduras generadas durante y tras el embarazo a los paralelismos entre las figuras femeninas actuales y las del siglo pasado. En Renascence (abierta en la Llotja del Cànem hasta el 18 de junio), la autora madrileña Rocío Bueno ofrece una reflexión sobre feminidad y empoderamiento citando directamente a la poeta Edna St. Vincent Millay, cuya obra visita y tiende puentes. Imágenes de ambas mujeres, poeta y fotógrafa, convergen hasta desdibujar la identidad, la autoría y la figura personal. El rojo del cabello de Bueno se convierte en hilo conductor (prácticamente de forma literal) uniéndose temáticamente con hojas caducas, rosas marchitas y demás elementos que unen ambas generaciones.

El proceso creativo del diseñador Marcos Luengo sirve de hilo conductor para 'Antes del glamour' de Marta Areces. Foto: Carme Ripollès (ACF).

El Menador Espai Cultural acoge varias muestras que muestran el trasfondo de varios sectores y grupos sociales. Antes del glamour de Marta Areces (abierta hasta el 19 de junio) reproduce el proceso íntegro del diseño de moda, desde la idea inicial hasta la exhibición en pasarelas de moda, mostrando los entresijos más allá de la superficialidad externa. Mismo caso el de Ansia, de David Arribas (hasta el 19 de junio), que desnuda al punk y muestra a sus protagonistas sin filtros, mostrando qué hay más allá de los mosh pits.

El espacio de Huerto Sogueros también cuenta con Kitsune de la gijonesa Cristina López-Dórica Juanes, abierta en su planta superior hasta el 19 de junio. La fotógrafa muestra con admiración los contrastes presentes en la sociedad japonesa actual, en la que la tradición y el desarrollo más acelerado conviven apaciblemente. Para ello, la autora muestra calles nocturnas iluminadas tanto por carteles de luces de neón como por bancos de faroles de papel. Las estatuas de zorros (“Kitsune” en japonés, dando nombre a la exposición) que dan la bienvenida en los templos sintoístas conviven en la muestra con logotipos hiperestilizados de marcas gastronómicas de albóndigas de pulpo.

En 'Ansia', David Arribas muestra la cara oculta del mundo del punk, tan cercano para el fotógrafo. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Del contraste entre la tradición y las nuevas formas de comunicación actual también habla Tigancă Vrăjitoare, de Silvia Prió (en el Museu Etnològic hasta el 26 de junio). Un trabajo que, desde una perspectiva contemporánea y dando voz a un feminismo marginal, presenta una visión poética del misticismo y la clarividencia de las mujeres gitanas de Rumanía. En ese mismo espacio, Alumbramiento del castellonense Javier Piñana reflexiona sobre la representación del nacimiento a lo largo de la historia de la humanidad, contraponiendo pinturas rupestres levantinas con escenas de partos con imágenes actuales del nacimiento de su propia hija.

Dos espacios cobran especial importancia en la vigésimo edición de Imaginària, ya que se unen al resto de espacios expositivos. El primero de ellos, la Cambra Agrària cuenta hasta el 19 de junio con los trabajos Solera de Marta González de la Peña Royo (que reflexiona sobre la vinculación entre urbe y campo a través de los huertos urbanos) y la colectiva Postals des de la marjal. Una mirada a l'àlbum familiar (en la que se recogen instantáneas de los últimos años de cultivo de arroz en Castelló). El segundo espacio que se incorpora al plantel es el Centre Cultural La Marina. La sala del Grau de Castelló ofrece el reportaje sobre migración en la zona del estrecho de Gibraltar La frontera del sud, a l'ombra del nord a cargo de Martí Albesa Castañer (hasta el 26 de junio).

Imaginària no solo se expone en salas y espacios culturales: también lleva la fotografía a las calles. En esta ocasión, la obra que permanecerá expuesta en la fachada del Mercat Central hasta el 23 de julio es Desde el silencio de Raúl Hidalgo. La pérdida de la capacidad auditiva del fotógrafo le lleva a representar, mediante el blanco y negro, la oposición entre dos fuerzas que provoca su creciente aislamiento: la incomunicación y la fuente de conocimiento.

La historia de las villas de Benicàssim y el contraste entre luces y sombras protagonizan las muestras del Col·legi Territorial d'Arquitectes. Foto: Ángel Sánchez (ACF).

Y así hasta un total de 36 muestras dan forma a la 20ª edición de Imaginària, que lleva la fotografía a, además de los ya mencionados, a otros espacios como la Sala San Miguel con Entre puntos de luz: Trazando una constelación de Chema Alvargonzález y la colectiva Constelación Castelló-Berlín (hasta el 2 de julio); el Col·legi Territorial d’Arquitectes de Castelló (CTAC) con Sombras de Joaquín Luna (hasta el 19 de junio); la Escola d’Art  i Superior de Disseny (EASD) con Mythology 2.0 a cargo de sus alumnxs (hasta el 18 de junio); la Associació Cultural Cúmul con Especulaciones de Sandra López (hasta el 28 de mayo); la Sala Zona 3 con Embargos de Salomé Medina (hasta el 26 de junio); y la Galeria Cànem con Cuando el paisaje estremece de Antonio Alcaraz Mira (hasta el 2 de julio).

Fotografía, más allá de Castelló

Y el festival no solo lleva la fotografía a Castelló, sino que también extiende su programación a distintas comarcas: Vila-real, Burriana, Onda, Benicàssim, Almenara, Segorbe, Morella, Vilafranca, Sant Mateu, Viver, Vistabella e incluso llegando a la provincia de València, Puerto de Sagunto. Puedes consultar la programación de las exposiciones en el resto de la provincia en este enlace.


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