Miro el móvil mientras me hago el primer café del día. Abro Instagram: el Emac de Burriana aplaza su sexta edición; no hay fecha confirmada, pero avanzan que será en junio. Joder. Fue el último festival de 2020 antes de que una pandemia arrasase con todo, y tal vez nos merecíamos pensar que si en 2021 volvíamos a pisar el CMC La Mercé para ver de nuevo a Califato ¾ poner todo patas arriba quería decir que algo estaba yendo mejor. Un par de días antes del comunicado del Emac, hablaba por WhatsApp con una amiga sobre festival. De ir a ver a Rigoberta Bandini. Ella, además, iba a exponer en la parte artística. En realidad, aquel día, no tenía la certeza de que escucharíamos “Perra” en directo, pero hablaba con ella como si realmente estuviese convencida de que iba a pasar. Y, al final, esperaremos a junio. Porque hemos aprendido a esperar (supongo que también hay quien ha descubierto aquello de que la espera desespera). También que una pandemia nos ha dejado -desde hace casi ¡un año!- con la incertidumbre y sin certezas.
La incertidumbre, como estado prácticamente constante. Esto me lleva a acordarme de La Ravalera en su última Fira de Teatre Breu (14-17 enero en el Auditori de Castelló) con Principi d'incertesa. Y, es que, qué mayor incertidumbre que poner en marcha una edición de la Fira con el cambio del toque de queda a las 22.00 obligando a modificar los horarios y las sacudidas de la pandemia acechando. Pero lo hicieron, demostrando que la cultura es segura adaptando los espacios en los que se desarrollaba cada pieza (Sala de Cambra, Màgic Box, salas de ensayos y la cafetería) y la estructura de la propia Fira y devolviéndonos un poco de aliento a través del microteatro.
Núria Vizcarro, al frente de La Ravalera junto a Laia Porcar, hablaba sobre la incertidumbre en el arranque de uno de los pases. Risa floja al explicar que qué mayor incertidumbre que el ahora mismo. Pero la Fira de Teatre Breu La Ravalera con su edición especial en el Auditori nos sacaba de una incertidumbre para presentarnos otra: “El principio de incertidumbre, el de las ciencias, nos dice que siempre que tratamos de medir algo habrá un error experimental, porque necesitamos de un aparato de medida y este aparato nunca será perfecto. Por lo tanto, se nos hará imposible conocer, predecir, cualquier fenómeno con total seguridad. Pero si hablamos de situaciones y emociones, ¿cuál será el principio de incertidumbre?”.
El Principi d’incertesa de La Ravalera nos cuenta tres historias que, a su vez, forman una única historia (y viceversa), pero esto no lo sabremos hasta el final. El propósito, presentarnos a Anna Miralles y, de paso, que nos hagamos un montón de preguntas: ¿existe ese momento o decisión que te cambia la vida? ¿Qué habría pasado si <inserte su opción descartada aquí> en vez de <inserte su decisión aquí>? ¿Existen las casualidades, el azar o el destino? Vamos, que, por un momento, nos convertimos en Nemo Nobody (Las posibles vidas de Mr. Nobody).
¿Y si el jueves 14 de enero no hubiésemos ido al Auditori? Que no habríamos conocido a Anna Miralles. Porque Anna podría haber llegado pronto a su concierto en el Auditori y encontrarse en la Cafetería con un particular bucle temporal que le muestra qué podría haber pasado con cada decisión que hubiese tomado en ese momento. Un bucle del que no podrá salir hasta que finalmente tome la decisión (I si és l’atzar?, dirigida por Sergio Tellols e interpretada por Roman Cerisuelo y Rebeca Izquierdo).
Pero Anna también está en una de las salas del primer piso del Auditori preparándose para el concierto más importante de su vida… Hasta que una desconocida irrumpe con una peligrosa caja de Strepsils, dispuesta a quitarse la vida o tal vez simplemente a ayudar a Anna a que se cuestione si de verdad esto es para lo que se ha estado preparando toda su vida (I si és el destí?, dirigida por Tània Muñoz e interpretada por Maria José Chabrera y Marta Vicent).
Está a punto de empezar el concierto. La tercera Anna está a punto de salir, el público la espera y justo cuando va a dar el paso, suena una voz. Una voz del pasado que hará que se replantee incluso dar carpetazo a todo (I si és el passat?, dirigida por Núria Vizcarro e interpretada por Laia Porcar y Cesca Salazar).
El azar, el destino y el pasado. Las historias de Anna Miralles el día de su concierto y todas las posibles decisiones y casualidades. Qué habría pasado si Anna hubiese llegado demasiado pronto o en el momento exacto, y que al final son la misma. Y todo ello lo descubrimos en el concierto (Que siga el que vulga) que cierra el recorrido por estas tres piezas de microteatro. La particular Banda Incerta (Empar Campilla, Panxi Vivo y Juan de Ribera) desvela qué ocurre con Anna Miralles y cómo una historia puede ser el principio de otra. De cómo la incertidumbre y el no tener la certeza de todo lo que hacemos y las decisiones que tomamos son nuestra historia. Aunque esa incertidumbre ahora sea cuándo podremos volver a contar (y disfrutar) del Emac.