Siempre me maravilló lo bien que se defendía aquí el concepto de rock & roll, desde los tiempos de Los Auténticos y Morcillo el Bellaco hasta Lula, Las Gatas Negras o Las Auténticas. Hace poco, preparando un monográfico sobre el primer disco de Los Romeos para el programa de À Punt Col·lecció de vinils sobre el primer disco de Los Romeos, me maravilló comprobar que es un disco completamente atemporal y por lo tanto, perfectamente válido en el presente. También me gusta mucho esa vena experimental que recorre la ciudad. Rauelsson, Sitja y Les Deesses Mortes, cuyo primer y único disco merece ser recordado y ensalzado por los siglos de los siglos. Y ya que estamos, Sánchez, querido, tus discos están entre mis favoritos cantados en castellano y lo sabes.
Castellón son las clases impartidas en la UJI, en el máster de periodismo de autor que dirigían Andreu Casero y Pablo López Rabadán. Durante varios años impartí en él una clase sobre la entrevista. Ese tipo de experiencias son muy gratificantes, ya que te permiten compartir aquello que puede serle útil a quienes ahora quieren hacer lo mismo que querías hacer tú casi cuarenta años atrás. Este oficio mío, tan lleno de vanidades infundadas y egoísmos ridículos, solamente tiene sentido cuando tu trabajo le llega a los demás. Las clases en la UJI me permitieron ejercitar eso y disfrutar de ello. Y no puedo olvidar que fue en Onda, la pasada primavera, que al terminar de impartir mi primer taller sobre creación literaria, recibí una gran noticia. Mi primera novela, Lejos de todo, había ganado el Premio de la Crítica Literaria Valenciana 2018. La notificación no pudo llegar en un momento ni un entorno más adecuado. Gracias siempre a Joan Feliu por confiar en mí para llevar a cabo esta actividad tan enriquecedora.
Castellón es sinónimo de estupendos compañeros como David Hernández Beltran, que lleva adelante este proyecto, el periodista Borja Flors, con el que tengo el placer de colaborar en À Punt, o Eric Gras, redactor en Mediterráneo. Oigo Castelló y pienso en mis admiradas amigas Lola Barcia y Marinela Forcadell, las Fotolateras, que recorren el planeta fotografiándolo con sus latas. Y por supuesto, Castellón es el FIB. Nadie me creía cuando, en 2014, dije desde una de sus explanadas que era la primera vez que iba. No era en absoluto algo en contra del festival en sí mismo, sino el fruto de mi reticencia a asistir a grandes eventos. Ese año, y a pesar de esa declarada pereza, los organizadores del festival tuvieron a bien contar conmigo como dj y puedo decir que la experiencia fue increíble. Eso sí, me han acostumbrado mal. Ahora solamente me verán en un festival si voy en calidad de artista. En cualquier caso, y bromas aparte, mi más cordial enhorabuena a esta publicación. Un aplauso por sus primeros diez años y por todo los que le quedan por cumplir. Una razón más para querer tanto a Castellón.
Rafa Cervera es periodista musical y novelista.
