
Cala Vento, poniendo del revés la Salatal en el 15 aniversario de Nomepierdoniuna. Foto: Carme Ripollès.
“Yo no soy muy de interpretar,
soy más de coger el pincel”
(“Febrero”, Cala Vento 2015)
Hacer que ocurra es lo más difícil. Aleix Turon y Joan Delgado tuvieron hace 10 años la feliz idea de crear Cala Vento. Y, hace tres, la de terminar de encargarse ellos mismos de todo el proceso que implica componer canciones, grabarlas, publicar discos y actuar en directo para dedicarse profesionalmente a la música, al 100%. Una feliz idea basada en el “hazlo tú mismo”, en intentar la conexión directa con su público, que tenía muchos números -como tantas otras veces ocurre- de haberlos desquiciado o, directamente, volverlos locos. Pero, además de pensarlo, cogieron el pincel, lo cogen cada fin de semana, para pintarnos la cara con sus canciones. De forma minuciosa. Sin guardarse nada. Para encender esa crepitante hoguera alrededor de la que terminan bailando con su público.
Así ocurrió el pasado domingo 8 de octubre en la Salatal de Castelló con motivo del 15º aniversario de Nomepierdoniuna. Después de mucho tiempo intentándolo, Cala Vento ofreció su primer concierto en sala en nuestra ciudad, ante unas 150 personas. Por fin pudimos escuchar su repertorio completo, con un sonido impecable, desbordantes de energía como siempre, pero con una cercanía, un calor y una complicidad con el público que hizo que el concierto terminara siendo una celebración. Haciendo disfrutar a saco los fans y convirtiendo a los escépticos; complaciendo y cautivando al mismo tiempo.

El público vibró. Foto: Carme Ripollès.
Fue una actuación divertida y emocionante, marcada por esa mezcla de potencia, velocidad y melodía que saben combinar con tanta gracia y equilibro, con tanta naturalidad y de forma tan repetida sin sonar repetitivos. Llegaban algo cansados después de un intenso fin de semana de actuaciones y carretera. Quizás también el público, algo frío al principio. Pero a base de canciones infalibles, las del último disco, Casa Linda, intercaladas con algunas de los anteriores (“Isabella cantó”, del primero, y “Gente como tú”), pusieron la sala a tono hasta que estalló por primera vez con “Un buen año”. La noche prometía.

Hasta la última gota. Foto: Carme Ripollès.
En eso que encadenaron algunas de sus mejores canciones para encarrilarla: “Todo”, “Estoy enamorado de ti”, “Sin apenas conocernos”, “No hay manera”. Levantaron el pie del acelerador alrededor del baladón de “Casa linda”, pero a partir de ahí lo pisaron a fondo ya hasta el final. Primero con “Ferrari”, el hit de su nuevo disco, que agitó definitivamente la sala, y después con “Equilibrio”, “23 semanas”, “Isla desierta” (con ese estribillo que siempre, siempre, desata el pogo), “Fin de ciclo”, “Abril”... y esa diana absoluta llamada “Teletecho”.

Joan y Aleix. Cala Vento. Foto: Carme Ripollès.
Con un Joan que fue de menos a más en las baquetas hasta comerse el escenario con su potencia y su forma de hacer cabalgar las canciones, incluso cuando también canta. Un Aleix pletórico que, pese a su aspecto retraído, terminó mezclado entre el público aporreando la guitarra. Y un público que se lo pasó en grande durante todo el concierto.
Un abrazo entre ellos, un breve respiro en el camerino y, casi sin descanso, más de tres cuartos de hora firmando discos (llevaban los cuatro en vinilo) y puliendo merchan, haciéndose fotos con la gente, charlando y mostrando agradecimiento por la entrega del público. De nuevo, sin guardarse una pizca de energía. Profesionales, cercanos y entregados a la causa; desde que llegaron puntuales a la prueba de sonido y hasta que se marcharon al hotel casi sin aliento después de recoger los trastos.
Aleix y Joan, Cala Vento, tienen gracia hasta para las dedicatorias:
Para terminar, suscribo las palabras de Manolo Bosch, el gran artífice junto a Asun Pérez y Carme Ripollès de que sigas disfrutando de Nomepierdoniuna después de 15 años, en redes sociales tras el concierto:
“Muchas gracias a las 150 personas que se acercaron a Salatal Club para ver en directo a Cala Vento y para celebrar al mismo tiempo los 15 años de nomepierdoniuna.net. Bajo mi punto de vista, un conciertazo.
Gracias también a todo el mundo que nos envió mensajes de felicitación, a quienes siguen Nomepierdoniuna, a quienes les interesa la información cultural, y a quienes siguen dando vida a las salas de conciertos y a los grupos del underground, pagando su correspondiente entrada, adquiriendo merchandising... es la única manera de que sobrevivan”.

El abrazo.Foto: Carme Ripollès.