Arte

Trashformaciones. Hueso, piel, tuétano y autogestión

La instalación ‘Huesopiel’ del colectivo artístico Trashformaciones, que sigue abierta al público en su taller de Almassora del lunes 3 al viernes 7 de octubre a partir de las 18.30 con cita previa, cautiva en su presentación a público, profesionales del arte y medios de comunicación. Si no vas, escucharás hablar de ella.
  
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Fotografías de Pau Bellido (Agencia Castellón Foto).

Huesopiel produce un enorme impacto visual. De primeras. Sin explicaciones previas ni contexto. A palo seco. También se oye –el envoltorio de audios de sonidos industriales grabados en la chatarrería-, se huele –el aceite quemado de las cubetas- y hasta se puede tocar. Realmente te impregna a través de casi todos los sentidos. Pero, sobre todo, por lo intangible, por lo que no está y se intuye aunque no lo sepas. Empezando por las ingentes cantidades de energía, pasión, cariño, colaboracionismo y buen gusto que se han empleado para hacerlo realidad. Me refiero a la autogestión, al háztelo-tú-mismo-si-crees-en-tu-arte-sin-la-seguridad-de-tener-el-pescado-vendido. Y también a la sinceridad, a la autenticidad: al hecho de crear por convicción, casi por necesidad, sin artificios, sin palabras pintadas ni corrientes a favor.

Eso es lo que sentí el pasado miércoles por la noche cuando vi terminada la instalación de Trashformaciones en su taller del polígono La Rambla de Almassora. Entré en la nave solo, sin saberlo; Pablo y Blas Montoya y sus colaboradores más cercanos estaban ultimando detalles de las proyecciones, la iluminación –una de las claves, por cierto- y el sonido en la sala de mandos en ese momento. Cuando crucé de la parte del hueso (los muros y cubos a base de vigas de hierro moduladas) a la de la piel (los coches y las motos chafadas) noté una especie de escalofrío. Era aquello que Rosalia Torrent se afanaba en explicarnos en la carrera de Humanidades pero nunca acabábamos de pillar porque teníamos la cabeza en otro sitio: una auténtica experiencia estética.

Sin exagerar. En ese momento se hizo la luz. Todo encajó. La potencia visual de lo que Pablo y Blas Montoya concibieron y han estado elaborando de forma artesanal durante los dos últimos años, ayudándose de mecánicos, técnicos de luz y de sonido, diseñadores y todo tipo de especialistas (un honor que nomepierdoniuna.net haya aportado su pequeño granito de arena), quedaba ostentosamente reflejada, diáfana, sin costuras. La imagen imponente del coche rojo central con su reflejo en la cubeta de aceite quemado o la de ese cubo en el centro de la nave, como eje de toda la exposición, serían las que mejor representarían ese momento. De un plumazo, entendí por completo muchas de las cosas que había escrito el crítico de arte Álvaro de los Ángeles en su texto de presentación, en relación a la dialéctica artista-artesano y los distintos planos de significación de la exposición.

Y lo mismo me ocurrió con la presentación que realizó el jueves Pascual Arnal, el comisario de Huesopiel, ante los profesionales del arte, periodistas y políticos que acudieron al estreno del showroom. Con decisión y concisión, Arnal –figura clave en la materialización final de la instalación- explicó que Trashformaciones creían a ciegas en su obra, y que por eso le habían dedicado dos años de trabajo y muchos esfuerzos, involucrando a profesionales de distintas disciplinas, para conseguir un gran resultado sin esperar antes el apoyo institucional, de forma autogestionada, con el objetivo de dar un salto cualitativo en su carrera artística. Ese que están pidiendo a gritos y se merecen. También recordó el juego conceptual que articula toda la instalación más allá del reciclaje, reutilización o valorización de objetos de la chatarra: hueso-piel, solidez-ligereza, núcleo-superficie, horizontal-vertical. La exploración del ciclo de la materia, en definitiva.

El texto de Álvaro de los Ángeles no miente, ni las vehementes explicaciones de Pascual Arnal. Tampoco las fotos y vídeos que están ilustrando la ilustración, todos ellos radiantes. La exposición en sí no miente. Es tan impactante como parece. Sin ningún tipo de oropel ni ornamento. Crudísima, como los tiempos que vivimos, permeable y cercana. Y con muchas ausencias y silencios conceptuales: todo lo que fueron o pudieron ser esas piezas de chatarra (coches, motos, vigas de hierro para la construcción de edificios…), convertidos ahora en objetos de arte. Ausencias y silencios que hacen de Huesopiel algo subyugante. Algo que te toca la fibra, sí, y que te acaba calando hasta el tuétano.

// Convocatoria con cita previa
Del lunes 3 al viernes 7 de octubre. A partir de las 18.30 con cita previa a través de info@trashformaciones.com

// Localización del taller de Trashformaciones
Polígono Industrial La Rambla
Carrer del Fang, s/n
12550 Almassora
(acceso por detrás, junto a la carretera N-340; ver pinchando en el mapa de abajo)

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