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Toni Valesa: "La cultura no es cuestión de Estado; no se la creen, y sin ella el futuro es patético"

Toni Valesa, responsable del Paranimf de la UJI y miembro de organismos nacionales de las artes escénicas, analiza para Nomepierdoniuna cómo la crisis del coronavirus las está desmembrando. Defiende las 52 medidas extraordinarias presentadas al Ministerio de Cultura, cuya respuesta inicial le reafirman en su idea de que la cultura no es una cuestión importante para el Estado. Crítico y haciendo un montón de referencias históricas, el programador castellonense termina con un mensaje de esperanza: "La cultura va a ser fundamental para recuperar el estado de ánimo y la va a necesitar toda la población sin excepción".
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Toni Valesa, en una comparecencia pública en el edificio Menador de Castelló.

Toni Valesa es un buen conocedor del mundo del teatro, la danza, el circo, el musical... de las artes escénicas. Un referente desde su posición de programador del Paranimf de la UJI, así como director artístico de la Mostra de Teatre Reclam. Unos cargos que le hacen estar en continuo contacto con el mundo profesional y administrativo de Castelló. También forma parte de la Academia de las Artes Escénicas de España y de la junta directiva de la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública (Redescena). De manera que que puede aportar una amplia panorámica de lo que acontece durante este período de cuarentena a causa de la Covid-19 y de los proyectos que se gestan para intentar que la crisis sea lo menos lesiva posible para el sector cultural. Esas reuniones telemáticas entre asociaciones han dado lugar a un documento con 52 medidas extraordinarias para afrontar las consecuencias de la crisis que se ha transmitido al Ministerio de Cultura, encabezado por José Manuel Rodríguez Uribes. Pero la comparecencia del ministro tras recibir las propuestas ha sido "bastante decepcionante", al descartar, por el momento, la adopción de medidas para este sector. Aunque es una respuesta inicial que no le sorprende, ya que su opinión es que "la cultura no se la creen" a nivel de Estado, cuando es "el fundamento de la vida", como se comprueba en estos días de confinamiento.

>¿Cómo estás pasando estos días de confinamiento?
En líneas generales un poco como todo el mundo, con resignación y siguiendo las normas que establecen los protocolos sanitarios que nos han marcado, y trabajando telemáticamente en aquello que podemos.

>En lo que se refiere al Paranimf de la UJI, estaba a punto de entrar en el trimestre final de la temporada. Aún quedaba programación por ofrecer, con varios espectáculos de teatro, danza, cine y música anunciados que han quedado pendientes. Creo que en estos momentos el planteamiento es recuperarlos en otras fechas, si es posible dentro del actual año...
Efectivamente, esa es la intención: no suspender, aplazar y reubicar en el momento que sea posible. En ello trabajamos todo el equipo de programación y el resto del servicio con la vicerrectora de Cultura i Relacions Institucionals, Carmen Lázaro, al frente, quien en estos momentos nos está dando todo su apoyo y lucha con nosotros por minimizar el impacto de esta situación.

>Las universidades valencianas han acordado acabar el presente curso online. En el caso del Paranimf, doy por supuesto que la temporada 2019-20 ya se puede dar por finalizada, ¿no es así?
Por lo que concierne a nuestra a nuestra programación con presencia física, sí, porque la situación sanitaria no lo permite, pero estamos trabajando en alternativas.

'Els nuvis', de Bullanga Teatre, ha sido la última obra representada en el Paranimf de la UJI. Foto: Àlex Pérez.

>Eres Académico de las Artes Escénicas de España, además de vocal de la junta directiva de la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública… Es decir, tienes una buena panorámica del sector a nivel nacional. ¿Cuáles son las valoraciones económicas que se han realizado por la crisis del coronavirus? He leído cifras en torno a los 130 millones de pérdidas en solo dos meses, con suspensión de unas 30.000 funciones entre marzo y mayo.
Es cierto. Son las cifras que se desprenden de diferentes estudios que hemos realizado estos días. Precisamente desde que se declaró el estado de alarma hemos mantenido reuniones telemáticas casi a diario en la junta directiva de La Red. En las diferentes comisiones, fruto de estas reuniones, se ha publicado un documento conjunto consensuado con la práctica totalidad de las asociaciones profesionales de las artes escénicas y musicales del estado en el que, a través de 52 propuestas, se presentan una batería de medidas extraordinarias para afrontar los efectos derivados de esta crisis. Este documento, que ha tenido una amplia repercusión a nivel estatal, es fruto de las aportaciones consensuadas por las 32 entidades que han participado en las diferentes mesas de trabajo constituidas por iniciativa de La Red. Este documento se ha presentado al ministro de Cultura, pero su reciente comparecencia ante los medios ha sido bastante decepcionante, creando gran desconcierto no solo en el ámbito de las artes escénicas y de la música. Continúo pensando que no se creen la cultura y sin la cultura el futuro es patético. Me hubiera gustado más que la respuesta política fuera más en la línea de sir Winston Churchill cuando durante la Segunda Guerra Mundial le propusieron recortar en cultura y su respuesta fue: "¿Quitarle el presupuesto de la cultura? ¿Entonces para qué luchamos?".
La profesión cultural estos días está a pie de obra como el que más y no se merece discursos vacíos y los desagradecimientos continuos a los que se ve sometida. Aquí la cultura no es una cuestión de Estado, tal vez eso también explica muchas cosas de nuestro día a día.

>A nivel de compañías profesionales existe un peligro latente de que desaparezcan por esta inactividad que va a prolongarse por tiempo indefinido. La Generalitat Valenciana ha aprobado el pago a las empresas culturales de la parte ya empleada en preparar espectáculos.
Todas las medidas encaminadas a paliar la debacle de la profesión serán bienvenidas. El sector ya se encontraba en una situación frágil, entre sus profesionales. Cuenta con mucha gente que está en el régimen de autónomos y todo tipo de empresas, a parte del trabajo que da a otros sectores. Detrás de la cultura hay que tener claro que también hay economía y empleo, como en cualquier otro sector, y por eso ha de ser tenida en cuenta desde el punto de vista económico y no solo por una cuestión de estética. La cultura es el fundamento de la vida y no un ornamento, como perversamente pretenden quienes les molesta que las personas piensen por ellas mismas.

“Detrás de la cultura también hay economía y empleo, como en cualquier otros sector, y ha de ser tenida en cuenta desde el punto de vista económico y no solo por una cuestión de estética”

>Para ti, personalmente, ¿qué puntos prioritarios habría que adoptar de manera inmediata para tratar de garantizar la continuidad del sector profesional después de la actual crisis sanitaria? 
Me remitiría al documento de las 52 medidas que he citado antes. Pero sobre todo no querer ser oportunista limitando los recursos para cultura cuando el estado español es de los que menos invierten en cultura de Europa. Países del entorno sí que han tenido en cuenta la cultura a la hora de incluir medidas de rescate. Yo abogaría por el mantenimiento del presupuesto para este ejercicio y el próximo. La cultura es un servicio público necesario. Para mí tiene plena vigencia la formulación de Victor Hugo a la asamblea francesa en 1848, donde decía que la crisis no se superaba recortando fondos para la cultura, sino duplicándolos. Los recortes en cultura son insignificantes desde el punto de vista financiero global y nocivos desde todos los demás puntos de vista. Transcribo su reflexión en el discurso para que quede más ilustrado el detalle: "¿Qué pensarían, señores, de un ciudadano que disfrutando de unos ingresos de 1.500 francos dedicara al año a su desarrollo intelectual una suma muy modesta, por ejemplo 5 francos, y en un momento de recortes, quisiera ahorrar a costa de su inteligencia seis céntimos?". Es más extenso y convendría que el discurso completo lo tuvieran presente muchos responsables culturales.

>La cultura se trata habitualmente como un tema secundario, pero en estos días de confinamiento se ve más que nunca lo necesario que es disponer de música, cine, teatro, libros, artes plásticas… para llenar nuestras vidas.
Justamente por eso yo defiendo su importancia en estos días. Y cuando paulatinamente termine esta situación, la sociedad todavía va a necesitar más de la cultura para volver a ser y estar. La generosidad del mundo de la cultura en estos días compartiendo sus creaciones en abierto no puede caer en saco roto. Va más allá de lo que podemos imaginar. Tengo amigos y amigas sanitarios que trabajan hasta la extenuación y me han comentado que en los pocos minutos de que disponen para abstraerse, un libro, una música, una película, el recuerdo de aquella obra de teatro… la cultura es una de sus tablas de salvación para no hundirse.

“Cuando paulatinamente termine esta situación, la sociedad todavía va a necesitar más de la cultura para volver a ser y estar”

>Siempre te has mostrado crítico con muchas de las instituciones públicas, que no se cansan de exaltar el papel de la cultura, pero que pocas materializan de un modo práctico. Ahora sería un buen momento para demostrar que ese interés es real. Aunque por lo que has respondido, no eres optimista al respecto.
Yo soy de natural optimista, pero muchas actitudes no ayudan y más en esta sociedad de neoliberalismos donde lo material está por encima de las personas en unas cuotas escandalosamente perversas y en muchos casos temerarias. Lo que pasa estos días tendría que hacer reflexionar y me gustaría que los aplausos en los balcones no se quedaran ahí como un mero “me gusta” en Facebook desde el sofá. Que fueran un verdadero compromiso social.

>Respecto al futuro, hay muchas dudas también por desvelar, como, por ejemplo, ¿se tendrá que limitar las asistencias de público dentro de los espacios culturales…? Jugando con las hipótesis, ¿cómo crees que será ese post-confinamiento?
¡Huy! Complicado. Obviamente lo marcarán los protocolos sanitarios y científicos, y necesariamente será gradual y todo aquello que suponga concentración de personas en un espacio cerrado será lo último en autorizarse y posiblemente con reducciones de aforo. Pero no sé, esto lo marcarán los especialistas.

>Y creo que hay otra incógnita: ¿tendrá el público ganas de asistir a espectáculos?, y lo digo en referencia a la complicada situación económica que ya está viviendo parte de la población y que no se arreglará de hoy para mañana.
A corto plazo no se arreglará. Es difícil de aventurar una respuesta certera. Por eso es tan importante un plan para la recuperación de la confianza, porque según como sea el desconfinamiento es lógico que el personal tenga reticencias, pero pienso también que la gente tendrá ganas de recuperar (aunque sea de manera relativa) hábitos de vida y también en los aspectos culturales y lúdicos. Creo que habrá una recuperación fuerte a pesar de que también habrá situaciones dramáticas por la recesión económica, pero la catarsis que vivimos, esa figura de la poética aristotélica y tan teatral en las tragedias clásicas, nos llevará a escenarios que no podemos imaginar, para bien y para mal. Pero de lo que estoy seguro es que las personas vamos a necesitar la cultura.

>Recomendaciones en cuanto a libros, discos, vídeos de danza, teatro… para estos días de cuarentena….
Bueno, esto es muy personal, la gente consciente o inconscientemente está tirando mano de la cultura durante estos días. El teatro se pude ver y leer. A mí me gusta mucho un texto teatral de Henrik Ibsen, El enemigo del pueblo. El personaje central, el doctor Stockmann, denuncia la contaminación de las aguas de un balneario vital para la economía del pueblo y vive con asombro cómo la sociedad en lugar de agradecerle su descubrimiento acaba odiándolo y apedreando a él y a su familia. Viendo las estupideces que circulan en redes y otros foros donde abundan fake news y manipulaciones varias, es un texto ideal. Precisamente por eso es tan importante la cultura, porque nos ayuda a pensar por nosotros mismos y no depender de la opinión que nos fabrican cada día los interesados gurús que nos quieren vender su particular bazofia ideológica.

Respecto a la música, no me atrevo. La dejaría a elección de cada uno, porque todos tenemos alguna que nos ha marcado la de su vida. ¡Es tan difícil imaginar un mundo sin música! Profesionales de la danza ofrecen estos días tutoriales por Internet para que la gente baile, pues que la gente dance, aunque sea en el pasillo de sus casas, porque el día 27 fue el día Mundial del Teatro y estábamos confinados y el 29 de abril será el Día Mundial de la Danza y seguramente también tendremos restricciones. Que la gente lea libros, desde la literatura local hasta la universal, que siga el pensamiento de Jorge Luís Borges: "Que otros se jacten de las páginas que han escrito, a mí me enorgullece las que he leído". Hagan uso de la cultura en todos los formatos posibles. Podría seguir haciendo recomendaciones, pero lo que me parece más relevante, es que pasada esta etapa de confinamiento, la cultura va a ser fundamental para recuperar el estado de ánimo y la va a necesitar toda la población sin excepción y ya lo estamos viendo en estos días de confinamiento. Es imprescindible si queremos que se salve el planeta con nosotros, la especie humana, dentro de él. Más allá de eso: la miseria y la ignorancia.

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