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Lucía Alemany (‘La inocencia’): “Carmen Arrufat se abrió en canal para llegar al fondo y sacar a Lis”

Un descarnado retrato de la adolescencia con final abierto. Premiada y seleccionada en festivales como el de San Sebastián y con dos nominaciones a los Goya, ‘La inocencia’ se ha convertido en la sensación del cine español en el inicio de 2020. Entrevistamos a su directora, la castellonense Lucía Alemany, que junto a su actriz principal, Carmen Arrufat, llevan “de la mano” la historia. 
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Lucía Alemany, directora de 'La inocencia'.

Ha firmado una película, La inocencia, llena de verdad y naturalidad. Misión casi imposible cuando las protagonistas son adolescentes. Que aborda de frente, y con aparente sencillez, temas tan arduos como la educación, los referentes paternales y maternales, los sueños que redimen, la presión del convencionalismo, el empoderamiento femenino… y un embarazo no deseado que lo desencadena todo. Y lo ha hecho con las ideas muy claras, rodando en su pueblo, Traiguera,  y “arrancándole” a la actriz castellonense Carmen Arrufat de dentro Lis, su protagonista, para presentar una de las óperas primas e interpretaciones del año para los Premios Goya (nominada a mejor actriz revelación), San Sebastián (seleccionada en New Directors), Feroz (nominación a mejor actriz de reparto para Laia Marull), Gaudí (7 nominaciones incluyendo mejor película y dirección) y 3 Premis de l’Audiovisual Valencià (mejor directora, actriz y actor de reparto para Sergi López). Entrevistamos a Lucía Alemany (Traiguera, 1985), quien se muestra apasionada por el cine, remisa a comparar su biografía con la trama de la película, pero abierta a desentrañar las claves de la historia y de su rodaje, que revolucionó su pueblo natal, de poco más de 1.300 habitantes, durante sus fiestas.

Lucía vivió en la localidad del Baix Maestrat hasta los 18 años, cuando se mudó a Vic para estudiar Comunicación Audiovisual y después la especialidad de dirección en la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Catalunya) de Barcelona. Como apunta el dossier de la película, “desde entonces su obsesión fue dirigir a los actores en su registro más realista, apoyándose en la improvisación como motor principal de sus prácticas”. Así nació el cortometraje 14 anys i un dia, estrenado en Seminci 2015 y Premi Alfred Giner Sorolla de Maestrat Viu 2016. Un año más tarde Lucía empezó a escribir, junto a Laia Soler Aragonés, el guion de La inocencia, que rodó en 2018 en Traiguera y que el pasado 10 de enero se estrenó en cines de todo el país, incluido Cinemes Amposta (los más cercanos a Traiguera, donde acudió la directora) y los castellonenses Cinesa La Salera y Neocine Puerto Azahar, todos ellos repletos durante el fin de semana. Lucía Alemany nos atiende por teléfono mientras viaja en tren en medio de la frenética promoción de la película.

> ¿Cuánto tiene Lis de ti?
Es la protagonista de una película que he dirigido yo, que la he rodado en mi pueblo, ha salido de mí y sé de lo que hablo porque algunas cosas las he vivido, pero las situaciones específicas son propias de la película. Mi vida va en paralelo, he ido buscando dentro de mí cosas que ayudaban a contar la historia, pero la película tiene personalidad propia. Sí que hay gente del pueblo que me conoce y me dice, por ejemplo, que el personaje de Sergi López se parece a mi padre. Y les digo: “pues vaya, muchas gracias, oye” (risas).

> ¿Y qué tiene Lis de Carmen Arrufat?
La manera de mirar y la manera de sentir, pero lo que es propiamente Carmen como persona se separa bastante del personaje. En realidad, tienen poco que ver. Carmen es más dulce, es una chica que se ha criado en una familia bien, que sus padres la han apoyado en sus proyectos… es más princesita en el sentido de su forma de ser, más rollo deportista. Leí en una entrevista que Carmen decía que se parecía al personaje, pero yo no creo que se parezcan, incluso se visten muy diferente.

> Se ha sabido meter muy bien en el personaje entonces...
Sí, pero no se mezclan. Con Carmen nunca trabajamos desde la intelectualidad, sino desde una emoción pura y básica, para arrancarle el personaje hacia afuera, trabajando su capacidad de sostenerlo. No hay una técnica actoral pura, sino que fuimos cogidas de la mano para experimentar y tratar de sacarlo de una forma… cómo decirlo...

> ¿Más intuitiva?
Sí,  pero generando una experiencia propia y con técnicas que sí que eran premeditadas. Yo sabía lo que haría Carmen y que lo haría bien, porque lo vi en el casting, estaba dispuesta a abrirse en canal para ir al fondo y, después, que la cámara lo grabara cuando se había generado esa situación.

La actriz castellonense Carmen Arrufat intrepreta a Lis, protagonista de 'La inocencia'.

> Precisamente uno de los grandes méritos de la película es su tono documental e hiperrealista, tan absolutamente natural, hasta el punto que a veces parece que una cámara oculta se haya colado en una conversación entre adolescentes. ¿Cómo se consigue eso en un rodaje con lo aparatoso que es?
Ese tono es mi obsesión desde que era estudiante en tercero en el ESCAC. Cuando vi las películas hiperrealistas de Andrea Arnold pensé “quiero eso para mí”. En mi caso no era tener unos planos muy guapos, porque al final hay que renunciar a cosas. Pero por eso busqué a Joan Bordera para la dirección de fotografía, porque yo quería luchar por los actores sin tener que atender mucho a lo demás, pero al mismo tiempo quería una peli bonita. Y, claro, eso provocó discusiones en el rodaje… Después, hay casos especiales como el de Estelle (Orient), la actriz que interpreta a Sara (la amiga íntima de Lis); que ya había rodado conmigo (14 anys i un dia) y a los 12 años ya era muy natural delante de la cámara; no tiene vicios y sabe cómo ruedo. Sara sabía que iba a tener la misma luz que Estelle y eso ya lo tenía controlado. O, por ejemplo, Laura Fernández, que es de Vila-real e interpreta a Rocío, era muy complicado, porque ella no es una tía chunga como su personaje, pero sí que le encanta pinchar y tiré de ahí… Al final todas las tías lo pillaron a la perfección.

“El tono hiperrealista que tiene la película es mi obsesión desde que estudiaba tercero en el ESCAC”

> ¿Y cuánto hay de guion y de conversación improvisada en los diálogos que parecen tan espontáneos?
Está todo en el texto, aunque hay frases de Lis tipo “eres mi novio, pero no mi dueño” que son cosecha propia de Carmen. Había frases que las repetíamos, pero se les olvidaban o lo decían con sus palabras, y al final se han quedado porque primaba que ellos estuvieran bien y que el rodaje fuera tranquilo. Lo más importante era generar la atmósfera idónea y que el equipo estuviera preparado para que yo les dijera que grabaran sin que aveces ellos se enteraran de que estábamos grabando. De hecho, algunas secuencias se grabaron estando yo dentro de plano (risas).

> Hablando de naturalidad, Sergi López es un maestro, ¿cómo fue trabajar con él?
Con Sergi López, lógicamente, fue todo muy distinto. Primero porque su personaje es diferente, porque es más plano, y segundo porque es un actor experimentado que ya tiene su técnica, igual que Laia Marull. A ellos no les tienes que arrancar nada de dentro, ni ponerles en situaciones límite; saben perfectamente cómo ponerse en situación. Pero, por otro lado, no era tan diferente, en cuanto a que todo el rodaje fue muy de tú a tú; ellos en ningún momento se pusieron en otro plano, sino que también tenían sus puntos de improvisación y también les tuve que interrumpir.

Carmen y Lucía

Carmen Arrufat y Lucía Alemany charlan durante el rodaje en Traiguera. Foto: Sophie Koehler.

“En el rodaje el equipo estaba preparado para grabar sin que a veces los actores se enteraran”

> O la naturalidad de Bogdan, el personaje más simpático de la película...
A Bogdan (Florin Guilescu), que se llama como el personaje, lo conozco de Traiguera desde que nació. Es rumano, un chico muy especial porque tiene mucho desparpajo y nos hicimos muy amigos, así que le le dije: vas a ser el amigo de Lis. Pero, no te creas, como la confianza a veces... ya sabes… pues me decía que no quería repetir tantas tomas o que tal cosa no la quería hacer de determinada manera. Se grabaron muchos más planos con Bogdan de los que salen en la película, pero se tuvieron que quedar fuera en el montaje.

> Aparentemente el tema más importante de la historia es el embarazo no deseado de Lis, pero encuentro que realmente la película va sobre educación, sobre la relación de padres, madres, hijos e hijas, también entre adolescentes. ¿Puede que la imagen más potente sea cuando la madre (Laia Marull) se da cuenta de que prácticamente no reconoce a su hija?
Puede ser, a mí esa escena me encanta. En realidad, lo que quería hacer era un retrato de la adolescencia, de una adolescencia en concreto, porque hay muchas. Porque contiene los problemas familiares que pueda haber, los problemas entre amigos, la necesidad de romper con las normas y con lo que se espera de una... El embarazo no deseado desencadena el conflicto, pero el conflicto latente realmente ya existe en el mundo de Lis.

> Y también va de perseguir sueños y de cómo los puede ahogar la realidad que te rodea…
Sí, eso se ve, sobre todo, en la relación de Lis con Néstor (su novio, interpretado por Joel Bosqued) porque, si siguiera adelante como le propone él, ella tendría que olvidarse para siempre de esos sueños, y por eso quiere romper con ese futuro que parece tan predeterminado.

Joel Bosqued interpretando a Néstor en el rodaje de 'La inocencia'. Foto: Sophie Koehler.

> ¿El sueño de Lis de ir a clases de circo a Barcelona era como el tuyo de estudiar cine en la misma ciudad?
Es diferente, pero tiene puntos comunes, como el hecho de que se trata de una expresión artística que se aleja mucho de lo convencional en un pueblo como Traiguera y que puede generar rechazo como se ve con claridad en el personaje del padre de Lis.

> ¿Es el personaje de Remedios Naturales (Sonia Almarcha), especialmente cuando habla de la culpa en la escena que llevan a las hijas para tratar de que hagan las paces tras pelearse, la que se sitúa en el centro de la trama, como si fuera la voz de la conciencia?
De esa escena me está hablando mucha gente... Ese personaje es muy importante, sí. De hecho, me sabe mal cuando estamos haciendo promo de la película y no está ella. Es una actriz brillante, super importante en el película, porque en realidad para mí era dificilísimo tratar su personaje. Ella es la curandera, la bruja, la voz de la conciencia como dices. Pero nos lo teníamos que tomar en serio, porque realmente es la que termina diciendo las cosas con más sustancia, las más sólidas y solventes de la película.

> En la película aparecen pocos hombres y no salen bien parados.
En realidad, lo que explica la película con respecto al rol masculino es que si tienes un mal referente paterno, igual que materno, tienes muchas posibilidades de acabar atrayendo hacia a ti un mal referente de pareja, acabarás en una relación tóxica con un tío que tiene actitudes que no deberías tolerar pero a las que te has acostumbrado en casa. Si tienes el referente de un padre que te humilla al salir de casa, probablemente también terminen humillándote fuera de casa. Y lo que precisamente hace Lis es intentar romper con todo eso para encontrar un referente distinto en Barcelona. La película, en realidad, no es representativa del género masculino. El Polaco (Josh Climent), a quien ellas llaman “Pene de luz”, tenía mucho más protagonismo inicialmente en el rodaje, desarrollando una trama paralela en la que el rol masculino quedaba más favorecido, pero finalmente hubo que recortar el metraje y eso se perdió. Es una pena.

“Si tienes un mal referente paterno o materno tienes muchas posibilidades de acabar atrayendo a un mal referente de pareja que acaba en una relación tóxica”

> Otra de las claves para que La inocencia tenga esa naturalidad y verosimilitud es la convivencia total entre diferentes lenguas y hablas: catalán con diferentes acentos, castellano, inglés… ¿cómo se consigue llevar al cine eso que ocurre habitualmente en la calle pero que cuesta tanto ver en el cine?
Fue posible gracias a un montón de factores. Primero, por una cuestión práctica. En el casting no podía limitarme a encontrar a una Lis con acento de les Terres de l’Ebre, así que finalmente la protagonista habla indistintamente valenciano con acento de La Plana y castellano. Y, sin embargo, había otros personajes como el de Estelle (Sara) que sí tienen el habla propia de Traiguera. Al final, por cuestiones prácticas de producción, no les íbamos a cambiar el acento para uniformarlo y, además, no hubiera quedado natural, porque es lo que realmente pasa en el pueblo en verano; esa realidad existe y no le damos más importancia. El otro factor que lo posibilitó fue que los lingüistas de TVE y TV3 lo permitieron, porque si hubieran querido estandarizar todo el texto realmente se hubieran cargado el tono de la película. Eso realmente fue una suerte.

> ¿Y ese factor lingüístico afecta a la distribución?
El hecho de que se mezclen lenguas y que en sitios como Andalucía se tenga que ver subtitulada requiere un esfuerzo más para el público, pero en realidad no es un obstáculo, porque, como te decía, es así como funciona la calle y mola que llegue así al cine.

Joel Bosqued, Carmen Arrufat, Lucía Alemany, Sergi López y Laia Marull durante una presentación de 'La inocencia'. Foto: Juan Carlos Verdú.

> ¿Cómo digiere una ópera prima todos los reconocimientos que está teniendo en festivales del prestigio de San Sebastián o con las nominaciones para los Goya, Feroz, Gaudí…?
En realidad es como un objetivo cumplido, porque desde el principio, con esta película, tuvimos la mentalidad de no ponernos límites, no de hacer una película y a ver qué pasa; queríamos que molase, que fuera reconocida para que llegase a la gente. Ese era nuestro objetivo. No por el hecho de recoger premios, pero sí que nos esforzamos en hacer una buena película; he luchado y me esforzado y he pasado días sin dormir por ello. Lo que a veces me pregunto es qué hubiera pasado si no hubiera llegado el reconocimiento, porque detrás hay todo un trabajo que no se ve, a nivel técnico o de prensa, por ejemplo, que también es muy importante para una película… Porque después de que funcione el boca-oreja o de que salgas en los medios, la peli ha de resultar y hay muchas otras pelis… Es muy difícil. ¡Mucho! Por eso estoy muy agradecida.

> ¿Y ahora qué?
Además de la promoción de la película, estoy esperando a ver si À Punt me renueva 69 raons (programa divulgativo sobre educación sexual dirigido a adolescentes). La primera temporada está ya en YouTube, pero la segunda la tenemos pendiente de aprobación...


  1. Me ha encantado la pelicula...muy de verdad y leyendo ahora la entrevista aun mas. Felicidades a tod@s

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