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John Franks (Smile, en el FeCStival): "No hay nadie en Warner que me diga que cambie un estribillo"

Smile regresa a Castellón el 7 de octubre con motivo del 5º FeCStival. Su líder, John Franks, habla con cariño de La Plana, de su nuevo disco, 'Happy Accidents', y de los pájaros de su cabeza. La banda de Getxo compartirá escenario con Mucho, Ruth Baker Band, Cala Vento o deBigote en el parque Rafalafena.
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Hablamos con John Franks (centro) de Smile, uno de los grupos nacionales del cartel de la quinta edición del feCStival.

Smile tiene una referencia intrínseca en su nombre, quizá involuntaria pero muy significativa, que pasa desapercibida: Brian Wilson, de los Beach Boys, compuso un disco que llevaba justo ese nombre mientras grababa el famosísimo Pet Sounds (1966), álbum cumbre de la banda. Ese disco, que se resumió de forma voraz en el hit "Good vibrations", quedó incompleto. Casi cuarenta años después, Wilson lo arregló y publicó como Brian Wilson Presents Smile (2004).

La música de los Beach Boys tenía una base alegre, más festiva en sus comienzos, pese a que las temáticas que se entonaban en las letras fuesen más densas y emocionales. John Franks, compositor, cantante y guitarrista de Smile, ve en los Beach Boys y en otras referencias de los 60s una conexión con el bienestar, unas melodías afables con mayor trasfondo del que suele percibir un público masivo. Tras pasar por la facultad de Bellas Artes, John veía las propuestas artísticas de sus compañeros orientadas hacia lo oscuro, y ya entonces se propuso buscar la parte luminosa del arte. Esa luz, esas buenas vibraciones que persigue esta banda vizcaína llegan a Castellón el 7 de octubre, ya que Smile es uno de los nombres con más peso y más esperados del 5º feCStival.

>Las letras, la música, los vídeos, incluso el propio nombre de la banda nos lleva a un mismo sitio: optimismo, disfrutar de los buenos momentos, ahuyentar los malos… Sabemos que no os mola que se quede la imagen de que esto es superficial. ¿Cuál es la filosofía de la banda?
Sí, es una propuesta optimista, que ve la botella medio llena. Lo que pasa es que somos perfectamente conscientes de que la vida tiene episodios oscuros. A mí no me gusta la idea de hacer una banda en la que todo sea alegría y felicidad banal, por eso sí que procuro compensar entre las letras y la música. Yo sí que intento que las melodías sean muy optimistas pero profundizo en los otros aspectos en las letras. Sin embargo, en cuanto la melodía tiene un toque alegre, la gente ya no se para a pensar qué es lo que está diciendo la letra.

>¿Cuál es vuestra actitud a la hora de escribir una canción? ¿Qué es lo que os mueve lo suficiente como para dedicarle un espacio en vuestro disco?
A nivel compositivo, tú lo que haces es atrapar melodías que te vienen a la cabeza de una manera aleatoria y es cuestión de destreza ver que te sale algo interesante para empezar a trabajar sobre ello. Cuando cojo la guitarra y empiezo a tocar y empiezo a frasear encima, esas primeras frases guían el resto de la canción, de qué quiero hablar.

>Al escucharos, no puedo dejar de imaginarme una pandilla de amigos alrededor de una hoguera en una acampada, riendo, tomando cerveza, compartiendo historias. Quizá sea la instrumentación, porque la inclusión del ukelele lleva a esos derroteros…

«Como artista, estás en tu propio universo y puedes no darte cuenta de algunas cosas. Mis canciones favoritas nunca coinciden con las canciones favoritas de la gente»

Sí que hay una intención clara de que nuestra música te lleva a lugares así o a un bienestar. Yo ya no tengo veinte años, y la gente que tiene mi edad generalmente lleva muchos años en el mismo trabajo, en la misma casa, con la misma pareja. Nosotros intentamos animar a que esa monotonía no te atrape y a hacer cosas, porque si no la vida se puede volver algo muy aburrido.

>Vuestro Happy accidents (2017) celebra diez años de carrera discográfica, desde Painting the sun one color (2007). ¿Cómo ha sido el cambio de estilo, desde algo más folk, acústico y reposado, a la base más bailonga y fresca de las últimas referencias?
Fue con "City girl", en el disco anterior. Fue el single, la canción más escuchada con diferencia y era la más diferente dentro de ese disco. Yo le decía al mánager que no podía salir como single porque no representaba al disco, pero la gente se detuvo a escucharla más que al resto. Además, a nivel creativo me apetecía plantearme un reto diferente, y eso es fundamental también a nivel artístico.

>Tiene eso también un poco de ensayo-error, de tantear a vuestro público y enfocaros hacia algo que pueda funcionar.
Tú mismo, como artista, estás en tu propio universo y puedes no darte cuenta de algunas cosas. Mis canciones favoritas nunca coinciden con las canciones favoritas de la gente, así que voy a hacer caso de lo que me dicen y voy a mirar dentro de mi subconsciente a ver si encuentro más City girl’s -ríe-.

>¿Cómo percibís esas preferencias, más allá de los números que pueda alcanzar una canción en Spotify o en YouTube?
Al público se le ve en seguida cuando una canción le entra o cuando no. Generalmente, y más en este país, la gente reacciona mucho mejor a las canciones más movidas que a las más lentas, eso es evidente. Y ahora mismo, pues no sé si es porque los festivales se han convertido en un evento social, de divertimento, pero por ejemplo noto mucho que en este disco "Light you up", el segundo single que presentamos, en directo funciona como un cañón; y es la canción más movida también del repertorio. Ahí lo percibes: la gente se pone a bailar y entra al trapo, y recibir esa energía es también uno de los motivos por los que hemos hecho un disco así. Mi subconsciente me lleva muchas veces a hacer canciones movidas también por eso, pero hay que encontrar el equilibrio. Puedes dejar de ser quien eres.

>Aterrizáis en Castellón para tocar en feCStival, uno de los festivales que más fuerza ha ido cogiendo en esta ciudad en los últimos años. Hemos visto que estuvisteis por aquí hace unos años, cuando presentabais Out of season (2013). ¿Recuerdas la acogida del público castellonense?
Nos flipa Castellón, nos tratáis genial allí. Siempre hemos tocado en la misma sala, en el Four Seasons, que son gente alucinante y nos lo hemos pasado pipa allí. De hecho hicimos sold out en el Four Seasons. Luego volvimos y no lo petamos tanto, no sé qué pasó ahí -ríe-. Pero fue una gozada, notamos que se nos conocían. Siempre vamos con muchas ganas, y con este festi nos pasa lo mismo.

>Ahora que has estado mencionado los festivales y las salas, ¿qué es lo que un concierto de festival aporta al público, antes que un concierto en una sala?
El público de festival está ahí muchas veces de rebote y el que se cree ahí una hermandad es mucho más complicado. Porque en una sala, cuando tocas tus canciones y la gente ha pagado por verte es porque las conoce, la conexión es más fácil. Y en el festival, la gente que no te conoce, recibe estímulos de la música y es donde tienes que hacer el esfuerzo y tener la capacidad de hacer que la gente entre.

>Puede ser que estés convenciendo a alguien que no te conoce.
Sí, los festivales tienen precisamente eso de bueno: sorprender y atrapar a gente que de otra manera no te hubiesen visto. Eso siempre es bueno, claro.

"Mi subconsciente me lleva muchas veces a hacer canciones movidas, pero hay que encontrar el equilibrio. Puedes dejar de ser quien eres"

>¿Consideráis que hacéis música indie, tal y como se conoce? ¿Cómo entendéis este término?
Indie es “independiente”. La definición ya no es lo que era…

>Ahora es un estilo.
Exacto, ahora es un estilo. Lo que se sale del mainstream, lo que escucha la gran masa o lo que se supone como radiofórmula se considera indie. Sí que es verdad que es una palabra muy difícil de definir, porque realmente indie hay muy poca gente. Pero yo no sé si me considero indie o no…

>Bueno, ahora mismo estáis en Warner.
Sí, pero yo hago lo que yo quiero. No hay nadie que me rija, que me diga que este disco tiene que ser así, que tengo que cambiar este estribillo… Pero me imagino que también pasará con grandes artistas que están en grandísimas multinacionales y que no permiten que esa multinacional les dirija.

>Menos mal que todavía hay libertad dentro de las multinacionales. ¿Se ha demonizado la imagen de la gran multinacional?
Totalmente. Yo creo que las multinacionales trabajan por sus artistas y evidentemente se llevan un pedazo del pastel, entonces interesa que ese artista tenga más éxito. Pero también es verdad que apoyan a sus artistas y les dan facilidades y opciones que ellos de manera independiente no tendrían. Y además, como decía antes, muchas veces su opinión frente a lo que tú estás haciendo puede ser positiva. Alguien desde fuera lo ve más claro que desde dentro, como si estás viendo un partido de fútbol.

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