
Joana Serrat publicará en junio su quinto disco, grabado en Texas en 2019. Foto: David Giménez.
Con su música, Joana Serrat ha cruzado fronteras para hacer llegar su pop-folk a la americana. Tras la publicación de cuatro álbumes de estudio y una larga lista de reconocimientos (entre ellos, el premio a Mejor álbum nacional en los Premios Pop-Eye 2014), Joana Serrat se atreve con una de las propuestas culturales más singulares: la Mostra de Música en directe i Cinema Cinemascore. Lo hará con una adaptación de la banda sonora de Una historia verdadera (David Lynch, 1999) el domingo 7 de febrero a las 19.00 en el Paranimf de la UJI.
>El festival Cinemascore es una ocasión bastante particular por su combinación de cine y música en directo. ¿Es la primera ocasión que participas en una iniciativa de este tipo?
Sí, es la primera vez y estoy muy agradecida de poder hacerlo, que hayan contado conmigo para un proyecto como este. A parte de ser una experiencia muy gratificante, me lo estoy pasando de maravilla.
>¿Habías pensado anteriormente en poner la banda sonora de alguna película, componer el acompañamiento musical para cine?
No es mi primera experiencia componiendo acompañamiento musical para el cine. De hecho, compuse dos bandas sonoras para dos cortometrajes: Mi Padre Es BjörnBorg y Extravío.
>Tu estilo recuerda mucho a la música norteamericana; incluso grabaste tu último disco en la ciudad de Dripping Springs (Texas). Además de la proximidad musical, ¿qué aportará tu intervención a Una historia verdadera?
En esta ocasión he compuesto a piano el tema principal y adaptado algunas de las canciones de mis dos discos anteriores: Dripping Springs (Great Canyon Records / Loose, 2017) y Cross The Verge (Primavera Sound /LooseMusic, 2016). Ambos trabajos tienen un contenido emocional elevado que encaja con la cinta de Lynch. Mis canciones siempre tienen un recorrido paisajístico y, en ese sentido, Una historia verdadera ofrece secuencias fantásticas donde encajar mis composiciones. Igual que la película, me parecía interesante que estos recorridos plásticos fueran a la vez vivenciales. Y es lo que intentamos aportar a la banda sonora con la guitarra acústica, el piano, los sintetizadores y el pedal steel.
>En anteriores entrevistas has citado a artistas como Neil Young o Dylan como tus principales referentes musicales desde el inicio de tu juventud. ¿Qué otros artistas o grupos dirías que han influenciado o marcado tu obra?
Es cierto que Neil Young y Bob Dylan han tenido un impacto directo y muy grande en mi vida, y han supuesto los fundamentos sobre cómo entiendo la música y cómo la vivo. Pero estos cimientos, al igual que los pilares de una casa, sirven para continuar construyendo encima de ellos, expandirse y darles forma. Hay muchos artistas que me han influido a lo largo de mi vida, desde artistas folk hasta grupos pop pasando por unos grunge y otros shoegaze. Cada disco es el reflejo de un momento muy concreto de mi vida y los discos que he escuchado en cada época, han influido mi forma de afrontar mi vida y mi obra. Por ejemplo, en el proceso de composición de mi último disco, que se publicará en junio de este año, estaba escuchando a Lana Del Rey (Ultraviolence), Sarah Klang (Love In The Milky Way), Julia Jacklin, Chromatics (Dear Tommy), Dean Wareham and Cheval Sombre, Taylor Swift (Reputation), Slowdive y Daniel Romano (Modern Pressure).
"Los discos, una vez terminados, adquieren su propia forma y se alejan de ti"
>Grabaste Dear Great Canyon (El Segell del Primavera, 2014) en el estudio de Paco Loco en Cádiz. En cambio has grabado tus dos últimos discos en Canadá (Cross the Verge) y Texas (Dripping Springs). ¿Supone algún cambio grabar un álbum en el extranjero?
En Dear Great Canyon había creado un equipo muy bonito con quienes quería compartir esta hazaña tan grande para mí que era trabajar con Howard Bilerman en el estudio de Paco Loco en Cádiz. Con Cross The Verge, sentí la necesidad de trasladarme al estudio de Howard, al Hotel2tango, con mi hermano Toni Serrat (batería) y David Giménez (mi mánager y socio en Great Canyon Records) a Montreal. El disco requería invadir aquel templo de la música para conseguir los espacios que las canciones pedían. Pero con Dripping Springs, la historia fue distinta, había una necesidad de desprenderme de todo, así que cuando Israel Nash me propuso de grabar en su rancho-estudio, Plum Creek Sound, fue fácil ir sola con mi guitarra.
Los cambios los trae la vida y con suerte, los procesos de composición te traen recompensas. Para mí, cada grabación ha sido especial, genuina y muy bonita. Al final, las grabaciones las moldean las personas que toman parte en su proceso de ejecución y el escenario en que estas sesiones discurren. Es decir, los estudios. Los discos, una vez terminados, adquieren su propia forma y se alejan de ti.

Aunque Joana Serrat empezó a publicar sus primeros trabajos en 2008 con el seudónimo J.S.T., su primer disco firmado fue "The Relief Sessions" lanzado en 2012. Foto: David Giménez.
>Y has creado tu propio sello discográfico Great Canyon Records junto con David Giménez. ¿Qué te motivó a tomar esa decisión?
Fue una decisión conjunta. Nos movió la idea romántica de crear nuestra propia discoteca, nuestro catálogo de discos favoritos y poder formar parte del proceso artístico de los álbumes. También el hecho de empezar un sello donde poner nuestras reglas que se ajustaran al ideario, quizás idílico, debo admitir, musical que tenemos. Supongo que el imaginario western nos jugó una mala pasada ahí…
>Además de la cancelación general de giras y conciertos, ¿de qué forma ha afectado la pandemia a tu trabajo?
La verdad es que la situación actual me está pasando factura. Me cuesta tocar como tocaba antes y escribir como escribía antes. Aunque me sienta en un terreno totalmente desconocido y nuevo y muy hostil, de momento mi reacción no ha sido plasmarlo en mis canciones. Siento que hay un muro. Me cuesta ver el sentido de componer ahora mismo. Necesito tocar, sin ello no veo el camino de regreso a mi misma, a mis canciones.
"El sector musical se ve relegado porque como industria no puede competir económicamente con nada"
>Vaya... ¿Está tocar en tus planes de futuro? ¿Qué tienes en mente, siempre que la pandemia lo permita?
Por ahora, el 18 de junio el sello británico Loose, la discográfica de artistas como Damien Jurado, publicará mi nuevo trabajo que grabé en Denton (Texas) en 2019, y del que me siento muy orgullosa. Si la situación lo permite, la idea es iniciar gira para ir presentando el disco junto a mi banda. A la vez, ha salido alguna oportunidad más de seguir defendiendo el proyecto de Una historia verdadera, cosa que me alegra muchísimo. A lo que nuestro sello se refiere, Great Canyon Records, tenemos el año lleno de nuevas publicaciones. A la vez, me encuentro haciendo las producciones musicales de distintos grupos y espero poder continuar haciéndolo porque soy realmente feliz dentro del estudio. Me da vida.
Aunque, si hablar de planes de futuro ya era difícil antes de la pandemia, ahora me parece una hazaña imposible. Con la pésima gestión que están desempeñando nuestros representantes, no veo horizonte. Además, cuando vives en un país en el cual el sector musical, al igual que todas las otras industrias artísticas, se ve relegado a la nada porque como industria no puede competir económicamente con nada, te planteas de qué forma tienes que vivir tu carrera. Así que de momento, me levanto cada día con la intención de sobrevivirlo. Y cuando lo hago, me parece una gran victoria.