Fotografía, Música

Jero Romero se hace gigante y pone en pie al Teatro Principal en la Fiesta de Nomepierdoniuna

El sábado saltó la chispa. El Teatro Principal de Castellón se convirtió en el escenario perfecto para la sonoridad de las canciones de ‘Cabeza de león’ y Jero Romero conectó al 100% con el público, derrochando energía y calidad. La III Fiesta de Nomepierdoniuna, que ya empezó muy bien rodada con la proyección de Carme Ripollès y el acústico de Santi Campos, fue una auténtica celebración de buena música pop en directo.
  
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La conexión final. Foto: Carme Ripollès (ACF).

La platea del Teatro Principal de Castellón llena. El público en pie, aplaudiendo y con una sonrisa de oreja a oreja al finalizar el concierto. Jero Romero, Charlie Bautista y su banda devolviendo el aplauso, rendidos y con los ojos brillantes. Esa imagen es la que mejor resume lo que pasó el sábado en la III Fiesta de Nomepierdoniuna. Una tarde redonda, desde la proyección de Carme Ripollès y el acústico de Santi Campos, que se culminó con un concierto gigantesco y único: estreno de Jero Romero en un teatro, con una acústica perfecta para sus canciones; derrochando energía, precisión y calidad; y, lo que es más importante, logrando una conexión y una complicidad total con el público. El músico toledano confirmó que Cabeza de león es un disco repleto de canciones brillantes a las que saben sacarle todo su jugo en directo. Y todo eso sobre un escenario que fue presidido por el logo de Nomepierdoniuna. No podemos estar más satisfechos y agradecidos. A todos. Empezando por las más de 300 personas que no quisieron perdérselo.

Como ya había anticipado en la entrevista previa, Jero Romero, Charlie Bautista, Amable Rodríguez, Alfonso Ferrer y Nacho García llegaron a Castellón con muchas ganas. Muy motivados. Desde la prueba de sonido. Una laboriosa y meticulosa liturgia –llevan unos cien mil instrumentos en la furgoneta- en la que la banda ya empezó a ponerse en situación. Porque la sonoridad del Teatro Principal, efectivamente, fue una de las claves. Otra, sus canciones: las doce del disco –las tocaron todas-, la exclusiva para mecenas, tres inéditas y una versión. Y lo que hizo que todo fluyera: su actitud, su forma de disfrutar a saltos del conciertazo que les estaba saliendo. Con esa disposición agrupada sobre el escenario, encarados entre sí, como en un ritual de celebración que, en la segunda canción, ya habían contagiado a todo el teatro. Lo mismo que en grandes escenarios abiertos como el del FIB casi parecía una nerviosa coreografía, el sábado cobró todo su sentido. Funcionó a las mil maravillas. Como si Cabeza de león hubiera sido concebido para el teatro de la plaza de la Paz.

Con esos mimbres, todas las piezas fueron encajando. Una tras otra. Desde “Señor gigante”, pasando por “Las leves” y hasta llegar a “Devolverte”, que marcó el cénit del concierto de Jero Romero. Un tema que no llega a los 3 minutos, pero con un ritmo y un crescendo arrebatadores, que compendia muy bien lo que ocurrió: el compositor toledano metidísimo en la canción, Charlie Bautista arropándole con maestría a la voz y a la guitarra (y a lo que hiciera falta), una letra corta y sencilla pero con unas cuantas imágenes luminosas. Y el público siguiendo el compás dando palmas, al principio y al final, cantando uno de los estribillos, cedido por Jero. Acústica, sí, pero arrolladora.

También destacaron “Reloj de sol”, “Correcto”, “Nadie te ha tocado”, “El as”, con la que terminaron antes de los bises… Casi todas, vaya. Sólo “Ya te lo decía yo” dibujó un valle en la actuación: el violín que marca la canción se echó totalmente en falta. Y, además, muy buenas noticias: las tres inéditas que tocaron (“Narciso”, “No hay” y “Vals equilibrado”) suenan de cine, lo que augura un segundo disco bien apetitoso. Para ponerle la guinda al pastel, una versión de “Es muy fácil”, uno de los éxitos del grupo bilbaíno de finales de los 60 Los Mitos. En definitiva, un gran concierto de música pop.

Pop en esencia es lo que destiló Santi Campos en su actuación acústica, que precedió a la de Jero Romero. Salió cantando a capela por el patio de butacas, acompañado al piano desde el escenario por Charlie Bautista, para empezar con su preferida, “Cleopatra, Reina de África”. Así, sin red. Agarrado solo a sus canciones. Pero claro, son muy buenas y tiene para regalar. Se centró en las que formarán parte del nuevo disco de Amigos Imaginarios, Museo de Reproducciones. Y algunas, después de haber escuchado los adelantos en las últimas semanas y verlas al desnudo el sábado, se puede decir ya que apuntan muy arriba. Especialmente “El hombre cometa”, que también da (parte del) título a su primer libro de poemas, El hombre cometa y la mujer curvada (Bondaàparte) -presentado recientemente en Madrid y en Granada-, y en la que también puso el piano Charlie Bautista.

De hecho, las letras de Santi Campos llevaron gran parte del peso de su concierto. Las letras de sus espléndidas canciones, pero también de las presentaciones. Se confesó nervioso (“No se por qué, pero cuando toco en Castellón siempre me pongo muy nervioso”) y explicó que era la segunda vez que entraba en el Teatro Principal, después de haberse colado con unos amigos en un concierto de Raphael cuando vivía aquí. También tocó “Lobos e insectos” y entonces todo se dio por bien empleado. Hasta Jero Romero –quien se confesó devoto del segoviano ante el público- la tarareaba durante la prueba de sonido esperando que la incluyera en el repertorio. El concierto terminó con el músico toledano y toda su banda acompañando a capela a Santi Campos, en una colaboración inédita hasta ahora en directo. Una de las imágenes para el recuerdo que dejó la Fiesta de Nomepierdoniuna.

Otra cosa importante que ocurrió el sábado en el Teatro Principal fue la confirmación definitiva de que Charlie Bautista es un músico portentoso, con un don especial para aportar el arreglo adecuado a cada canción. Lo habíamos visto ya por aquí con Amigos Imaginarios, al que define como “su grupo”, con Christina Rosenvinge, con Russian Red… Pero lo del sábado con Jero Romero fue una auténtica exhibición. Además de su versatilidad y del dominio de un montón de instrumentos (en Cabeza de león los toca “casi todos”, conforme dicen los créditos), puso un toque de calidad y aplomo sobre el escenario impropio de su edad. Fuera del escenario, un gran tipo.

Destellos de una fiesta que empezó muy bien encarrilada con la proyección Waiting de Carme Ripollès, a base de fotos tomadas con su teléfono móvil agrupadas en tres bloques: empezando por el más introspectivo, con fotografías tomadas desde su habitación; el segundo con un frenético carrusel de imágenes de festivales musicales y el tercero dedicado a las esperas en su trabajo como fotoperiodista para el periódico Levante de Castelló y para ACF. La primera estuvo marcada por “All Dressed in White” de Dawn Landes, que ejerció de conexión con anteriores fiestas de la web, ya que la norteamericana fue la cabeza de cartel de la primera edición, celebrada en el Four Seasons en 2010. Y es que la música articuló muy bien el discurso de las galerías de imágenes, especialmente en la segunda y en la tercera, con “Dónde estáis” del castellonense Gahs (con Sutja Gutiérrez) para darle intensidad al frenesí festivalero, y “Cómo hacer crac” de Nacho Vegas de banda sonora perfecta para dejar en evidencia al stablishment local.

Otros puntos de vista:

>La Gramola de Keith.

>Distópicos.

>Fotografías de Sara Ledesma.

>Vídeos del público en YouTube (Sopademisho, Víctor del Corte y Rosana Ayza):



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