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FitCarrer Vila-real arranca risas y admiración entre humor, danza y equilibrios circenses

Las espectaculares acrobacias sobre piano en el aire de los belgas D'Irque & Fien, la danza urbana de Kukai & Brodas Bros, las alas de Pepa Cases, los locos pasacalles de los austriacos Irrwisch, el 'correfoc' de Scura Plats... Emociones, risas y algún sobresalto en la 31ª edición del Fitcarrer de Vila-real, que pudo con la amenaza de lluvia.
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Pianos para volar y para interpretar piezas en el aire con los belgas D'Irque & Fien. Foto: Angie Sánchez.

Ya son 31 ediciones moviéndose por las calles y las plazas, emocionando al público y haciéndole soltar carcajadas o expresiones de admiración. El Festival Internacional de Teatre de Carrer de Vila-real (FitCarrer) nunca falla en sus objetivos y entre el 4 y el 6 de mayo de este 2018 ha vuelto a lograrlo. El único inconveniente fue la lluvia. Hizo acto de presencia la tarde del viernes y alteró el programa, obligando a la suspensión del espectáculo de la compañía aragonesa D'Click y recortando el protagonizado por Maintomano. El resto de las actividades pudo realizarse sin contratiempos, llegando a reunir -según las estimaciones del equipo organizativo encabezado por Pau Ayet- alrededor de 20.000 espectadores en el global de los tres días, quienes pudieron asistir a una finalista al Premio Max 2018 como Mejor Espectáculo de Calle, Topa, de Kukai Dantza, o a la espectacularidad acrobática de D’Irque & Fien con Sol bemol, premiado en el TAC de Valladolid 2017. Las compañías locales de Pepa Cases,  NUC y Scura Splats aprovecharon para presentar sus más recientes producciones.

Una jaula, unas alas y Pepa Cases en 'Volat'. Foto: La Mary Posa.

Unas grandes alas en una jaula llamaban la atención de los presentes en la Plaza Mayor en la noche del viernes. Era la invitación de la bailarina y coreógrafa vila-realense Pepa Cases para liberarse de ataduras físicas y mentales a través de Volat. Una escapatoria de la que hizo partícipe al público, que acto seguido asistió a Aigua, el estreno de la coproducción de la compañía local NUC y por FitCarrer, con cubos de agua colgantes, cuerdas y zancos como herramientas de acompañamiento de las actrices. El remate lo puso el valenciano Toni de l'Hostal con sus humorísticas y críticas canciones.

La coproducción vila-realense 'Aigua', a cargo de NUC. Foto: La Mary Posa.

Horas antes se había puesto en marcha el festival con un debate profesional sobre Teatre en llibertat al que siguió la entrega del VII Premio Ramón Batalla, que fue a parar al Institut Valencià de Cultura (IVC), "única entidad pública que ha apoyado el festival desde sus inicios ininterrumpidamente", explicaron los organizadores de FitCarrer. Mientras, se desarrollaba la primera de las dos jornadas del workshop Enredant fils, a cargo del director de escena y dramaturgo abulense Carlos Martín Sañudo dirigido al alumnado femenino de las escuelas municipales de teatro (EMTAC) y de danza de Vila-real (EMD), cuyos resultados se pudieron apreciar en la matinal del domingo en las rampas verdes de Plaza Mayor, junto al trabajo a las compañeras de Art Dramàtic de València (ESAD).

La argentina María Cavagnero demostró por qué su espectáculo se titula 'Equilibrium'. Foto: La Mary Posa.

A pesar de la amenazante lluvia, que al final apareció, en la plaza Mayorazga se disfrutó con espectáculos circenses dirigidos al público familiar, como el de la argentina María Cavagnero o el de Maintomano, que sufrió la primera interrupción a causa del agua que caía, aunque pese a este inconveniente la compañía vasca Markeliñe sí pudo abrir su peculiar restaurante Chef Nature, especialista en acoger a estresados por la vida.

La jornada del sábado arrancó por la tarde y estuvo llena de acrobacias y equilibrios, como los del dúo italiano Kolektive Lapso Circk en la plaza Colom, sin olvidar el humor de la compañía vasca Trapu Zaharra con A cal y canto, ya en la plaza Mayor, por cuyos alrededores se pudo presenciar el divertido espectáculo itinerante de los austriacos Irrwisch y su peculiares abuelas. En combinación de música, coreografias y acrobacias, los kenianos The Black Blues Brothers hicieron partícipes a los presentes.

'Topa', de Kukai Dantza y Brodas Bros, aspirante a los Premios Max 2018. Foto: Angie Sánchez.

La noche, en la Mayorazga, tuvo como primeros protagonistas a los vascos Kukai Dantza junto a los catalanes Brodas Bros, con Topa. Como es habitual en sus producciones, ofrecieron una mezcla de folclore vasco con danza contemporánea y bailes urbanos, resultando muy aplaudida su actuación. Tal vez la sorpresa de esta edición llegó con los belgas D'Irque & Fien, quienes entre amor y música en vivo desarrollaron un espectáculo, Sol bemol, llenó de acrobacias, utilizando cuerdas y cuatro pianos como complementos. Los murcianos La Cueva de Pelpómene transitaron por varios cientos de metros buscando el voto del desempate de la divertida La campaña, o cómo llegar a ser alcalde a base de prometerlo todo.

Equilibrios sobre cuatro pianos sostenidos entre ellos. a cargo de D'Irque & Fien. Foto: Angie Sánchez.

En la mañana del domingo, además del poético espectáculo de la plaza Mayor, fue posible asistir al espectáculo preparado para los más jóvenes por Paraules de l'Aire. Con sus títeres mostraban en quince minutos las cuatro estaciones del año. A la vez, La Troupe Malabó, de Betxí, exponía su divertida Oníricus, las aventuras de dos mozos de circo una vez cerrada su compañía.

Scura Splats estrenó 'Theos foc' en el cierre de esta 31ª edición. Foto: La Mary Posa.

Ya por la tarde volvieron los austriacos Irrwisch, la única compañía que repitió en esta edición, con un nuevo espectáculo itinerante, aunque esta vez subidos en zancos. Más equilibrios circenses con los leoneses Cirk About It, con un El apartamento muy dinámico. Unos problemas físicos impidieron que en la edición de 2017 la compañía madrileña HuryCan pudiese desarrollar su espectáculo de danza, por lo que se les recuperó este año con Asuelto. Fueron los malabares de los valencianos La Trócola Circ los que cerraron la jornada vespertina a falta de la guinda final, que corrió a cargo de los vila-realenses Scura Splats con su correfoc lleno de fuegos artificiales y chispas titulado Theos foc.

 

 

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