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El viaje del 'Guernica'

La II República encarga a Picasso una obra para la exposición de París. En abril del 37 la Legion Condor bombardea Guernica. El suceso llega a oídos de Picasso y el resultado es una de las obras icónicas del arte, símbolo de la lucha antifascista y la paz. El cuadro gira por todo el mundo. 'Picasso. El viaje del Guernica', exposición de La Caixa y el Museo Reina Sofía, recorre cada paso del cuadro.
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La historia del 'Guernica', en la exposición de la plaza del Mar del Grau de Castelló (hasta el 28 de agosto). Foto: Carme Ripollès (ACF).

En 1937 una delegación española visita a Pablo Picasso, entonces viviendo en Francia. Su intención, pedirle al artista su participación en el Pabellón de la República Española de la Exposición Internacional de París. El artista malagueño, reticente a aceptar el encargo, empieza a dar forma a distintas propuestas. Ese mismo año, el 26 de abril, Guernica sufre un bombardeo aéreo. Mueren más de 100 personas y pasa a formar parte de la historia más cruda de España. El ataque fue una prueba, un ensayo de la Legion Condor. Con el tiempo se han conocido otros municipios que bombardeó el ejército alemán, con la aprobación de Franco, durante la Guerra Civil Española. Tal y como también ocurría en mayo del 38 con la prueba de los aviones Stuka sobre pueblos castellonenses. Preparaban a sus ejércitos, aviones y armas para la Segunda Guerra Mundial y cuantificaban su efectividad arrasando pueblos y asesinando a personas.

El bombardeo de Guernica llega a Picasso a través de la prensa gráfica. En ese entonces, y por lo que se puede adivinar de una serie de bocetos previos del artista, estaba trabajando en una obra sin ningún resultado concluyente hasta ese momento, también debido a que se rumoreaba que el artista estaba pasando por una crisis personal y creativa; pero el bombardeo en Guernica hace que se replantee su obra.

Picasso tarda 45 bocetos y cinco semanas en dar forma al Guernica; que además es su primera obra de gran formato con 776,6cm de largo y 349,3cm de alto (incluso tuvo que trasladar su taller temporalmente a otro lugar con mayor espacio). Un proceso complejo, cambiante y a contrarreloj que queda inmortalizado por la también artista Dora Maar, entonces pareja del pintor. Un total de 28 fotografías a través de las cuales es posible conocer las distintas fases por las que pasó la obra. El Guernica llega a la exposición de París, concretamente al patio del pabellón español, compartiendo espacio con la instalación Mercury Fountain de Alexander Calder. La fama del pintor y su reconocimiento internacional fueron las principales razones por las que el gobierno de la Segunda República Española se pone en contacto con él para que exponga en París. El cuadro se convierte en un elemento de propaganda en plena Guerra Civil.

Durante toda su historia, la obra de Picasso ha recorrido innumerables países.

El Guernica ya es un símbolo. No solo para el gobierno republicano, sino que la obra de Picasso pronto se convierte en un símbolo de la lucha antifascista. La principal razón es que se considera como una obra simbólica, ya que no se puede ver de forma clara una representación del bombardeo como tal en Guernica, razón por la que se ha convertido en un referente de la lucha social y de la crudeza de las guerras. La paz quebrada. Para ello, Picasso elimina el color y nos muestra una obra en blanco y negro. También apela al caos, aunque está perfectamente estructurado. Dentro del cuadro, un sinfín de simbolismos y referencias. Entre los más conocidos: el toro, que representa la parte más bruta de los conflictos, según algunos expertos en arte se trata de una representación del propio artista; también el caballo, ocupando el centro del cuadro, una referencia al arte; y la mujer con el hijo muerto, junto al toro, simbolizando el dolor. También elementos menos conocidos y apreciables a simple vista, como la paloma que representa esa paz rota; la cual se puede apreciar mucho mejor en las fotografías que Dora Maar hizo durante el proceso del cuadro.

Una vez pasada la exposición de París, el Guernica, que se convierte en un símbolo político y social, además de en una de las obras más importantes del siglo XX, pasa a formar parte de una exposición itinerante que recorre distintas ciudades europeas. Mucha gente desconoce que el cuadro viajó por todo el mundo durante años y el significado de todos estos viajes, razones por la que ya es icónico. Picasso. El viaje del Guernica* es una muy buena forma de conocer el recorrido que hizo la obra, también toda su historia desde el primer boceto hasta todas aquellas otras manifestaciones artísticas y sociales que ha inspirado. Es la exposición que promueve La Caixa junto al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y que, con la colaboración del Ayuntamiento de Castelló, se puede visitar hasta el 28 de agosto en la plaza del Mar del Grau de Castelló.

La exposición 'Picasso. El viaje del Guernica' acerca al público a la historia de la obra a través de una recopilación de documentos, fotografías, vídeos, etc. Foto: Carme Ripollès (ACF).

En 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial y la instauración del franquismo en España. El país deja de ser un lugar seguro para el arte en general y para el Guernica en concreto, por lo que Picasso decide que la obra permanezca en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). A partir de este momento, la obra gira por distintas ciudades estadounidenses para volver a Europa. Su llegada al Palacio Real de Milán tiene mucho significado, ya que se utilizó el cuadro como herramienta para crear conciencia tras la II Guerra Mundial; un llamamiento a la memoria y a la paz. Ese mismo año, 1953, el cuadro sigue girando por Brasil y, nuevamente, por Europa (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos) para volver a Estados Unidos (1958). Es curioso, porque Picasso, al ser miembro del Partido Comunista Francés, no consigue nunca el visado para poder visitar Estados Unidos, por lo que nunca llega a ver su obra expuesta en América.

El Guernica no vuelve a España hasta 1981 (hasta ese momento, permanece desde 1958 expuesto en el MoMA). El deseo inicial de Picasso era que el cuadro no volviese hasta que no se hubiese instaurado de nuevo la República o un gobierno basado en libertades democráticas. Entonces es cuando surge el dilema de a dónde se llevarían el cuadro, ya que, además de España, son muchos museos y centros de arte los que lo reclaman.

Además, es posible ver la exposición con una visita guiada. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Una de las formas de demostrar que el cuadro pertenecía a España fue por una nota firmada por Max Aub (escritor y una de las personas que formaron la delegación que visitó a Picasso en Francia para hacerle el encargo) en la que se hacía una referencia a que el cuadro fue un donativo del artista a la República y que la única compensación que recibió por la obra fue un pago simbólico por los gastos. Este justificante de pago es lo que sirvió para que el cuadro se pudiese quedar en España; concretamente al Museo del Prado por deseo del propio Picasso. Cuando el cuadro llega, no está en buen estado, pero se decide no restaurarlo por completo, solo de forma superficial, de manera que sean sus propias grietas las que representen y cuenten el sentido de la obra. Actualmente, el Guernica se encuentra en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

El Guernica, además de ser una obra icónica, también se ha convertido en una de las mayores influencias artísticas. Un altavoz por la paz y en contra de las guerras, razón por la que también es inspiración e influencia de otras muchas obras e incluso movimientos sociales; por la defensa de los animales, refugiados, guerra de Vietnam, Gaza, Siria… Picasso. El viaje del Guernica también muestra muchos de estos ejemplos. Son los otros Guernicas, como el de Rogelio López Cuenca: “Desde el viejo Guernica no dejan todavía de salir mujeres con niños en brazos, huyen animales enloquecidos, brotan puños, manan heridas, manos, armas, gritos, llanto, emergen luces… La velocidad del tráfico de las imágenes en nuestra vida-pantalla ahora no nos deja ver ni oír su eco”.

Otras manifestaciones artísticas y sociales han sido influenciadas por el 'Guernica'. Foto: Carme Ripollès (ACF).

*La exposición ‘Picasso. El viaje del Guernica’ se puede visitar de lunes a viernes de 12.30 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 y los sábados, domingos y festivos de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00. Además, se hacen visitas guiadas para el público general, grupos escolares y otros colectivos.

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