Fernando Verniere, a un paso de convertirse en finalista del Notodofilmfest 2020 con seis micro cortometrajes seleccionados.

Después de la cuarentena, el cineasta y guionista Fernando Verniere comenzó a rodar micro cortometrajes de forma independiente y sin presupuesto. Has leído bien, micro cortometrajes, y es que, pese a que la duración total del conjunto de piezas audiovisuales apenas los siete minutos, lo cierto es el que el castellonense demuestra su versatilidad moviéndose en distintos géneros en cada uno de los mini cortos: acción, drama conceptual, comedia y terror. ¿La conexión entre las seis piezas (La sesión de Ana, Una buena canción de amor, El cortometraje del grifo abierto o las tribulaciones de un guionista despistado, Nada, Débil y No hay nadie)? Que han sido rodadas en único plano secuencia en distintas localizaciones de Castelló, Valencia y Barcelona y que le han valido para ser seleccionado por el festival de cine y cortometrajes Notodofilmfest 2020.

Si algo caracteriza a Fernando Verniere es su carácter inquieto. A su faceta como cineasta y guionista se le suma ser impulsor de Twist Comics y, recientemente, como presidente de la Asociación de Actores, Músicos y Técnicos del Audiovisual, AMTA. Nomepierdoniuna charla con este polifacético creador de historias para saber qué hay detrás de estos micro cortometrajes y, de paso, saber un poco más sobre cuáles son los planes de futuro de Fernado Verniere.

> Seis micro cortometrajes ideados y grabados durante la pandemia. ¿De qué forma ha influido esta situación en el trabajo y desarrollo de los cortos?
Al ser el máximo responsable del rodaje de cada una de las piezas, tracé un plan de grabación con todas las precauciones para reducir la posibilidad de contagio al mínimo. Por ejemplo, El cortometraje del grifo abierto o las tribulaciones de un guionista despistado tiene lugar en la cocina de una casa y lo protagoniza una pareja, así que, para garantizar la seguridad de los intérpretes, busqué a dos actores que convivieran juntos en la vida real; o en la grabación de Nada y No hay nadie, que no se producen interacciones físicas entre personajes para respetar la distancia interpersonal. La pieza más complicada de filmar fue Débil, porque la campeona de España de Kung Fu que lo protagoniza lucha contra siete enemigos... Pero con la escusa de los pasamontañas que cubren el rostro de los atacantes, conseguimos que los actores especialistas pudieran utilizar mascarilla sin que se notara.

>¿Existe algún punto de conexión entre cada pieza audiovisual?
Son totalmente independientes entre ellas a nivel narrativo, pero el denominador común es que todas están rodadas en un único plano secuencia, aunque en cada corto se utiliza está técnica de forma diferente. La pieza de comedia es un plano fijo y el drama conceptual fue filmado por un dron en los acantilados de la playa de la Renegá; mientras, en el cortometraje de acción los movimientos de la cámara son bruscos y en la escena de terror son mucho más suaves y limpios.

>¿Alguno de estos micro cortos podrían acabar convirtiéndose en largometrajes?
A pesar de que detrás de cada pieza podría desarrollarse un largometraje, todas están concebidas como lo que son. Lo que busco con cada micro cortometraje no es contar una historia, sino crear una emoción en el espectador. Con Débil pretendo producir un subidón de adrenalina, con No hay nadie intento generar una sensación de intranquilidad, con Nada procuro causar desasosiego a partir de la ambigüedad y con la pieza de comedia trato de concienciar mentes a través del humor. Además, he rodado dos últimas piezas más, que también han sido seleccionadas para el festival: La sesión con Ana, que tiene un peso muy importante de la parte musical, a cargo de Jose Gas, y Una buena canción de amor, una historia romántica.

>¿Por qué Notodofilmfest?
Notodofilmfest nació en el 2001 a partir de una idea original del director de Campeones, Javier Fesser, y busca impulsar el trabajo de jóvenes creadores audiovisuales. A diferencia de los festivales de cine tradicionales, Notodofilmfest es un festival digital pionero que cumple su decimoctava edición este año. El hecho de que se celebre de forma online posibilita que cualquier persona pueda asistir desde su propia casa. Es una alternativa muy recomendable para aquellos cinéfilos que no quieran/puedan asistir a festivales por la situación sanitaria. Cuando rodé No hay nadie, que fue el primer mini cortometraje, lo hice con la intención de probar un modelo de cámara muy pequeña que se llama Osmo Pocket. Pero el actor del corto me insistió en el que lo enviara a Notodofilmfest y, a pesar de que en un principio era reacio a esa idea, al ver que cumplía los requisitos de duración y formato decidí presentarlo. Ante la buena acogida que tuvo me anime a escribir, dirigir, filmar y montar otras piezas que también han sido seleccionadas.

El cortometraje del grifo abierto o las tribulaciones de un guionista despistado compite en la categoría Iberdrola. Nuestro planeta, cuya premisa es hablar sobre recursos naturales limitados. Todos los cortos de está sección tienen un tono dramático y el mío sirve de contrapunto, dado que es un ejercicio de autorreflexión en clave de comedia que se basa en mis propias vivencias. Débil ha sido seleccionado en la sección Mejor Notodo en 30 segundos y las otras dos piezas concursan en la categoría a Mejor Película. Además de las retribuciones económicas a los que opto, considero que el verdadero premio son las oportunidades laborales que pueden desencadenarse a raíz de quedar finalista.

>Además de estos mini cortometrajes, ¿algún otro proyecto audiovisual entre manos?
A raíz de Débil, una productora valenciana ha contactado conmigo para desarrollar un corto de acción, pero es un proyecto que todavía está un poco en el aire porque tenemos que solicitar una subvención al Ministerio de Cultura. Bajo el paraguas de la AMTA voy a rodar un cortometraje con actores y actrices locales en localizaciones de Castelló para impulsar a los intérpretes de aquí, así como a la propia ciudad. Y, por último, tengo un largometraje entre manos que me gustaría rodar en localizaciones de Castellón y Valencia, eso sí, cuando se acabe la pandemia; es una película que quiero llevar a cabo de forma independiente, pero viendo la situación actual me temo que es un proyecto a largo plazo.

>Y a nivel editorial, ¿en qué estás metido ahora?
Lo último que saqué en colaboración con Rocío Parra fue La Sirenita 3000, un cuento ilustrado juvenil con una tirada de setecientos cincuenta ejemplares que ya está agotada. Ahora estoy trabajando en una novela gráfica de en torno a un centenar de páginas con el dibujante Víctor Martínez; una historia de comedia titulada Agentes de Twist en la que se parodia al típico actor de acción de los 80, como Steven Seagal, Sylvester Stallone o Jean-Claude Van Damme. El caricaturizado protagonista de esta novela gráfica se llama directamente El Puto Amo y la fecha límite que nos hemos marcado para tenerla impresa es Navidades de 2021.