Xarançaina y Metal Cambra, juntos en el final del concierto, con el abarrotado Principal de fondo. Foto: Xavier Llop (www.xavierllop.es)

No sólo la música considerada moderna es capaz de llenar recintos, también la música tradicional valenciana, a pesar de contar un apoyo mucho menor en los medios de comunicación con mayores audiencias. Así se comprobó el viernes 26 de junio en un Teatro Principal de Castellón con un cartel de “entradas agotadas” en su taquilla horas antes de arrancar el espectáculo. Cierto es que se accedía con invitaciones gratuitas, pero está más que comprobado que tampoco eso garantiza un lleno absoluto, y la Colla de Dolçaina i Percussió Xarançaina, junto con Metal Cambra y el dolçainer Eduard Navarro lo lograron con suficiencia, quedándose algunos interesados fuera del recinto por estar ocupadas las casi 670 localidades.

El concierto demostró que la música tradicional de los pueblos se puede adaptar sin problemas hacia sonoridades distintas –ya sea a través de la fuerza rockera de los progresivos Metal Cambra o con la ayuda de una big band, tal como ocurrió el año anterior- y al mismo tiempo que la dolçaina –el instrumento que reivindica Xarançaina- es capaz de afrontar otros estilos en los que raramente se utiliza. Esa versatilidad ya la demostró a finales de la pasada década Pasqualet de Vila-real, utilizándolo como elemento clave y diferenciador de una formación jazzística. Tampoco se puede obviar el uso generalizado de las bandas reivindicativas que cantan en valenciano a ritmo de ska y mestizaje, con Obrint Pas y La Gossa Sorda a la cabeza, pero siempre transmite la sensación de que pertenece a un apartado muy concreto de la música actual… y Xarançaina apuesta por romper barreras.

El Concert per Sant Joan es un día especial para la Colla Xarançaina, porque le supone una gran ocasión para celebrar un concierto multitudinario en compañía de invitados. La particular elección de Metal Cambra llegó a través del batería y percusionista Carlos Mercado, gran ideólogo de esta cita, ya que suyos son los arreglos para hacer viable la conjunción de las dos formaciones en las que se integra.

Pasacalle de la colla Xarançaina en dirección a la Plaza de la Paz. Foto: Xavier Llop (www.xavierllop.es)

El concepto espectáculo se buscó desde el mismo arranque, convocando un pasacalle y una actuación en la Plaza de la Paz que situaron la música tradicional en su lugar habitual: los espacios abiertos. Acto seguido, la acción se trasladó al interior del teatro y la ubicación de los miembros de Xarançaina ya invitó a pensar que iba a continuar el juego con el espectador. Dolçainers y percusionistas distribuidos por el anillo de la platea mientras empezaba a interpretarse "La rosa dels vents", una composición del valenciano Antoni de la Asunción, toda en una autoridad en todas las facetas de la dolçaina i el tabal. En su desarrollo, la agrupación dirigida por Javier Causanilles introdujo un swing y también una parte de la tradicional húngara Czardas –muy versionada por grupos metálicos-, demostrando algunas de las variables estilísticas de la dolçaina.

Siempre que ha actuado Metal Cambra en el Principal ha montado un buen show… además de lograr grandes entradas. Su complejidad de estructuras musicales y de ejecución están acompañadas por un concepto muy dinámico que resulta atractivo al espectador. Se mantuvo la tradición. Unos guantes y un arco de violín en las manos de Ferran Aparisi dieron entrada a “Panthalassa” y a continuación “Bretagna”, dos piezas de los folk-rockeros adaptadas por Carlos Mercado para contar con el acompañamiento percusivo y de los diez dolçainers de Xarançaina. Y se notó un incremento muy sustancial en el volumen de decibelios. “Morella” recibió muchos elogios, aunque quizás había un excesivo tráfico de instrumentos sobre el escenario (23), lo que impedía una sonoridad perfectamente nítida. Un bolero unido a un tango del rompedor –y no siempre aceptado- Ástor Piazzola, la pieza de Eduard Navarro “Se n’anireu”, con espectacular solo de batería de Carlos Mercado, y la conjunción de la tradicional “Sant Antoni” con el tema de Metal Cambra “Seaia” desembocaron en la siempre especial “Muixaranga d’Algemesí”.

El violín de Ferran Aparisi dio entrada a Metal Cambra. Foto: Xavier Llop (www.xavierllop.es)

Público puesto en pie y haciendo esos cuernos tan típicos del heavy metal mientras todos los músicos posaban en el escenario. Señales evidentes de que la música tradicional, en esta ocasión rockerizada, había ganado la partida.

La intención es que este concierto sea en realidad el primer paso de un proyecto conjunto cuyo objetivo explicó unos días antes el multiinstrumentista (lligona incluida) Juanfran Ballestero: “Se quiere dar visibilidad a la dolçaina, un instrumento musical con atractivo para la gente”. Y en ese sentido van a trabajar Xarançaina y Metal Cambra. Ahora que la dolçaina ha entrado en el Conservatorio Profesional de Música Mestre Tàrrega de Castellón, con 50 alumnos en su primer curso, convirtiendo en realidad una vieja aspiración de personas como Joan Josep Trilles, director de la Escola de Dolçaina, se trata de recorrer un sentido inverso. O sea, de la erudición de las aulas al disfrute en la calle. Y en ese sentido, la elección de repertorios asequibles y atractivos. “Escogimos temas tradicionales pertenecientes o aceptados en Castellón, aunque no sean de aquí, como la “Muixaranga d’Algemesí”. Buscamos riqueza melódica y de ritmos en composiciones apropiadas para la colla y para el grupo, junto con el tema de Eduard Navarro”, explica el alma mater del proyecto, Carlos Mercado, cuyo balance apunta “un resultado bastante bueno”.

Una imagen de la fusión de ambas formaciones sobre el escenario. Foto: Xavier Llop (www.xavierllop.es)

Colla de Dolçaina i Percussió Xarançaina: Alejandro Granell, José Causanilles, Sara Bachero, Iván Martí, Adrián Nebot, Javier Causanilles, Daniel Alañón y Mario Conejos (dolçaina); Alberto Ruiz, Juan Arrufat, Rafael Goterris, Sergio Magdaleno y Carlos Mercado (percusión).

Metal Cambra: Ferran Aparisi (violín), Juanfran Ballestero (flautas, clarinete, saxo, viola de roda y gaitas), Tomàs Fabregat (bouzuki y mandolina), Hugo García (bajo), Miguel Ibáñez (guitarra), Borja Saura (guitarra y violín), Jorge Edo (piano) y Carlos Mercado (batería).

Invitado especial: Eduard Navarro (dolçaina, xirimia soprano, laúd y monarpa).