Teatro y danza >> Entrada libre, Festivales, Portada

FitCarrer Vila-real. Zona de obras que invitan a pensar (y más)

Un pescador colgado de un edificio, un desfile luminoso, unos jóvenes dispuestos a abandonar el nido, unos veteranos que entre risas cuentas sus no siempre agradables aventuras en el teatro, una mujer que aguanta una serie de costumbres sociales que se dan por aceptadas... El FitCarrer de Vila-real ha invitado durante tres días a la reflexión, a la risa, al juego... con un variado programa de artes escénicas.
Envía Envía
Imprimir Imprimir

Noticias relacionadas

Etiquetas

, , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

John The Fisherman, colgado en la repisa de un alto edificio de la plaza Bayarri. Foto: Rocío Murillo.

Una figura humana asoma desde la azotea de un alto edificio. El chubasquero amarillo que luce le convierte aún más fácilmente en centro de atención. Es John The Fisherman (un pescador noruego de conciencias). Sujeto por un arnés desciende unos metros y se sienta en la repisa de una ventana de los pisos superiores (para sorpresa de la propietaria de la vivienda). De su caña de pescar cuelga un billete, el cebo por el que unos metros más abajo pugnan entre saltos los espectadores más jóvenes. Mientras, sus compañeros del movimiento #MoneyForFree buscan las opiniones de los presentes sobre sus relaciones con el dinero. El objetivo es activar conciencias, reflexionar, cuestionarse actuaciones dentro de una sociedad consumista... Una línea que ha marcado buena parte de la programación de la 32ª edición de FitCarrer, el Festival Internacional de Teatre de Carrer de Vila-real, desarrollado en espacios al aire libre de la ciudad entre el viernes 3 y el domingo 5 de mayo.

El humor, aportado por compañías como Asaco Producciones, es otra de las señas de identidad de FitCarrer. Foto: Rocío Murillo.

Un objetivo expuesto por diversas vías. El humor, por ejemplo, también resulta útil para transmitir mensajes de reivindicación, de plasmar realidades que, por habituales, se dan por normales, sin pensar en sus mecanismos. Es la manera escogida por el veterano dúo donostiarra Trapu Zaharra su Sefiní. Entre historias divertidas van contando la vida de una compañía que ha tenido que luchar contra obstáculos administrativos y políticos, adaptándose a las diferentes modas (clásicos, musicales, microteatro...) para sobrevivir. La solución definitiva: abandonar el teatro para dedicarse a vender salchichas. Bueno, igual no es tan definitiva. Una seria coda pone final a una hora en las que se dice mucho sobre el mundo del teatro vivido desde dentro.

El impacto visual y verbal -aunque solo utiliza seis palabras en el total de los tres actos- es la fórmula a la que recurre Paula Escamilla en Escandall XX. ¿Cómo se siente interiormente la mujer cuando los piropos -que van ganando en grosería- la convierten en un trozo de carne, o cuando vive para agradar, o cuando se deja atrapar por el persuasivo mundo de la moda? Buenas noches, Europa es el mensaje de Animasur hacia una continente cansado y dormido frente a un problema recurrente en la historia como son las migraciones de población a causa de las guerras.

Acrobàcia Mínima y sus juegos con sillas. Foto: Rocío Murillo.

Pero no todo es reivindicación en FitCarrer. El trío zaragozano D'Click -al segundo intento, ya que el pasado año la lluvia les obligó a la suspensión- muestra su habilidad corporal en una Isla imaginaria de fresco clima en la medianoche del viernes, lo que no impide exhibir su agilidad física, con algún truco ilusionista incluido. Un argumentario semejante UpArte & Cia, que hace de las acrobacias circenses su carta de presentación. Así como las sillas y los juegos con ellas son señas de identidad del Seu-te de Acrobàcia Mínima.

El colorido desfile por las calles de Vila-real de los 'Big dancers' de El Carromato. Foto: Rocío Murillo.

El rítmico Big Dancers de El Carromato busca directamente el impacto visual y sonoro con la finalidad de crear un clima festivo. Cinco figuras geométricas iluminadas y una presentadora-animadora danzan al son de la música mientras crean una improvisada procesión que se traslada desde la plaza de la Mayorazga hasta el centro de Vila-real. El mismo espectáculo que los gaditanos presentaron en los actos de celebración de Valletta (Malta) como Capital Europea de la Cultura en 2018.

En una mezcla de danza, teatro y oralidad, los franceses Adhok muestran en dos partes de Immortels sendas fases de la vida que todo ser humano ha experimentado: el paso de la infancia a la adolescencia y, a continuación, el vuelo fuera del nido que le ha cobijado para buscar su lugar en el mundo situado más allá de la zona de confort.

Y un buen día llega la hora de salir del nido, como lo cuenta la compañía francesa Adhok. Foto: Rocío Murillo.

La danza contemporánea no falta nunca en FitCarrer. La compañía de Asun Noales, OtraDanza, realiza una muestra en Vacío de esas características propias de la ilicitana, entre las que destaca la lentitud de los movimientos de unos seres humanos en permanente contacto físico. Claire Ducreux realiza un solo, aunque acompañada, en Avec le temps... Les Impuxibles van más allá con Painball y exhiben una mezcla de música en vivo a cargo de la pianista Clara Peya, de coreografía ideada por su hermana Ariadna y de exclamación de textos escritos por Bel Olid. Un espectáculo de lenguaje urbano que pretende llenar de contenido el concepto de "libertad".

Las compañías vila-realenses La Furtiva y Za! prueban sus nuevas propuestas. A Tirofijo Circ clausura en la última jornada el apartado circense de una edición que también ha contado con el humor de Hortzmuga Teatroa, Asaco Producciones y La Temeraria, para desembocar en el desfile final entre la vida y la muerte de los portugueseses PIA-Projectos de Intervençao Artística y su Entremundos.

Las hermanas Peya protagonizan un espectáculo muy urbano de música, danza y oralidad. Foto: Rocío Murillo.

Muchas de esas características han sido desarrolladas a la largo de su historia por Visitants, la compañía de teatro (principalmente de calle) que celebra en este 2019 sus treinta años llevando su nombre y el de Vila-real por escenarios, plazas y calles españolas y más allá. Un aniversario que ha motivado la concesión por parte de los organizadores de FitCarrer -con Pau Ayet a la cabeza- del Premio Ramón Batalla, lo mismo que al fotógrafo Gerardo Sánchez, además de protagonizar una exposición conmemorativa de imágenes comisariada por Pascual Arnal.

Más allá de cifras estimativas de espectadores, algo imposible de calcular en lugares abiertos de paso, la organización ha mostrado su satisfacción por el resultado de esta edición, que ha vuelto a acercar el teatro a los transeúntes, respondiendo estos con interés ante obras que ruedan por festivales nacionales e internacionales.

Una exposición en la Casa de l'Oli comisariada por Pascual Arnal ha permitido repasar fotográficamente la historia de Visitants.

Deja un comentario

He leído y acepto el Aviso Legal

Puedes consultar el tratamiento que hacemos de tus datos y la forma de ejercitar tus derechos en nuestra Política de Privacidad,