Etiquetas
Alberto Rico, Álvaro García, Andrés Amores, Biznaga, BRK, conciertos Castellón, Daniel Díaz, David Bueno, deBigote, DeLocksley, Dj Apg, Fede Trillo, FIB, Fiesta NMPNU, Fiesta Nomepierdoniuna, Fiesta Nomepierdoniuna 2015, FKA Blandengue, Jaike, Javi Gascón, Jorge Martínez, Jorge Navarro, Juan Buonamisis, Juan Roca, Label Redd, Lluïsa Ros, música Castellón, Nacho Fandos, Pablo Fábrega, Pablo Garnelo, Raúl Iserte, Sergio Navarro, Tripulante y Crucero, Víctor Ballester, Víctor Ros, Xavi MuñozSobreponiéndose a la desolación producida por la masacre terrorista en París, y muy concretamente por la sangrienta matanza en la sala Bataclan durante el concierto de Eagle of Death Metal, el público respondió para que la Fiesta Nomepierdoniuna 2015 presentara una buena entrada en La Burbuja el sábado pasado. En número y en actitud. Los músicos hicieron el resto. Y la noche fluyó. A base de ingredientes que no suelen utilizarse en la misma receta, del rap al punk pasando por el pop, la electrónica industrial y el jungle; cuajando más de cinco horas de actuaciones divertidas y emocionantes, la mayoría de ellas a cargo de músicos muy jóvenes.
El encuentro de los seguidores de Nomepierdoniuna con bandas y músicos de distintas escenas funcionó a las mil maravillas, arropados por una nueva sala bien acondicionada -que muchos descubrieron esa noche y seguro que repiten- y una excelente sonorización de Nacho Fandos. Conciertos breves y singulares, la mayoría de ellos especialmente concebidos para la ocasión y con distintas colaboraciones, que permitieron al público descubrir propuestas de las que en principio no era correligionario, sin prejuicios, mostrándose participativo por igual ante sonidos de muy distinto pelaje. Una sintonía que también se vivió en el backstage, con músicos de diferentes escenas hablando de música y compartiendo experiencias, vibrando con los conciertos en primera fila, hasta el punto de terminar improvisando colaboraciones sobre el escenario. Decía Juan Roca, cantante de FKA Blandengue, en la entrevista previa que “cada grupo viene de un planeta distinto; La Burbuja va a parecer la Cantina de Star Wars”. Y así ocurrió, en el sentido más original y divertido de la expresión. Algún que otro marciano también se sumó a la fiesta.
El concierto que más agitó La Burbuja fue el de Biznaga. Un cañón absoluto. Aupados en un sonido contundente, Álvaro García (cantante y guitarra), Jorge Martínez (bajo y coros), Pablo Garnelo (guitarra) y Jorge Navarro (batería) soltaron un concierto arrollador. Trepidante y lleno de garra, afilando la Fiesta Nomepierdoniuna hasta hacerla cortante. Con el hilo conductor de las adictivas canciones de su exitoso disco de debut, Centro Dramático Nacional (Holy Cuervo, 2014), desde “Fiebre” a “Máquinas blancas” -esa que nos recuerda tanto a “Un día en Texas” de Parálisis Permanente-, los malagueños-madrileños probaron alguna de las nuevas composiciones para su segundo disco, que lanzarán en 2016. Un concierto punk sin contemplaciones, enérgico y oscuro a partes iguales, para terminar de desentumecer los oídos del personal. Sin bises de pega ni artificios. Mirando al frente y apretando los dientes. Brutales.
DeBigote puso la nota pop a la ecléctica noche. A punto de finalizar un año feliz –con el escenario principal del FIB como culmen-, el sexteto quiere seguir creciendo, por lo que prepara una minigira para el inicio del próximo año junto a Tripulante y Crucero y DeLocksley, donde sonarán temas nuevos, de futuro, como ese “Familia feliz” que estrenaron, y que cerró, su actuación en la fiesta de Nomepierdoniuna. Parece que no puede haber actuación de deBigote sin contratiempo, y en esta ocasión fue la baja médica de Sergio Navarro. “Pero no hay problema. Para eso tienen un bajista en el banquillo”, comentó nada más enterarse David Bueno (componente de Noesruido), quien de inmediato se ofreció para cubrir este imprevisto y ocupar un puesto que no le era nuevo, ya que formó parte activa del sexteto hasta que Sergio le tomó el relevo. Muchas ganas le puso David, haciendo además las segundas voces para Víctor Ballester, contrastando con la ya prevista actuación de espaldas del público del guitarrista Andrés Amores, quien dirigía su mirada hacia el batería Juan Buonamisis. En dos de sus temas más especiales se reservaron la sorpresa de las colaboraciones: el todoterreno Javi Gascón (bajista de Skizophonic) se volvió a subir al escenario -ya lo había hecho con FKA Blandengue- para poner el trombón en “Comprarte un continente”, lo mismo que Lluïsa Ros al chelo y su hermano Víctor Ros al violín, quienes se quedaron para repetir las deliciosas cuerdas –idea del productor Xavi Muñoz, que se encontraba entre el público- del nuevo single “Cosmos”. Sumándoles Raúl Iserte (guitarra) y Alberto Rico (teclados), llegaron a ser nueve sobre el escenario, llenando a su vez el recinto con su pop elegante y suavemente bailable.
Las rimas se encargaron de empezar a despertar La Burbuja. Label Redd, formado por Daniel Díaz aka BRK, Dj Apg y acompañados en el directo por el mc Jaike, subían al escenario al ritmo de “Una bala, un disparo”. Label Redd demostró que, pese a su juventud (sólo tiene 19 años), tienen mucho que contar. Subió con actitud, derribando la timidez de un público que se implicó al 100% con un directo que acabó siendo una de las grandes sorpresas de la noche, y se volvió cómplice de sus rimas. Incluso hubo hueco para la improvisación cuando BRK y Jaike jugaron con las rimas y con los objetos que les enseñaba un público que acabó asombrado. Cantó a capela “Ruta 66”, tema con el que conocimos a Label Redd, y el grupo subió al escenario un Fénix (2015) que sonó a la perfección, diferente y muy fresco, muy libre. Incluso Jaike, sorprendido con la respuesta e implicación del público, incluyó uno de sus temas al concierto.
FKA Blandengue protagonizaron los momentos más delirantes de la noche, empezando por ese apoteósico arranque de concierto con “Manises 79”, que haría las delicias en cualquier gran festival de verano, para narrar un desternillante aterrizaje extraterrestre en la Albufera. La voz robótica y el indescriptible atrezo de su cantante, Juan Roca, la atmosférica y oscura instrumentación electrónica de sus escoltas, Pablo Fábrega y Fede Trillo, y la iluminación hicieron de la actuación de FKA Blandengue un viaje sideral. Post-punkalao le llaman ellos; bizarro, imprevisible y lleno de humor.
El cierre fue cosa de Waweekends. Wallar, que también mostró su cara como mc, y Piolo guiaron a los últimos supervivientes de la fiesta a ritmo de drum’n’bass, dub y jungle. La última inyección. Incluso Álvaro García (Biznaga) y BRK (Label Redd) acompañaron los frenéticos ritmos de Waweekends sobre el escenario; la buena sintonía vivida entre bastidores se trasladaba al escenario. La complicidad de la que presumen se confirma al verles pinchar y su sonido acaba siendo realmente adictivo. Sólo ellos podían acabar de redondear la noche… Bueno, más bien la madrugada en La -más que nunca- Burbuja.
fiesta genial. por muchos años
Pingback: 17 conciertos que no deberías perderte en Magdalena 2017 | nomepierdoniuna
Pingback: ¿Cuántos conciertos del FIB 2017 se pueden disfrutar (sin morir en el intento)? | nomepierdoniuna