Pipiolas celebran la buena acogida de su directo. Foto: Carme Ripollès (ACF).

#Emacxsempre se leía en una pancarta de fondo negro colgada en la parte superior del escenario del jardín arqueológico del Centre Municipal de Cultura La Mercè de Burriana. Un mensaje con reivindicación de un evento musical-plástico que pone a la localidad en el mapa de los festivales alternativos a los más convencionales (junto con el Maig di Gras). Una muestra que deja espacio a valores emergentes y acaba de vivir una positiva edición de transición (16-18 de febrero) hacia un futuro todavía por dictaminar. En doce meses ha pasado de ser un evento consolidado dentro del calendario artístico de La Plana Baixa y también valenciano a bordear su desaparición por la retirada de la subvención nominal por parte de la concejalía del Ayuntamiento de Cultura (Vox), para acabar salvado por la parte mayoritaria el equipo de gobierno de Burriana a través del departamento de Turismo (PP).

Pipiolas hicieron disfrutar a sus fans más fieles. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Una novena edición con menor presupuesto, sin la jornada vespertina del domingo y con menos nombres de lustre producto de la reducción económica y de la demora provocada por no conocer si se llevaría a cabo o no (hasta el pasado octubre no se supo). Aun así, Emac ha mantenido sus señas de identidad, ha sorprendido con propuestas nuevas alejadas de los festivales de nombres repetidos o más populares y se ha acercado en cuanto a cantidades de público a sus años de mayor éxito (la matinal del domingo 17 fue la mejor de su historia), con visible presencia de asistentes de otras localidades, destacando la provincia de Valencia (como es habitual).

En otros años cabía resaltar nombres como Rocío Márquez, Queralt Lahoz, Rigoberta Bandini, Califato 3/4, María José Llergo, Maria Arnal & Marcel Bagés, Hanna Epperson, Marina Herlop, Christina Rosenvige... Obsérvese la mayoría aplastante de nombres femeninos (y también que casi todas actuaron en la jornada vespertina del domingo). En esta ocasión tal vez no haya un protagonista con nombre propio que destacar por encima del resto. Una edición más coral, en la que -como siempre- ha habido mucho por descubrir... y en la que, como siempre, el atractivo de la zona del bar resulta imbatible, incluso en la mañana del domingo, con la joven banda valenciana Gazella trastocando la aplastante hegemonía de los dj en ese escenario.

La zona del bar batió récord de asistentes un domingo por la mañana. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Salvo la falta de la franja del domingo por la tarde, la estructura principal del Emac ha sido la ya conocida de otros años. Un viernes para descubrir que Ander Troys ha dejado atrás su faceta melancólica con violonchelos y teclas para mutar en un eléctrico quinteto de rock interpretando material todavía inédito, tal vez un pelín demasiado potente para un escenario sonoramente complicado como el Anfiteatro de La Mercé.

Valoración de Ander Troys:

 

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Y un viernes para encontrarse con un dueto, Valdivia & Íñigo Soler, que en realidad se compone de dos artistas con separadas carreras propias, como quedó demostrado en su repertorio ("Desidia" y "Dame un beso, idiota", como ejemplos de cada cual), y que solo han coincidido en un single hasta la fecha, "Adiós". Con dos voces solistas, guitarra y teclas contrastó con la potencia de la actuación anterior, aunque dejando claro que son músicos a seguir.

Faixa vino a ser el Califato 3/4 de esta edición. Cambió la tradición andaluza por la valenciana, las saetas por cants de batre ("Ens devem a la faena"), con la colaboración especial de Noelia Llorens Titana, uno de los nombres emergentes del cant d'estil, creciendo junto a Botifarra y también por su cuenta. Curiosamente, no levantaron demasiados bailes -aunque los hubo- con su propuesta electrónica.

El sábado es día que comienza con guitarras y acaba con sintetizadores, en una transformación gradual. Black London puso el rock alternativo en el que puede ser su único concierto del año o el último de la banda, ya que la dispersión geográfica de sus cuatro integrantes ralentiza en grado sumo cualquier teórica planificación. De hecho, desde 2022 no han publicado ninguna novedad. Caso contrario es el de Penca. Acaban de arrancar y el Emac les ha visto nacer en directo. A pesar de su cortísima experiencia, sus ganas dejaron un buen sabor con esa propuesta de tecno industrial.

 

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Curiosidad: la reforma del jardín arqueológico ha dejado una viga en medio del escenario, justo en el lugar que ocupa el vocalista de turno, obligado a ir cambiando de lado... o o abandonar el escenario para hacerse ver. A efectos de público, este jardín interior está limitado por sus elementos arquitectónicos y arbóreos, pero fue una apuesta desde la primera edición el uso de esa zona desconocida dentro del edificio de La Mercè.

El problema es tener una potable visión del escenario, al estar a ras de suelo, cuando se llena de gente. Algo que se esperaba allá a mitad tarde del sábado con Pipiolas, el nombre más mediático del cartel de 2024. Y sí, reunieron bastante público, aunque tal vez un poco menos que en otros años (a esas mismas horas, el Emac.bar a tope, como siempre, con las absolutamente eclécticas sesiones de los dj).

Lo suyo es pop alegre, festivo, resultón con la canaria Adriana Ubani y la madrileña Paula Reyes al frente.. La electrónica (más guitarras) ayuda a bailar sobre letras de una generación joven que pide "Perdón por ser tan sexy" ("Grande amore") o la aufoafirmación personal de la mujer ("No soy un xoxo", que sonó más punki que en disco). Revuelan melodías muy sesenteras, muy Jeanette incluso. También asoma el recuerdo a Rigoberta Bandini, no en vano colabora con ellas en "La niña bonita". Ya vistas en otros eventos CS, se notó un avance en positivo de Pipiolas dentro de su recién iniciada gira No hay un Dios.

Cuando cae la noche del sábado llega la hora de bailar con la música electrónica. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Tal como es habitual, a partir del ecuador de la tarde, le electrónica se impone. Y tal como es habibutal, no hay Emac sin algo de Califato 3/4. Esta vez con Lorenzo Soria, junto con Sebastián Orellana, de La Big Rabia. Lo suyo fue poner cumbia y otros estilos latinoamericanos -también del sur de la península- para el baile de las filas más próximas al escenario. Sonidos de pájaros dieron entrada a la actuación de Ciutat, tal vez el mejor valorado de los directos de esta última parte. Electrónica con letras de un sentido pop y un tanto melancólico. Infanta, SDH y b1nO protagonizaron la recta final.

Gazella, shoegaze y melancolía en pleno sol de mediodía. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Tal vez porque no había sesión de tarde, o porque hacía un día espléndido, la matinal del domingo registró una asistencia nunca antes vista. Bajo ese sol contrastaba el shoegaze y dreampop de los jóvenes valencianos Gazella, con unas canciones en que unos cuantos momentos dejaban que las armonías vocales tomasen por completo el lugar de unas letras lacónicamente alargadas. ¿Qué tienen que ver Las Grecas con el shoegaze? En teoría, nada, pero Gazella incluye su "Te estoy amando localmente" como final.

Exposición 'Wish you were here', de Paco Poyato. Foto: Carme Ripollès (ACF).

En la parte artística, la novedad principal fue la presencia fotográfica de los macrofestivales -su público- a través de la cámara de Paco Poyato dentro de su serie Wish you were here. Entre el resto de participantes en el apartado plástico, unos cuantos nombres y rostros que repiten para exhibir sus creaciones y tratar de venderlas:  Dakota Hernández Vermoodez, Artic Hoke, Javier Soligó, Elisa Soria. Elisabeth Rodrigo, Carmen Capdevila, Javier Soligó, María Artnow, Ruver, Artinwreck, Cristian Lorente, Ruth Muñoz, Andfoto, Lara Ribes, Hula Cerámica, Au Gres Du Temps, Ino Grau y Raquel Mor, más los discos de José Mercadillo.

Como novedad, actividades en el Emac.kids, con participación de Siamiss djs, aunque en las primeras ediciones ya se programaba por las mañanas pensando en los más jóvenes; además de la grabación de un podcast.

Novedad: Emac.kids. Foto: Carme Ripollès (ACF).

El amplio apartado de dj que han ocupado el Emac.bar ha estado integrado por Tormix, Anticiclon&Borrasca, Palmer dj set, Les amigues, Exilio, Rocio Saiz dj, Pestillo&Balda, Sickboy, elpa7o, iBrañas, Juan Soler, AA Ansiedad, David Moles b2b Meseguer y Tocino del Zodiaco. Algunas de estas sesiones han tenido lugar en el céntrico local Edén.

Char Lee dj, en la sesión del domingo al mediodía. Foto: Carme Rpollès (ACF).

VALORACIÓN DE VICENT TORMO (DIRECTOR DEL EMAC):

• "Estamos bastante contentos y más dadas las circunstancias de esta edición. Veníamos de la posibilidad de no poder hacerlo a acabar siendo un Emac prácticamente normal. La novedad de Emac.Kids ha funcionado bien. Y el Emac.Art, a pesar de las restricciones por las obras, también ha tenido buena respuesta".
• "No tenemos claro si intentar recuperar la jornada del domingo por la tarde o no. Por las respuestas recibidas de otros años, la gente que ha seguido todo el festival llega a esa jornada cansada. Y la experiencia de esta edición no ha sido mala. Ya veremos si la recuperamos o incluimos el cabeza de cartel el viernes":
• "Dentro de poco tendremos una reunión de valoración con el Ayuntamiento. A partir de ahí encauzaremos el festival. Lo que sí esperamos es no tener que esperar hasta octubre para saber si se hace o no, y en qué condiciones. Eso sí, hemos visto que también se puede hacer un cartel para febrero en el mes de octubre, pero eso no debe de ser así. Hemos de trabajar con garantías, sabiendo las condiciones y así poder ir haciendo cosas con seguridad".
• "El formato del Emac se puede trasladar a cualquier localidad. Pero este festival nació en Burriana y morirá aquí cuando tenga que hacerlo".

La parada de la artista María Artnow. Foto: Carme Ripollès (ACF).