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Castelló aprueba el auxilio al ocio nocturno

Una mesa trabajo integrada por políticos y empresarios va a tratar de desbloquear la situación actual de los locales de ocio. Equipararles con bares y restaurantes es la medida perseguida para que estos espacios puedan abrir sus puertas en este período de restricciones. Así se ha aprobado en pleno municipal tras la manifestación de la plaza Mayor de Castelló.
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Movilización convocada por ON! Castellón en la plaza Mayor.

Los locales de ocio de Castelló empiezan a ver la luz para desbloquear la situación actual de inactividad absoluta, que llevó a la asociación ON! Castellón a convocar en la tarde del miércoles 28 de octubre una movilización que reunió a 200 participantes activos, más asistentes, en la plaza Mayor. Unas horas después, en el pleno del Ayuntamiento del jueves 29 se ha aprobado la creación de una mesa de trabajo formada por representantes políticos y propietarios de pubs, discotecas, salas de baile y karaoke para permitir que puedan funcionar del mismo modo que en este período de restricción lo hacen bares y cafeterías, con cierre a medianoche, sin pedidos desde las 23:00 y sin consumición en barra. Con restricciones pero con la posibilidad de trabajar.

En esa concentración en la plaza Mayor, se leyó un manifiesto firmado por ON! Castellón en el que se aseguraba que los locales de ocio nocturno, que bajaron sus persianas el 12 de marzo (aunque algunos han podido abrir sus instalaciones durante el verano, hasta el 17 de agosto, cuando se decretó su cierre), "somos parte de la solución, no el problema", aludiendo a su funcionamiento "profesional y cívico", sin nada que ver con el botellón y las fiestas ilegales. Su concentración fue "una llamada de auxilio" hacia las administraciones por parte de unos empresarios que cifran sus pérdidas en 800.000 euros (unos 15.000 por local), ya que a pesar de no poder abrir y, por lo tanto, tener ingresos, siguen haciendo frente a pagos recurrentes. "¿Por qué no nos ayudan si somos el único sector que a día de hoy permanece cerrado?" preguntaban.

Después de siete meses desde el primer cierre por el decreto de estado de alarma a causa del coronavirus y con una perspectiva de futuro muy complicada, estos espacios de ocio vaticinan más cierres (las salas de conciertos La Burbuja y Anvil ya lo han hecho). Para tratar de evitarlo, han sido varias las reuniones mantenidas con instituciones sin que hasta la fecha se aceptase la conversión de sus licencias de café-teatro en café-bar, que sí les habilitase la opción de reanudar su labor.

A principios de la actual semana se dio a conocer desde el Ayuntamiento de Castelló que se había decidido no cobrar la tasa de basuras a los locales de ocio nocturno desde mitad de marzo y hasta final del 2020. Y se esperaba la celebración del pleno del jueves, en el que ha sido aprobada por unanimidad una moción presentada por el PP y Ciudadanos. En este texto, entre otros puntos, figura la creación de una línea de ayudas específica, así como la concesión de licencias exprés para reorientar y equiparar su actividad a la de bares y cafeterías en cuanto a horarios -y manteniendo las características propias de sus negocios-, así como emprender una campaña de dignificación del sector.

¿Se podrá hacer conciertos a partir de ahora?

En realidad, las salas que habitualmente programan conciertos con su licencia de café-teatro lo pueden hacer con la normativa actual. A pesar de no poder ejercer como bares de copas, ahora mismo sí podrían abrir únicamente para realizar conciertos. Pero la imposibilidad de servir bebida lo convierte en inviable, salvo que la actuación forme parte de un ciclo organizado o esté subvencionado por otras empresas o instituciones públicas. Así está previsto en el pub Terra los días 6 y 27 de noviembre, con los conciertos de Pupil·les y Andreu Valor, respectivamente. Ambos forman parte del ciclo Oh! La Cultura, del Institut Valencià de Cultura. Aunque la más reciente información de la Generalitat indica que las actuaciones se realizarán sin público para ser grabados y ofrecidos a través de la pantalla.

Fede Beroy, propietario de Because, explica la situación que afecta a su negocio y al resto de los integrados en su actividad: "Si llevo a mi sala un grupo, sin la posibilidad de vender bebida, solo puedo pagar el caché con la recaudación de taquilla, y a lo máximo que podría aspirar es a tratar de cubrir gastos o no perder mucho, pero no ganar nada". Una de las cuestiones a tratar en la mesa de trabajo es encontrar la fórmula para hacer viable la posibilidad de programar actuaciones en vivo con la opción del ingreso extra.

Locales no habituales hasta la fecha en el circuito de conciertos sí están programando en la actualidad, con la posibilidad de barra. Es lo que ocurre en La Bohemia. La explicación es que sus licencias de actividad son de espacio cultural y de café-bar. Una cuestión de términos marca la diferencia.

Por otra parte, las salas habituales de conciertos tramitan la solicitud de ayudas municipales habilitadas por Cultura, con un global de 60.000 euros.

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