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Wes Swing, una filarmónica con cuatro cuerdas y toneladas de talento de la mano del Sons y NMPNU

El violonchelista y cantante estadounidense hipnotiza con una propuesta original, que te conduce hacia un mundo onírico lleno de puertas, a cada cual más sugerente. Wes Swing puso, en formato dúo y ante un Salón Pompeyano del Casino Antiguo lleno, el momento más exquisito de la Fiesta de quinto aniversario de Nomepierdoniuna, que el pasado sábado se unió al décimo aniversario del ciclo Sons. Doble cumpleaños redondo.
  
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Lo dijeron durante y después de la delicia que nos regalaron en la matinal del sábado, en la Fiesta de quinto aniversario de Nomepierdoniuna: “Ha sido el concierto de nuestra gira española con el público más receptivo y respetuoso”. Y de ello gran parte de culpa la tiene el Cicle Sons, que nos ha educado (aun en tiempos de recortes) durante los últimos 10 años para saber apreciar la música de riesgo en sus múltiples facetas. A abrir orejas y mentes. Bien a remansos de paz, como es el caso de Wes Swing, bien a otras apuestas más atronadoras. Todas ellas originales.

Sí, tal vez seamos una minoría, pero capaz de llenar el Salón Pompeyano del Casino Antiguo. Con gente de pie. ¿Más de 200 personas? Seguro. ¿Una minoría? Tal vez. Pero enormemente respetuosa y agradecida.

Nomepierdoniuna, en alianza con el ciclo Sons Off y la promotora castellonenses Born! Music, se marcaron un tanto (otro más) con la presencia de este violonchelista y cantante estadounidense. Llegó con apenas un trabajo publicado. Se fue despertando el interés sobre futuras entregas. Es de esos artistas que anotas en la cartera para hacerle un follow en toda regla.

Acompañado de un contrabajista y apoyado en los loops que iba grabando in situ, convirtió cada canción en una mezcla perfecta de intensidades, de capas superpuestas que encajaron a la perfección, de sonidos difíciles de definir pero fáciles de disfrutar. Toda una filarmónica con apenas cuatro cuerdas, las de su cello, aderezadas por melodías minimalistas.

Te coge, te lleva, te mece y te estremece, te reconforta con el instante que estás viviendo. Tiene una calidad técnica propia de los clásicos; canta una música actual y sugerente. Funciona. También cuando se colgó la acústica.

Presentó su trabajo y nos regaló una versión de “Unravel”, de Björk, para introducirnos en un mundo onírico lleno de puertas, a cada cual más sugerente. Y reconfortante.

Wes Swing, en el Salón Pompeyano del Casino Antiguo de Castellón, el pasado sábado. Foto: Pau Bellido (ACF).

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