
Joan Vich, Vince Power, Susana Marqués y Ernesto González, de izquierda a derecha, en la rueda de prensa de balance del FIB 2013. Foto: Pau Bellido (ABC).
Vince Power empezó la rueda de prensa con gafas de sol y gesto de malas pulgas, culpando a la prensa de haber vendido menos entradas y cargando contra la subida del IVA, para terminar a cara descubierta respondiendo a todas las preguntas y citando a Winston Churchill a regañadientes. Al empresario irlandés le terminó de salir bien la jugada por la noche, con la explosión que vivió el FIB en el concierto de The Killers, pero el domingo por la mañana se mostraba a la defensiva, culpando a todos de los males que han acorralado este año al festival, sin rastro de autocrítica: la situación económica, los bancos, los gobiernos, los propietarios de los terrenos y la prensa. Todos menos su gestión, la principal variable objetiva desde que los hermanos Miguel y José Luis Morán le cedieron las riendas del festival en 2009, cuando el FIB todavía estaba en su apogeo.
La habitual rueda de prensa de balance del festival, celebrada el domingo al mediodía en el hotel El Palasiet de Benicàssim, arrancó con un Vince Power beligerante: “No he dudado un solo día de que el festival se fuera a celebrar y de su continuidad; me extrañan y me preocupan las informaciones publicadas negativas y no contrastadas, que han afectado a las ventas y han causado un perjuicio grave al festival”. Sin embargo, Joan Vich, uno de los responsables de producción del FIB y que ejerció de traductor de Power durante la rueda de prensa, reconoció las dudas que, incluso, tenían los propios trabajadores de Maraworld en Madrid, al apostillar que “en muchos momentos” siguieron trabajando como “acto de fe y por la voluntad de seguir adelante cuando no había comunicación desde Londres, porque estaban en otros temas”, en referencia a la situación económica de la empresa matriz propiedad de Power, Music Festivals.
Interpelado al respecto en el turno de preguntas, en el que los periodistas replicaron que las informaciones sobre los retrasos en el montaje sí que estaban contrastadas y procedían de los proveedores, el mandamás del festival insistió: “Los proveedores estaban en su derecho de estar descontentos, era un proceso legal tutelado, lo que no parece normal es encontrar noticias publicadas para dañar al festival, que nos han hecho recibir muchas llamadas de gente preocupada por si no se hacía. Además, los beneficios que recibe Benicàssim y la zona gracias al festival son evidentes”.
En cualquier caso, Power aseguró que Maraworld saldrá del concurso de acreedores “en breve” y que la entrada de los nuevos socios con el 65% de las acciones, Simon Moran y Denis Desmond, “asegura el futuro del festival de forma indefinida” y el “acceso a grandes artistas” refiriéndose al 20º aniversario en 2014, que espera sea “muy especial”. De hecho, aunque los obvió en su intervención inicial, preguntado por los periodistas el empresario irlandés aseguró que tienen intención de recuperar las actividades extramusicales del FIB y la segunda edición del festival Costa de Fuego, cancelado este año por motivos económicos. También anunció que seguirá como director general del FIB, al menos, durante tres años más.
Todo ello apoyándose en unas cifras mejores de lo inicialmente previsto, según explicó el director de comunicación del festival, Ernesto González. “La asistencia ha superado las previsiones iniciales de 33.000 asistentes diarios; finalmente han sido 35.000 de viernes a domingo, con cerca de 140.000 visitas en total al recinto”. También confirmó que el público sigue siendo mayoritariamente británico e irlandés, en un 60%, seguido del español (30%) y el 10% del resto del mundo, empezando por italianos y franceses. Sin embargo, entre los 220 medios y 600 periodistas acreditados, el 80% siguen siendo españoles. Más de 16.500 acampados, ocupación hotelera del 95% en Castellón y Benicàssim, 1.000 empleos directos (el 70% de la Comunitat Valenciana), el 40% de los equipamientos técnicos contratados en la Comunitat Valenciana… González también destacó la retransmisión de 40 conciertos en directo a través de Radio 3, “como el de Arctic Monkeys, que no dieron permiso en Glastonbury y a nosotros sí”.
Con respecto a la próxima edición, Power explicó que “el año que viene habrá pocos cambios en el FIB y los pocos que habrá para mejor, apoyándonos en grandes socios con acceso a grandes artistas”, para añadir: “Es demasiado pronto para hablar del 20º aniversario, pero vamos a trabajar en una celebración importante y esperamos que el Ayuntamiento nos dé mucho dinero para hacerlo”. Preguntado por la presencia de grupos españoles en el cartel de 2014, el empresario irlandés fue tajante: “Somos un festival comercial y tenemos que atraer a la gente con el cartel. Los grupos españoles tienen el hueco que han de tener teniendo en cuenta la venta de entradas”. Después de traducir, Joan Vich recordó una frase de Miguel Morán, el anterior codirector del FIB: “El público español también prefiere ver a los grupos internacionales”.
Por lo que respecta a las actividades extramusicales del festival, que este año desaparecieron de su programación, Power declaró: “El año que viene va a ser muy especial y vamos a trabajar para que haya actividades en toda la ciudad, pero eso tampoco quiere decir que serán las mismas que había”, en referencia al festival de cortometrajes, el teatro de calle, la muestra de arte contemporáneo en la playa, la cita con la danza y el curso de verano con la UJI (en ediciones anteriores también hubo pasarela de moda). Preguntado por el ahorro que ha supuesto este año cancelar toda esa programación, Power declaró: “No recuerdo el coste que suponían las extramusicales, pero debido a la situación del concurso de acreedores la administración ha retirado las ayudas para poder realizar las actividades gratuitas de las extramusicales”, sin tener en cuenta que esa programación paralela formaba parte indisociable del FIB desde sus orígenes.
En cuanto al festival de rock duro, que en 2012 celebró su primera edición, el empresario irlandés señaló: “Hemos estado pensando en el Costa de Fuego todo el año. Es una buena aventura, pero debido a la situación económica hemos tenido que cancelarlo este año. La idea inicial, a la espera de cerrarlo con los nuevos socios, es que se vuelva a hacer el año que viene”.
Tanto el director del FIB como la alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, se refirieron a los proveedores, para “agradecer su esfuerzo” en una edición “difícil y complicada”, en palabras de Marqués. También a los terrenos que acogen el Recinto de Festivales, cuyos propietarios llevan 16 años negociando cada año con los festivales y el Ayuntamiento el precio del alquiler para que se puedan celebrar. “Hemos logrado un acuerdo histórico con los propietarios de los terrenos para los próximos cinco años con posibilidad de prórroga a cinco más”, afirmó la alcaldesa, mientras Power añadió: “Agradecemos a la alcaldesa sus negociaciones con los 60 propietarios; es muy difícil tratar con 60 propietarios gritándote a la vez”.
Sin embargo, una de las parcelas del recinto ha quedado fuera del acuerdo, por lo que el FIB se ha visto obligado a desplazar y cambiar de orientación uno de sus escenarios, el Pringles FIB Club, lo que ha provocado solapamiento de sonido con el Trident Senses. Preguntados al respecto, Marqués explicó que “el Ayuntamiento ha de velar por que se gaste el dinero público de forma razonable y este propietario no quiso aceptar el precio unitario que se acordó con el conjunto de propietarios; no aceptamos chantajes, si no seríamos unos irresponsables”.
Power tambén fue preguntando sobre la aventura financiera de Music Festivals que arrastró a Maraworld a declararse en concurso de acreedores a principios de año y, pese a todo, defendió su salida a bolsa: “Eran otros momentos, la compañía quería crecer y sus festivales también. No fue un error (salir a bolsa), hemos sido víctimas de las circunstancias económicas y de la recesión, que aunque menos que a España también afecta al Reino Unido”. Y apostilló: “Los bancos no ayudan a los negocios pequeños, están demostrando no tener el objetivo de ayudar a su financiación.
A lo que sí se refirió de motu propio, como el año pasado, fue a la subida del IVA cultural del 8 al 21% desde septiembre de 2012. “El aumento ha supuesto una pérdida directa del 13% de los ingresos, que resulta inevitable repercutir en el precio de las entradas. Es una medida con la que el gobierno solo esconde la cabeza en la tierra como un avestruz y no se enfrenta al problema que afecta al negocio de la música y la cultura en una época de crisis y que debería solventar de otra manera, como se ha hecho en Portugal”, argumentó.
Para resumir la situación que atraviesa el FIB, Power recurrió a una cita de Churchill, aunque objetando que no se encuentra entre sus personajes favoritos: “El éxito no es para siempre, el fracaso no es total. Lo que importa es el coraje para seguir adelante”.