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Tórtel: “Hay que pasárselo bien y estar contentos porque eso jode a los que mandan”

Entrevistamos a Jorge Pérez, líder de Tórtel y músico de sólida trayectoria, de cara a su concierto de este viernes 7 de noviembre a las 20:00 en el Auditori de Vila-real con motivo de la Fiesta Nomepierdoniuna 2014, junto a Modelo de Respuesta Polar, Sánchez & Grup d’Autoajuda y Los Chicos de la Lluvia. Habla de la buena cosecha de actuaciones y elogios que le ha proporcionado su tercer disco, ‘La gran prueba’, de las vueltas de tuerca a su sonido, de las letras de sus canciones, de su actitud entusiasta como forma de reivindicación o de las ganas locas que tiene de actuar con su banda al completo por primera vez en mucho tiempo, de hacerlo en un auditorio y de que sea en Vila-real, donde tiene familia.
  
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Jorge Pérez, líder de Tórtel, sonríe en la previa de su concierto en el Corral de Teatro de Xilxes la pasada primavera. Foto: Carme Ripollès (ACF).

>Parece que te está yendo muy bien con La gran prueba (Gran Derby-El Volcán, 2014), y no sólo a nivel de medios, que lo estás disfrutando, que te ha llegado en el momento adecuado…
Sí, Tórtel es un proyecto que tampoco lleva tanto tiempo, son cinco años y tres discos, y sabía que iba a ir poco a poco, porque no somos de canciones épicas y de hits para pegar el pelotazo en un anuncio. Es un proyecto que ha ido expandiéndose poco a poco, ganando adeptos. El paso del primer al segundo disco ya fue muy grande, con buena respuesta a nivel de medios. Y con La gran prueba, además de salir en medios especializados y televisión, el público nos conoce más y las giras se están extendiendo. De aquí hasta final de año vamos a dar 16 conciertos, desde Granada a Ourense. Lo estamos disfrutando a tope, sí.

>Porque la respuesta de la crítica y el público no siempre van juntas, de hecho empieza a ser hasta raro que sea así...
En los 90 los grupos de los que leías en el Rockdelux y escuchabas en Radio 3 tenían público, giraban y después tocaban en los grandes festivales. Había una coherencia entre la atención de los medios especializados y el seguimiento del público. Ahora la gente ha dejado de leer revistas especializadas. Todo el mundo habla y opina, porque el disco llega al mismo tiempo al público que a la prensa y eso está muy bien. Pero hace que la gente no le dé crédito a los medios y a los periodistas, cuando su trabajo, bien hecho, juega un papel de prescripción muy interesante. Cuando yo era un crío y leía a Rafa Cervera hablando de Nirvana y me decía que escuchara también a Mudhoney y Sonic Youth me ayudaba a tirar del hilo, a descubrir cosas. Ahora todo eso se diluye un poco y, paradójicamente, los grupos que más venden entradas de conciertos a nivel indie son los que conectan directamente con el público, sin mucha atención de los medios. Como La Habitación Roja, que han cosechado peores críticas que yo pero viven de la música mucho mejor que yo. Somos colegas [comparten músicos y hasta furgoneta y han colaborado juntos en distintas grabaciones] y yo no renuncio a tener empatía ni con la crítica ni con el público, pero sí que tengo claro que no quiero recurrir a esos recursos manidos que siempre funcionan…

>¿En directo te refieres?
En directo está claro, como ese bombo de batería que se queda para que el público coree por encima, pero también a la hora de componer. Cuando te dedicas a componer e investigas mínimamente cómo se hacen las canciones sabes perfectamente los artificios que funcionan, te percatas de los trucos que hay. Es como el fotógrafo que utiliza un determinado angular, una chica muy guapa, unos polvos de colores suspendidos en el aire y unos filtros que sabe que le van a llevar a una foto resultona. A veces buscando el feedback inmediato de las redes sociales, una gran cantidad de likes, que a todos nos estimulan mucho, pero a mí me gusta darle una vuelta de tuerca más a las cosas.

>Y esa vuelta de tuerca más puede estar en las sonoridades tropicales y acuosas de tus dos últimos discos, ¿no? Siempre dices que el resultado final no sería el mismo sin las colaboraciones; ¿qué influencia ha tenido concretamente Caio Bellvesser y el estudio Río Bravo en el sonido de La gran prueba?
Mucha. Tenía claro lo que estaba buscando. Pero puede que vayas a la peluquería con las ideas claras y, si no hay un buen peluquero, te puede hacer una chapuza. Caio lo entendió a la primera y, además, tiene un montón de recursos técnicos como músico que yo no tengo, a lo que hay que sumar hacerlo en un estudio tan especial como Rio Bravo. Hemos intentado hacer el disco que yo tenía en la cabeza y estoy muy satisfecho, en gran parte gracias a Caio, pero también gracias a gente como Rauelsson. Siempre he pensado que lo más importante son las canciones y que no hay que embadurnar mucho el contenido, pero me interesaba buscar nuevas sonoridades, meter sintetizadores, diferentes capas de sonido para terminar encontrando cosas inesperadas, como así ha ocurrido.

Caio Bellvesser, Jorge López (Tórtel), Dara Mirallave, Marcos Junquera (Betunizer) y Xema Fuertes en una imagen de la época de Ciudadano.

>¿Qué aportó concretamente Rauelsson a la grabación del disco?
Esa magia y esa locura que tiene Raúl [Pastor, Rauelsson]. Alguien que ha escuchado muchísimo pop, pero que se ha abierto mucho a otras música. Últimamente está investigando mucho con el sonido y, aunque yo no iba a hacer un disco experimental ni de vanguardia, sí le pedí opinión sobre las canciones. Curiosamente se interesó por las canciones más básicas, las más sencillas. Donde más mano metió fue en las canciones con tres acordes, que me daba hasta pudor enseñárselas a gente como él. Le gustaban mucho “No es mi culpa” y “El rayo mortal”; grabó algún piano en el que solamente sonaban las mazas, algunas armonías, efectos, enriqueciendo el sonido y aportando ideas de producción, de cómo enfocar los delays

>Y el resultado final es algo así como un acercamiento entre el mar Mediterráneo y el Caribe a través del folk-pop, ¿no?
Es un poco esa conclusión, sí. Hay un poco de todo, pero no queríamos que se convirtiera en un engendro. Hay Mediterráneo, tropicalismo, pop, folk, pero era importante que las cosa no se nos fuera de las manos. Porque al final había que darle importancia a la canciones, no disfrazarlas tanto. Y, sí, efectivamente la música de un lado y otro del Atlántico al final están mucho más cerca de lo que dice el prejuicio. Ya cuando tocaba con Julio Bustamante en Maderita, me daba cuenta de que tocábamos canciones extrañamente similiares a las de Animal Collective.

>Las letras son muy importantes en tus canciones y, de hecho, la temática de una película de William Wyler ha marcado el título del disco, La gran prueba. En la primera canción dices que “no es nada interesante hablar de mí”, pero en realidad no paras de hacerlo en todo el disco de alguna manera, ¿no?
Sí, es una especie de juego. En realidad sí que hablo todo el rato de mí, pero no exactamente. No me gusta contar historias como las podría contar Sabina, con un principio y un final, pero obviamente todo lo que cuento es desde mi perspectiva. Y a veces me baso en ese límite entre lo real y lo imaginado. Por ejemplo, situaciones que he vivido a través de libros o películas, que son casi reales. Hacer ficción de la propia ficción siempre me ha gustado. Por eso me gusta tanto el personaje de Don Draper en Mad Men, porque te vas dando cuenta que no es quien parece ser. Siempre hablo en primera persona, de mí, pero no es nada interesante hablar de mí, porque en realidad no me confieso en las letras, no me desnudo, a veces realmente no soy el que aparece en las canciones. Todos hemos empatizado con canciones que hablan de amor y desdichas personales, pero ahora me apetece jugar a lanzar imágenes que se puedan reinterpretar.

>En “Los cantantes” de Entusiasmo dices con muchísimo acierto que ”las buenas historias solo le pasan al que las sabe contar”. ¿Las buenas canciones solo se quedan si tienen un buen estribillo?
Bob Dylan o Neil Young tienen grandes canciones que no son especialmente pegadizas, que prácticamente no tienen estribillo. ¿Cómo se hacen grandes canciones? Cuando yo leía entrevistas y escuchaba todo el tiempo grupos que me gustaban llegó un momento que empecé a investigar cómo hacerlas. Llevo 20 años buscando esa canción y sé que me queda mucho para encontrarla. No sé lo que ha de tener una buena canción, pero sí sé que puedo disfrutar tanto con una de Pet Shop Boy, como de Madonna o Deerhunter. Cada canción tiene el poder de tocarte de una manera.

>En la entrevista que Rauelsson le ha hecho a Sánchez para calentar la Fiesta Nomepierdoniuna le pregunta sobre el compromiso social en sus letras a propósito de un e-mail anónimo que recibió recriminándole no mojarse políticamente en sus canciones. ¿Qué opinas tú al respecto como músico y como valenciano?
Yo creo que hay una actitud en mi música en general y en mi forma de ser que es política sin necesidad de ser demasiado evidente. Todo lo del Entusiasmo y esta forma de hedonismo que parece haberse extendido en torno al proyecto es una forma de reivindicar pasárnoslo bien frente a las ganas que tienen los poderes de que estemos jodidos, aplatanados y en silencio. Hay que pasárselo bien y estar contentos porque eso les jode a los que mandan. El hecho de montar una fiesta como la de Nomepierdoniuna ya puede incomodar, a lo mejor no en un sitio como Vila-real, pero en Valencia todo es sospechoso de que vaya a ser una cosa poco grata y poco sana. De repente, hablar de disfrutar de las cosas es una forma de activarse y de hacer frente. En mi Facebook personal suelo poner muchas opiniones explícitas porque la cosa ya clama al cielo, porque si callas te conviertes en cómplice. La música para mí es una vía de escape pero no puedo olvidarme de todo eso que está ahí. Por eso en mis letras muchas veces se habla de sectas y grupúsculos que fantasean con hacer las cosas de otra manera, con la idea de que a lo mejor no seamos tan pocos.

>Háblanos de la banda con la que vas a actuar en la Fiesta Nomepierdoniuna. Quiénes son, de donde vienen, qué hacen. Y también algún adelanto del repertorio si puede ser…
El reportorio van a ser canciones de los dos últimos discos y las dos canciones nuevas del single que tiene que salir en menos de un mes. Estrenaremos esas dos canciones a ver qué tal. Y la banda serán Víctor Ramírez a la guitara eléctrica, que ahora tiene un proyecto en solitario, Ramírez, pop en la onda Big Star, y con el que también comparto otro proyecto con Remi Carreres, Coleccionistas; Jordi Sapena al teclado y la guitarra, de La Habitación Roja y que también ha estado con Señor Chinarro; Miguel Sancho al bajo; y Enrique Alepuz a la batería, que también forma parte de Gener, que han sacado un disco ahora, muy bueno.

Jordi Sapena, Miguel Sancho, Enrique Alepuz, Jorge Pérez y Víctor Ramírez, de izquierda a derecha, la formación con la que actuará Tórtel en la Fiesta Nomepierdoniuna.

>Banda con cinco miembros, no es el formato habitual de trío con el que estás actuando últimamente…
Sí, será el primer concierto con los cinco después de mucho tiempo y la verdad es que nos apetece mucho. El set con tres miembros funciona perfectamente y hemos hecho muchos conciertos, pero con los cinco y tres guitarras la verdad es que el directo coge mucha más intensidad y se viene todo arriba. Con los cinco todo fluye y es muy divertido tocar.

>¿Esa es la razón por la que llevas días diciendo en redes sociales que le tienes unas ganas especiales al concierto del viernes en Vila-real o hay más? O eso se lo dices a todas…
(Risas) Sí, esa es una de ellas, pero vamos a tocar en más conciertos toda la banda. Me apetece mucho porque tengo muy buenas referencias de Nomepierdoniuna y de la fiesta anual. Un día cenando en Russafa con Josh Rouse [cabeza de cartel de la Fiesta Nomepierdoniuna 2013] y Paz Suay [su pareja, que cerró la primera noche de la fiesta pinchando en el Four Seasons] me hablaron muy bien de su concierto en Castellón con Nomepierdoniuna, que se lo pasaron genial. También Caio, Pablo Maronda y amigos de Castellón como Aniflu [la realizadora Ana Beltrán] o Rauelsson me habían recomendado la web y sus fiestas. Además, mi hermano vive en Vila-real y mis sobrinos son de allí. Y tocar en un auditorio también me apetecía mucho, porque es muy difícil encontrar buenas condiciones para tocar y de eso te das cuenta, precisamente, cuanto más tocas. El hecho que la gente esté sentada, aunque en principio parezca algo frío, me mola mucho porque está atenta a la música, me gusta mucho tanto como público como músico… Así que se han juntado un montón de circunstancias. Es un concierto que me apetece mucho de verdad, tengo un feeling especial…

>Vaya, se agradece… vamos a tener que invitar a muchas cervezas… ¿Conoces el resto de grupos de cartel? ¿Qué te apetece ver más?
He escuchado a Sánchez estos días y me ha gustado mucho. Tengo ganas de verlo en directo. A Modelo ya los conozco y, luego, Los Chicos de la Lluvia me parece de puta madre que estén en la fiesta porque me gusta mucho el rap.

>Un disco clásico que consideras poco valorado.
Deerhunter para mí son unos clásicos de ahora. Estoy poco nostálgico últimamente. Claro que alucino con Lennon, Beach Boys y The Smiths, pero estoy flipando con el último disco de Deerhunter y un montón de bandas como Atlas Sound también.

>Un hallazgo musical reciente.
Connan Mockasin, por ejemplo. Me flipan.

>Un concierto que no olvidarás nunca.
Me gustó mucho ver a Pet Shop Boys en el Primavera Sound, por el concierto, el momento y la compañía; lo tuvo todo. Pero también Wilco en Zaragoza, Dominique A solo con loops y pedales en el Colegio Mayor Lluís Vives de Valencia…

>Un grupo, músico, disco o garito que tengas relacionado con Castellón o Vila-real.
Cuando pienso en Castellón lo primero que me viene a la cabeza es el Ricoamor, El Goma y Carlos Laylo. Era cuando nosotros empezábamos a tocar con Ciudadano, con 16 o 17 años, y Carlos Laylo nos cogió como booking, así que los primeros conciertos los hicimos allí. Recuerdo que tocamos con El Niño Gusano en una carpa en fiestas de la Magdalena y desde entonces tuve muy buena relación con Sergio Algora. También me viene a la cabeza Madnoise, Romeos… pero sobre todo el Ricoamor, El Goma y Carlos Laylo.

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