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Algodón Egipcio, All Toomorrow Parties 2012, Amor de Días, Austin TV, Azure Blue, Dead Western, Elle Belga, Fair Ohs, Greg Trooper, Kites, Laetitia Sadier, Like a Stuntman, Main, Manta Ray, Matt Elliott, Mursego, Nacho Vegas, Nat Baldwin, Norman Palm, Oh! Pears, Orquesta del Potro Ganador, Papercuts, Pattern Is Movement, Patterns, Pete Dale, Phoebe Kreutz, Rooom, Serrat, Standstill, Tanned Tin, Teatre Principal, The 99 Call, The Black Swans, The Hidden Cameras, The History of Apple Pie, The Marzipan Man, The National, The Orchids, Tim Hecker, Toby Goodshank, Triángulo de Amor Bizarro, Vicente Farnós, Za!No fue un sábado de nombres propios, más allá que el del propio festival. No será éste el Tanned Tin de una gran banda por encima de todas; será el de una gran clase media. Jornada redonda, sin grandes estrellas pero con mucha verdad. Y variedad. Desde el mediodía hasta bien entrada la noche. Porque las churras y las merinas, aquí, encajan a la perfección ("Oye pues en el #tannedtin han juntado peras y manzanas y les ha quedado la mar de de bien", en palabras de @maiquel_nait en Twitter). Desde la mañana y hasta la noche. Desde la originalidad de Mursego, al intimismo absoluto de Elle Belga. Desde la juventud recuperada de The Orchids al desparpajo de Fair Ohs. Una jornada con mucho que contar.
Lo primero, que el nuevo emplazamiento matutino, el Espai Sonor del EACC, se quedó pequeño. La idea es genial; falta dar con el emplazamiento apropiado. Muchos se quedaron con las ganas de poder verlo, pues la sala (pequeñita) daba para lo que daba. Allí pudimos disfrutar de la belleza sonora de Azure Blue. Llegados desde Estocolmo en formato dúo (liderado por Tobias Isakssonj, de Irene) ofrecieron un buen puñado de preciosas canciones pop. Ni más. Ni menos.
Lo de Mursego fue hipnótico. Por complejo y por bello. Maite Arroitajauregi lo toca todo. Y lo toca bien. Si necesita ayuda (para afinar el ukelele, por ejemplo), aparece una chica del público para ayudar. Es una de las ventajas de actuar en el festival de las distancias cortas. Hace del loop virtud para ir construyendo, poco a poco, capa a capa, un universo propio y genial, capaz de remitirnos a los juegos de nuestra niñez (Donkey Kong) o de trasladarnos a un mundo hiriente tras una especie de holocausto zombie. Chelo, voz (¡qué voz!), teclado Casio de los 80, platillos, autoharpa... Nada faltó y nada sobró.
Jerry DeCicca (The Black Swans, el año pasado en el Cicle Sons de Castellón) quien por la noche repitió en los acústicos de la segunda planta del Principal, y The Marzipan Man pusieron punto y final a la primera jornada matinal en el EACC.
Para empezar la tarde, como de costumbre, ración de escucha pausada y silenciosa de la mano de Pete Dale y Elle Belga. El primero, con acústica y ofreciendo un folk-country de ritmo avivado. Los segundos, poniendo pausa a la pausa, elevando hasta el infinito el protagonismo de la voz. Por momentos, hasta el silencio sepulcral del teatro parecía insuficiente. Presentaron algunas versiones (entre ellas, una de Serrat), que aparecerán en su próximo trabajo, un CD-DVD titulado 1507 Segundos Prestados. Dominio de los tiempos, de las pausas, de los silencios y las intensidades para tejer melodías que te enganchan de inmediato. El segundo miembro de los seminales Manta Ray que pasaba este año por el Principal tras Nacho Vegas.
Y, para dar un vuelco radical: Fair Ohs. Descalzos (pero muy lejos de Remedios Amaya) se las ingeniaron para contagiar su desparpajo a todo el personal. Guitarras potentes mezcladas con ritmos que recuerdan tanto al Caribe como a África. Bailes imposibles y buen rollo sobre el escenario, pese a que comenzaron su actuación diciendo: “Bienvenidos a lo que va a ser el funeral de esta banda”. Una mezcla peculiar, sin preciosismos, pero que funciona. Todo lo contrario que los expertos The 99 Call. Cinco grandes músicos (liderados por Paul Anderson) sobre el escenario, con canciones tranquilas y bien hechas, reposadas. Perfección técnica que no acabó de conectar con el público.
Y, como contraste, los jovencísimos Patterns, con un pop británico tan evidente que parecían encajar mejor dentro de unos meses en Benicàssim que ahora en Castellón. Fue un buen concierto, pero faltó algo. ¿Repertorio? ¿Experiencia?
Quienes lo tienen de sobra (lo uno y lo otro) son The Orchids. Los escoceses, que llevan juntos más de 25 años, fueron ganando al respetable poco a poco, tema a tema, hasta acabar desatando una sensación de felicidad pop que acabó con parte del público en pie dando palmas. “Make me happy, make me smile”, decían en su primera canción. Era lo que parecía esperar la gente. Felicidad y ganas de sonreír se juntaron por momentos.
Pero el concierto más completo del sábado lo ofrecieron The Hidden Cameras. Aunque su líder, Joel Gibb, hizo muy pocos amigos en el backstage del festival -estirado y pejiguero- y se presentó sobre el escenario con una estética que no encajaba con su música, lo cierto es que la banda canadiense soltó un conciertazo inapelable, sin fisuras. Haciendo funcionar de maravilla su compleja maquinaria compuesta de cuerdas, vientos, teclados, sintetizadores, guitarras eléctricas y una potente base rítmica. Con el incontestable hit "In The NA" a la cabeza, pero con un montón de argumentos y un directo curtido en mil batallas.
Para cerrar el domingo, la versión más intimista y poética de Matt Elliott, un clásico del festival que quizás en esta ocasión no fue programado en el horario adecuado, y Kites, la excéntrica orquesta de un solo hombre, Chris Forgues, que pidió cuadrar sus vuelos para poder ver al día siguiente por la tele la final de la Super Bowl.
Pero la organización del Tanned Tin tenía guardada una última sorpresa para el descansillo de la segunda planta del Teatre Principal: una improvisada Orquesta del Potro Ganador, que surgió espontáneamente tras la conexión cósmica que hubo el día anterior entre los miembros de Za! y Oh! Pears. A los dúos catalán y norteamericano se sumó Mursego y todos ellos dirigidos por Marcos Junquera (Betunizer), quien el jueves también acompañó a Laetitia Sadier a la batería. ¿El resultado? Un divertido experimento de voces y ritmos espasmódicos que hizo las delicias del público.
En la sesión matinal del domingo, que despidió la decimotercera edición del festival castellonense en el Espai d'Art Contemporani, sorprendieron las propuestas del venezolano Algodón Egipcio, la neoyorquina Phoebe Kreutz y el alemán Norman Palm, dándole luz a un día frío y lluvioso ante un público que volvió a abarrotar la sala.
Puedes ver todas las galerías fotográficas de Pau Bellido (ACF) y Galcerán de Born sobre las cuatro jornadas del Tanned Tin 2012 en la página de Nomepierodniuna en Flickr; también las fotos realizadas por Paco Poyato, Txema Amat, Christian Robles y Jorge Alamar en la galería del Tanned Tin en Flickr. Para terminar, un entretenimiento para ponernos a los pies del Tanned Tin 2012: ¿de quién son los pies fotografiados por Pau Bellido en la composición de abajo? Responde en los comentarios.