> Al recoger el Premio Goya por la banda sonora de El Reino le agradeciste a su director, Rodrigo Sorogoyen, por confiar en la “locura de música que hemos hecho”. ¿Por qué consideras que es una BSO loca?
Porque quizás a primera vista parecía arriesgado retratar a unos tíos en traje con una música tan machacona y más propia de un club de baile. También porque la música estaba muy presente y había un riesgo de que el espectador se despegara de las imágenes, cuando nuestra intención era todo lo contrario.
> ¿Crees que es un tipo de música que subraya la rabia e incomodidad que despierta la trama en el espectador o puede también que, en un momento dado, le dé un aire sofisticado a unas prácticas y unos personajes corruptos que en realidad son mucho más zafios y burdos?
Pues a mí me parece justo lo contrario: que esta música les hace ser mucho más vulgares que si hubiéramos usado una orquesta o una banda sonora más al estilo thriller. Aunque es cierto que al principio hice pruebas con música más noventera y quedaba demasiado vulgar. Tuvimos que encontrar un equilibrio para que también reflejase la complejidad de la trama y los personajes.
> Has trabajado en varias películas con Rodrigo Sorogoyen, ¿cuál es el método de trabajo?, ¿compones ya en base al guion y se entremezcla en el montaje o realmente pones la música al final para encajarlo todo?
Tengo la suerte de poder empezar desde el guion, lo que nos permite poder probar cosas antes de rodar y, sobre todo, llegar al montaje con ideas bastante avanzadas. En el caso de El Reino el 80% de la música, al menos en cuanto a intención, estaba ya hecha antes de que se rodara.
> Tengo entendido que es la primera vez que interpretas en directo la BSO de El Reino, ¿qué significado tiene para ti después de haber recibido treconocimientos tan importantes como el Goya?, ¿qué formato vas a traer al Paranimf de la UJI?, ¿reproducirás la BSO tal cual?
Es un honor haber recibido el Goya y haber compartido nominaciones junto a grandes compositores como Alberto Iglesias. Me ha dado cierta sensación de aval, aunque enseguida volví al trabajo y me olvidé rápido. Para la actuación en directo traeré casi todas las piezas de la BSO y voy a respetar la sincronía porque es muy importante y no quiero perderla, pero me dejaré llevar en cuanto a dinámicas y color y confío en que cada actuación sea única. También he incluido cosas nuevas que entraron en la edición del disco que hizo Quartet Records.
> El CinemaScore ha logrado cumplir 15 años, cuando realmente no son muy comunes los festivales que mezclan la proyección de películas y música en directo, ¿qué crees que lo hace atractivo?, ¿conoces el resto de cartel?
Pues quizás justo porque es bastante único en su planteamiento. A mí proyectar una película con la banda sonora en directo me parece que tiene un punto mágico que me remite al pasado, cuando de hecho se hacía así porque no había sonido grabado. También creo que reivindica el cine como un evento que tiene su contexto y no como un producto que simplemente se reproduce. Este año el cartel es brutal, con propuestas muy distintas y muy interesantes todas.
> Tus conciertos con tu proyecto Territoire, como el del año pasado en el Sónar, también tienen un fuerte componente audiovisual, pero ¿cuáles son las principales diferencias de componer BSO para películas o series a cuando lo haces para discos propios?
Es cierto que cuando trabajo en mi música personal no tengo que entender ni someterme a la visión de otro y, en este sentido, es más liberador. Pero como soy muy de poner límites y conceptos a todo lo que hago, en realidad en la práctica me encuentro con dinámicas y procesos mucho más similares de lo que al principio me parecía. Disfruto mucho de ambas cosas y ambas se retroalimentan.
> En tu CV aparecen estudios en Ingeniería Informática y Bellas Artes que ayudan a entender la mezcla del perfil más arty y tecnológico de tu música, pero también la creación de tu propio sello E/C, la colaboración con músicos com Ábel Hernández (Migala, El Hijo), con una compañía de danza (En Profundidad) o la participación en espectáculos multimedia de gran formato como el del 200º aniversario del Museo del Prado, ¿de todas esas experiencias qué crees que ha dejado mayor impronta en tu música?
En cuanto a impacto creo que la educación, por definición, es lo que más te marca. A mí me ha enseñado a entender cómo poder ver la música como diseño y, ciertamente, me ha influenciado mucho en cuanto a tecnología. Pero lo más importante es que me ha enseñado a aprender de manera autodidacta. Durante años lo viví con cierto complejo pero ahora, con más perspectiva, me parece una virtud y una suerte.
> ¿Qué tiene Madrid para que un parisino que hace música electrónica se instale allí?
Madrid no es el sitio ideal en cuanto a música electrónica está claro, pero a nivel personal me resultó muy acogedora y, después de toda una infancia en París, me da la oportunidad de poder llevar una vida mucho más tranquila.
> Estuviste acompañando a McEnroe en el festival Tanned Tin de Castelló en 2010 y en el FIB 2011. ¿Qué recuerdo guardas de tus anteriores visitas por la zona?
Tocar en el escenario grande del FIB creo que no se me olvidará fácilmente, teníamos un horario muy malo pero aún así fue impresionante. Luego, le tengo mucho cariño al Tanned Tin, fui varios años como espectador y me dio mucha pena que se dejara de hacer.

Olivier Arson, el primero por la derecha con McEnroe antes de actuar en el Tanned Tin 2010, en el Teatre Principal de Castelló. Foto: Paco Poyato (Blank Paper).
> ¿En qué estás trabajando ahora? ¿Alguna serie, película, disco propio…?
Estamos con Rodrigo [Sorogoyen] haciendo una serie para Movistar+ y tengo una película muy especial con el colectivo BRBR. Con Territoire quiero sacar algo este año también, no sé aún en qué formato, puede que tenga que ver más con una instalación que con un disco.
> Un hallazgo musical reciente.
El primer disco de Somos La Herencia, que sale ahora en un par de semanas y que he tenido la suerte de producir.
> Un disco clásico que consideras poco valorado.
El primer y único disco de Mark Hollis antes de que se retirará de la música.
> Un concierto que no olvidarás nunca (propio y/o ajeno).
Autechre a oscuras hace unos años en Utrecht. Lo viví como una especie de culminación personal, de por fin poder ver a una especie de dioses en directo, mucho más allá que el propio concierto en sí.