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Miguel Ángel Villanueva homenajea a Alan Gordon. De “One World In Love” a “Un mundo al revés”

El músico castellonense, compositor de Los Auténticos, publica un single de dos canciones que nacieron de un encargo del legendario Alan Gordon, autor de la eterna “Happy Together” y de éxitos para artistas como Barbara Streisand. El norteamericano quería que las versiones de Villanueva fueran interpretadas por algún artista reconocido de habla hispana, pero el proyecto se truncó con su fallecimiento. Ahora se publican en formato vinilo. “Un mundo al revés” y “Luz en mi oscuridad” son dos gemas en bruto producidas por Ramon Godes. Desnudas, estremecedoras y con una fascinante historia detrás.
  
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Miguel Ángel Villanueva. Foto: David de la Rosa.

Esta es la historia de un encuentro casual entre Alan Gordon y Miguel Ángel Villanueva, del que surgió una prometedora alianza de compositores entre Arizona y Castellón con un triste desenlace, pero que finalmente guardaba un epílogo feliz, en forma de dos preciosas canciones. “Un mundo al revés” y “Luz en mi oscuridad” tienen mucha miga por sí solas a pesar de su desnudez. Pero, sobre todo, tienen alma.

Alan Gordon fue un ilustre compositor norteamericano de canciones pop surgido en el Brooklyn de los 60. Autor de la inmortal “Happy Together” junto a Garry Bonner para The Turtles (que puedes escuchar al final del post) y de otras muchas para gente como Barbara Streisand, Harpers Bizarre, Petula Clark, Gary Lewis, The Lovin’ Spoonful, Alice Cooper, Frank Zappa, The Archies… Un compositor de la vieja escuela, contratado a sueldo por la editora neoyorquina We Three Music para fabricar melodías sin fecha de caducidad, como prueba el hecho de que “Happy Together” nunca haya dejado de ser utilizada en cine y publicidad. A mediados de la pasada década, Alan Gordon se trasladó a Arizona, donde seguía tocando y componiendo.

Miguel Ángel Villanueva es uno de los mejores compositores de música pop de este país, aunque lastrado por todo un serial de infortunios. Desde “La Estrella” y “Mi abuelo” de Los Auténticos, dos de las cumbres pop que jamás se hayan fabricado en Castellón y parte del extranjero, pasando por Los Plomos y hasta Los Brujos y ya en los últimos tiempos firmando con su nombre, el músico castellonense nunca ha parado de destilar buenas canciones y nunca ha logrado el reconocimiento por distintas circunstancias, principalmente editoriales en momentos clave. Miguel Ángel Villanueva también ha sido durante muchos años uno de los gurús de la escena local, desde su programa de radio Extraños en la noche y hasta su tienda de Discos Medicinales, pasando por el sello que regentó en paralelo.

Alan Gordon.

Un día Miguel Ángel Villanueva dejó un comentario sobre Alan Gordon en uno de los foros de internet que frecuenta, Spectropop y, cuál fue su sorpresa, cuando fue el propio compositor norteamericano quien le respondió. De ese encuentro inesperado surgió una relación vía e-mail. Villanueva le mostró a su ídolo algunas de sus composiciones, en concreto lo último que había sacado entonces, Ningún cielo (Medicinales, 2004), y a Alan Gordon le encantaron. Tanto que decidió hacerle un encargo muy estimulante y tentador al compositor castellonense: adaptar al castellano dos de sus últimas canciones, “One World In Love” y “Man Among The Stars”, con el objetivo de “colocarlas” a algún grupo o artista hispanohablante en América a través de su agente de Sony en Nueva York.

Era una gran oportunidad. Después de darles cien vueltas a las dos canciones para llevarlas a su terreno y explicar con sus propias palabras lo que querían decir las letras de Alan Gordon, Miguel Ángel Villanueva decidió grabarlas en formato maqueta en el estudio casero de Ramon Godes, otra figura clave de la historia de la música castellonense, quien también ejerció de productor. Fue un 11 de octubre de 2006, utilizando muy pocos medios, pero el resultado final fascinó a Alan Gordon, asegurándole a Villanueva que se había emocionado al redescubrir sus propias canciones. El músico norteamericano lo tenía claro: iba a mover aquella grabación para que las cantara algún artista reconocido de habla hispana.

Pero el cáncer se cruzó en el camino de Alan Gordon. El proyecto quedó en el aire por su enfermedad. Pasado algún tiempo, Alan se recuperó y pudo hacer llegar la demo de Miguel Ángel a su amigo Martin, de ATV Publishing, en Nueva York, con quien había trabajado durante más de tres décadas. Su perseverancia le dejó claro al músico castellonense que creía plenamente en la adaptación de sus canciones. Finalmente, Alan recayó y falleció en noviembre de 2008. Fue un durísimo golpe.

El destino había condenado aquella grabación a quedar olvidada en un cajón. Pero el reputado sello bilbaíno Spring Records ha decidido sacarlas a la luz este año, convirtiéndose en un entrañable homenaje de Miguel Ángel Villanueva a Alan Gordon, para que el viento no se lleve esas dos melodías, muy probablemente las dos últimas composiciones del músico norteamericano. Se trata de un single en formato vinilo de solo 250 copias, que también está acompañando de un pequeño libreto de cuatro páginas explicando esta historia. Una auténtica joya que puedes adquirir en su web y cuya cara A el sello ha tenido a bien abrir a través de SoundCloud, como puedes escuchar arriba.

“Un mundo al revés” y “Luz en mi oscuridad” son dos auténticas gemas en bruto. Hechas con lo mínimo, desnudas y sin red, pero llenas de esencia y sentimiento. Letras sencillas y claras, tan solo arropadas con una guitarra acústica, un piano eléctrico y algún coro. Y con un resultado marca de la casa Villanueva: pop clásico y atemporal. Destaca “Un mundo al revés”, por su letra de sueños imposibles y de plena actualidad años después, pero sobre todo por su fraseo de teclado y su melodía, sencillamente estremecedora.



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