Arte >> Portada

Los 'Ecos de la memoria', a través de la fotografía

A través de la recopilación y restauración de 116 publicaciones fotográficas, 'Ecos de la memora. Fotolibros del presente' traza las líneas que conectan el pasado con el presente. La exposición del Museu de Belles Arts de Castelló (hasta el 9 de julio), comisariada por Marta Martín Núñez, se convierte en un recurso de valor histórico clave a través de la fotografía, convertida en constructora de la memoria.
Envía Envía
Imprimir Imprimir

Noticias relacionadas

Etiquetas

, , , , , , , , ,

El Museu de Belles Arts de Castelló acoge un torrente de ecos y de clamores que reverberan la historia pasada y la presente. La exposición Ecos de la memoria. Fotolibros del presente, cuidadosamente comisariada por Marta Martín Núñez, traza con maestría un intrincado laberinto por la memoria de España, hilada por medio de fotolibros y catálogos. La exposición permanecerá activa hasta el 9 de julio.

La fotografía, en su esencia, adquirió un valor sagrado en el momento en que las primeras exhumaciones de fosas, ejecutadas con meticulosa precisión científica, se desplegaron en el año 1999. Con cada cuerpo rescatado de la tierra, la fotografía emergió como un recurso imprescindible; no solo para salvaguardar la memoria, sino también para presentar evidencias tangibles de las transgresiones cometidas. La construcción de una memoria que ya no intenta tapar sus agujeros.

El proyecto encabezado Marta Martín Núñez, especialista en fotografía española contemporánea y docencte y directora del LabCom de la UJI, se traduce en una importante labor de recuperación histórica. Para ello, se vale de la recopilación y restauración de 116 publicaciones fotográficas contemporáneas relacionadas con la guerra y la dictadura franquista para lograr crear un recurso invaluable para la sociedad. Estas publicaciones se encuentran resguardadas físicamente en la biblioteca de la Universitat Jaume I de Castellón y se ha trabajado en la digitalización de gran parte de estas obras, permitiendo el acceso en formato vídeo a través de la página web del proyecto. Al mismo tiempo, se encuentra en proceso de rodaje el documental relacionado con la exposición: Volver donde nunca estuvimos, el cual tiene programado su estreno a principios de 2024. Esta pieza audiovisual, producida por Adam Brenes Dutch (Micrea Film Projects) explora los procesos creativos de la posmemoria a través de las voces de fotógrafos y fotógrafas; extractos que ya se pueden ver en la exposición del Museu.

Una línea temporal abre la exposición y sitúa 75 de estas publicaciones entre 1999 y 2023 para comprenderlas en su contexto histórico y cultural. Foto: Carme Ripollès

Marta Martín nos explica que, aunque esta investigación no esté directamente vinculada con su linaje familiar, quizás sí haya una conexión intrínseca en este deseo de relatar y preservar todo lo que está ocurriendo actualmente en ese proceso de recuperación de la memoria: "Todo se remonta a mi abuelo, que era impresor. Durante la Guerra Civil, mi abuelo recorría las tierras de Aragón en un coche-imprenta, repartiendo boletines con las últimas noticias del Frente de Aragón. Por esta razón, el libro tiene un significado tan profundo para mí".

El proyecto se ha llevado a cabo gracias a la subvención otorgada por el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, específicamente dirigida a actividades de recuperación de la Memoria Democrática. Marta expresa su gratitud por haber tenido la oportunidad de trabajar en este proyecto, aunque admite sentir cierta preocupación por la posibilidad de no poder darle continuidad en el futuro. No obstante, reconoce que ahora, más que nunca, es el momento de difundirlo y darlo a conocer, ya que se vuelve absolutamente crucial ante la posibilidad de que prevalezcan narrativas que distorsionen la memoria o intenten ocultar los vacíos de la historia.

Los primeros libros y trabajos concebidos en torno a esta temática otorgaron a la fotografía un valor probatorio. Resulta transcendente contemplar cómo estos primeros fotolibros surgieron al unísono con las primeras exhumaciones, como si remover la tierra implicara, de manera inextricable, remover la memoria. La fotografía posee el poder intrínseco de revelar. Mientras los cuerpos yacían ocultos, los atroces delitos del régimen franquista permanecían sepultados en silencio. Sin embargo, al exponer ante la mirada atónita los vestigios materiales, se erigieron pruebas tangibles de las atrocidades cometidas enmarcada en la premisa de que "sin cadáver no hay crimen". La fotografía revela, desenmascara y confiere una presencia tangible a todo aquello que estuvo oculto durante tanto tiempo. Mientras que la literatura y el cine han abordado ampliamente la Guerra Civil, la fotografía experimentó un periodo de silencio en la memoria colectiva desde el final de la contienda hasta 1999. "Esta anomalía ha despertado un interés particular en la relevancia de la fotografía como dispositivo de memoria", explica Marta.

La exposición estará disponible en el Museu de Belles Arts hasta el 9 de julio. Foto: Carme Ripollès

En los oscuros años de la posguerra, un grupo emergió en el ámbito fotográfico, conocidos como La generación del silencio, tal y como señaló el historiador Antonio Ansón. Sumidos en un contexto sombrío y opresivo, estos valientes artistas encontraron en sus cámaras lo que quedaba susurrado en los rincones de una memoria colectiva enlutada. No obstante, a medida que la sociedad se adentraba en los laberintos de la transición, una nueva generación, bautizada como La generación del olvido, emergió con un anhelo ardiente de desligarse de los horrores pasados. Criados bajo el yugo de la dictadura, su sed de libertad les impulsó a alejarse de las heridas aún sangrantes de la guerra y la dictadura. En medio de esta transición generacional, una primera generación de nietos y nietas, portadores de una herencia silenciada, se alzaron con ímpetu y determinación para recuperar el hilo roto de la memoria. Y fue en el seno de la fotografía donde encontraron su voz, su poderoso medio para tejer los hilos del pasado y el presente y desafiar el implacable paso del tiempo.

El archivo cuenta con los trabajos de fotógrafos y fotógrafas de gran prestigio nacional como Clemente Bernad, Montserrat Soto, Martí Llorens, Sofía Moro, Ana Teresa Ortega, Gervasio Sánchez o Francesc Torres. Foto: Carme Ripollès

"Se ha evidenciado que los fotógrafos han desempeñado un papel fundamental en un trabajo que era responsabilidad del Estado", nos asegura Marta Martín Núñez. La labor de los fotógrafos ha sido la de protector de la memoria, documentando los crímenes, entrevistando a las víctimas y otorgándoles visibilidad, generando un cuerpo significativo de trabajo. Proyectos como el impactante Ellos y nosotros de Sofía Moro, o el Laberinto Mágico de Julián Baron, así como El legado de la guerrilla documentado por Juan Plasencia, que implicó un arduo recorrido de 14,000 kilómetros para entrevistar a los sobrevivientes, son comparables a los esfuerzos realizados por Comisiones de la Verdad en otras naciones.

Todos los fotolibros son testimonios de fotografías contemporáneas, creaciones que se originan en el aquí y ahora. Sus fotografías no son instantes que detienen el tiempo, no nos hablan del pasado; nos hablan del presente. No se limitan a hablar de la guerra, sino que se centran en los acontecimientos actuales. Son numerosas exposiciones y publicaciones las que rescatan fotografías de la Guerra Civil, pero estas imágenes no solo remiten al pasado, sino que nos hablan de sucesos, silencios y personas que conforman la realidad más inmediata. Marta Martín sentencia: "Hablan de las exhumaciones que están teniendo lugar en este momento, de las voces de las víctimas que se alzan en el presente, de las fosas aún sin desenterrar en la actualidad, de las representaciones y recreaciones de imágenes que se están llevando a cabo en el ahora".

Deja un comentario

He leído y acepto el Aviso Legal

Puedes consultar el tratamiento que hacemos de tus datos y la forma de ejercitar tus derechos en nuestra Política de Privacidad,