Lola Índigo, con sus llamativas coreografías, en el escenario del Borriana Alive. Foto: Cristian Lorente.

Del canto de la profetisa mitológica Sibila a desafiar a un pretendiente con "si quieres este culo, tú tienes que madurar, baby". De parejas abandonando las pistas de atletismo del camino Llombai de Burriana tras el concierto de Maria Arnal & Marcel Bagés mientras comentaban que en casa les esperaban sus hijos, a padres acompañando a sus hijas (principalmente en femenino) para que viesen el show de Lola Índigo, o esperándoles a la salida de la instalación. De una media de edad rayana en los 40 a otra que estrenaba la veintena (y bastantes por debajo). De 350 sillas preparadas para la primera de las actuaciones -y no ocupadas todas- a quintuplicar esa cifra en la última. Así han sido las líneas evolutivas del Borriana Alive en sus cuatro conciertos, estableciendo puentes las "Heridas de rock & roll" de Rulo y La Contrabanda y el "año de mierda del que venimos" de Miss Caffeina, una letra escrita antes de la pandemia pero premonitoriamente certera. Cuatro espectáculos, cuatro sonoridades, cuatro públicos, cuatro edades. Cuatro maneras de entender la música y la vida.

La presencia de Lola Índigo quintuplicó el aforo respecto al primer fin de semana. Foto: Cristian Lorente.

MISS CAFFEINA (viernes 10 de septiembre)

En un ranking de fijos en macrofestivales, Miss Caffeina está bien arriba. Excepción es el cartel veraniego en el que no aparece, y los eventos estivales de Castelló en estos últimos años lo prueban. Salvo la pandemia que en el 2020 les obligó a renunciar a la idea de girar con motivo del décimo aniversario de su primer lp, Imposibilidad del fenómeno, raro es el año -demos dos años de margen- en el que no "Venimos" (uno de sus temas conocidos) por escenarios CS. El viernes 10 de septiembre regresó. Su fórmula es la de un pop de sonoridad amable, aunque letrísticamente sí se comprometan en temas como "¡Oh! Sana", con la influencia que la educación en la fe tiene en la aceptación social de la homosexualidad, o la inicial "Reina", con ese lavado de miedos que dejó un pasado marcado por el bullying.

Alberto Jiménez, cantante de Miss Caffeina, aprovecha letras y vestuario para transmitir su pensamiento. Foto: Cristian Lorente.

Desde el disco Detroit los sintetizadores han dejado en segundo plano las guitarras, lo que remodela su propuesta aún más hacia la accesibilidad y el baile, aunque en la mayoría de las canciones envuelven líneas amargas y deseos interiores de los que liberarse de sentimientos negativos: Para sus fans, una buena ristra de hits, algunos de los cuales ya asoman en esa introducción al concierto que asemeja un dial de radio. El setlist de Burriana coincidió con los de la gira que se acerca a su conclusión para cerrar etapa. En la parte final soltaron dos singles ("Punto muerto" y "Me voy") que avanzan el lp a publicar el próximo año y que, a buen seguro, les volverá a ubicar en el circuito de festivales masivos. En cuanto a mejores respuestas por parte de los asistentes, sobresalieron "Merlí" -inspirada en la serie de TV3 y con una frase en catalán- y más popular "Mira cómo vuelo", al lado de "Cola de pez" o la calmada "Eres agua", al lado de la emocionalmente dolorosa "Ausentes presentes".

Andrea Alcalá y Fernando Redondo. Foto: Cristian Lorente.

Como teloneros, la joven cantante burrianense Andrea Alcalá, acompañada a la guitarra por Fernando Garrido (también encargado de disparar las programaciones). Un repertorio con versiones de temas indie nacionales (Vetusta Morla, Supersubmarina, Lori Meyers) más su reciente single "Alba" y un par de composiciones de Fernando. Después de un período de silencio, quien años atrás se presentó a castings de concursos televisivos, retoma su aún naciente carrera.

LOLA ÍNDIGO (sábado 11 de septiembre)

De las colas breves y de rápido tránsito se pasó a la copiosa hilera para acceder al show de Lola Índigo del sábado 11 de septiembre . En cuatro años, la cantante, bailarina y coreógrafa madrileña/granadina Miriam Doblas se ha convertido en referente para jóvenes (principalmente chicas), en parte con el empujón hacia adelante que le han dado sus participaciones en los concursos televisivos Fama Revolution, Operación Triunfo o Tu cara me suena.

Un show llamativo, en el que prima el aspecto visual, ya sea en cuanto a luces y proyecciones como con los bailes. ¿Las letras? Pues conectan con las adolescentes y jóvenes, en la línea del trap, mientras provocan algún arqueo de cejas entre los más adultos, al tratar sobre el paso de ser despreciada sentimentalmente por su físico a pretendida por ahora estar buena -en la inicial y solicitada como bis "La niña de la escuela"- o los méritos que el pretendiente debe hacer para conseguir su culo... que dicho de otro modo equivaldría a lo que se ha cantado toda la vida: esforzarse por conquistar su amor (o sin amor). ¿La música? Salvo la guitarra de Rubens, el resto grabada. Las coreografías sobre el escenario mandan. Y una colaboración, la presencia de la cantante chilena Denise Rosenthal en el tema "Santería".

Bailarinas en lugar de músicos en vivo (salvo el guitarrista Rubens). Foto: Cristian Lorente.

Las fans (y también los) de La Niña, a quienes llama "Spice girls" se mantienen en sus sillas ante las miradas controladoras de los encargados de vigilar que se cumpla la normativa sanitaria... hasta que arranca el single "Ya no quiero ná", y ahí la masa en pie puede con los intentos de mantener las formas, aunque los bailes se desarrollan en el mismo metro cuadrado -sin desplazamientos- y al finalizar el tema, de nuevo sentados para asistir a un final un tanto frío, con apagón de luz escénica tras sonar un tema todavía no publicado.

A Lola Índigo hay que atribuirle el discurso más llamativo de este ciclo. Mientras todos los que han participado en Borriana Alive agradecían la posibilidad de actuar en vivo en tiempos en que organizar conciertos resulta complicado -ella también lo hizo- se arrancó con las siguientes palabras "aprovecho el altavoz que me da estar en un escenario para pediros que no estéis siempre en las redes sociales. Que apaguéis la pantalla y disfrutéis con la gente que os rodea, que leáis periódicos, libros, que escuchéis opiniones diferentes a la vuestra... Así aumentará vuestra tolerancia. No dejéis que algoritmos os sirvan la vida a la carta y solo os muestren aquello que os gusta, reduciendo vuestro mundo a eso". Un mensaje a contracorriente a estas alturas de siglo que es difícil que tenga éxito entre la mayoría de los presentes, pero que muestra un bien intencionado contenido humanista.... aunque buena parte de la popularidad de Lola Índigo tenga precisamente como base las redes sociales, con millones de seguidores.

Como teloneros, los locales Trébede con esa fusión de ritmos a partir de la rumba.

Imagen desde el fondo de escenario durante la actuación de Trébede. Foto: Trébede.

En la segunda quincena de septiembre, el ciclo Alive, organizado por The Music Republic y los respectivos ayuntamientos, se traslada a Vila-real.