Jairo Zavala (Depedro), entre el público de la sala sinfónica del Auditori de Castelló. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Los integrantes de Chill Mafia charlan con el público a muy corta distancia en una sala acristalada del sótano del Auditori de Castelló llena hasta los topes, vapeando y entre constantes bromas. Los pamploneses explican que hace nada simplemente jugaban con la música para divertirse, sin más, que ahora les están llamando de un montón de sitios para tocar, cada vez más grandes, pero que son "muchos para repartir", que alguno de ellos ya no hace otra cosa (Kiliki Frexko), que otro está estudiando FP (Flakofonki) y que últimamente se están teniendo que poner las pilas en el local de ensayo. A continuación, se parten de risa. Un chico del público (Oriol Gamir) les dice que forma parte de un colectivo, Curry Kvult, que está empezando a organizar conciertos en Castelló, que la próxima cita es el 25 de noviembre en el pub Terra, con Nerve Agent y Greyesen, que si ellos podrían venir a tocar. Sara Goxua (la DJ) le responde que qué guay, que conocen a Nerve Agent, que les encantaría; Ben Yart añade que hablen con su booker.

Charla protagonizada por Chill Mafia en el Auditori. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Eso es la Fira Trovam!-Pro Weekend. También una tanda de pitchings de proyectos tecnológicos en la Zona Pro del Auditori el miércoles por la mañana, en el que a través de las presentaciones (Escena Online, Break Event, Oratrex, Music Adders...) se percibe cómo, ya no solo la digitalización, sino la gestión inteligente de datos, la trazabilidad y la predicción se va implantando en la industria musical para hacerla más eficiente y para que no se pierda todo entre intermediarios. O la presentación del divertidísimo libro de Joan Vich sobre el FIB, Aquí vivía yo, junto a la de la primera edición en papel de la revista Mússica, conducida por Carlos Pérez de Ziriza. Una conversación con El Goma y José Manuel Sebastián sobre la escena castellonense en Que parezca un accidente de Radio 3; otra con Jorge Martí sobre cómo se lo monta para vivir en Noruega con unas circunstancias familiares muy especiales y hacer gira por festivales con La Habitación Roja. Calma tensa hablando del FIB entre Francesc Colomer y Susana Marqués, intentando tapar las vergüenzas de un recinto de festivales rodeado de planes y promesas, pero sin acondicionar después de 25 años. Armand Llàcer, el coordinador de la fira, haciendo lo imposible para estar en todas partes y ejercer de gran anfitrión.

Jorge Martí, de La Habitación Roja. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Eso es la Fira Trovam! Y también ver cómo va in crescendo. Cómo pasa de encuentros profesionales y acústicos menos concurridos de lo que le gustaría a la organización a citas que van cogiendo color y hasta la explosión en conciertos como el de Depedro, pletórico, mezclándose con el público y llenando la sala sinfónica de palmas, sonrisas y brazos al aire. El Trovam! también es esa cosa extraña de tener que sacrificar la actuación de Novembre Elèctric y desplazarse hasta el Paranimf de la UJI en Tram para ver el nuevo espectáculo íntimo de Enric Montefusco, Viaje al centro de un idiota, flipar con su puesta en escena y su iluminación, aunque con menos canciones que cuando Standstill; y después tener que perder el culo para volver al Auditori a tiempo de disfrutar de algunos de los grandes momentos de la edición de este año. De los conciertos que se desparraman y agitan al público. De los que eran una incógnita o, directamente, no tenías ni idea de qué podían deparar.

Enric Montefusco, en el escenario del Paranimf de la UJI. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Eso es lo que más nos gusta de la Fira Trovam!: descubrir. El viernes, por ejemplo, descubrimos a Habla de mí en presente, una banda nacida en las calles de Berlín, integrada por músicos procedentes de distintas ciudades europeas, con un frontman que canta en diferentes idiomas, también en catalán, con un guitarrista rumbero, un violinista, un batería y un bajista-teclista. En el programa se anunciaba que tiran de "tecno-rumba" y, efectivamente, eso es lo que hacen. Te lo explican y dices: va, será un engendro. Pero en directo funciona a las mil maravillas. todos acabamos bailando entre lunas.

Habla de mí en Presente. Foto: Carme Ripollès (ACF).

Y para rematar, el desfase con Chill Mafia. Pura diversión a base de caos, saturación, todo imprevisible y destartalado, con ese aire de grupo de amigos que está haciendo exactamente lo que les da la gana y que (casi) todo les queda bien. Desde una versión de Morodo hasta una especie de aurresku. Da igual que haya dos de ellos sentados en el sofá detrás del ordenador vapeando como si estuvieran jugando, casi ajenos al concierto. Da igual que entren y salgan del escenario en medio de una canción. Da igual que el autotune se acople o te salga por las orejas. Da igual casi todo. Su actitud punk se acaba imponiendo y el público, jo-ven-cí-si-mo, les da todo el ruido que piden. Se los comen.

Entre medio, echar la tarde del jueves con Joan Vich y la del viernes con Carme Ripollès, charlando de música y de la vida pera. Quizás eso es lo que más recordaremos del Trovam!

El Pro Weekend se reinventa

ProWeekend ha optado por recuperar dentro de la feria un protagonismo paulatinamente menguante en las anteriores ediciones en comparación con sus primeros años de unión con Trovam! En este 2022 se ha mantenido junto a la otra parte organizativa, pero con un evidente carácter independiente a nivel programático. Su idea ha sido apostar por una copiosa programación basada en grupos emergentes -una veintena- y en charlas para ofrecer una perspectiva de los pasos a dar para el crecimiento dentro de un mundillo musical plenamente digitalizado. La novedad más llamativa es que ha llevado sus actividades a las salas y espacios culturales de la ciudad de Castelló: Pub Terra, Because, Salatal, Escuela de Calor, Teatre del Raval, La Bohemia y Raspabar. Una apuesta arriesgada, ya que se dividía al público entre las actividades del Trovam! y las propias del ProWeekend, que además se desarrollaban en lugares no muy distantes -salvo la ubicación poligonera de Salatal-, pero que exigen desplazamientos.

The Garlic Phantoms interpretaron en directo su única canción. Foto: ProWeekend.

Pese a las dudas previas, a la hora de la verdad se ha demostrado que sí existe público para tanta oferta concentrada en cuatro días. Eso sí, como ocurre cada semana del año, ha habido actuaciones para contadísimos asistentes y otras que han rozado los llenos absolutos, sobre todo a medida que avanzaba la tarde y caía la noche. La cruz han sido los contratiempos en forma de cancelaciones por cuestiones médicas. No ha habido día tranquilo. Primero se cayó del cartel el nombre más conocido, Lichis. Ya en la misma semana de celebración se sumaron las bajas de Panic Shack y Agoraphobia -dos de los nombres más atractivos a priori-, sumando la enfermedad el mismo día de la actuación de Evelinn Trouble -se tuvo que reconvertir en trío- e incluso la duda de Nadia Sheikh, a causa de la ingesta de un alimento en mal estado que la obligó a guardar cama en Londres durante los cuatro días previos a su concierto.

Las salas de conciertos han tenido su protagonismo en esta edición. Foto: ProWeekend.

La programación del ProWeekend ha reunido al público más habitual del circuito underground de Castelló... atraído, por ejemplo, por el extraño y divertido experimento (documental ficticio) de The Garlic Phantoms, así como por la curiosidad de saber qué proponían bandas de procedencias poco habituales, como los electrónicos húngaros Belau, pero sobre todo por propuestas guitarreras, como Pantocrator, bandas de los Países Bajos como Bony Macaroni -en formato acústico y eléctrico-, St. Solaire o Roofman. Por su parte, Wombats Revenge y Falsonueve han mostrado su tirón en escenarios castellonenses. Mientras que We Bless This Mess (Portugal/UK) han sido los grandes animadores del ProWeekend, muy activos tanto en charlas como en los formatos acústico y eléctrico. Chaqueta de Chándal o I Am Dive figuran también entre los nombres más celebrados.

A nivel de charlas, la temprana hora -desde las 16:00 en La Bohemia- ha afectado la asistencia a debates y conferencias que han tratado temas como las estrategias para lograr carreras duraderas, la internacionalización a través de mánagers habituados a cruzar fronteras, la necesidad de cuidar las salas de conciertos como valor cultural, los algoritmos que rigen el negocio dentro de un mundo en que la inteligencia artificial gana espacio a pasos agigantados... y también la nostalgia de las aún vivas cintas de casete, a través de la única fábrica española, La Cassetteria.

Charla dedicada al 'Do it yourself/Hazlo tú mismo'. Foto: ProWeekend.

Queda la duda de si sería mejor separar en diferentes semanas las actividades de Trovam! y ProWeekend para alcanzar una mayor afluencia a cada acto, a la vez que se extiende temporalmente la feria de la música, y no provocar tantos mareos a la hora de tener que elegir entre el público potencial. Sí que es necesario mejorar la coordinación entre ambos eventos e incluso entre el propio ProWeekend y con los dueños de las salas a nivel de modo de actuación. El tema de las entradas de acceso a los conciertos ha sido un galimatías por instrucciones distintas ante una misma situación, lo que ha provocado desconcierto en todos.