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'Delirium' en el Teatro Principal: "Involucramos al público en el teatro para conseguir una reacción, pero nada moralista"

Madrileño de origen pero afincado en Castelló desde hace dos décadas, Marcos Luis Hernando, junto a la compañía Teatro del Contrahecho, ha conseguido llevar la crítica social y temas polémicos al teatro. Un ejemplo es 'Delirium', un crudo y ácido retrato del alcoholismo y los problemas que causa. El jueves 25 de febrero la llevarán al Teatro Principal de Castelló.
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Marcos Luis Hernando, dramaturgo de origen madrileño aunque vive en Castelló desde hace veinte años, es el autor de 'Delirium', producción de Teatro del Contrahecho.

Los jueves el Teatro Principal de Castelló sube a su escenario a compañías y autores/as de Castellón y el resto del territorio valenciano a través del ciclo impulsado por el Institut Valencià de Cultura de Castelló Els dijous al Principal. El 25 de febrero lo hará Delirium (19.00; entrada: 6 euros), escrita por Marcos Luis Hernando y dirigida por Isabel Martí. Esta tragicomedia, producción de la compañía Teatro del Contrahecho, nos presenta a cinco protagonistas sentados en la barra de un bar para poner el foco en uno de los temas más incómodos de la sociedad: el alcoholismo; eso sí, sin dejar de lado el humor ácido.

La obra, que va ligada a un laborioso trabajo de documentación, investigación e incluso vivencias, ha sido también nominada a los últimos Premios de las Artes Escénicas Valencianas. Hablamos con el autor del texto, Marcos Luis Hernando, madrileño afincado en Castelló desde hace veinte años, para conocer qué hay detrás de la obra.

>Benetússer, donde se estrenó, Valencia, Alicante, Corbera, Oropesa... y el jueves 25 de febrero en Castelló. ¿Cuántas funciones habéis podido hacer con Delirium, pese a la pandemia?
Alrededor de 20 funciones; y eso que debido a la pandemia se han aplazado muchas actuaciones, por lo menos diez. Con Segarem ortigues amb els talons, nuestra anterior producción, llevamos más de 70 representaciones y seguimos girando con ella.

>¿Qué te motivó para dedicar Delirium a un tema tan estigmatizado como el alcoholismo?
Cuando busco una temática para mis obras me surge hablar de temas sociales. Me gusta escribir en los bares y cafeterías, y de escuchar las conversaciones y entender que allí había una fauna particular nació Delirium. Cuando empiezas a investigar sobre el alcoholismo descubres que hay muchas sombras que no todo el mundo conoce. Las adicciones no van por sí solas, suelen ir acompañadas: el juego, la cocaína, etc. Por eso en Delirium no se habla solo del alcoholismo, sino también de otras adicciones como los móviles o los likes en Instagram; para hacer ver que somos más vulnerables en este sentido e involucrar al público. Vivimos en un mundo cada vez más paranoico: estamos en el estado del bienestar, pero cada vez hay más enfermedades mentales y vamos más al psicólogo.

"Vivimos en un mundo cada vez más paranoico: estamos en el estado de bienestar, pero hay más enfermedades mentales y vamos más al psicólogo"

>¿Y cómo consigues mostrar esta problemática en la obra?
Intento reflejar aspectos que desconozca la gente. Por ejemplo, el machismo dentro del alcoholismo: ves a hombres en las barras de los bares, ¿pero dónde están las mujeres que sufren ese problema? Se suelen esconder más porque son más señaladas. Una vez que trato la adicción al alcohol me gusta abrir el abanico e incluir al espectador; además, optamos por un lenguaje poco convencional y nuestra estructura no es la tradicional tampoco. Los personajes no representan unos roles, sino que pasan de las típicas conversaciones de barra de bar a monólogos introspectivos en los que expresan su sufrimiento o su soledad.

>Tu anterior trabajo con la compañía Teatro del Contrahecho, Segarem ortigues amb els talons, hablaba sobre la prostitución y, en este caso, Delirium encara directamente el alcoholismo. ¿Por qué este tipo de temas?
En nuestros trabajos solemos optar por una temática social, pero no por ninguna pretensión, sino porque nos interesan las cosas que están en la periferia de nuestra sociedad. Queremos poner el foco en esos temas para que la gente ponga su mirada en conceptos que parecen invisibles.

>Los bares son unos de tus lugares de inspiración para escribir. ¿Alguno de los personajes o de los diálogos de Delirium están basados en una situación de la que hayas sido testigo?
Aunque no tenemos un estilo naturalista, sí que adaptamos diálogos extraídos de conversaciones reales. Algunas discusiones de barra de bar que he podido escuchar las he transcrito casi literalmente, aportándoles un valor más lírico. Y aunque el espectador pueda pensar que por ser absurdas son de mi invención, realmente está escuchando una conversación real.

>Para escribir Delirium hiciste un gran trabajo de investigación, incluso te entrevistaste con ex-alcohólicos, psicólogos especializados y trabajadores sociales. ¿Cómo trabajaste esta parte de documentación para la obra?
Recopilé ese material para intentar no caer en contradicciones y ser más exacto, porque me interesaba que los profesionales me hablaran de los problemas de la adicción. He conocido adictos al alcohol de todas las clases sociales, no solo al típico que está en la barra del bar con pintas estrafalarias; hay alcohólicos de fin de semana, esporádicos, etc. No quería sacar de ahí las historias de mis personajes, ya que no tenía la intención de hablar de la desestructuración, quería construir algo más poético. Hay material basado en testimonios, pero no quería que Delirium contara una historia real.

Rosanna Espinós, Ernesto Pastor, Pilu Fontán, Alberto Baño y Maria Poquet son los intérpretes de la barra del bar de 'Delirium'.

>¿Qué diferencia a Delirium de otras obras con la misma temática?
Normalmente el alcoholismo se trata desde un perspectiva muy naturalista, como las películas Días de vino y rosas (Blake Edwards, 1962) o Leaving las vegas (Mike Figgis, 1995). En el teatro suele aparecer como la característica que define a un personaje, pero no suele ser el tema central de la obra. En nuestro caso, desarrollamos los personajes a partir de la temática, el alcoholismo, para ir cambiando sus roles durante la función. Además, desde ese concepto aprovechamos para hablar de más temas que nos preocupan como la actualidad.

"En 'Delirium' no se habla solo de alcoholismo, sino también de otras adicciones como los likes de Instagram"

>¿Qué intención tiene la obra? ¿Qué se le quiere decir al espectador.
Tengo varios objetivos. Por un lado, mostrar partes desconocidas del alcoholismo. Por ejemplo, la introducción del repelente en el alcohol, llamado Antabus, durante las fases de desintoxicación; el consumo de Antabus con alcohol genera ansiedad y puede llegar a provocar ataques al corazón, y para evitar los efectos de ese fármaco, los alcohólicos beben colonia para reducir sus secuelas y así poder seguir consumiendo alcohol. Por otro lado, apelo al espectador para que se vea reflejado en las adicciones de los personajes. Trato de involucrar al público para conseguir una reacción, pero nada moralista. No busco un juicio concreto, cada espectador debe sacar su propia conclusión.

>Los personajes de Delirium reflexionan sobre temas vigentes de nuestra sociedad como la inmigración, la religión o Amazon. En cambio, comentaste para Verlanga que no pretendes que Delirium sea política o una queja...
 En nuestros trabajos evitamos el enjuiciamiento. En Segarem ortigues amb els talons hay mucha controversia incluso dentro del feminismo sobre qué hacer con la prostitución. En Teatro del Contrahecho no queremos tomar partido. Nuestra intención es mostrar lo que sucede, y no queremos representar a los alcohólicos como viciosos, sino como gente con una enfermedad y conductas alteradas. Más que seguir un camino moralista, optamos por introducir el humor negro en nuestros trabajos, ya que con ello consigues que se pueda disfrutar una obra con una temática oscura.

>En Delirium se representa la doble estigmatización que tienen las alcohólicas por el mero hecho de ser mujeres. ¿Cómo está presente la cuestión del género en la obra?
El reparto de actrices es heterogéneo. Hemos llegado a trabajar con una actriz que estaba embarazada, por lo que queremos hacer ver que no hay un prototipo de alcohólica. En la obra hay monólogos muy variados de mujeres que tienen una vida bastante difícil y se sienten hundidas. Por ejemplo, aparece un personaje femenino que desde su casa oye el bar de su calle y piensa que debe esconderse para poder beber, porque será señalada. Estadísticamente, hay menos alcoholismo en las mujeres, pero creo que se sufre más por ser más escondido.

>¿Cuáles son tus referentes teatrales?
Tengo referentes muy claros a nivel de estilo como Angélica Liddell, Rodrigo García o Roger Bernat. También, aunque no tengan nada que ver con mi estilo, me influyen los trabajos de Alfredo Sanzol o El Pont Flotant. Y aunque te gusten unos determinados autores, debes hacer tu propio estilo. Busco un lenguaje con el que me entienda, me sienta cómodo y pueda expresar lo que quiero.

"En el teatro suele aparecer el alcoholismo como la característica que define a un personaje, pero no suele ser el tema central de la obra"

>¿Estás trabajando con nuevos proyectos?
Estoy preparando el siguiente trabajo con Teatro del Contrahecho e inicialmente teníamos la intención de estrenarlo el próximo otoño... Pero lo vemos complicado debido a las cancelaciones por la pandemia. Por otro lado, estoy trabajando con compañeros de la provincia de Castellón para intentar hacer alguna producción para el año que viene.

>¿Y cómo ves la situación del teatro en Castelló?
Durante la pandemia hemos constituido Proart, una asociación de profesionales de las artes escénicas en Castelló para tener una voz frente a las instituciones. Ha nacido de una situación adversa, pero esperemos que ayude a que haya más proyectos, más inversión, más formación, más investigación y más posibilidades para hacer producciones desde la ciudad. En la provincia hay mucha tradición de teatro en la calle, es una de las industrias más potentes, pero no de teatro en salas. Así que estamos intentado que empiece a haber una industria en las salas y eso requiere inversiones en infraestructura, escenografía, técnicos, actores y directores. Que podamos trabajar los profesionales y creando cosas.

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