Las cifras récord de 2009 no eran normales y este año se ha regresado a la realidad. El FIB ha pasado con holgura el listón de una de las ediciones más complicadas en sus 16 años de vida. Una edición de transición, por el cambio de propietario (con nuevos usos y costumbres con respecto a los hermanos Morán) y por el hostil entorno de crisis, con un cartel y unas cifras de asistencia por debajo de sus mejores momentos, pero aún así mejores de lo que inicialmente se esperaba. Y tiene perfectamente garantizado su futuro, incluidas las actividades extramusicales. Esas son las principales conclusiones de la rueda de prensa de balance del FIB 2010, celebrada por primera vez fuera del recinto (hoy domingo en el hotel Bonaire a las 13.30), que ha servido para comprobar, después de un año de titubeos y gestos fríos -cuando no directamente ofensivos-, que Vince Power, el nuevo mandamás del festival, también pisa con los pies en el suelo, conoce bien la realidad del festival y apuesta decididamente por él. Ayer se le vio más afable, cercano, realista y -esto ya lo conocíamos- pragmático que nunca. Se mostró sensato y comprometido con el festival, algo que, junto con algunos otros guiños, neutraliza el ambiente de incertidumbre que se había empezado a extender durante esta semana en Benicàssim entorno al futuro de su joya más preciada.
Sus reflexiones sobre el FIB Heineken 2010 dejan dos mensajes importantes para el futuro. El primero, que "el festival no se puede quedar quieto, porque si no corre el riesgo de que le atropellen; es tiempo de emprender cambios para mejorar el festival, no podemos quedarnos estancados". Y el segundo, toda una declaración de intenciones del empresario irlandés: "Benicàssim es definitivamente mi festival favorito. Cuando vine hace seis años aquí no tenía canas en la barba, pero tengo la intención de que el festival siga adelante y con más fuerza".
Antes de tomar la palabra Vince Power, Pepe Corral, el director ejecutivo del FIB, fue el encargado de desgranar las grandes cifras de esta edición que, a pesar de los malos vaticinios de primeros de semana, "demuestran que el festival goza de buena salud en tiempos difíciles". Por el festival acabarán pasando un total 127.000 asistentes sumando los cuatro días: 28.000 el jueves, 32.000 el viernes, 35.000 el sábado y 32.000 el domingo; de los que 27.000 entraron con abono y el resto son público de día. El 60% ha pernoctado en las zonas de acampada. Lejos de los 50.000 del año pasado, pero suficiente para ser motivo de "felicidad y alegría ante un año incierto", conforme aseguró Corral.
El director ejecutivo del FIB también destacó que ha habido "un balance más equilibrado entre público internacional y nacional, del 55% por el 45%", ya que para la organización era "importante volver a las cifras en que se solía mover el festival" . Además, Corral aseguró que progresivamente se está "captando a un público de menor edad, uno de los principales objetivos para garantizar la renovación generacional después de 15 ediciones". "Estamos consiguiendo transmitir las mismas experiencias que habíamos transmitido a sus hermanos mayores", añadió.
Para justificar los 10 euros que la organización está cobrando por los horarios de los conciertos del festival (tres más que el año pasado), en vez de incluirnos como un servicio a cuenta del abultado precio del abono, Corral fue mucho menos convincente. "Estamos haciendo un gran esfuerzo de concienciación medioambiental y queremos minimizar la utilización de papel, como en los horarios, y la prueba es que la aplicación para móviles con el programa que se ofrece gratuitamente en fiberfib.com ha recibido 2.000 descargas". Corral también destacó la ampliación de la conexión wifi a casi todo el recinto, los 10.000 oyentes diarios de las retransmisiones de los conciertos en directo a través de la radio on line, las 250.000 visitas a fiberfib.com durante el último mes y las 100.000 fotos vistas en las galerías del festival en flickr esta semana.
"Siempre no se puede traer a Elvis Presley y Michael Jackson"
En la rueda de prensa Corral puso los números y Power la letra, empezando por el reconocimiento de su poco apego a los micros y las cámaras: "Esta conferencia me da más miedo que organizar 50 ediciones del FIB". Y, al contrario que en la presentación del pasado mes de mayo en el Voramar, respondió sin evasivas a las preguntas de los periodistas tras reconocer motu propio que "es un año difícil económicamente; han caído unos patrocinadores y se han sumado otros".
Para explicar el descenso de las cifras del festival, el propietario del FIB argumentó que "hay muchas razones, no solamente una". "Está claro que la primera es la crisis económica, que afecta especialmente a España y a muchos países europeos. Hemos gastado millones de euros en artistas, el festival es muy grande y eso se refleja en el precio de las entradas, que no es el más barato", prosiguió, para terminar asumiendo responsabilidades: "También es posible que hayamos cometido errores; seguro que lo podemos hacer mejor".
Vince Power dejó una reflexión final para relativizar el impacto de esta edición de transición y tranquilizar los ánimos: "Llevo 23 años haciendo festivales y sigo aprendiendo. Los festivales tienen años buenos y malos. El año pasado fue muy bueno para el FIB, también porque siempre no se pueden conseguir los artistas que quieres... Siempre no se puede traer a Elvis Presley y Michael Jackson. De cada 5 años, tres son muy buenos y 2 más tranquilos". Después, a preguntas de la prensa, negó que el cartel se haya hecho más británico desde su llegada ("llevo involucrado 5 años en la contratación del FIB, contraté a Leonard Cohen y su vocación internacional viene de antes") y más electrónico ("siempre ha habido una fuerte presencia de la música electrónica en el cartel a partir de las 2.00").
Por su parte, el alcalde de Benicàssim, Francesc Colomer, también incidió en esa idea de que "el FIB ha respondido a las expectativas en una de sus ediciones más comprometidas, en una época de incertidumbres y de mucha competencia". "De nuevo el ensamblaje entre la propuesta musical y la población de Benicàssim ha funcionado a la perfección. Esa media de más 30.000 asistentes al día se ha vuelto a traducir en un ejemplo de civismo, en el que todo ha vuelto a funcionar, cada vez con más confort y espacio para todos", añadió.
Por primera vez en la rueda de prensa final del FIB, los directores de las cinco actividades extramusicales que transcurren en paralelo a la programación de conciertos también se sentaron todos en la mesa para hacer balance. José Luis Paulette (Fib Art -que este año ha cumplido su décimo aniversario- y curso de verano coordinado con la UJI sobre videoclips), Gabriela Foschi (Cita con la Danza), Lía Moya (FIB Cortos) y Rafa Romero (FIB Actúa) explicaron el desarrollo y las principales novedades de sus respectivas programaciones. Los cuatro hablaron antes que el propietario y el director ejecutivo del FIB, en un gesto cargado de simbolismo, para demostrar que las extramusicales van a seguir teniendo protagonismo en el futuro del FIB, fuera y dentro del recinto de conciertos.