El nombre de Xarxa Teatre no solo es popular en Castellón y la Comunitat Valenciana; es prácticamente universal. Ya sea por haberse visto cautivados en alguno de sus numerosos espectáculos, que ya recorren todo el mundo, o simplemente por ser fieles a citas ya tan tradicionales como en La Plana la Nit Màgica durante las fiestas de la Magdalena. Teatro y mucho fuego, así es la magia que desprende la compañía vila-realense cada vez que sale a una de esas calles o plazas que convierten en sus escenarios. Tal y como también han hecho en Corea del Sur con su espectáculo Ara Pacis, que habla sobre el dolor y los males que trae la guerra.

Pero ahora Xarxa Teatre se muestra desde dentro. Toda esa maquinaria, ese esfuerzo y trabajo con los que dan forma a sus trabajos. Precisamente esto es lo que plasma Atom Samit, realizador castellonense residente en la ciudad surcoreana de Jinju y que colabora en la sección de cine de Nomepierdoniuna, en su documental Alegrías del incendio. Una noche de insomnio y una publicación en Facebook fueron las dos claves que llevaron al joven artista a ponerse en contacto con la compañía, aprovechando su paso por Corea del Sur. La sintonía nació al instante, e incluso parece que Atom Samit se convirtió en uno de ellos. Alegrías del incendio, como él mismo explica, tiene detrás un “proceso de grabación muy intenso”, dando lugar a un “tipo de documental de cine directo donde intento no intervenir y dejar que ellos hagan lo que tienen que hacer”. ¿El resultado? Que el espectador se sienta miembro de Xarxa Teatre, que conozca el trabajo que hay detrás y disfrute junto a ellos del increíble resultado final del espectáculo.

El documental sobre Xarxa Teatre de Atom Samit, 'Alegrías del incendio', se estrena el 17 de marzo en Castellón.

Alegrías del incendio se estrenará el jueves 17 de marzo a las 19.00 en el Centro Cultural Las Aulas, con entrada libre. Estreno que contará con la presencia de los directores de Xarxa Teatre, que explicarán un poco más sobre sus vivencias en la compañía. Pero antes de que se desvele el secreto, hablamos con Atom Samit para que sea él quien nos cuente algunos detalles sobre la grabación del documental.

>Alegrías del incendio documenta el desarrollo del espectáculo Ara Pacis de Xarxa Teatre en Corea del Sur. Pero, antes de hablar del documental, ¿cómo llegas tú a Corea?
En diciembre de 2013 me fui a la residencia de artistas GlogauAIR en Berlín gracias a la beca Hàbitat Artístic Abroad que me concedió el Ayuntamiento de Castellón para realizar allí un proyecto artístico titulado Desaparezca aquí. Durante mi estancia en Berlín conocí a la artista surcoreana Jiminy. Cuando terminó nuestro periodo de residencia, tras pasar un par de angustiosas semanas en España, dónde tampoco veía mi futuro a corto-medio plazo, decidí hacer las maletas e irme a vivir con ella a su país. Pese a estar lejos de España intento sacar proyectos que me sigan conectando con mi país y con mi ciudad, por lo que este documental sobre Xarxa Teatre fue un proyecto como caído del cielo, que me vino muy bien y no costó mucho sacarlo adelante. Desde el principio la compañía se implicó mucho y yo me sentí como uno más.

>No es la primera vez que Xarxa Teatre representa uno de sus espectáculos allí, ¿cómo se vive en Corea un espectáculo con el sello de Xarxa Teatre?
Los smartphones han revolucionado la forma de ver espectáculos de calle, hacer viajes, salir una noche… Ahora parece que se tiene la imperiosa necesidad de guardar todas nuestras experiencias en fotografías y vídeos y compartirlas en las redes sociales, minusvalorando el poder de nuestra memoria o quitándole posibilidades a la imaginación y cómo nos hará recordar un hecho en el futuro. Los coreanos están endiabladamente enganchados a sus smartphones, como ya casi todo el mundo, y vivir un espectáculo de Xarxa Teatre para ellos es estar durante la hora de actuación sacando fotos y haciendo vídeos al tiempo que no dejan de sorprenderse, de exclamar y de admirar la magia de los fuegos artificiales.

El público durante el espectáculo 'Ara Pacis' en Corea.

Lo disfrutan mucho, porque es una forma de usar los fuegos artificiales muy diferente a como se usa aquí, que se limita prácticamente a castillos de fuego. Y todo su entusiasmo lo intentan concentrar en la pantalla de sus teléfonos móviles, y terminan viendo el espectáculo a través de la pantalla. Lo viven, pero ya no como antes. Y creo que esto es un paradigma de nuestro tiempo, que la sociedad coreana ha concretizado. Pero me alegré mucho al ver cómo la gente no dejaba de acercarse a medida que iban ensayado el día anterior al espectáculo o durante la misma actuación.

>¿En qué momento decides dar forma a este testigo visual del espectáculo de Xarxa Teatre? Y, ¿cómo te pones en contacto con el equipo de Xarxa Teatre y oficializáis la colaboración?
Ya hace años que cada par de semanas, o ya cuando a mi cabeza le da por no deja de pensar, tengo un par de días de insomnio. En una de esas noches sin poder dormir, consulté el móvil para ver la hora y casi por inercia y sin pensarlo abrí el Facebook y me puse a ver las últimas actualizaciones. En España son 8 horas menos que en Corea, por lo que cuando yo duermo es cuando más actualizaciones recibo. Entre ellas había una de Xarxa Teatre, que decían que ya habían encontrado a una actriz bailadora de flamenco (Marina, en el documental) y que con ella se pondrían rumbo a Corea un mes después o algo así. Me pareció una oportunidad única. Yo estaba pensando en hacer algún nuevo documental y ver que Xarxa Teatre, ni más ni menos, un grupo con nombre, importante, al menos para todos los que tenemos cultura de Castellón y para los amantes del teatro, iba a venir, no tardé ni cinco minutos en enviarles un correo electrónico proponiéndoles grabar un documental sobre el proceso de creación de su espectáculo en Corea; desde las primeras reuniones, lo ensayos, la actuación, etc. En seguida me respondieron que les encantaría y que me ayudarían en todo lo que hiciera falta. Intercambiamos algunos correos más para cerrar detalles de fechas y el plan de trabajo que tenían y ya nos vimos directamente en Suwon, donde iban a participar en el festival de teatro.

El equipo de Xarxa Teatre durante la preparación de 'Ara Pacis'.

>Y, ¿sobre el proceso de grabación?
El proceso de grabación fue muy intenso. En este tipo de documentales de cine directo donde intento no intervenir y dejar que ellos hagan lo que tienen que hacer, buscando yo luego el ritmo y la trama en el montaje, me gusta grabarlo absolutamente todo e intento no apagar la cámara. Y aquí fueron cuatro días grabando durante todo el día. Acumulé casi unas 40 o 45 horas de grabación que he dejado en hora y media de documental después de varios montajes. Quería mostrar todo el proceso, que se sintiera. Así que el rodaje, como he dicho, fue muy intenso. Grabar todo el día, sin intervenir, siguiendo a todo el mundo de un lado a otro y, a la vez, intentando familiarizarme con los miembros del grupo. Siempre que grabo este tipo de documental intento desaparecer pero estar en todos los sitios a la vez, lo que es agotador pero muy entretenido y emocionante. Luego, cuando te pones a grabar te das cuenta que la emoción era más del momento que de lo grabado –ríe-.

>En cuanto al desarrollo, ¿en qué elementos te has basado?
La idea inicial era grabar una entrevista a Manuel Vilanova  y Leandre Escamilla para que me hicieran un poco de guía a la hora de montar el documental. Al final sólo se la hice a Manuel, pues Leandre estaba muy ocupado dirigiendo.  Y aparte de las entrevistas era grabar cada parte del proceso: entrevistas, organización, localización de exteriores, instalación, ensayos, actuación, etc. Aunque lo grabo todo, siempre tengo en cuenta el montaje a la hora de grabar, porque es ahí donde la película va a tener forma y una cierta lógica. Por ello, mientras grabo, aunque sean cosas sin nexo narrativo siempre intento que un plano siga al otro; me voy inventando pequeños bloques narrativos para que  se me ocurran formas de grabar y hacerlo más dinámico. Como, por ejemplo, cuando estaban montando lo que luego sería un caballo en llamas, no podían sacar un tornillo. En ese momento decido que la historia del tornillo puede tener cierto interés dramático e intento montar en cámara una microhistoria sobre ello.

>¿Qué se puede ver la gente en Alegrías del incendio? ¿Qué descubre que no hayamos visto antes de Xarxa Teatre?
Principalmente, lo que la gente va a descubrir es cómo Xarxa Teatre hace su magia, que no es tarea fácil. Hay muchísimo trabajo detrás, y todo se lo hacen ellos. Es un poco desvelar el misterio, pero también es honrar a un trabajo y a una profesión. También he intentado que el documental sea como una película-experiencia, en el sentido de hacer partícipe al espectador, de que se involucre en el grupo y se sienta uno más; que toda esa experiencia que está descubriendo sea también una experiencia que sienta que ha vivido, lo que hace que no sea fácil de ver, puede que un poco agotador también, pues el trabajo de Xarxa es agotador, pero ambos son gratificantes al terminar, y uno se termina sintiendo parte de algo.

Durante la grabación del documental.

>Hablas de una magia de Xarxa Teatre, que es precisamente lo que engancha de ellos. Y, es que, si por algo son de sobra conocida la compañía es por espectáculos como la Nit Màgica, todo un habitual en la Magdalena y que cada año reúne a más gente (además en una encuesta que hemos realizado a los lectores de la web, está considerada como el segundo mejor evento pirotécnico de las fiestas), e incluso este año del Magdalena Vítol! ¿Cómo ha sido formar una pequeña parte de esa magia?
El objetivo del documental es hacer vivir esa experiencia  al espectador y que cada uno la sienta a su manera. Yo creo que un hecho más mágico cuando rompes la magia, cuando rompes la pared que separa al espectador de lo que está viendo y lo enfrentas a ello, y después vuelves a meterlo en la narración. Entonces lo puede sentir más. Y aquí, el ver todo ese trabajo que hay detrás, hace que cuando  ves el espectáculo te sorprendas más por como han hecho la magia “simplemente” uniendo trozos de metal, cubriéndolos con telas, haciendo bengalas, etc.

>Alegrías del incendio se proyectará el próximo jueves 17 de marzo en el patio del Centro Cultural Las Aulas, en Castellón. ¿Hay algo preparado para esa cita?
Antes de la proyección se hará una pequeña presentación. Y después, los directores de Xarxa Teatre, Manuel Vilanova y Leandre Escamilla, ofrecerán un coloquio para hablar del documental, de Xarxa, de sus viajes y experiencias, etc. Yo no podré acudir, por lo que he preparado una carta de presentación que leerán en mi nombre.

>Y, ¿está previsto que se proyecte en otras ciudades?
Pues si no me equivoco, se va a proyectar en Torreblanca el 8 de abril y en Borriol el 15 de abril. También lo pasarán por TV4 los días 17 y 20 de abril. Y voy a empezar a moverlo por algunas televisiones del norte de la provincia. También estamos abiertos a cualquier lugar que quiera proyectarlo, pues el documental se hizo con la intención de promover la cultura, hablar de su importancia, y de dar a conocer mejor el trabajo de Xarxa Teatre. Además, el 30 de junio vamos a tener un pase muy importante y que me hace especial ilusión en la Cineteca de Matadero en Madrid, quizás la sala más importante para el cine documental que hay ahora mismo en España.

>Y, además de este proyecto, ¿estás llevando a cabo o tienes en mente otros?
Estoy preparando un par de ficciones. A parte de documentales de cine directo como éste, donde la realidad lo absorbe todo. Me gusta mucho mezclar el documental con la ficción, como hice en Monumentos en la luna, del que escribió un reportaje la revista Jot Down de El País no hace mucho, o una reciente pieza de vídeo que grabé hará un mes un día de lluvia y niebla, y titulé precisamente Niebla.  Así que he decidido dar un paso más directo hacia la ficción. Ambos proyectos están comenzando a prepararse ahora, por lo que no puedo hablar mucho sobre ellos. Uno sería en Jinju, la ciudad en Corea dónde vivo y dónde me gustaría hacer algo, y el otro sería en España, en Castellón, mi ciudad, que nunca olvido y donde siempre me gusta volver e intentar sacar adelante proyectos.