"En realidad mi verdadero nombre no es Pat Escoín, mi verdadero nombre es y ha sido siempre Redonda Como Una Pelota".
De tan habitual como resulta ver a Patrizia Escoín por las calles de Castellón, trabajando en el Four Seasons o encima de un escenario, luciendo siempre sonrisa, da la impresión de ser una convecina más –que lo es-, olvidando que entre finales de los 80 y la primera mitad de los 90 consiguió lo que nadie más en el pop castellonense: ser una imagen y una sensual voz ampliamente reconocibles a nivel nacional. Jugando a ser la Lolita de la escena española, interpretaba de manera sensual los temas de pegadizo pop punk que facturaban Los Romeos (con tres ex Rítmicos de Morcillo en sus filas: Pedro López Moreno, Juanki Tomás y Jose Ángel Leiros). Temas como “Muérdeme”, “Mi vida rosa” o “Un poquito de amor" sonaban en las emisoras de radio de mayor alcance y la adolescente Patrizia le daba un atractivo envoltorio que rompió barreras provinciales como ningún otro grupo pop y rock castellonense (El Último Ke Zierre y Shock Treatement también, aunque en la más reducida escena punk). En la actualidad, Pat mantiene una más que digna carrera con Lula, trío compartido con Félix Ribes y Adela Arrufat al que algunas revistas musicales califican como el “mejor del power-pop español”, y al mismo tiempo protagoniza una trayectoria paralela en Los Amantes, con su pareja, Tommy Sánchez, más Alberto Lucendo y Albert Segarra.
A Pat le ha afectado, a nivel de popularidad, el mal tan extendido entre los músicos surgidos tras la mitificada Movida: una vez dejada atrás esa descarada etapa revolucionaria nacida tras la larga dictadura, los focos mediáticos apenas han alumbrado a quienes llegaron a continuación. Treinta años después se sigue poniendo más luz sobre la primera parte de los ochenta que en todo lo que ha venido después. Álex Díez ha querido refrescar esa memoria o, en algunos casos, ponerla por primera vez al alcance de quienes no saben apenas nada de los autores que crearon la banda sonora de muchos jóvenes y lo siguen haciendo en la actualidad, radiofórmulas aparte.
El líder del estandarte mod español, Los Flechazos, y en la actualidad al frente del más pop Cooper es, sobre todo, un apasionado de la música y sus historias interiores. Motivos que le han llevado a emprender la aventura editorial Chelsea Ediciones –nombre del exclusivo barrio londinense muy vinculado al movimiento mod a través, principalmente, de las botas con su denominación- y dentro de ella la serie “Mis Documentos”, en la que músicos como el propio Álex, Joaquín Felipe Spada (Los Fresones Rebeldes, Cola Jet Set), Fernando Pardo (Sex Museum, Los Coronas), Jorge Martí (La Habitación Roja), Xoel López (Deluxe), Fran Nixon (Australian Blonde, La Costa Brava), Jonathan Vidal (Suzy & Los Quattro) y Adolfo Díaz (Airbag) hablan de sus vidas. Pat Escoín es protagonista de uno de los títulos de la tercera tanda de “documentos", en los que echa mano de sus notas escritas en blocs, sus fotografías, sus poesías, sus pinturas (desarrolla también una carrera como dibujante), sus entrevistas, su memoria… Lo titula Redonda como una pelota, en referencia a uno de los muchos apodos que ha tenido en su vida, el más familiar de todos ellos. Su contenido comenzará a desvelarse el jueves 26 de junio –junto a los de Jonathan y Adolfo- en la presentación que tendrá lugar en Madrid Comics.
La presentación en La Plana tendrá lugar el jueves 10 de julio en la librería L’Àmbit de Benicàssim. Comenzará a las 21:30 e incluirá además de la presentación y firma de ejemplares, una charla-coloquio con Pat Escoín y Álex Díez presentada por David Hernández (editor de Nomepierdoniuna) y una actuación en acústico de Los Amantes. A continuación, traslado a Blister-Terraza Travesura, donde a partir de las 23:30 tendrá lugar La Fiesta de Pat con el propio Álex y Tommy Reactivos pinchando la música. Quien desee asistir a cualquiera de los dos actos, tendrá libre acceso.
En una reciente entrevista concedida a Nomepierdoniuna, Pat confesaba: “Siempre he compuesto para curarme de mis depresiones, de mis inseguridades”. En Redonda como una pelota revela más profundamente ese interior. Pero mientras llega a las librerías, Álex Díez, desde su León natal, habla sobre Patrizia Escoín, quien, por si alguien tiene alguna duda sobre posibles imitaciones de modas reales, con Los Romeos ya aclaraba que su nombre se escribe con ‘z’.
>Empecemos por el origen de esta aventura editorial, en cuyo prólogo está la publicación de tu libro Club45, en el que hablabas de singles de artistas de los inicios del pop. ¿Qué te impulsó a manifestar por escrito tus gustos e influencias?
Club45 fue la prolongación de mi inquietud fanzinera y se parecía mucho al Pussycat, el modzine que hacía en los tiempos de Los Flechazos. Intenté conservar ese espíritu aun a riesgo de transmitir una visión muy de fan pero muy poco pro; cosa que en el fondo me gusta bastante hacer siempre que puedo (no soy muy de pro, soy más de contra, me temo…). Hice el libro que me hubiera gustado a mí encontrar en una estantería; fue una aventura y un capricho. Siempre he pensado que hay que testimoniar y que hay que compartir nuestras pasiones. De hecho, todas las cosas un poco importantes que he hecho en mi vida van por ahí.
Y ya puesto, en 2010 creas una editorial, Chelsea Ediciones, y una serie de libros, “Mis documentos”, en los que diferentes músicos relatan sus vidas, incluida la tuya. ¿Considerabas que faltaba por cubrir un espacio de información entre aquellos músicos que surgieron después de la más documentada Movida?
Bueno, llevó su tiempo. Mi ilusión era montar una colección con el formato de Club 45, pero invitando a otros autores y abarcando diferentes estilos: punk, reggae, new wave, soul… El problema es que no he encontrado gente tan freakie como yo, que coleccione memorabilia de cada periodo, que sea fan y que a la vez pueda armar un texto que funcione desde el punto de vista personal, con anecdotario incluido. Pero lo de la colección me seguía rondando la cabeza y al final di con la idea de La Resistencia Sonora. Tengo la sensación de que a los músicos se nos ha maltratado mucho en este país, que hay mucha gente que se merece más reconocimiento no sólo porque hayan consagrado su vida a esto sino también porque lo hacen bien y siguen creando, siguen enchufados. Esa generación que lleva entre quince y treinta años tocando y componiendo y que ya no van a ser el flavour of the month pero que es una generación que ha elegido el camino más verdadero y que ha tenido que pagar un precio por esa libertad con la que ha elegido. Los músicos por vocación, sea cual sea su estilo, los que hablan de sus sueños y los de su generación, aunque a veces no se nos escuche ¿Que nadie habla de nosotros? Pues vamos a hacerlo nosotros mismos. Hemos compuesto la banda sonora de vuestras vidas y ni siquiera os habéis enterado… Pues no pasa nada, sin rencores: os vamos a dar una segunda oportunidad… y vais a flipar. Ése es el planteamiento, más o menos.
¿Cuál es el criterio de selección del personaje del libro? ¿Lo escoges personalmente por tus gustos?
Sí. En realidad es un suplicio, porque hay doscientas personas en España que podrían formar parte de esta aventura. Hay gente increíble aquí, hay una creatividad y un amor a los sonidos y a la creación que es de alucinar. A veces pienso que estamos todos locos, metidos en una furgo y exponiéndonos así solamente para conectar con los demás. Yo nunca he sido de jam sessions ni de colaboraciones, pero echaba en falta en mi vida (y en mi carrera) todo lo que ese contacto con otros artistas te aporta. Y este es el camino que he encontrado para acercarme a gente a la que admiro. Con los libros he buceado en sus vidas, en su manera de escribir y de entender el mundo, y he aprendido un montón. Está siendo muy emocionante y muy inspirador. Y además debo reconocer que siento un cierto placer al reafirmarme en algo que yo ya sabía: que mis gustos musicales son mucho más amplios no sólo de los que la gente me atribuye, sino incluso de los que la gente tiene. Yo siempre lo supe.
¿Son los propios músicos quienes teclean sus vidas o las van relatando a alguien que las pasa a texto?
Mi frase de contacto es: “Quiero sacarte un libro que tú ya has escrito, aunque no lo sepas”. Todos los autores han redactado colaboraciones en prensa, todos tienen guardadas cartas, listas de canciones favoritas, diarios de giras o de grabaciones… Cuando estás sumergido en este mundo, cada cosa que haces la haces desde una perspectiva en la que se tiene en cuenta la creación, la poesía, la belleza… no sé. Yo quería que la gente se diera cuenta de que estamos en esto porque nos arrebata, no porque no sepamos hacer otra cosa. Por eso buscaba libros un poco caóticos, con diferentes registros, un poco de desorden, zonas en blanco, repeticiones, una especie de acta de una conversación informal en la que van saliendo los temas de manera aleatoria, y tal vez no hables de lo que más te importa, pero el que te escucha un par de horas ya sabe cómo eres aunque tú le hayas hablado de guitarras y tambores. Pero sí, todos los textos están escritos por los autores, al 100%. Ellos me van mandando sus archivos, vamos eligiendo lo que puede entrar y lo que no, luego se organiza, vemos si falta algo por documentar… en realidad les lleva mucho trabajo aunque no tengan que escribir nada nuevo. Y hay algunos que deciden escribir cosas nuevas que quieren contar, cosas que no pueden faltar en su libro. Es muy divertido, cada autor es un mundo.
Y un buen día se lo propones a Patrizia Escoín. ¿Cómo ves su figura dentro de la música pop española?
Pues digna de admiración, llena de energía y de genio. No se me ocurre otro caso igual, de una chica que haya conocido el éxito masivo y que veinte años después siga subida a la furgo, viajando por todo el país, jugando en otras ligas pero disfrutando del partido, con la guitarra colgada y la sonrisa encendida. La verdad, para mí es una estrella; no entiendo cómo no lo ve más todo el mundo.
¿Se la puede situar dentro del top de las figuras femeninas españolas?
A mí me cuesta diferenciar por el género, pero entiendo lo que dices. Y si te soy sincero, cuando pensamos en ella para la colección estábamos dándole vueltas al asunto de que era muy difícil encontrar una chica con el perfil adecuado. Yo creo que Pat es una de las grandes artistas de este país, sean chicos o chicas.
¿Cuál es tu primer recuerdo de ella?
Cuando ellos (Los Romeos) estaban en lo más alto, coincidimos muchas veces en teles y en conciertos e incluso en cosas de promoción. Pero no nos tratábamos. Yo la recuerdo en una tele de Madrid, también en una actuación en Benicàssim el día de su cumpleaños; recuerdo a Pedro y a los del grupo cuando vinieron a vernos al Siroco, pero ella no estaba. Recuerdo bailar las canciones en los bares, pero nunca tuvimos relación, supongo que eran cosas de nuestra era pop.
¿Crees que si en lugar de ser de Castellón hubiese nacido en Madrid sería una figura más reconocida hoy en día?
No. Pienso que el negocio musical es igual de ingrato y de hortera aquí y allí. Habrá sido duro para ella vivir en una ciudad pequeña y pasar de un estado a otro con unos cuantos ojos siguiendo tu camino por el barrio; los que vivimos en ciudades pequeñas [él vive en León] eso lo conocemos bien. Pero su coraje y su potente círculo de gente amiga, todos sus Amantes, la gente que le quiere… están marcados por el sitio donde vive; no sería como es si hubiera escapado de aquí.
¿Has seguido su trayectoria al completo: Los Romeos, Belfast, Lula, Los Amantes?
No, de manera intermitente. No me enteré de lo de Belfast y sí que le presté atención a Lula, pero menos a Los Amantes hasta ahora. Yo creo que la gente no sabe que ella está en activo, la gente no se entera de nada. Todos nos estamos perdiendo cosas increíbles que pasan a nuestro lado. Hacer su libro ha sido una excusa para redescubrirla y, la verdad, me he quedado flipado.
¿Algo que haya incluido en el libro y que te haya llamado mucho la atención… y que se pueda contar?
Lo primero que me dejó fuera de juego fue que me dijo que no sabía si podría hacerlo pero que lo iba a intentar… ¡¡¡¡¡y tres semanas después me manda el libro entero!!!!!: ordenado por capítulos, con las imágenes elegidas, con el concepto pillado y mejorado… Y yo pensé: “Jo, cómo son las tías, el mundo es suyo, valen mil veces más que nosotros”. Luego me puse a leerlo y me zambullí en su universo y me atrapó. Me gusta la gente con sentimientos, que mezclan dureza y ternura, gente de verdad, y hay mucho de esto en el libro. Hay un capítulo que se titula “El Underground” y que resume, sin aspavientos ni mitología, de qué va esto de tener un grupo y disfrutarlo: es brutalmente sincero y honesto, un párrafo lleno de emociones y lugares familiares para todos nosotros. Y luego… bueno, me gusta todo, pero es que yo estoy muy pillado con el final del capítulo “Redonda como una pelota”, en el que habla de sus nombres. Cada vez que lo leo me emociono, se lo he enseñado a gente y he visto como se escapaba alguna que otra lágrima. Conseguir eso es muy difícil, saber transmitir esa emoción.
Ha incluido también dibujos propios, ¿no es así?
Algunos dibujos, muchos extractos de su diario (lo que hemos tenido que sufrir para evitar caer en la trampa de El Diario de Patrizia), fotos familiares, partes de letras de canciones. Ha trabajado muchísimo en ello, me ha ayudado con las correcciones, se ha puesto seria cuando hacía falta, ha sido una gran experiencia trabajar con ella en esto.
Otro fuerte vínculo que tienes con Castellón es el de Paco Vila, a quien integraste en Los Flechazos. ¿Cómo se llegó a producir su incorporación y qué recuerdos guardas de aquella etapa?
Yo a Paco le quiero un montón y me hizo sufrir como nadie, el jodido. Debe de ser el único caso de emigración por motivos laborales desde Levante a León, algo inaudito. Fue muy valiente, persiguió su sueño y nos ayudó mucho. Los Flechazos funcionábamos casi como una secta, porque aquella era una forma de vida y un compromiso total con una escena y con la música pop y los sesenta. Paco es un gran músico y ahora tiene Arte Pop, que han sacado un disco que me encanta. Y me ha sorprendido porque es un disco directo, real, certero, con el encanto ése de la sencillez eterna, es juvenil… y él, cuando estaba con nosotros, era mucho más barroco en sus gustos, porque es muy músico, por su formación clásica. Me encanta verle tan bien, con un proyecto tan chulo.
¿Habrá una reunión puntual por un día de Los Flechazos?
Yo creo que no, no soy muy partidario de esas cosas. No soy nostálgico, raro ¿eh?
Has estado en el FIB, en el Sixties Rock Weekend… Más cosas que conozcas de la música en Castellón.
Bueno, de pequeño me metía debajo de las sábanas y escuchaba a Morcillo y su banda sonar en el Diario Pop cada noche. Guardo el single de “La Estrella” de Los Auténticos como oro en paño y he disfrutado mucho con la música de Miguel Ángel Villanueva. Muchos de mis más preciados recuerdos están asociados al FIB (sale mucho en mi libro de “Mis Documentos”) y la época de Los Búhos me encantó. Ahora tengo compañera de escudería castellonense, Lía Pamina, que ha grabado con un grupo de Elefant también. Todo me resulta cercano.
Ahora llegarás a Castellón en gira como editor y no como músico. ¿Se te hace raro?
No, qué va. He hecho un montón de cosas así este último año y es divertido. A mí me gusta la gente y viajar. Y me gustan los libros, las librerías, charlar. Me lo estoy pasando bomba.
A través de Facebook apareció alguna sugerencia para que te animases a un acústico. ¿Puede haber algún dúo Álex-Patricia el día de la presentación?
Ella va a preparar algo con Los Amantes y yo lo voy a disfrutar. Ya te he dicho antes que no soy muy de colaboraciones, pero quién sabe (risas).
En cuanto a proyectos personales, dos años ya sin novedades discográficas de Cooper, y lo último fue un single, “Arizona”, ya incluido en Mi universo, más un recopilatorio de DVDs. ¿A qué se debe este parón? ¿Tendrá pronto una continuación?
Mira, el mundo no necesita otro disco de Cooper. Algo iría mal si nosotros hiciéramos discos cada año; nuestro papel es el que es. Y cada vez que sacamos un disco sorprendemos y nuestros amigos lo disfrutan. Y es genial, pero las grandes ligas son para otros. Ahora acabamos de terminar de grabar temas para un single que saldrá en septiembre y un mini Lp que se editará dos meses después. Y son chulísimos.
Has sido promotor del movimiento mod en España, tu aportación fue clave para situar a León en el panorama musical, con el Purple Weekend como señera, has grabado singles, LPs, sigues manteniendo un buen ritmo de directos, escribes, editas… ¿Por qué el rock and roll y el pop fuera de la radiofórmula no ha conseguido liberarse de ese estigma ‘underground’, pese a lo muchísimo grabado, editado en papel, internet...?
La radiofórmula y el dinero que se manejó en los ochenta y noventa en ese ámbito han hecho mucho daño a la cultura musical de este país. Han dejado el sitio como un desierto. Necesitamos una campaña de reeducación para que la gente entienda lo que es la música, qué importa y qué no. Me temo que no tiene remedio, salvo que de repente a alguien se le ocurra que hay que potenciar esto igual que se potenció el deporte hace veinte años, desde las instituciones. Pero a mí no me importa, a mí me gusta así. ¿Sabes por qué? Porque ahora ya no hay dinero en esto de la música, y todos los que estaban aquí por la pasta se están yendo a otros lados. Y nos vamos a quedar los que la amamos, aunque no ganemos un duro. Los demás se dedicarán a convertir cadenas de tele musical en realities, salas de conciertos en teatros de monólogos, programas musicales en magazines, los vendedores y ARs de las compañías ahora venderán otras cosas y los mánagers serán representantes de toreros o actores. A ver si nos devuelven la música, de una vez, a los que la necesitamos…
¿Tu diagnóstico sobre el futuro musical a medio plazo?
Yo veo unos grupos alucinantes, con canciones preciosas y sonando como nunca. Lo que no veo es público suficiente. Quién sabe, a estas alturas lo principal es intentar construir una obra que vaya a soportar el paso del tiempo. Ladrillo a ladrillo. Mira, hemos vuelto al ladrillo, sin quererlo.