Segundo día del Rototom 2012. Todas las taquillas están llenas de gente esperando para conseguir la apreciada pulsera con la que pasar al otro lado de la valla. Entrar, por fin, en el recinto supone encontrar un camino serpenteante de tiendas de abalorios y comida que te guía hasta los distintos escenarios. La música reggae no cesa, pero para algunos los bailes se dejan a un lado cuando empieza el Foro Social. Son las siete menos cuarto de la tarde y la carpa con más ganas de cambiar el mundo abre el debate “La protesta global: movimientos y alternativas políticas”. Ignacio Ramonet, uno de los periodistas más combativos del mundo, referente del movimiento altermundista desde ATTAC y director de Le Monde Diplomatique, se estrena en el festival reflexionando sobre la necesidad de la revolución social y del cambio político. El periodista, jurista y catedrático de la Sapienza Stefano Rodotà modera un debate en el que también participan el politólogo y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona Joan Subirats y Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Pública de la Universidad Rey Juan Carlos. Al final de la ponencia, los oyentes parecen convencidos.
Mientras tanto, un río de gente se dirige hacia el Main Stage. Tanya Stephens sacude al público con sus canciones reivindicativas y aprovecha para recordar aquellos temas dancehall con los que debutó. En las zonas de césped, impacta la cantidad de niños que hay. Los bebés de pocos meses colgando de las espaldas de sus padres abundan. No se puede negar, en el Festival Rototom Sunsplash se respira, además de espeso humo, ambiente familiar.
La noche empieza en el Juanita Club. La ropa tendida en el techo se mueve, junto al público, a ritmo de reggae. A unos metros, el epicentro más energético del festival cierra la jornada. En Vivir la energía pululan todo el día relax y amor, pero para que todo salga bien hace falta coordinación. Los trabajadores explican cómo ha ido el día. Los aplausos y las sonrisas no faltan. Así, da gusto trabajar.
A las 22.30 Michael Rose se despide del escenario principal. El ex Black Uhuru hace un repaso por toda su carrera musical, que no es corta, durante más de una hora. Mientras se prepara el escenario para Alborosie, los speakers aprovechan la atención del público para mostrar su apoyo a las Pussy Riot por su sentencia de dos años de cárcel. Los abucheos a Putin se alargan cuando desde el escenario gritan el nombre de Berlusconi, Urdangarin o Carlos Fabra. La actualidad social y política está presente en distintos ámbitos del festival.
El rasta siciliano se come el Main Stage en dos horas. Colegas del mundo reggae como Kymani Marley, Etana, Ikaya o Michael Rose acompañan a Alborosie para hacer saltar a los congregados frente al escenario como no lo han hecho en todo el día. La sorpresa del concierto llega cuando el italiano se pasa de su estilo natural al de su paisano Pavarotti durante más de cuatro minutos. No se le da nada mal.
Cerrado el escenario del león hasta el día siguiente, todos nos arrastramos hasta el Ska Club. King Hammond no se hace esperar y empieza la magia en este mínimo escenario. Suena la famosa One steep beyond de los olímpicos Madness y también la más popular de Toots and the maytals: 54-46 that’s my number. Empiezan las clases de baile entre el público y cada uno enseña su paso estrella.
La noche sigue, sobre todo, en el Dub Station al ritmo con más bass. Sin embargo, por hoy ya hay suficiente. Todavía quedan cinco días de festival.
Muy buena crónica!Me para lejos pero creo que me pasaré algun dia por este festival. Grácias por informar