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Victoria Keifs: "Escribir 'Argua' me salvó la vida"

Curiosa, optimista y aventurera, Victoria Keifs, nacida en Castelló, decide viajar a India con un final de trayecto muy diferente al que se esperaba. De la tormenta, la desesperanza y el encierro nace su ópera prima: 'Argua'. Libro de fantasía y ficción que se convirtió en su fantasía cuando parecía que no había más. Se sincera con Nomepierdoniuna y detalla qué hay detrás de su obra, pero también cuál va a ser el futuro.
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Aislada frente a la luz parpadeante de un ordenador en la otra punta del mundo. Victoria Keifs inició el viaje más importante de su vida –a pesar de haber recorrido medio planeta–. En la cafetería más bucólica del centro de Castelló, Ofelia, entraba Victoria Cuevas para hablar con Nomepierdoniuna. Con un semblante amable. También con el libro que salvó su vida entre sus brazos, su ópera prima: Argua. Durante toda la charla (de casi dos horas) habla con precisión, pero con sensibilidad; y, aun así, confiesa no encontrar las palabras para hablar de su historia.

Nacida en Castelló, estudió Diseño en el Reino Unido y años después decidió abandonar su trabajo (y todo aquello que se debe dejar ir para avanzar) para emprender un viaje por todo el mundo guiándose por esa parte que habita, según la propia escritora, "en el instinto y la autenticidad de nuestra verdadera naturaleza" (una voz que años más tarde acabaría personificando como Gora).

Es en uno de esos viajes donde todo se trunca y desde el dolor y la desesperanza nació Argua. Como un salvavidas. El libro ha sido editado y publicado por Caligrama, dentro de su Programa Talento. Además, Argua también ha llegado a Estados Unidos a través de EBL Books, proyecto conjunto de la editorial Planeta y Lantia Publishing, y su iniciativa "Vive tu sueño americano".

Todo empieza en India. Y la sinceridad con la que lo narra te deja boquiabierta. "Fui a Sri Lanka por amistad, para seguir a una amiga y protegerla. Sin embargo, al llegar, me encontré en una situación horrible", nos explica la escritora. En ese viaje, Victoria contrae el dengue dos veces, lo que causó que acabase aislada y sin asistencia médica. Lejos de casa y bajo manipulación psicológica, como ella misma nos confiesa, en una casa local: "Creí que iba a morir. No podía salir de allí y me debilitaba cada día más y más... Pero escribir este libro me mantuvo cuerda", sentencia. Mientras, mira fijamente su libro, que parece gobernar la mesa de la cafetería que comparto con Victoria. Sigue contando y detallando esos días hasta que, finalmente, la escritora consigue escapar de aquel lugar y llega a Nueva Delhi, donde una familia, explica, le salvó la vida. En la capital de la India estuvo ingresada durante tres meses, hasta que logró recuperarse lo suficiente para poder volver a España, donde terminó el libro. Su salvación. La vía de escape de todo ese tormento.

Para ella, la vida es un lienzo en el que cada pincelada de color representa una persona, un lugar o un momento. Encuentra en la escritura y el dibujo la forma de sacar a flote todo lo que habita en su interior. Razón por la que Argua también incluye 16 ilustraciones firmadas por la autora. Una seña fiel de ella; una creatividad que subyace por entre sus letras e ilustraciones.

Enamorada de la fantasía y la ficción, Victoria defiende que la crítica social debe ser un binomio con el género y que los mensajes deben coexistir junto con la historia: "Es necesaria la crítica. Es más, todas las obras de fantasía deben ir acompañadas de un mensaje, sepas verlo o no", recalca.

Argua es toda la historia anterior a que viese la luz. Pero también todo lo que está por llegar: "En la actualidad trabajo en Hollywood y he recibido propuestas para adaptar el libro a una película o serie". También, adelanta, que aunque está en negociaciones, le ha llegado la petición de convertir su vida e historia en una película; algo para lo que todavía no se siente preparada: "Entiendo que me pidan una película de mi vida, pero aun me cuesta digerir todo lo que pasé, no es el momento".

"He vuelto a viajar. Cuando estaba completamente rota pensé: debo subirme a un avión, si no lo hago mataré una parte de mí. Y lo hice". Incluso al narrar el peor momento de su vida, Victoria no pierde su espíritu risueño y describe lo sucedido con una mezcla de resignación y aceptación, pero siempre con esperanza. Según sus propias palabras, cuando se enfrenta a momentos difíciles, su imaginación "sale a flote para seguir adelante". Y Argua es un buen ejemplo de esto: una novela nacida directamente de su capacidad para encontrar belleza y luz en todas partes, incluso en los momentos más oscuros y dolorosos. Para que acaben siendo un mundo de aventura, emoción y vitalidad que podemos leer.

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