Concierto de Manel en el ciclo 'Vila-real Alive', organizado por The Music Republic y el Ayuntamiento de Vila-real. Parking del colegio Carmelitas, de Vila-real. Viernes 17 de septiembre. Inicio: 22:00. Duración: 1:30. Espectadores: alrededor de 600. Precio: 14 euros.
De seguir interpretando "Al mar!" con ukelele por las giras de las giras con el mismo éxito ya alcanzado en 2008 -año de publicación del disco Els millors professors europeus- a ofrecer diversas adaptaciones de su mayor hit, incluido el actual sampler del apodado príncipe del reguetón, J. Balvin ("Mi gente")... y lograr parecida respuesta positiva entre un público predispuesto a disfrutar con el pop inteligente de Manel. Vila-real sirve como ejemplo. Por cierto, su voz principal y frontman, Guillem Gisbert, hizo referencia a que era la primera vez del cuarteto en la ciudad. Su estreno reunió alrededor de 600 espectadores. Muchos y muchas han superado la treintena (y más) degustando sus ritmos y sus ágiles textos, manteniendo la complicidad cuando han llegado sus cambios de instrumentación. Aunque es fácilmente constatable que ese sector de fans recibe con mayor algarabía -moderada por las circunstancias preventivas- clásicos con años de escenario como "Ai, Dolores", "Teresa Rampell", "Boomerang" o "Benvolgut", no es mucho menor el aplauso para los temas de Per la bona gent (2019), pero se nota que el ep L'amant malalta aún es demasiado reciente para conseguir igual asimilación.
Parecía existir cierta unanimidad en etiquetar inicialmente a Manel como un grupo de indie pop, pero en 2021 resulta casi imposible colgarle una definición estilística. Factura un pop artesanal recubierto de efectos que concede la electrónica. Pero no le es aplicable el apelativo "grupo de electrónica", ni la de la pop, o las rock, rap, trap... Aunque todo eso está ahí dentro. Su etiqueta es Manel, algo de lo que pueden presumir pocos grupos que hacen de su propia identidad un estilo. Y por cambios que introduzcan, se mantiene su ADN.
La transformación de "Al mar" puede ejemplificar esa evolutiva carrera. No todos sus primeros fans han visto bien ese cambio. Lo mayoritariamente habitual es que una vez alcanzado el éxito, se mantenga la misma fórmula. Pero Manel es atípico. Los propios títulos de sus álbumes ya dan una pista de que no se va encontrar con más de lo mismo que abunda en el mercado.
La inicial "Formigues" presenta ante el público el antifaz que más gusta a Manel hoy en día. Su atmósfera tomada por la electrónica -las teclas manejadas por Martí Maymó- envuelve el poema "La formiga" de Jacint Verdaguer para ir combinándolo con la letra de Guillem Gisbert, quien con diferente voz va contando su relación y -por qué no- su admiración por el trabajo de estos insectos tan comunes que han tomado su casa y su vida. Después de "Els entusiasmats", llega el ritmo reggae "Aquí tens el meu braç", donde narra el deseo de su protagonista de que llegue la inercia a su vida.¿Será el deseo oculto de Manel o estarán criticando esa forma de afrontar la vida? De todos modos, más de una vez han comentado que por encima de los significados de sus canciones sitúan en el orden de importancia las vibraciones que provocan.
Pero por mucho cambio introducido, parece razonable no rehuir de las canciones que les han elevado. Y Manel son razonables. Así que "Boomerang" llega pronto, y con ella la retransmisión del ascenso al Huatacam en el día de julio del Tour del 96 que supuso el final de la época de imbatibilidad de Miguel Indurain. Un par de llamativos detalles acompañan al tema: el cántico del estribillo por parte del público y esos pasos/zancadas de baile en lateral de Guillem propios de alguien que no sabe bailar, pero algo ha de inventarse para remediarlo encima de un escenario.
Una de las bases de Manel es que el compositor de una canción la cante. Así que Arnau Vallvé se encarga de "La jungla", del reciente ep L'amant malalta. Un tema optimista, pero de plano secundario dentro del repertorio. Y más si a continuación Guillem capta el interés de la audiencia relatando la fábula de la mujer que pidió ser inmortal y aun hoy sigue viviendo para, una vez al año, abrir la boca y soltar por ella... toda la compleja letra de "Jo competeixo", con ese acelerado y muy aplaudido speech en medio de esta marejada de canción (algunos incluso la tildarían de "progresiva").
El siguiente paréntesis de canción nueva llega con "Suite tipus", relato de tres episodios de una misma vida: la emancipación ("Cap al 2000 se'm va assecar el cervell. De molt dormir i molt escoltar indie depriment"), la estabilidad vital y laboral y el consejo de un adulto -¿de edad avanzada?- a un joven. Tras finalizar este tema, ya no hay concesiones. "Ai, Dolors", cantada por el guitarrista Roger Padilla -y por el público- el ataque guitarrero rockero que da la bienvenida a "Les cosines", la funky "Sabotatge" y su palmeado ritmo con acompasado baile a lo Shadows de guitarristas y bajista, la divertida "Boy Band", con coreografías individuales incluidas, y ese ya clásico "La bona gent", con el impresionante sampler de entrada de Maria del Mar Bonet "Alenar". Punto y final después de una hora y cinco minutos. Pero, como todo el mundo sabe, no es el final. Y es que echando cuentas, quedan al menos tres clásicos por sonar.
Manel nunca ha escondido sus referentes. Los incluye en samplers o en colaboraciones directas (Jaume Sisa, por ejemplo). Es lo que hace en el arranque de la tanda de bises. La emotiva "Les estrelles" habla de la decadencia del artista que un día fue famoso. Si Janis Ian lo cuenta perfectamente, ¿por qué no versionarla? Además, hasta se la nombra, y con el añadido de que Nina Simone aún lo cantaba mejor en su versión. A continuación, un trío final imbatible en un escenario que ocupe el grupo de Barcelona: "Teresa Rampell", "Al mar!" y "Benvolgut" (la más celebrada).
La celebración por segundo año del Vila-real Alive permite establecer comparativas respecto a la evolución de los condicionantes sanitarios, más laxos ahora que un año atrás. De primeras, ha cambiado el lateral de aceso y el sentido de la ubicación del escenario, ahora mirando de cara al vecino Estadio de la Cerámica, con la novedad de la habilitación de una zona de bar en la parte trasera del descampado. Las sillas guardan ahora menos distancia y dispuestas a pares, aunque continúa el control para que las mascarillas tapen bocas y narices, así como permitir solo las estrictamente necesarias puestas en pie. Poco a poco la realidad actual va acortando distancias respecto a la normalidad de los primeros días de marzo de 2020, pero aún queda.
***La segunda semana del Vila-real Alive ha arrancado el lunes 20 con la suspensión del concierto de Zahara a causa de lluvia. Quedan por celebrarse los de Ciudad Jara, El Kanka y Kutxi Romero.