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2013, City Forgiveness, David Tattersall, Diciembre, FIB, Four Seasons, lunes, Tanned Tin, The Wave PicturesSi todos los lunes de invierno acabaran con un concierto como el de The Wave Pictures en el Four Seasons, empezar la semana en Castellón se convertiría en todo un placer. No fuimos pocos los que nos atrevimos a salir de casa en ¡un lunes! ¡a las 20.00! y ¡en Castellón!. Pero valió la pena. La barra del Forsi no estaba tan llena como los sábados, pero aún así la gente iba llegando y pidiéndose su caña para esperar a que el grupo saliera.
Quizás esperábamos con cierto escepticismo la actuación, pues el nuevo disco ha sido recibido con algo de frialdad, y muchos pensamos que al no sabernos las canciones nos estaríamos perdiendo parte de la magia del concierto. Quizás sí. Pero dejamos de pensar en ello en cuanto empezaron a tocar. Dejamos de pensar en eso y en todo, porque los londinenses hipnotizaron al público de menos a más, hasta que acabamos bailando y pidiendo que la noche del lunes no se acabara.
Fue un concierto mucho más instrumental que otras veces (algo que se aprecia en el City Forgiveness). Al tocar las canciones nuevas apostaron por algunos solos de batería, y sobre todo de guitarra en los que David Tattersall dejó entrever que la noche iba a ser animada. "Before this day", "Better To Have Loved" o "Lisbon" fueron solo algunas de las interpretadas del último disco.
Los de Londres subieron al escenario, cogieron los instrumentos y empezaron. Sin listas de canciones ni demasiados preparativos (aparentemente). Uno empezaba, el resto le seguía y comenzaban. En cierto momento todos bajaron del escenario o se sentaron y dejaron a David Tattersall cantando solo y sin micro. No se oía nada más que su estupenda y original voz cantándonos al oído "Sweeetheart". Fue el primer momento en que se quedó con el público, aunque no el último.
Sonaban como siempre: muy bien. Y casi no nos acordábamos de lo que supone que The Wave Pictures suban a un escenario. David Tattersall a la guitarra y micro (es quien compone además), Jonny Helm a la batería y Franic Rozyck con el bajo nos recordaron por qué no paran de tocar y girar por Europa. En la segunda canción Jonny Helm ya tenía la camiseta empapada y pedía agua mientras el público empezaba a desentumecer los músculos y a repiquetear con la punta del pie en el suelo.
Esperábamos más temazos de siempre, pero como no repiten la lista de canciones en ningún concierto, van jugando con su gran repertorio en cada lugar (y más sabiendo que están presentando City Forgiveness, un disco doble). Tocaron lo que quisieron y no contaron con lo que se esperaba. Para eso estarán los festivales, donde por cierto no han fallado desde que nacieron. A Castellón ya habían venido al Tanned Tin 2008 y 2010, del que guardan buenísimo recuerdo y esperan volver pronto; y al Festival Internacional de Benicàssim (FIB). Además de haber visitado ya el Four Seasons, del que Tattersall comentó que guardaba una camiseta pero se le había encogido y no había podido ponérsela para el concierto. Quizás abusó del Fish & Chips.
Se les veía sobre el escenario como si estuvieran en el salón de su casa. Se miraban entre ellos, sonreían, se lo pasaban casi mejor que su entregado público. Helm, Tattersall y Rozyck se divertían y disfrutaban conjuntamente. En esta gira les acompaña además un fichaje americano, que seguía al grupo desde una esquina del escenario con diferentes instrumentos de percusión y en cierto momento se atrevió con la batería para que Jonny Helm lo hiciera con el micro.
Entretanto, su gira se caracteriza por tocar en una ciudad por día y por recorrer Europa con la furgoneta, lo que nos recuerda un poco a esa línea algo juvenil de no seguir la moda establecida. The Wave Pictures no parecen apostar por el gran reconocimiento de los medios masivos, y se les ve casi más a gusto tocando en pequeños lugares. Ellos mismos contaron que en un mismo año habían tocado en el Primavera Sound y en un pequeño bar italiano para, literalmente, tres personas. Se nota que disfrutan lo que hacen y la música prevalece sobre el resto de intereses que la rodean.
El público del Four Seasons notó esas buenas vibraciones y por eso nadie se creyó cuando se fueron por primera vez queno fueran a volver al escenario. Incluso al final, hasta que no sonó la música del bar, la gente no dejó de aplaudir, pensando que a lo mejor había otro bis de los ingleses. Después más de uno pidió fotos y autógrafos sobre el nuevo disco, al que seguramente todos los asistentes volvieron a dar una oportunidad después del estupendo directo.
Esperamos que el nuevo disco les vuelva a traer por nuestras tierras. Ellos parecían tenerlo claro. Y que sigan haciendo esos enormes directos en los que todo el mundo acaba bailando "Strange Fruit for David" , o la que haga falta. Su energía pegadiza y su tremendo dominio de la técnica nos hizo recordar por qué tenemos que salir de casa un lunes por la noche de invierno. Puede que los Wave Pictures estén esperando a la vuelta de la esquina para regalarnos una noche increíble.