Hay que releer un par de veces la información de Wikipedia para creerse que Santiago Auserón cumplirá 70 años el próximo mes de julio. Su figura, elegantemente trajeada, le rebaja aparentemente unas cuentas décadas esa edad, al tiempo que sigue practicando esas poses suyas de mecano -de juguete a piezas, no del grupo madrileño- que ya exhibía cuando triunfó con Radio Futura allá por los inicios de los 80. Pero no acaba ahí el efecto milagro (Dorian Grey) del zaragozano, cuya voz parece incluso mejorar con el paso de los años.
Su afán explorador, fronterizo, ya es bien conocido. Parte del rock and roll, y no lo oculta, se adentra por terrenos afrolatinos, viaja con billete de ida y vuelta hasta el son cubano para alimentar mente y cancionero y a continuación toma el camino señalizado con la paleta del jazz. Podría seguir calcando las canciones de Radio Futura en festivales remember y triunfar. Pero con Juan Perro ya dejó claro que su deseo es no permanecer inmóvil. Y el proyecto Academia Nocturna no hace más que dar pasos hacia adelante tiñendo sus canciones de arreglos distintos a los originales. Lo suyo no es jazz purista, pero su presencia es una garantía para atraer público a un festival como Jazz a Castelló, llenar por completo el Auditori -viernes 9 de febrero- y salir victorioso dos horas y cuarto después de disfrute mutuo..
Para entender al Santiago Auserón que lidera el 32º Jazz a Castelló hay que remitirse a discos como los más reciente Cantos de ultramar (2020) y Libertad (2022) o el que dedicó en 2008 a Santiago con una big band, como la Original Jazz Orchestra. En esos Cantos de ultramar revisitaba el esquelético -guitarra y voz- contenido de El viaje (2016) para que el jazz tomase los micros. Para ello se rodeó del guitarrista Joan Vinyals, su mano derecha hasta su fallecimiento a principios de 2022 (Covid), y de otros sobresalientes nombres como Gabriel Amargant (saxo tenor y clarinete), David Pastor (trompeta), Isaac Coll (bajo) y Pere Foyed (batería). Esa denominada Banda de Juan Perro se ha convertido en Academia Nocturna, con Vicenç Solsona en el lugar del añorado Joan Vinyals.
El reclamo publicitario resalta que Santiago Auserón revisita el legado de Radio Futura. Pasan los años, las etapas, los proyectos, pero Radio Futura es nombre totémico. Quien conoce un poco al músico, filósofo, investigador y escritor aragonés ya se imagina que no será precisamente la parte central de la actuación, pero siempre suelta algún vestigio que contenta a quienes buscan rellenar esa parte de nostalgia. Eso sí, hay que esperarse hasta el final. Sorprende con "El puente azul", el último tema compuesto por Radio Futura e incluido en el disco Tierra para bailar (1992), aunque no es precisamente de los más populares. Más obvia es la elección de "Semilla negra"; una canción incluida en ese mismo álbum, bañado por el entonces emergente rock latino y que avanzaba la perspectiva de futuro de Santiago Auserón una vez mutase en Juan Perro. Un muy celebrado casi final antes de soltar "El canto del gallo".
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Antes de llegar al momento Radio Futura han desarrollado dos horas de música y charla desde que se atravesó "El portal de la Academia", porque a Santiago Auserón le gusta tanto lo uno como lo otro. Acto seguido, el cantante pide a sus compañeros que relajen el volumen mientras desde la mesa se trabaja en mejorar algunos detalles que pronto serán resueltos. Su propósito es crear un ambiente nocturno, aunque también conseguir la participación coral del público, por lo que de inmediato suena "Quemando caña", Invitaciones a suaves bailes -que no llegan a producirse ante el respeto que acostumbra a provocar un auditorio- con "En la frontera", con esos atmosféricos metales envolviendo el punteo de guitarra, o la invitación a visitar la cubana "Gibara".
Las letras y explicaciones de Santiago Auserón contienen unas cuantas referencias culturales, como Oscar Wilde al explicar la charla de un ruiseñor con "La última rosa" o ese homenaje a la película Misfits que es "Los inadaptados". "Magnolia" le sirve para explicar cómo durante el tiempo del confinamiento vio todo el proceso de crecimiento y floración de esta planta antes de dejar todo el protagonismo al clarinete de Gabriel Amargant. Como en todo concierto de jazz, la primera fila del escenario tiene sus momentos de lucimiento, muy aplaudidos todos ellos, con esos rápidos dedos de Vicenç o la capacidad pulmonar del ilustre David Pastor, Mientras tanto, Santiago juega a ser crooner baladístico, a repasar algunos de sus hits como Juan Perro ("No más lágrimas" o la lírica "A morir amores").
El rock and roll cantado en inglés y la música negra siempre están ahi dentro de Santiago Auserón, Así que no sorprende que empiece los bises con "Flamingo" de Duke Ellington, rememore a Fats Domino ("Blackberry hill") o incluso introduzca el trocito más reconocible de "Riders on the storm" de The Doors en medio de "El puente azul". Curiosidad: las dos primeras canciones no estaban anotadas en el set-list, así que tal vez sea cierto aquello de que iban a hacer algo especial en Castelló. Con ganas se les veía.
El Casino, a tope con Wax & Boogie (lunes 5 de febrero)
Las varias visitas de Wax & Boogie al Benicàssim Blues Festival han creado una buena base de fans. Así que cuando el esta vez quinteto regresa a La Plana consigue llenar el Casino Antiguo de Castelló. Ster Wax confiesa que no es una cantante de jazz antes de ralentizar el ritmo rememorando a Dinah Washington con "Come on home to me". Un concierto que levanta aplausos y admiraciones con un gran final: "At last", de Etta James. Una semana después, el piano flamenco de Juan Cortés en formato trío repite éxito de convocatoria.
El festival Jazz a Castelló está organizado por el Ayuntamiento de la ciudad y el Institut Valencià de Cultura (IVC) en las actuaciones en el Auditori.
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