Se presenta diciendo que nació en Alicante después de la noche en que España ganó a Malta por 12 a 1. Un licenciado en Traducción e Interpretación de inglés y alemán por la Universitat Jaume I que, durante toda su vida, se ha sentido estafado: en casa, en el colegio, en el trabajo, con su novia, con sus amigos… Ha hecho sus pinitos en el mundo del cortometraje y de los libros (el último, Amor pulpo), pero lo que más le pone es hacer reír al público en directo, cara a cara. “Una noche de verano decidió promocionar su primer libro de humor a través de un monólogo en el que representaba las situaciones más cómicas del relato. Al parecer, al público no le disgustó mucho y el dueño del local le pidió más actuaciones”, dice su hoja promocional. Se llama Pablo Rivera y se ha pateado un montón de garitos de toda la Comunitat Valenciana dentro del Circuito Café Teatro; y saliéndose por las curvas también. Este sábado 28 de julio a partir de las 20.00 (con cena incluida) se encargará de cerrar el ciclo de monólogos del restaurante de comida francesa La Cocotte de Castellón (C/ Benárabe 4) con uno de sus desternillantes relatos.
Nadie queda a salvo de su mala leche: dentistas, políticos, banqueros, curas, personajes de televisión… han pasado ya por su atrevida lengua. “Estafa” es un monólogo en el que se juega mucho con el lenguaje. La actuación del alicantino residente en Castellón comienza con una historia que el cómico presenta como cierta y al final reconoce que es falsa. Una estafa. Y de la palabra “estafa”, lleva al público al “está fatal”. A partir de ahí, se dedica a sacarle punta a todas las situaciones cotidianas, como la vida en pareja o salir de marcha, y a profesiones por todos conocidas como dentistas, curas o policías. A Pablo Rivera le encanta gesticular, imitar y representar las situaciones con movimientos para poner al público en situación. Y, lo más importante, es un tipo gracioso y con gracia que habla en nuestro idioma. Se le entiende todo. En el vídeo de arriba lo puedes comprobar.