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Néstor Zarzoso: "El tango no es solo Gardel, la flor y el sombrero; es una música viva, actual y joven"

'Tangos para tu ausencia' es el disco que devuelve puntualmente a Néstor Zarzoso a este lado del Mediterráneo. El pianista valldeuxense de residencia mallorquina forma parte de la programación de Ultrasons de L'Alcora (domingo 18 de octubre) y también del ciclo 'Los lunes concierto' del Casino de Castelló (7 de diciembre). Su repertorio se aleja de la tradición y ofrece una muestra del tango moderno.
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El pianista valldeuxense Néstor Zarzoso.

El pianista Néstor Zarzoso es una de las apuestas de la 11ª edición de Ultrasons. El valldeuxense será el encargado de cerrar el primero de los dos fines de semana del ecléctico ciclo artístico de l'Alcora con una actuación que tendrá lugar el domingo 18 de octubre en el Saló Gòtic de la Casa de la Música (19:00; entrada gratuita) ,donde en 2012 se grabó el primer disco de Petraski. Le servirá para presentar el primer disco con su nombre, Tangos para tu ausencia, una colección de siete temas de piano solo que son como una especie de diario de casi dos años de su vida. Una historia personal que solo se desvela en sus directos, donde se puede adquirir este cd que no está disponible en Spotify. El 7 de diciembre repetirá, aunque esa vez en el Casino Antiguo de Castelló, dentro del ciclo Los Lunes Concierto (20:00; gratis). Después de una serie de actuaciones en Valencia atiende telefónicamente a Nomepierdoniuna para comentar una carrera que desarrolla desde Mallorca, isla de actual residencia.

>Cambiaste el Mediterráneo de La Plana por el de Mallorca hace ya unos cinco años por cuestiones laborales. Aquí te conocíamos, principalmente, por tu trabajo como pianista, y arreglista en el grupo tanguero Petraski. ¿Qué estás haciendo en la actualidad por la isla?
Trabajo como profesor en dos conservatorios: Escola de Música d'Alcúdia, principalmente, y Sant Llorenç des Cardassar. Ahora hemos creado un grupo de tango, llamado Dragonera, con bandeonista, algo necesario para hacer un grupo de tango nuevo, de lo contrario da pereza (risas). En realidad, allí el circuito principal de música en vivo es el de los hoteles. Hay músicos que pueden vivir únicamente de eso. No es mi caso, ya que trabajo como profesor, y solo hago alguna cosa de vez en cuando. Además, te da para vivir, pero no te llena mucho. En cuanto al circuito de conciertos, desde clásica a rock... viene a ser como el de Castelló o València.

>Me sorprende no haber encontrado el disco que presentas, Tangos para tu ausencia, en ninguna plataforma de internet.
Es un disco a la antigua, en formato físico, sin estar en Spotify. Para acceder a él, lo mejor es ir a uno de los conciertos. Aunque en el libreto del cd incluyo una descarga QR, porque hay gente que no tiene reproductor. El motivo es que se trata de algo muy personal e íntimo, así que decidí no subestimarlo, no regalarlo a cualquiera a la primera de cambio. Que pueda escuchar ese disco quien realmente se ha interesado por él y tenga verdaderas ganas de disfrutarlo. Aunque en mis proyectos figura otro álbum, también de piano solo, que sí se podrá encontrar en Spotify, pero no tendrá la autenticidad extrema de este.

>O sea, que el total de esa grabación es tu diario personal de casi dos años.
Sí. Era algo íntimo, personal, sin ponerme ningún tipo de presión. El milagro es que lo haya acabado, porque sin presión lo vas dejando. Incluso llegó un momento, con todo compuesto, en que decidí abandonar el proyecto. Pero un amigo me dijo que él había telefoneado al estudio Ona para hablarles del disco y comentarles que yo les llamaría. Así que para no dejarle mal, llamé a Miquel Brunet, quien me invitó a visitar el estudio y charlar un rato. Una vez allí, lo que vi me encantó, y me volví a motivar para grabar esos temas,

“El disco solo existe en formato físico. Es muy personal e íntimo y decidí no regalarlo a cualquiera. Que lo escuche quien realmente se ha interesado por él y tenga verdaderas ganas de disfrutarlo”

>Tangos para tu ausencia contiene cinco partituras tuyas ("Septiembre o cualquier cosa", "Se me fue el baifo", "Automedicación", "Efectos secundarios" y "Tango en flor"), una improvisación y un séptimo de autoría ajena.
Leyendo sus títulos ya te vas haciendo un poco la idea sobre el contenido de la historia. Pero es en los directos donde cuento qué o quién es esa ausencia. Me reservo el secreto para la gente de los conciertos, donde la comunicación es más directa. La séptima pieza es una versión del Tango de Albéniz, aunque reformulada en un estilo de tango contemporáneo. En realidad, la idea general del disco y del concierto es recordar que el tango es una música viva, actual y joven. En Castelló, como ya tenemos desde hace años a Petraski, no tenemos ese problema, pero en otros lugares siguen pensando que el tango es Gardel, la flor y el sombrero, el baile rígido... Y no se queda ahí. El tango es algo actual, en evolución y con muchos jóvenes componiéndolo e interpretándolo, con una calidad bárbara. Y algunas de piezas de estos creadores de menos de 35 años sonarán en el directo, ya que solo con los temas del disco se quedaría algo corto.

>Creo que ese conocimiento del otro tango te llegó en un viaje que hiciste a Argentina en 2014.
Allí llevan toda la vida escuchando el tango tradicional y ya conocen el repertorio, por lo que buscan cosas nuevas. Aquí escuchamos lo que nos llega, que es el tango tradicional. Antes de ir a Argentina, cuando tenía un concierto, quería salir muy elegante, y me ponía un traje negro. Cuando llegué allí me encontré un pianista con vaqueros y zapatos rotos, tocando el piano con un lenguaje musical brutal. Si yo me pusiese a tocar con él, igual le ganaba en elegancia, pero él me pegaba un baño, ya no en la técnica, sino en el lenguaje musical. Allí aprendí que "menos trajes elegantes y más elementos inherentes al lenguaje del tango".

>Antes nos hemos dejado por comentar la improvisación que aparece en el disco, y sé que improvisar te gusta.
Me gustan los cds conceptuales con piezas con reexposiciones o que dan unidad a la obra. Cuando tenía acabada la colección de cinco tangos del disco, decidí hacer una pieza con melodías de esos temas anteriores, como un epílogo, pero no quería que fuese algo escrito. Granados lo hace en el final de "Goyescas". A partir de una estructura mental general, decidí ir al estudio e improvisar. Hicimos dos tomas y se ha quedado la primera. Creo que es algo atrevido. No se trata de una estructura formal de acordes repetidos sobre la que voy creando melodías, algo más propio del jazz; sino que en el mismo momento voy creando la estructura formal, una rueda distinta de acordes, transiciones, frases distintas, cambios de textura... Algo que puedo hacer porque soy un único músico. Y esa improvisación conduce al descubrimiento de una clave de este disco, que es un motivo de Chaikovski, que en realidad ya he tocado en el primer tema, "Septiembre o cualquier cosa", aunque muy adornado, pero en este final suena tal cual lo compuso en la obra Romeo y Julieta.

>Te he escuchado decir que "el tango es un punto de encuentro entre la clásica y el jazz". De ahí se puede explicar un poco tu progresivo deslizamiento a partir de tu formación principal (graduado en el Conservatorio Superior de Música Salvador Seguí de Castelló) , aunque no sé de dónde surge exactamente tu amor por el tango.
El tango es una música popular, pero que a diferencia de otras músicas, fueron instrumentistas de clásica quienes le dieron su forma definitiva. Eso provoca que sea popular, pero que beba constantemente de recursos de la clásica. Además, es muy común que en los últimos años de clásica nos lleguen partituras de tango, especialmente de Astor Piazzolla. Noté que esa música se me hacía muy natural y me lo pasaba muy bien con ella. Y justo en esa época entré en la Big Band de la UJI, al tiempo que empecé a ir a cursos de improvisación en el Instituto de Educación Musical (IEM), donde ahora estoy como profesor. Partimos de que cualquier tipo de música tiene cuatro elementos esenciales, que son armonía, melodía, ritmo y forma. A partir del estudio de esos elementos nos interesa la improvisación, con independencia del estilo o del lenguaje. Me apliqué la metodología del IEM a mí mismo en el tango. También podría improvisar a partir de Beethoven, pero el tango es más actual. El jazz no tiene ese componente clásico que sí tiene el tango.

>¿Presentarás el mismo repertorio en Ultrasons que en el ciclo 'Los lunes concierto' del Casino Antiguo?
Será lo mismo. Me lo planteo como una obra de teatro. No soy muy dado a hablar en público. Pero lo de contar historietas íntimas, lo probé en una actuación privada para amigos, y me animaron a hacerlo. Cuando lo hice por primera vez con público, vi que funcionaba. Creo que las historias son la salvación del concierto, porque a lo mejor algunos acudirán esperando escuchar tangos tradicionales, y no toco ninguno, por lo que no reconocerán las piezas. Con las historias, se les hace todo más ameno, porque explico cuestiones personales y también musicales sobre lo que voy a tocar.

>¿Qué pasa con Petraski? Este pasado verano actuasteis en Les Quarts y Orpesa, pero desde tu marcha a Mallorca el sexteto tanguero de La Plana se ha quedado aparcado.
El tema es que somos seis personas, cada una con un montón de cosas. Encima, el violinista se fue a Holanda y yo estaba en Mallorca. Él ya ha regresado, y a mí no cuesta nada venir (35 minutos de vuelo). Cuando nos llaman, tenemos la facultad de montar algo rápido, porque nos conocemos de hace años. Pero no es prioritario para nosotros, ya que somos muchos, y a los organizadores no siempre les viene bien afrontar presupuestos para un grupo de tanta gente...Pero cuando podemos, tocamos juntos, y la vedad es que le sacamos mucho partido a tan poco tiempo, porque nos conocemos tanto... Y cuando hago arreglos para ellos, sé que lo tocarán.

>Fueron dos conciertos en las nuevas circunstancias, con el público separado y con mascarillas. ¿Resultaron extraños, sobre el todo el primero?
La primera experiencia fue dura. Ocurrió el 12 de junio, en la presentación del disco en el Auditori de l'Alcúdia, y fue el primer concierto para mí y también para ese espacio después del confinamiento. Se nos hizo extraño a todos, incluido el público. Me resultó impactante en el primer momento, pero una vez empiezo a tocar, estoy concentrado y no le doy vueltas. Me resultó más duro el primer concierto como espectador, con la mascarilla. A lo mejor, si mi música fuese de bailar, sí me parecería más extraño. Ahora ya me parece normal, aunque no debería serlo.

“En Argentina aprendí que menos trajes elegantes y más elementos inherentes al lenguaje del tango”

>¿Cómo es ese segundo disco del que has hablado antes? ¿En qué punto del proceso se encuentra?
Tengo la idea acabada, incluso el título. Iba a grabarlo en septiembre, pero me surgieron unos conciertos en Sant Miquel dels Reis, un monasterio de València donde algunos músicos valencianos estuvieron encerrados por cuestiones políticas, y compusieron allí obras, Con esas partituras, más otras creadas por esos músicos en otros lugares, Pascual Pastor, hizo un estudio y preparó un espectáculo con actores y banda de música. Dentro de él, hay una parte de música de cámara, y al pasarme las partituras me quedé sorprendido por lo complicadas que eran y también por lo bien hechas que estaban, lo que me hizo preguntarme por qué esas piezas no se estudian en los conservatorios de aquí. Así que paré la grabación prevista, y tal vez la haga en noviembre. A diferencia del primer disco, no serán piezas originales mías, aunque sí hago los arreglos, y esta vez serán tangos tradicionales, llevados a mi terreno. Igual tres o cuatro, y directamente será subido a Spotify.

>Para después de Los Lunes Concierto, actuaciones o proyectos a la vista...
Me voy a centrar en ese segundo disco, y también en unos vídeos para cursos telemáticos para el IEM. Aunque sí quiero hacer más presentaciones de Tangos para tu ausencia. Allá para marzo, me gustaría tocar en Barcelona y Madrid, donde nunca he actuado, y también en Sevilla. Y ya tengo pensado un tercer disco. Más lo que vaya saliendo, porque soy versátil e igual puedo tocar una sonata de Beethoven o la Bienpagá con el acordeón.

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